sábado, 22 de marzo de 2008

PRINCIPIOS RECTORES.

Ciudad El Tigre, martes 22 de enero de 2008



PRINCIPIOS RECTORES DEL PROYECTO POLÍTICO

¨TRABAJO, LEY Y ORDEN¨.


PREÁMBULO.




El proyecto político ¨TRABAJO, LEY Y ORDEN¨, surge de la necesidad sentida en Venezuela por establecer una alternativa de poder político auténticamente democrático, distinto al actual régimen gobernante, representativo del totalitarismo autocrático, y diferente al régimen político anterior, representativo del totalitarismo partidocrático.

Los fundadores del presente proyecto, identificados plenamente con los valores políticos de la DEMOCRACIA CRISTIANA como la doctrina que entendemos adecuada para hacer frente al presente y futuro político de nuestro país, nos establecimos como meta, el darle plena aplicabilidad a esos principios que distinguen a nuestra doctrina, buscando evidenciar en la praxis, la pertinencia de su realización fáctica.
Entendemos, como principal causa por la cual ello aún no ha sido posible en el marco de la organización partidista, la falta de compromiso con esos valores enunciados, y en tal sentido nos hemos fijado como gran meta la total fidelidad por los valores y principios que hoy proclamamos en la certeza que son esos y no otros los que conducirán a la plena libertad de nuestra Nación.



PRINCIPIOS RECTORES.

Los principios rectores que a continuación expondremos, no persiguen nada más allá de constituirse en parámetros realistas de objetiva aplicación, con base en la DEMOCRACIA CRISTIANA como ideología política de este proyecto.

PRIMERO. Toda acción política entendiendo por tal a aquella actividad dirigida al logro del poder político, ejecutada en el marco del proyecto ¨TRABAJO, LEY Y ORDEN¨, (en adelante se le entenderá como EL PROYECTO) por cualquiera de quienes se consideren pertenecientes al mismo, deberá ajustarse de manera incontrovertible, a los parámetros éticos que iluminan a la DEMOCRACIA CRISTIANA como ideología política, los cuales se encuentran claramente definidos en el CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA-APOSTÓLICA-ROMANA.



SEGUNDO. La constante y perpetua búsqueda de la verdad, se entenderá como el principal de los parámetros éticos de nuestra actividad política, entendiendo, que su adecuación y pertinencia está sometida igualmente a especiales reglas que expresadas taxativamente en el CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA-APOSTÓLICA-ROMANA, deberán ser conocidas y aceptadas por todos los miembros del PROYECTO.



TERCERO. El PROYECTO, en su desarrollo y funcionamiento debe constituirse en ejemplo vivo sobre la pertinencia de los valores que proclama, por ende la igualdad de oportunidades, la justicia, la libertad, la responsabilidad y el trabajo entre otros valores distintivos de la DEMOCRACIA CRISTIANA, deben constituirse nuestra común práctica. En tal sentido proclamamos como única condición necesaria para integrar el presente PROYECTO, la aceptación plena de los valores y principios que definen a la DEMOCRACIA CRISTIANA como ideología política.

CUARTO. El PROYECTO, tiene como fin único el BIEN COMÚN de la Nación venezolana. Por ende, toda acción política dentro del proyecto que no conlleve al logro de tal objetivo se considera contraria a nuestra razón de ser y de tal manera confrontada. En la búsqueda del BIEN COMÚN, nos fijamos como meta, la transferencia en la persona de cada ciudadano venezolano, de toda la capacidad política, económica, social y cultural a la que tiene derecho como ser humano poniendo como único límite sus personales condiciones y el derecho de los demás. Ello en el entendido que constituye esta la manera natural de alcanzar una sociedad digna y próspera basada en ciudadanos educados y laboriosos.



QUINTO. La acción política del PROYECTO, para el logro de su fin único, siempre deberá someterse a la legitimidad de los medios empleados para ello. En tal sentido la base para calificar la legitimidad de la acción en el caso concreto, la constituye el CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA-APOSTÓLICA-ROMANA, y los métodos de verificación contemplados en el mismo.