lunes, 20 de febrero de 2017

El Tigre, sábado 18 de febrero de 2017
Ronny Padrón
Democracia Cristiana Hoy
Venezuela: Tumba del socialismo mundial
Es indudable que el socialismo se anotó un nuevo gran éxito con la destrucción de Venezuela,  iniciada esta el 11 de abril de 2002. Porque la esclavitud y el exterminio de nuestro gentilicio a partir de esa fecha forman parte del desiderátum  socialista y así debemos reconocerlo, más allá del nivel de resistencia ejercido por nuestro pueblo hasta el día de hoy.

Hundir a Venezuela  a niveles del África subsahariana, siendo el  nuestro un  país con capital humano y material en grado tal que llegaba a constituir la envidia del orbe hasta tiempo reciente,  no es sino el resultado de un plan muy bien ejecutado, ¨N¨ veces probado a nivel mundial: El socialismo; doctrina esta de ilimitada capacidad para el engaño colectivo, y reconocida destreza para generar violencia, que durante 15 largos años ha hecho de Venezuela su experimento más insigne. Nunca antes el socialismo en gobierno  había logrado sus objetivos de manera tan destacada, pues ciertamente la destrucción humana, material y moral de una sociedad en tan corto tiempo constituye una novedad.

Pero como todo gran acontecimiento, este tiene también otro efecto a constatar: El mundo entero ha podido certificar como nunca antes en su historia, la desgracia implícita de esta doctrina  cuando  gobierna. Así entonces podemos afirmar sin  ambages que  la destrucción de Venezuela marca el fin histórico del socialismo como alternativa política a nivel mundial. En lo adelante pasa a ser un paria solo comparable al nacionalsocialismo, con el agravante de un historial siniestro que apenas se comienza a develar. A Dios gracias, La República de Venezuela sí volverá. Ora y labora.

martes, 7 de febrero de 2017

El  Tigre, domingo 05 de febrero de 2017
Ronny Padrón
Democracia Cristiana Hoy
Se busca una salida al Socialismo
Por lo menos en ese punto estamos de acuerdo el 90% de los venezolanos, amenazados de muerte por hambre, enfermedad o a manos del hampa, conforme a la receta socialista. El hecho cierto del fracaso opositor para capitalizar ese anhelo, en modo alguno contraría el deseo y la necesidad de restituir el orden constitucional, violentado a partir del 11 de abril de 2002.

Porque el fracaso viene dado no por la carencia de razones y mucho menos por la falta de  mayorías, más bien  podríamos atribuirlo a nuestra ineptitud como sociedad para proveernos del liderazgo político necesario ante la tragedia del presente, pero hasta allí. Porque se trata de poner fin a un régimen de gobierno esclavista y exterminador, universalmente  reconocido como tal: El socialismo, que ascendió al  poder en Venezuela disfrazado de democracia  para luego destruirla desde sus entrañas, hasta alcanzar como es su costumbre el genocidio presente.

Quienes pretendan convivir con tal desastre no merecen relevancia política alguna. Así las cosas, la búsqueda de una salida al presente caos se torna existencial y de tal manera hay que abordarla, visto como han sido malogrados todos y cada uno de los mecanismos constitucionales establecidos al efecto, a saber: Elecciones, referendos revocatorios, Declaratorias de Abandono de Cargo; todo ello a lo largo de 15 largos años de dictadura socialista, que solo fortalecieron a la cúpula gobernante, diezmando  a la mayoría venezolana, un costo demasiado alto que no debemos continuar pagando.

Dicho lo anterior, luce halagüeña la propuesta de Asamblea Nacional Constituyente por el  hecho de su propia naturaleza jurídica, ajena al llamado poder constituido, ese que en Venezuela jamás entregará el poder… voluntariamente. De allí que, consolidar un planteamiento capaz de convocar a todos los factores socio-políticos de la nación, para conformar nuevas reglas de convivencia civilizada ante el caos socialista, no puede sino concitar  interés patriótico y así lo consideramos ¡Viva la República de Venezuela¡ ORA y LABORA.