jueves, 31 de mayo de 2012

Ciudad El Tigre, lunes 28 de mayo de 2012
Ronny Padrón.
Democracia Cristiana Hoy.

Un asunto de confianza.

Algo que se veía a venir. Una debilidad inherente al discurso electoral de nuestro candidato demócrata lo constituye ese interés en conciliar a todo evento que, ante el socialismo en campaña más temprano que tarde toparía con grandes obstáculos.

Lo vamos viendo las recientemente. El régimen en gobierno, carente de gestión que mostrar luego de 13 años, se ha dado a la tarea de intentar cambiar nuestra percepción de la realidad –obviamente nada sencillo- valiéndose para ello de absolutamente todos los recursos concebidos por el ser humano, desde la mentira más absurda hasta la encuesta más inexplicable; todo vale a la hora de confundir a una sociedad traumatizada por el galimatías socialista.

Lo anterior no tiene nada de extraño ni sorpresivo, conocidos como son los experimentos socialistas habidos en la historia de la humanidad, pero sí debemos llamar la atención en torno a la ineficiente respuesta que ante ello nos va brindando el Comando Venezuela. Tal carencia no es gratuita, es simple consecuencia de lo referido ab initio. Un discurso político que siempre ha buscado el congraciarse con todos, hoy nos luce impotente para hacer frente eficientemente a la ofensiva psicológica socialista, ello en virtud de un Comando Venezuela que aún se resiste a proclamar con propiedad la naturaleza perniciosa de una ideología capaz de corromper cualquier entidad humana si con ello lograre mantenerse en el poder, su desiderátum.

Es necesario que la candidatura demócrata presidencial acuse al régimen socialista en gobierno de lo que es: una representación de antivalores, dirigido a la esclavitud de los venezolanos, capaz para ello de dislocar cualquier imagen con miras al logro de un beneficio electoral, prevalido del patrimonio público sin mayor límite que la propia voluntad del teniente coronel Hugo Chávez.

Ante ello, nuestro Comando Venezuela sólo podrá hacerles frente con la mejor de las armas conocidas en la lucha política: ¨la verdad¨, esa verdad que nos permitirá superar los déficits dinerarios de campaña, las limitaciones en los mass media y las prohibiciones injustas del poder, y así ganar la principal de las batallas políticas ¨La batalla de las ideas¨.

Una vez que hagamos llegar a la mente y corazón de cada venezolano los valores sociales, económicos y políticos implícitos en el régimen democrático de libertades, en contraste al caos socialista de estos 13 años y su campaña falaz, la tramoya oficialista comenzará a jugar a nuestro favor.

Llamemos las cosas por su nombre, ocultar la vileza del régimen nos expone a que sean muchos compatriotas los que a falta de una alternativa suficientemente rotunda opten por permanecer al lado de un mal ya conocido. Es un asunto de confianza. ORA y LABORA.

caballeropercival@hotmail.com