martes, 21 de septiembre de 2010

Éxitos en la dirección equivocada.

Éxitos en la dirección equivocada. Marisol García Delgado
Nadie sabe con certeza cuál acción está permitida o prohibida, ni por cuánto tiempo lo será.


Éxitos en la dirección equivocada

MARISOL GARCÍA DELGADO | EL UNIVERSAL
lunes 20 de septiembre de 2010 12:00 AM
A la actual Asamblea Nacional es justo reconocerle que tuvo un rotundo éxito en producir normas jurídicas y muchísimas leyes, más que en toda la historia republicana. Esto no es un hito despreciable, salvo por el hecho de que el principio jurídico según el cual la ignorancia de la ley no excusa de su cumplimiento, quedó hueco y sin sentido, para favorecer no solo toda clase de transgresiones y violaciones de la ley por parte de los ciudadanos y las autoridades, sino también para alentar la arbitrariedad en el proceder de estas últimas, lo cual explica perfectamente que la misma salsa no sea buena tanto para el pavo como para la pava, y que, igualmente, resulte inútil exigirlo.

La seguridad jurídica también fue triunfalmente erradicada. Nadie en este país sabe con certeza cuál acción está permitida o prohibida, ni por cuánto tiempo lo será. Tampoco sabe si es o no propietario de lo que posee, pues la prueba de la titularidad se retrotrae, según convenga, a épocas donde es imposible rastrear el documento.

Cuanto menos se conoce la exacta medida de la acción u omisión que es posible desarrollar, ni la eventual sanción a la que personas o empresas serán sometidas, bien puede ser prisión perpetua, sin sentencia judicial, claro está; la expropiación por demasiada extensión o insuficiente producción, por especulación o acaparamiento, sin que medie procedimiento alguno; o la multa, el cierre temporal y hasta la intervención por situaciones de índole laboral, que ni se tramitan ni resuelven en las instancias pertinentes, o por las denominadas infracciones formales a las normas tributarias, tan enrevesadas ellas que es preferible sustituir la comprensión por la resignación.

Poco importa, entonces, lo que el ciudadano haga o deje de hacer. Lo que ahora es legal puede no serlo en el instante siguiente, basta que el azar o la fatalidad de la caprichosa interpretación jurídica lo alcance y, cuando ello sucede, no vale siquiera la cierta o falsa vestimenta roja rojita.

Como consecuencia de esa desconstrucción jurídica nadie planifica, ni tiene una perspectiva más allá del horizonte inmediato. El ciudadano está cada vez más sometido a los dictados de la autoridad, cualquiera que sea, y ese es un éxito indiscutible para un gobierno que busca y gusta demostrarse fuerte e implacable en sus ejecutorias. Así, así, así es como se gobierna.

Ahora, en tiempos de renovación de legisladores, parece oportuno recordar que la primera y fundamental justificación de la autoridad pública, lo que origina su existencia y ascendencia sobre sus conciudadanos -o camaradas- y el privilegio de poseer el denominado monopolio de la fuerza, se basa en la necesidad, comúnmente reconocida y consentida, de la defensa contra el enemigo interno, la delincuencia, y contra el enemigo externo, el imperio, ambos más viejos que el aire, aunque según la época y la ineficiencia gubernamental soplen con diferente intensidad.

Sin embargo, la autoridad, esa misma de carne y hueso que cobra 15 y último -porque el Estado no es más que la cómoda ficción donde se escuda- está abnegadamente dedicada a proveer de alimentos a toda una población, incluso con prácticas tan absurdas como la competencia desleal, el ejercicio de la posición de dominio y hasta el franco y directo aniquilamiento de la producción agrícola, pecuaria, industrial y comercial criolla, hoy constituida en verdadera amenaza para la estabilidad, no sólo del Gobierno sino de la construcción de una nueva sociedad, y del denominado hombre nuevo. ¡Y lo ha logrado!

Que en el país haya decaído sensiblemente la cosecha de rubros agrícolas esenciales, que haya menos actividad fabril o que la explotación comercial sea cada vez más difícil, no le resta el populoso fulgor que adquieren esas plazas públicas periódicamente invadidas por gandolas repletas de alimentos -¡a quién le importa la procedencia!- a pleno sol y a bajo precio.

Alimentos baratos pero de alto costo (movilización, burocracia e impuestos dejados de percibir) comprados a empresas capitalistas del extranjero y con recursos públicos que bien pudieran orientarse a la construcción de nuevas vías, hospitales, escuelas y centrales eléctricas, o al mantenimiento de las existentes, no disminuye el transitorio y siempre renovado éxito de la barriga llena y el corazón contento.

La verdad sea dicha, no hemos sido capaces de explicar ni de demostrar que los indiscutibles éxitos del Gobierno, se fundan en nuestro fracaso como sociedad.

cedice@cedice.org@cedice

Las miserias del rentismo.

Las miserias del rentismo

VÍCTOR SALMERÓN | EL UNIVERSAL
martes 21 de septiembre de 2010 02:37 PM


Convencido de que es portador del mensaje, de las reformas y el modelo capaz de borrar velozmente tres décadas de infortunios, en 2004 Hugo Chávez voceó a través de la televisión y las emisoras de radio la estrategia para esparcir prosperidad y bienestar como nunca antes.

Bastaría un plan de crédito a los agricultores y a los industriales, financiado con cuatro mil millones de dólares de las reservas internacionales, porque "perfectamente podemos en dos años eliminar totalmente la importación de textiles" y reducir al mínimo "las importaciones de comida".

Lleno de fe sumó a la lista al "sector automotor, ¿no podemos producir computadoras? ¡Claro que podemos! Vehículos, línea blanca, televisores, neveras, lavadoras, mobiliario. Podemos producir todo eso pero hace falta que continuemos y afiancemos el cambio de paradigma".

La providencia depararía al Presidente mucho más de lo que aquel 12 de abril de 2004 reclamaba enérgicamente al directorio del Banco Central, encargado de administrar las reservas internacionales de la República. El precio de la cesta petrolera venezolana, estacionado ese entonces en 22 dólares, iniciaría una escalada inimaginable que lo llevaría a un promedio de 32,22 dólares ese año, 45,32 al siguiente, 55,21 en 2006, 64,74 en 2007 y hasta la cúspide, impensable, de 88,74 dólares en 2008. Todo estaba dispuesto para encender la música e iniciar la fiesta petrolera.

La creencia en que rápidamente puede alcanzarse la diversificación de la economía no albergaba, a pesar del énfasis de Hugo Chávez, nada novedoso. Rómulo Betancourt, dirigente emblemático de lo que la Revolución Bolivariana sueña con dejar atrás, describe así el pensamiento que puso en marcha Acción Democrática en 1946: "Venezuela debía empeñarse en producir la mayor cantidad posible de lo que consumía, tanto en productos de la tierra como elaborados. Teníamos la ventaja de que la renta petrolera nos capacitaba para acelerar un proceso industrialista, más lento y difícil en otros países subdesarrollados".

Carlos Andrés Pérez, sumergido en el apogeo petrolero de 1975, declararía voz en alto que "éste será un gran año nacional, todas las políticas para el desarrollo auténtico del país, para rescatar de la miseria a los millones de venezolanos que la padecen, para convertir al campo en el gran centro de la producción, para desarrollar las industrias auténticamente nacionales, todas esas políticas están en marcha".

Las cifras oficiales demuestran que al igual que en el pasado el objetivo de diversificar la economía está muy lejos de alcanzarse, 95 de cada 100 dólares que ingresan al país provienen del petróleo y el país muestra con rudeza las miserias del rentismo.

Los estudios de Terry Lynn Karl (The Paradox of Plenty), Michael Ross (¿Does oil hinder democracy?), Asdrúbal Baptista (El capitalismo rentístico), Jeffrey Sachs y Andrew Warner (National resource abundance and economic growth) describen claramente el ciclo empobrecedor en que suelen empantanarse los países petroleros y Venezuela encaja perfectamente en el modelo.
Una característica típica es que cuando el precio del barril aumenta de forma estelar una enorme cantidad de divisas ingresa a los países petroleros; esto tiende a incrementar el valor de la moneda, las importaciones se abaratan y sectores como la agricultura y la manufactura pierden competitividad.

Otra constante es que el chorro de petrodólares infla las metas y el tamaño del Estado, disparando el gasto público y desencadenando una serie de efectos: la economía crece rápidamente por el aumento del consumo, pero la falta de producción para atender la demanda impulsa la inflación.

El incremento del gasto suele salirse de control y entonces es común la aparición de déficit en el presupuesto y mayor endeudamiento.

Junto a los problemas económicos, los petroestados tienden a generar una estructura que mina el desarrollo de la democracia. El Gobierno es en buena medida autónomo, no requiere de la sociedad para mantenerse por el enorme ingreso que recibe, lo que da pie a una asimetría de poder que induce al autoritarismo. El Ejecutivo no necesita negociar ni escuchar.

Además, existe lo que se ha llamado el "efecto gasto". El ingreso petrolero puede ser utilizado para incrementar dádivas, transferencias, retrasar la formación de grupos independientes y ahogar las presiones por una mejor democracia.

Al poder que recibe por el monopolio de la renta petrolera, el Gobierno venezolano ha sumado el control de los precios, las tasas de interés, la asignación de divisas y la formación de grupos que dependen exclusivamente del dinero que fluye desde Miraflores.

Las posibilidades de instrumentar nuevas políticas en países con estas estructuras no encuentran un camino despejado. La sociedad tiende a organizarse para captar porciones de la renta petrolera, mediante subsidios, créditos baratos, contratos y el vínculo que tienen con el Estado los lleva a reforzar la "petrolización" como una vía para obtener sus demandas.

¿Tiene la oposición venezolana un modelo distinto? Aun no ha sido capaz de articular una propuesta que le explique a la población que la posibilidad de construir una democracia exitosa pasa por romper la ruina circular alimentada con barriles de delirio.

Twitter: @vsalmeron

lunes, 20 de septiembre de 2010

Importaciones en aumento:¿Bendición o maldición para la economía?

17 de septiembre de 2010

Importaciones en aumento: ¿Bendición o maldición para la economía?
por Daniel Griswold

Daniel T. Griswold es Director del Centro de Estudios de Política Comercial del Cato Institute.
Se ha vuelto sabiduría convencional, entre aquellos que reportan la economía, que el aumento de las importaciones y un creciente déficit comercial son malas señales para el crecimiento. Como los recientes titulares nos advierten, “La brecha comercial desacelera el crecimiento económico” (Washington Post) y “Una brecha comercial más amplia augura un crecimiento débil” (Wall Street Journal).

Los reportajes de este estilo se derivan inevitablemente de la lógica Keynesiana. Si importáramos un millón de zapatos para satisfacer la demanda doméstica, ya no tendríamos que fabricar ese millón de zapatos. Cuando la demanda se “esparce” hacia el extranjero, el crecimiento se desacelera y crea menos trabajos.

Eso es lo que nos dicen.

Los periodistas y expertos que, quienes difunden esta teoría, deberían mirar más allá de ella y considerar que, en realidad, un aumento en las importaciones y una creciente brecha comercial, lejos de ser obstáculos al crecimiento, son una de las señales más certeras de que la economía se está expandiendo.

Un gran defecto del punto de vista Keynesiano es que ignora el papel que juega el lado de la oferta de las importaciones. Más de la mitad de lo que importamos son bienes consumidos por productores —equipos de capital, materia prima, partes y otros insumos intermedios. Estas importaciones nos permiten producir más, no menos. Por eso, a lo largo del último año, las importaciones de bienes manufacturados han estado aumentando junto con la producción doméstica de bienes manufacturados.

A largo plazo, las importaciones fomentan el crecimiento al obligar a los productores domésticos a ser más eficientes y productivos. La competencia generalmente funciona de tal manera que las importaciones hacen a un lado los productores domésticos menos eficientes, dejando el mercado a las empresas más competitivas. Esas empresas tienen mayor capacidad de hacer crecer su presencia en los mercados globales y de crear empleos sostenibles con salarios más altos.

La obsesión con el déficit comercial también ignora el hecho de que los dólares que gastamos en importaciones vuelven rápidamente a EE.UU. Si no son usados para comprar nuestros productos y servicios, son gastados en activos como bienes raíces, acciones y bonos de la Tesorería. Este influjo de capitales también ayuda a fomentar el crecimiento manteniendo las tasas de interés bajas y proveyendo capital para construir fábricas y expandir la producción.

Si las preocupaciones de los Keynesianos acerca de las importaciones fuesen justificadas, deberíamos encontrar una correlación negativa a través del tiempo entre el crecimiento de las importaciones y el crecimiento del PIB. Las importaciones crecientes estarían asociadas con un crecimiento más débil y las importaciones que crecen más lento o caen estarían relacionadas con un crecimiento más fuerte.

En realidad, un aumento en las importaciones es uno de los indicadores más confiables de que una economía está teniendo un crecimiento más dinámico. Luego de examinar la información trimestral del Buró de Análisis Económico de EE.UU., que data desde 1980, encontré una sólida correlación positiva entre el cambio real en las importaciones que ingresaron a EE.UU. y el cambio en el producto interno bruto (PIB) real. Aunque no es una correlación perfectamente proporcional de 100%, la correlación entre las importaciones y el PIB es un sólido y positivo 62%.

Los políticos se enfocan de manera miope en las exportaciones, pero la correlación entre el crecimiento de las exportaciones y el aumento del PIB es, de hecho, más débil que la conexión entre las importaciones y el PIB, ubicándose en un 45%. Si el presidente Obama quiere promover un crecimiento económico más sólido con el comercio, debería considerar complementar su Iniciativa de Exportaciones Nacionales con una Iniciativa de Importaciones Nacionales. Las únicas otras categorías importantes de actividad económica que se correlacionaron de manera más fuerte con el crecimiento del PIB que las importaciones fueron los gastos para el consumo personal (66%) y la inversión bruta doméstica (80%).

No necesita analizar una hoja de datos para identificar una relación positiva entre las importaciones y el crecimiento económico. Recuerde el periodo entre 1992 y 2000, cuando el crecimiento era fuerte, los trabajos abundantes y la inflación baja. En ese entonces también crecieron las importaciones y el déficit comercial. Nuevamente, durante la presidencia de George W. Bush, las importaciones volvieron a crecer y el déficit comercial creció durante 5 años consecutivos. Durante ese mismo periodo, 2002-2007, la economía se expandió y el desempleo cayó de 5,7 a 4,4%.

En contraste, las importaciones se desaceleran y el déficit comercial invariablemente se encoge durante periodos de recesión. Entre 2007 y 2009, durante la “gran recesión”, el déficit comercial se redujo en un 50% conforme la demanda doméstica y las importaciones se redujeron, mientras que el desempleo aumentó. De hecho, 2009 fue solamente uno de los seis años durante los últimos cincuenta años en que el valor de las importaciones se redujo en relación al año anterior. Los otros fueron 1961, 1975, 1982, 1991 y 2001. De acuerdo a nuestros amigos Keynesianos, esos años debieron ser buenos años para el crecimiento económico y la creación de empleos. No obstante, cada uno de esos años experimentó una recesión.

Los partidarios del Keynesianismo podrían estar deseando un declive en las importaciones, pero para los millones de estadounidenses que están luchando en el sector real de la economía, tal declive sería una maldición.

Este artículo fue publicado originalmente en The Washington Times (EE.UU.) el 8 de septiembre de 2010.

¿Hay esperanza?

¿Hay esperanza?
La posibilidad de que algo malo no ocurra es la esperanza, el sentimiento opuesto al miedo

LUIS VICENTE LEÓN | EL UNIVERSAL
domingo 19 de septiembre de 2010 12:00 AM
La semana pasada, analizando el trabajo de J.A. Marina y otros, conversamos sobre el miedo y resaltamos que mientras más inteligentes son las personas, más capaces de prever los peligros, una cualidad útil para protegerse, aunque también negativa cuando se sobredimensiona.

Lo interesante es que el sentimiento contrario al miedo no es, como cree mucha gente, la valentía. Desde pequeños presionan a los niños con el tema de que "los valientes no tienen miedo". La realidad es que la valentía es más bien una posible respuesta al miedo y no su antagonista. Se requiere tener miedo, y ser capaz de hacer lo correcto pese a él, para ser valiente.

Frente a la anticipación del peligro las personas pueden 1) ceder a la tentación de hacer lo cómodo: siendo sumisos, pasando agachados o alejándose de lo que los amenaza, o 2) pasar por encima de él. En esta segunda opción radica la valentía.

Pero esto no significa reaccionar como un toro de casta que embiste el capote de un torero por instinto de supervivencia, sin una estrategia y sin usar todo el espacio y el tiempo del que se dispone para protegerse del adversario. Esos toros terminan a la parrilla, incluida las criadillas.

Para hacer lo que se debe hay que tener un proyecto, estar dispuesto a sacrificios y formar parte de las redes que persiguen el mismo objetivo. Los irreverentes visibles juegan un papel importante, pero el protagónico lo tienen las personas cotidianas cuando continúan su vida sin desviarse, defendiendo sus derechos. Crean con eso un muro insalvable frente a quien intenta doblegarlos.

Supongamos un gobierno que ataca a la empresa privada. La historia muestra que esa acción deteriorará, sin duda, la economía. Cuando eso ocurre, el Gobierno busca chivos expiatorios para camuflar sus fracasos y finalmente, inventa argumentos para pedirle a la gente que acepte vivir peor por defender una "ideología" que termina convirtiéndose en "odiología". Si la gente por miedo o comodidad lo acepta, ese país se jo... Pero cuando se niegan a perder lo que merecen y protestan y reducen su apoyo al líder como consecuencia de ese deterioro, entonces estamos en presencia de un acto de valentía que podría atemorizar al atemorizante.

Ahí, en la acción de una ama de casa que se molesta porque no le alcanzan los reales y lo manifiesta a voz tendida. Cuando le dice cuatro cosas al dirigente comunal del partido cuando este intenta culpar de la inseguridad al imperio. El obrero que manifiesta a sus compañeros: estoy con el líder, pero no acepto que ponga en riesgo mi fuente de empleo. Un grupo de trabajadores, sin distinción de filiación política, defendiendo juntos su empresa del embate absurdo en su contra. Ahí, en las acciones del día a día, hay mucha más sustancia que en los gritos de un charlatán que llama a la gente a "ir hasta el final a todo riesgo" cuando él no estuvo dispuesto a ir ni pa´ la esquina.

Pero, ¿qué es entonces lo contrario al miedo?

Si tuviéramos la certeza de que lo terrible pasará inevitablemente, no tendríamos miedo, puede que resignación o tristeza. Hay miedo porque hay dudas sobre el futuro y si dudas, es porque lo malo podría ocurrir... o podría no ocurrir. Precisamente, la posibilidad de que no ocurra es la esperanza, el verdadero sentimiento opuesto al miedo, que lleva a muchos a preguntarse si vale la pena dejar el futuro al libre albedrío o si hay que darle un empujoncito negándose a hacer lo incorrecto o ilegal, pese a las consecuencias. Puede que pierda, pero el valiente siempre está dispuesto a intentarlo. ¿Qué hacer? Muchas cosas, pero lo que tienes al frente de tu nariz: el próximo domingo... vota.

luisvicenteleon@gmail.com

Vargas Llosa teme manipulen las elecciones del 26S.

Vargas Llosa teme que se manipulen las elecciones del 26S
Para el escritor Mario Vargas Llosa es difícil pensar que en Venezuela se puedan celebrar elecciones libres porque, a su juicio,“Chávez controla el conjunto del aparato estatal y los medios".

EL UNIVERSAL

domingo 19 de septiembre de 2010 07:51 AM
Berlín.- El escritor peruano Mario Vargas Llosa teme una manipulación en las elecciones parlamentarias de Venezuela del 26 de septiembre, orquestada por el presidente, Hugo Chávez, al que califica, junto a su homologo boliviano, Evo Morales, y otros mandatarios de izquierda latinoamericanos, de "caudillo".

"Me parece difícil que se puedan celebrar hoy elecciones libres en Venezuela. Una lástima, porque estoy convencido de que la mayoría de los venezolanos están contra Chávez, especialmente entre la clase media, ámbito académico, sindicatos. Pero temo que se manipulen esas elecciones", dijo Vargas LLosa al dominical "Frankfurter Allgemeine Zeitung", reseñó Efe.

Vargas Llosa, afirma desde la edición dominical del diario conservador alemán, que Chávez "controla el conjunto del aparato estatal y los medios" y que duda en sofocar con violencia cualquier manifestación.

"El régimen de Chávez se asemeja cada vez más al de (Fidel) Castro en Cuba", prosigue el autor, quien recuerda su intento frustrado, el año pasado, de participar en un debate frente a Chávez, durante una visita a Venezuela, posibilidad de la que, según él, se zafó el presidente "en el último minuto".

Vargas Llosa afirma que, de haber tenido la ocasión, le habría dicho a Chávez que se ha convertido en la "caricatura de un revolucionario suramericano y un demagogo", difusor de "clichés de la propaganda marxista".

El escritor dice, asimismo, que "por encima de las diferencias entre los distintos países", tanto Chávez como el boliviano Morales, Rafael Correa, en Ecuador, y Daniel Ortega, en Nicaragua, se comportan como "caudillos latinoamericanos de la peor especie".

Atribuye, finalmente, a una "lamentable inconsecuencia" el hecho de que la izquierda moderna representada, a su juicio, por el presidente brasileño, Luiz Inázio Lula da Silva, le exprese "sus simpatías", mientras "en Brasil florece el capitalismo".

Y vaticina que Bolivia puede convertirse en la nueva "central productora de cocaína de Latinoamérica", como lo fue Colombia, como consecuencia del aumento de cultivo de la planta desde que Morales ascendió al poder.

"La industria de la droga es la gran plaga que amenaza las aún frágiles estructuras democráticas", sentencia Vargas Llosa en la entrevista, centrada exclusivamente en política, con especial atención a los próximos comicios venezolanos.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Lo que se juega Venezuela.

15 septiembre 2010
Lo que se juega en Venezuela
Por Álvaro Vargas Llosa

El Instituto Independiente

Washington, DC—En cualquier dictadura que acude a las urnas, los movimientos de oposición se enfrentan a un dilema: participar o no participar. Si lo hacen, pueden legitimar la farsa electoral. Si no lo hacen, ceden todo el espacio institucional al dictador.

Hace cinco años, la oposición venezolana boicoteó las elecciones a la Asamblea Nacional. Su razonamiento fue moralmente correcto: todo apuntaba a una elección fraudulenta y cualquier colaboración con la farsa de Hugo Chávez lo ayudaría. El resultado fue una Asamblea Nacional que, a excepción de unos cuantos renegados, ha actuado como muñeco de ventrílocuo de Chávez, sin costo real alguno para él. Cuando se celebraron los comicios, Chávez se encontraba mucho más allá del punto en el que la opinión pública importaba.

Por este motivo la Mesa de la Unidad Democrática ha tomado la decisión acertada al participar en las elecciones parlamentarias que tendrán lugar en Venezuela el 26 de septiembre. Ante la perspectiva de un Estado totalitario, la abstención no es una opción. Ganar la discusión moral —el objetivo básico de la abstención —es inútil cuando el teatro de guerra político ya no es lo que está bien y lo que está mal, sino el de unas instituciones republicanas moribundas frente a un gigante tiránico. En este escenario, la necesidad urgente es la preservación de cualquier capital político que aún posean aquellos que luchan por la supervivencia de la república. La necesidad mayor es revertir la tendencia a favor en suyo. Al participar en la votación, la oposición está haciendo lo primero y al menos manteniendo viva la posibilidad de lo segundo.

Sabemos que esta no será una elección justa. Aunque las encuestas indiquen que la oposición se encuentra ligeramente por delante del gobierno, y aun cuando dos tercios afirman que Chávez debería dejar el poder el año próximo en lugar de buscar otro mandato, las condiciones imperantes no permitirán que los enemigos del gobierno obtengan la mayoría de la asamblea. Los estados proclives a Chávez tienen una representación desproporcionada: la oposición necesita un poco menos del 60 por ciento de los sufragios para alcanzar una mayoría. Teniendo en cuenta al innoble órgano electoral, la campaña de violencia e intimidación contra los críticos, y las restricciones impuestas a los medios de comunicación y otras organizaciones, no hay posibilidad de que el recuento oficial coincida con el número de votos reales reunidos por la oposición.

Pero la campaña ha confirmado que la mayoría de los venezolanos repudian al régimen aun cuando el nivel de apoyo, un 40 por ciento, es elevado. Ha ayudado además a concentrar las mentes de la gente en el trágico saldo del socialismo bolivariano: una delincuencia incontrolable (160 mil muertes en 2009); la ruina de los servicios públicos (cortes diarios de energía a pesar de que la represa del Guri, que suministra las dos terceras partes de la electricidad del país, ahora tiene harta agua); la escasez de alimentos (y el acaparamiento por parte de funcionarios que los venden en el mercado negro); la inflación (por encima del 30 por ciento); y una contracción económica este año, cuando el resto de América Latina se encamina hacia una tasa promedio de crecimiento superior al 5 por ciento.

Las elecciones darán a los opositores una presencia en la Asamblea. Sí, es probable que Chávez se incline por sus “asambleas comunales”, entidades locales organizadas para sustituir a las instituciones republicanas, como una fuente alternativa de poder legislativo. Pero la Asamblea seguirá proyectando la voz de la oposición más allá de sus límites actuales y aumentará el costo del hostigamiento cotidiano de la dictadura a los funcionarios electos que no son sumisos. Si la oposición obtiene un tercio de la Asamblea, Chávez tendrá que descalificar, enviar a la cárcel, apalear o expulsar a un número muy significativo de parlamentarios electos pertenecientes a un órgano de alto nivel con sede en Caracas —en lugar de hacerlo con un gobernador de este estado o un alcalde de aquella ciudad—.

Nadie debe albergar la ilusión de que existe una relación proporcional entre el número de personas que quisieran ver a Chávez salir del poder y las posibilidades de que esto acontezca pronto. Desde que Chávez regresó al poder tras el efímero golpe de Estado de 2002 y, quizás más decisivamente, desde su victoria en el referéndum revocatorio de 2004, la fortaleza relativa de las fuerzas en juego cambió a favor del caudillo. Lo que es posible, con mucha ayuda de las Parcas, es debilitarlo gradualmente hasta el punto en que se desaten dentro del régimen uns fuerzas que lo dejen impotente frente a una gran mayoría de venezolanos dispuestos a enfrentársele.

La participación en estas elecciones es un pequeño paso en esa dirección. Vale la pena darlo.

Circulo vicioso, de elección en elección, la revolución avanza.

15/9/2010

Alfredo García Deffendini fija posición con respecto al 26S
Circulo Vicioso, de elección en elección


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Circulo Vicioso, de elección en elección, la revolución avanza




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Por Alfredo García Deffendini

El 26S una mayoría importante de la población electoral, real y “virtual” cumplirá con su deber de elegir a los nuevos integrantes de la Asamblea Nacional. La tesis sostenida por algunos venezolanos sobre el fraude electoral hoy está en minusvalía. Quienes la mantienen, son estigmatizados tanto por el régimen como por la oposición participacionista, los primeros calificándolos de conspiradores y los segundos de hacerle el juego al régimen. Aún así, una inmensa mayoría de venezolanos concurrirá a votar en conocimiento del fraude electoral con la expectativa que el propio fraude produzca la implosión del régimen. Sueños, una mentira más, ingenuidad, impotencia.

Quedan pocos días para el acto electoral. Sobre tan importante acto expresaré mi posición personalísima, trataré de no dejarme llevar por mis sentimientos y lo haré con fundamento a los más recientes estudios técnicos que los expertos en la materia, académicos de nuestras principales universidades le hicieran llegar al Frente Patriótico, por ello antes de expresarla transcribiré parte del último informe, intitulado:


“Establecen las leyes vigentes que para aparecer en el REP, es necesario que cada persona se inscriba. En cualquier país del mundo, hay un conjunto de personas que por múltiples razones no se inscriben en el Registro Electoral, y adicionalmente, existen personas que deciden no inscribirse, hacerlo y abstenerse dependiendo del proceso electoral. Por estas razones, no hay país en el mundo, en el cual estén inscritos en el REP, más del 70% de sus pobladores autorizados por la ley.

Un dato importante para las elecciones del 26 de septiembre del 2010 es la población inscrita en el Registro Electoral Permanente (REP), donde el porcentaje de población mayores a 18 años que se inscriben oscilan entre 70% y 80%, sin embargo en Ven! ezuela al hacer este análisis por municipios, estados y nacional en Venezuela, encontramos:

Número de inscritos supera las estimaciones de población del INE por más de 100% en 45,9% de los municipios del país.
El número de inscritos oscilan entre 90% y 100% de las estimaciones de población del INE en 30,9% de los municipios del país.
El número de inscritos oscilan entre 80% y 90% de las estimaciones de población del INE en 18,3% de los municipios del país.
El número de inscritos oscilan entre 70% y 80% de las estimaciones de población del INE en 5,1% de los municipios del país.


Al extender esta relación a todo el país nos encontramos que el 93% de la población mayor o igual a 18 años está inscrito, mientras que a nivel de Estados encontramos que en todos los estados está inscrito más del 80%, algo fuera de los parámetros estadísticos conocidos en países democráticos donde se realizan elecciones. Veamos la distribución porcentual por entidades federales:


Fuentes: INE, CNE

De acuerdo con el CNE, en Diciembre de 2007, en el país había 16.266.876 personas inscritas en el REP; los resultados del estudio concluyen que el número de personas con 18 años y más de edad, para el 31/12/2008, es de 16.885.853 votantes (el 63,3% de la población venezolana).

Esto significa que el REP contiene el 96,33% de la población que, de acuerdo con la Ley, puede inscribirse. Al aplicar el porcentaje de 70% a la población estimada correspondiente a gente que se inscribe voluntariamente en el registro electoral, el número de inscritos no debería ser mayor a 11.820.100; es decir, que el exceso de inscritos alcanzaría a 5.067.634 personas.

Para el año 2008 no es posible que con una población de 26,7 millones de habitantes, donde el porcentaje de personas con 18 años y más no puede ser superior a 63,3%, tal y como ha sido demostrado, el Registro Electoral Permanente alcance el nú! mero que, de acuerdo con la información publicada por el CNE, llega a 16,9 millones de personas.

Veamos ahora las estimaciones para el 26 de septiembre del año 2010 las cuales se obtuvieron de fuentes oficiales.

Como se puede ver, al cierre del Registro Electoral para julio del 2010 se computan 17,8 millones de electores que comparados con las estimaciones del INE al 26 de septiembre arrojan 18,7 electores. Nuevamente, después de cinco años el número de electores representa el 99% de la población estimada para votar.


Obviamente tal coincidencia no es posible por cuanto la mejor estimación revela que entre un 70% y un 80% de la población votante se inscribe en el registro Permanente, es decir realmente habría entre 13 y 15 millones de votantes calculado sobre una población de 28 millones de venezolanos si es que realmente existe tal número de habitantes. Por tanto, resulta obvio que si han registrado 17,7 millones de votantes sobran entre 3 y 5 millones de votantes “virtuales” convenientemente distribuidos en más de 3000 centros de votación en la periferia del país añejados con una migración sin permiso del votante de más de cien mil electores.-

Los votos del 26-S

Cuando se aprobó la Ley Orgánica de Procesos Electorales, en julio de 2009, se observó la supresión del sistema de representación proporcional lo cual provocaría que el bloque político que acumulara poco más de la mitad de los votos, controlaría casi la totalidad de la Asamblea Nacional y queda claro que esa premisa se cumple con los votos del oficialismo, incluso, si son minoría y como si fuera poco un partido oficial en franca minoría, con un población que los adversa 7 a 3 y que seguramente perderá numéricamente las elecciones parlamentarias puede quedarse con más de 70% de los escaños del Poder Legislativo.

Esto se explica debido al diseño interesado del gobierno mediante la construcción de los nuevos circuitos. Los “técnicos” del Consejo Nacional Ele! ctoral elaboraron, entre diciembre y enero, el mapa de circunscripciones según dos nuevas condiciones: crear más circuitos nominales y que éstos no estén amarrados a los municipios como unidad territorial. Los funcionarios electorales modificaron las fronteras en ocho estados (incluidos los cinco con más electores) y siguieron un criterio claro: potenciar el voto oficialista.

Conclusiones

Frente a la premisa que el CNE no ha depurado el Registro electoral, afirmamos nuevamente que dicho Registro no es confiable para las elecciones parlamentarias del próximo mes de septiembre y notamos con preocupación el haberse adoptado una posición conciliadora que legitimará al sistema electoral, especialmente en el supuesto que el oficialismo obtenga el mayor número de diputados. Es relevante que existen entre 3 y cinco millones de votantes que hacen presumir su……” (Fin de la cita)

De acuerdo al anterior estudio, en estas próximas elecciones el fraude electoral se ha perfeccionado, sobran entre 3 y 5 millones de votantes “virtuales” convenientemente distribuidos en más de 3000 centros de votación en la periferia del país añejados con una migración sin permiso del votante de más de cien mil electores.

De tal manera que nuestra dictadura comunista populista, no cojea sencillamente porque la oposición participacionista le sirve de utilería y le servirá de utilería hasta tanto la gente continúe relegitimando al régimen al participar en procesos electorales viciados y fraudulentos. Son estos procesos, los que han permitido a través del fraude tecnológico, legalizar su permanencia en el poder, auto depurándose con una máscara de legitimidad con cada elección.

De elecciones en elecciones, van 13 las que le han permitido paulatinamente ir secuestrando los poderes públicos, doblegar a la Fuerza Armada, la instalación de la milicia y fuerzas paramilitares, la destrucción del tejido industrial y agrícola del país y, en particular la apropiación de los tribunales! para su uso como herramienta de amedrentamiento criminal a la población nacional, aparte de la destrucción de los valores republicanos y de nuestra formación Judea cristiana, en fin el establecimiento del país comunal que no es otra cosa que el país comunista.

De continuarse con esta ceguera colectiva, no quedará absolutamente nada que no se destruya, no quedará nadie que no sufra las consecuencias de la locura presidencial. En el país bizarro de hoy comparten la responsabilidad en esa danza macabra de destrucción, los dirigentes de la oposición y los propios votantes, que no han entendido la magnitud de la tragedia.

Para el régimen, la ruta electoral es el medio por excelencia para adormecernos ante la tragedia y evita que nos rebelemos contra la infamia, las elecciones fraudulentas legitiman todo lo grotesco de la perversión del régimen. Los dirigentes de la oposición no quieren darse cuenta que la ruta electoral es la que permite legitimar la dictadura constitucional –hábil despotismo-. Si la supieran gerenciar, la convertirían en el Talón de Aquiles del régimen, pero tienen miedo, prefieren la solución simplista, no se crecen en la adversidad.

Es conveniente citar a Domingo Alberto Rangel, en su artículo, titulado “La enmienda: ¿vale la pena discutirla?, nos señala: -“Chávez no saldrá de Miraflores sino por la violencia. El mismo se ha labrado este destino. En primer término por la calidad de sus colaboradores escogidos entre lo más mediocre del mundo civil y del stablishment militar…. Sea o no sea aprobada, la enmienda es cesión carente de importancia. Chávez estará en el poder, con enmienda o sin ella hasta que disponga de cómplices civiles y militares que lo endosen”.

Se queda corto, Domingo Alberto Rangel, no son sólo los aduladores, es también la oposición ciega, que sin sentido histórico pero si acomodaticio, cohonestan un crimen al participar en una ruta electoral fraudulenta que convalidará un fraude constitucional, que erosionará los cimien! tos de la República y, este 26S los pocos diputados que obtenga la oposición, casi todos muy representativos, le servirán de utilería para continuar en la ruta siniestra de la destrucción del país.

Cito también para la reflexión de los lectores a Elizabeth Burgos, quien en su último artículo titulado, “El castrismo al asecho del elector venezolano”, expresa: “……Desde que Castro abandono el empleo directo de la violencia militar como método para incautar las instituciones estatales, y se adaptó a los tiempos adoptando los mecanismos formales de la democracia, ninguno de sus discípulos ha perdido una elección. Mantener a Hugo Chávez en el poder es un asunto de vida o muerte para el castrismo. La continuidad del régimen del teniente-coronel en Venezuela, es la garantía para que la oligarquía castrista se mantenga en el poder…”

Presumo que ya ustedes sacarán sus propias conclusiones sobre lo que haré, asumo la responsabilidad de mis acciones: por ninguna circunstancia puedo ir a cohonestar el fraude electoral ni legitimar a un régimen forajido, por lo cual no participaré es esta nueva ópera bufa del simulacro electoral. Ahora bien, como la gran mayoría sí lo hará y, pareciera que tienen que hacerlo para que se den cuenta de la cruda realidad, con el objetivo de que ustedes mismos se den cuenta del inmenso fraude electoral, les invito hacerlo, ya la fiesta electoral está instalada, vayan a votar.


Solamente les llamo a la reflexión, si en verdad aquellos venezolanos que no concurriremos a votar para no cohonestar el fraude electoral, tenemos la razón, entre ellos: Orlando Urdaneta, Luis Marín, Genaro Mosquera, Rómulo Lares, Juan Carlos Sosa Azpurúa, Agustín Blanco Muñoz, Marco Polesel, entre otros; sí este 26S resulta el voto al revés, es decir que en vez de la 2/3 partes que la oposición debería de obtener por ser la mayoría en el país, es el régimen quien obtiene esa 2/3 partes como consecuencia de la transmutación de los votos y a pesar de ello esa oposición hace! una fiesta electoral con ocasión de sus escasos representantes y, en vez de denunciar el fraude y estos pocos diputados no renuncian en masa a su representación como protesta cívica y constitucional, entonces no permitan más que esos políticos de la oposición participacionista, sean quienes sean, les dicten lo que su conciencia les señala que hacer, porque en caso contrario se harán cómplices y continuarán de elecciones en elecciones hasta que el régimen considere dar el zarposo final donde todo acabará.

Nuestros políticos han sido temerosos de aplicar la resistencia activa ante un régimen avasallante y forajido, siguen tratando de temporizar con el régimen ante el eterno dilema de la no violencia, cuando se encuentra ante un enemigo que sólo cree en el empleo de la violencia sofisticada, sea jurídica, política, económica y social y, con las armas y los tribunales como amenaza, chantaje y aplicación.

Les llamo la atención recordándoles, que un país cuya justicia pierde su cualidad fundamental prepara los peores desórdenes y su propio hundimiento, de elección en elección vamos hacia ello, el país se petrifica en un régimen totalitario maduro.

Alguien de la red permanentemente ha señalado: “no hay salida electoral pero si hay salida constitucional”.

Los números para entender los resultados del 26.

Los números para entender los resultados del 26

EUGENIO G. MARTÍNEZ | EL UNIVERSAL
jueves 16 de septiembre de 2010 02:45 PM


A partir del 26 de septiembre no faltarán los análisis para explicar quién ganó las elecciones parlamentarias y el impacto que tendrá la cantidad de curules que cada opción política pudo capitalizar. No faltarán tampoco los dirigentes políticos que quieran vender como un triunfo algún estrepitoso fracaso electoral.

Para analizar el 26 de septiembre, la simulación con los resultados previos es un buen punto partida.

Por ejemplo, si se repiten -sin variación alguna- los resultados del referendo constitucional del año 2007, el PSUV capitalizaría 95 diputados (59% de las curules) y la oposición 67 (41%); lo que supondría que el partido de gobierno perdería la mayoría calificada del Parlamento.

Si los que se repiten son los resultados de las elecciones regionales de 2008, el PSUV obtendría hasta 113 curules (69,8%), la oposición 45 (27,8%) En este escenario el gobierno mantendría la mayoría calificada.

Si los resultados del referendo constitucional de 2009 se reproducen sin variación alguna el 26 de septiembre el PSUV podría capitalizar hasta 123 diputados (76%) y la oposición 39 (24%), lo que supondría que el PSUV mantendría el control sobre las 2/3 partes del Poder Legislativo.

No obstante, si utilizamos el promedio de votación entre las elecciones de 2006 y 2009, se puede proyectar que el chavismo capitalizaría 76 curules (47%) y la oposición 86 (53%)
Utilizando la referencia que proporcionan los resultados históricos se puede asegurar que el peor escenario de la oposición para el 26 de septiembre es de 39 diputados y la mejor perspectiva es la de capitalizar hasta 86 curules.

¿Qué ocurre si la oposición solo capitaliza 39 curules? En este escenario el único triunfador de la contienda electoral -además del PSUV- será Acción Democrática. La tolda blanca, durante las negociaciones de la Mesa de la Unidad Democrática, logró colocar en la mayor cantidad de puestos salidores -asegurados- a sus candidatos.

Si la oposición solo logra crecer en donde ya era mayoría antes del 26 de septiembre AD se convertiría en el principal partido del antichavismo porque la maqueta de candidatos le garantiza hasta 10 diputados de los 39 asegurados. Le seguirían Un Nuevo Tiempo, que obtendría nueve curules, Copei (a pesar de la división) tiene candidatos en puestos salidores para ganar nueve escaños y Primero Justicia que solo obtendría una bancada parlamentaria de cuatro diputados, aunque pudiese ser una de las organizaciones políticas más votada en todo el país. El resto de partidos integrantes de la alianza se tendrían que conformar con 1 diputado.

¿Es un triunfo ganar solo 39 diputados? Si la oposición solo es capaz de capitalizar lo mínimo posible en un escenario de descenso lento, pero sostenido, de Hugo Chávez en la valoración pública de los ciudadanos, será la mejor evidencia de que algo falla en la dirigencia de los partidos de oposición.

No obstante, las encuestas por circunscripción -de hace 15 días- sugieren que la oposición podría capitalizar entre 49 y 53 diputados. ¿Es este un triunfo?

Si el mejor escenario opositor se ubica en 86 curules, 53 diputados parece una cifra intermedia que puede mercadearse políticamente bien, especialmente si se gana el voto nacional o al menos se equipara en términos absolutos el voto chavista con el opositor.

Evidentemente la dirigencia política "venderá" la presencia de hasta 53 diputados en el Poder Legislativo como un triunfo incontestable de la unidad. Sin embargo, más allá de contar con 53 derechos de palabras, esta cifra de parlamentarios poco puede lograr en nuestro Parlamento.

Antes de explicar que significan los 53 diputados, desde el punto de vista legislativo, es bueno hacer una acotación: Para ganar los 39 diputados que la votación histórica le garantizan a la oposición como un piso electoral la unidad no es un requisito sine qua non. La unidad es un requisito para capitalizar o superar el tope de 86 curules.

Si la oposición no logra capitalizar más de 53 diputados no tendrá poder real -como bloque parlamentario- en la Asamblea Nacional.

Para aprobar una Ley Habilitante -poderes especiales para que el Presidente legisle- el chavismo necesita las 3/5 partes del Parlamento (100 diputados). Para romper esta posibilidad la oposición requiere de, al menos, 66 diputados.

Para aprobar la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente se necesita la mayoría calificada del Parlamento. Para romper la mayoría calificada la oposición necesita tener 56 diputados. No obstante en este tema es bueno aclarar que es suficiente la iniciativa del Presidente -a quien le correspondería redactar las bases comiciales de esa elección- para que el país entre en un nuevo proceso constituyente.

Si la oposición quisiera convocar un referendo consultivo necesitaría el voto de, al menos, 83 diputados. En caso que se decide solicitar referendos abrogatorios para leyes o tratados internacionales -como han sugerido muchos candidatos de oposición- se debe contar con el apoyo de 110 parlamentarios.

Visto los números, si la oposición solo capitaliza 53 diputados no podría hablarse de un fracaso estrepitoso, pero tampoco de un triunfo.

emartinez@eluniversal.com

jueves, 16 de septiembre de 2010

El extraño paralelismo entre el caso Franklin Brito y aquel 11 de abril.

Ronny Padrón.
Democracia Cristiana Hoy.

El extraño paralelismo entre el caso Franklin Brito y aquel 11 de abril.

En razón del reciente fallecimiento del productor agrícola Franklin Brito a causa de las múltiples huelgas de hambre a las que se sometió desde el año 2.003, en legítima defensa de su derecho a la propiedad privada, el particular manejo dado a este caso por el socialismo en gobierno, evidencia similitudes con la actuación del mismo con motivo de la masacre del 11 de abril de 2.002.

En ambas situaciones, y muy a pesar de la propensión del régimen de Hugo Chávez al exhibicionismo y a la sobreexposición mediática, el mutismo o bien una limitada explicación, ha constituido la característica gubernamental, a contracorriente de un hecho público, notorio y comunicacional: El Estado Nacional, con toda la capacidad jurídica y comunicacional otorgada por la Constitución, que haría posible develar a voluntad la responsabilidad sobre los hechos en cuestión, continua plenamente dominado por el comandante socialista.

Vemos entonces como en relación a la precitada masacre del Silencio, el socialismo en gobierno se opuso de inicio a la designación para aquel entonces de una ¨Comisión de la Verdad¨ por parte del poder legislativo nacional, e igualmente a la fecha ha resultado ineficiente para promover la identificación y castigo de los autores materiales e intelectuales de aquella tragedia, más allá de la pantomima judicial orquestada en contra de los comisarios y policías de la metropolitana, hoy día prisioneros políticos.

En esa línea argumental, tenemos que respecto al caso Franklin Brito, el régimen de Hugo Chávez mediante un vocero calificado como Juan Carlos Loyo, ministro del poder popular para la agricultura y tierras, afirma solo de palabra, respecto al adecuado proceder gubernamental tanto en el aspecto jurídico como en el propiamente sanitario, siempre en resguardo de la integridad física, psíquica y patrimonial de Franklin Brito.

Pero es el caso, que desde el año 2.003 hasta el presente, el socialismo en gobierno, incumplió en relación a Franklin Brito y a la opinión pública nacional, con el Artículo 141 constitucional que señala: ¨La Administración Pública está al servicio de los ciudadanos y ciudadanas y se fundamenta en los principios de honestidad, participación, celeridad, eficacia, eficiencia, transparencia, rendición de cuentas y responsabilidad en el ejercicio de la función pública, con sometimiento pleno a la ley y al derecho¨.

Nunca como en este caso, el Estado venezolano ha actuado de manera tan sombría, evitando en todo momento dar cumplimiento a la transparencia obligada por el mencionado precepto, dando pie indudablemente a las más tenebrosas especulaciones, en mucho similares a las que se tienen en relación con aquel 11 de abril.

Es que tal como lo indica el aparte único del artículo 5 constitucional, ¨Los órganos del Estado emanan de la soberanía popular y a ella están sometidos¨, principio que visto en concordancia con el prenombrado artículo 141, permiten afirmar que actuaciones como las referidas son violatorias del deber constitucional que corresponde al ejercicio del Poder Público tal como lo establecen los Artículo 139 y 140 de la Carta Magna, transgresiones que acarrean responsabilidad individual, y también de naturaleza patrimonial cuando la lesión derivada del abuso, desviación del poder o violación constitucional genera lesión imputable al funcionamiento de la administración pública, algo que estimamos merece investigación con motivo de los dos casos en cuestión.

Pésimos precedentes para los valientes y muy escasos productores agrícolas particulares que aún hacen vida en la zona sur del Estado Anzoátegui, en tanto permanezca el socialismo en gobierno. En virtud de lo anterior, sobra decir donde se encuentra el gran enemigo de la Nación. ORA y LABORA.
caballeropercival@cantv.net

A falta de instituciones, vendrán siempre nuevos tiranos.

Ronny Padrón.
Democracia Cristiana Hoy.

A falta de instituciones, vendrán siempre nuevos tiranos.

La consolidación de las instituciones, entendidas en su acepción como: ¨Órganos constitucionales del poder soberano en la nación¨, constituye sin duda el norte a seguir por parte del nuevo parlamento nacional ha instalarse el próximo 5 de enero 2.011, derrotado como fuere el socialismo en gobierno. Caso contrario peores sucesos depararán a Venezuela.

Ya es lugar común atribuir la culpa del presente desastre, extendido y generalizado, a la sola persona del comandante Hugo Chávez o bien remitirlo hasta el socialismo en gobierno por aquel encabezado. Sin embargo, limitar el origen de nuestras desgracias socio-políticas al accionar de solo esos dos factores, redunda en mayor error.
Hugo Chávez y el socialismo en gobierno, más allá de la muy despreciable farsa que hizo posible su ascenso al poder, son el producto más decantado de la degradación institucional en la democracia representativa de otrora, la preexistente al socialismo en gobierno.

Desde el jurídicamente cuestionable sobreseimiento otorgado por el ex –presidente Rafael Caldera, pasando por la torpe convalidación jurisdiccional de la metodología uninominal electoral de la Asamblea Nacional Constituyente, por parte de la otrora Corte Suprema de Justicia, hasta la pasividad de un Congreso Nacional, incapaz de defender siquiera su legitimidad de origen.

Son los tres eventos, de muy cercano acontecer, plausibles de certificar un proceso de degeneración política en nuestras instituciones constitucionales, que lamentablemente aún no cesa, y que es menester concluir formalmente a partir del próximo mes de enero. Es Venezuela perfecto ejemplo de cómo la popularidad coyuntural de un egocéntrico líder, puede llegar a desvirtuar la voluntad colectiva democráticamente manifestada, hasta lograr implosionar al propio régimen democrático de libertades que le dio cabida.

Vale la referencia al reciente y muy publicitado episodio colombiano, cuando ante el planteamiento de una nueva reelección para el hoy ex –presidente Álvaro Uribe Vélez, la Corte Constitucional de ese país rechazó tal posibilidad, impidiendo la continuidad gubernativa del presidente más popular en la historia de aquella Nación, quizá el mejor de todos.

Porque siempre será sociológicamente prioritaria la preservación institucional de un régimen democrático de libertades, que hace posible por cierto el surgimiento de los mejores gobernantes, antes que salvaguardar a los mejores gobernantes no siempre garantes del régimen democrático de libertades.

Observaciones igualmente válidas para quienes desde el nuevo parlamento nacional pretendieren ¨acelerar¨ el reemplazo del socialismo en gobierno. Solo una cabal observancia del articulado constitucional, garantiza no solo una pronta restauración del régimen democrático de libertades, perdido desde aquel 11 de abril, sino más importante aún su pertinente consolidación. No por correr más rápido llegaremos más lejos. ORA y LABORA.
caballeropercival@cantv.net

viernes, 3 de septiembre de 2010

La responsabilidad ciudadana versus el oprobio socialista.

Ciudad El Tigre, sábado 28 de agosto de 2010
Ronny Padrón.

Democracia Cristiana Hoy.

La responsabilidad ciudadana versus el oprobio socialista.

¨Cargo u obligación moral que resulta para alguien del posible yerro en cosa o asunto determinado¨. Es esta la tercera acepción, de naturaleza propiamente ética, que le atribuye el diccionario de la real academia española al término responsabilidad.

En base a esto he querido construir un planteamiento político, que sino original resultará probablemente inusual. Es el caso, que en Venezuela desde inicios de esta tiranía socialista nuestra dirigencia demócrata persiste en la tesis (grave error a mi criterio) de eximir la responsabilidad a quienes con su trabajo de una u otra manera sostienen al régimen del teniente coronel Hugo Chávez.

Se entiende que esta dirigencia demócrata, profunda y reiteradamente humillada por la mediocridad gobernante, mantiene tal postura producto del populismo y el clientelismo heredados de los tiempos de la democracia representativa.

Tales perversiones políticas, constituyen por cierto parte integrante de la praxis socialista, que entiende a los pueblos como un conglomerado de personas ha ser despojado de toda manifestación de libertad individual incluida la de pensamiento, para a cambio prodigarles lo esencial a la supervivencia humana, garantizando así el mantenimiento del socialismo en gobierno. Cuba, isla cárcel y Corea del Norte, con su amenaza permanente de guerra nuclear a cambio de alimentos occidentales, constituyen emblema.

De tal manera, que nuestra dirigencia demócrata en virtud de ese filo-socialismo que le resulta imposible ocultar, se esmera en congraciarse con ese universo de aproximadamente 4 millones de compatriotas (14,5% de la población venezolana) que libremente han decidido convertirse en asalariados de una tiranía, bajo las distintas modalidades contempladas en el derecho público, entiéndase: Cargos de elección popular, los de libre nombramiento y remoción, los contratados y contratadas, los obreros y obreras, los funcionarios y funcionarias de carrera administrativa; militares incluidos.

Resulta, que en virtud de tal conducta, perfectamente calificable en términos políticos como colaboracionismo en pro de un régimen notoriamente contrario a la Carta Magna, los precitados asalariados conforman la columna vertebral de una dictadura, con precisión su principal sostén.

En tanto, los restantes 23 millones y medio (85%), nos vemos obligados a ganarnos el sustento diario en las condiciones adversas que el socialismo impone, entre otras: La más alta inflación del continente americano durante los últimos 3 años, según las cifras recopiladas por la firma financiera de Gustavo Rojas. Un nivel de corrupción administrativa que de acuerdo con los estudios de ¨Transparencia Internacional¨ colocan a Venezuela en uno de los últimos lugares en el mundo, compartiendo ese cuadro con países como Burundi, Guinea, Haití, Irán, Sudán, Afganistán y Somalia. Aunado a un índice de violencia que podemos resumir en 19.133 asesinatos registrados en Venezuela, que ubica la tasa de homicidios del país en "75 por cada 100.000 habitantes", también la más alta de América, conforme al estudio realizado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y titulado "Encuesta Nacional de Victimización y Percepción de la Seguridad Ciudadana"; informe de 279 páginas, realizado entre agosto y noviembre pasados a pedido de la Vicepresidencia Ejecutiva.


De lo anterior resulta evidente, que la mayoría de los venezolanos estamos siendo ¨estrangulados¨ social, política y económicamente por un socialismo gobernante que emplea para ello a una minoría colaboracionista de asalariados. Ante ello, nuestra dirigencia demócrata se resiste a desechar la precitada postura de encubrimiento para con estos compatriotas, la que durante 11 años lejos de arrojar resultados positivos para nuestra lucha por la restauración constitucional, ha provocado un mayor rigor por parte de la tiranía, que tiende a restringir en mayor medida los derechos políticos de sus asalariados. Mientras en simultáneo, avanza la demolición del sector privado de la economía, cuya final concreción acarrearía el que todos los demócratas venezolanos pasemos a ser o bien prisioneros en nuestro propio país o en su defecto exiliados.


Es necesario que ese 85% de venezolanos, sobremanera nuestra dirigencia demócrata, le haga entender a esa minoría de compatriotas asalariados, la naturaleza reprochable y perniciosa de su conducta en apoyo a una tiranía que en modo alguno les sustraerá a los horrores de la esclavitud socialista, muy por el contrario, facilitan con ello el que todos los demás degrademos pronto hacia tales miserias. Cada quien asuma su personal responsabilidad, que la Patria en su momento nos lo demandará. ORA y LABORA.
caballeropercival@cantv.net

jueves, 2 de septiembre de 2010

Chávez promueve comunas socialistas autosustentables.

Chávez promueve comunas socialistas autosustentables
Las normas prevén que las comunas contarán con instancias como el Parlamento Comunal; la Carta Comunal Banco de la Comuna; Plan Comunal de Desarrollo; Consejo de Planificación Comunal y Distrito Motores del Desarrollo para su funcionamiento.


EXTERIOR - 28.08.2010 15:40

Chávez promueve comunas socialistas autosustentables

Caracas - El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, creó por decreto una comisión presidencial para "el impulso a las comunas" que tendrán carácter voluntario, monedas locales para promover el "trueque", el desarrollo de la propiedad social como avance hacia el socialismo y deberán tener medios de producción propios para no depender del financiamiento del Estado.

"La comuna debe ser el espacio sobre el cual vamos a parir el socialismo", afirmó Chávez, citado por la agencia noticiosa italiana ANSA.

La estructura de esas comunas está diseñada en varios proyectos de leyes, aún en discusión en el parlamento, y está definida como una "entidad local socialista" y con carácter voluntario.

Está integrada por varios consejos comunales, una suerte de asambleas populares de las que existen 36.100 en el país, según cifras oficiales.

Las normas prevén que las comunas contarán con instancias como el Parlamento Comunal; la Carta Comunal Banco de la Comuna; Plan Comunal de Desarrollo; Consejo de Planificación Comunal y Distrito Motores del Desarrollo para su funcionamiento.

El presidente de la Comisión de Participación Ciudadana del Congreso, el oficialista Ulises Daad, aclaró que las comunas son "mecanismos de participación popular" y de "instancias de gobierno" distintas pero que "no niegan " a las otras entidades como municipios y parroquias.

Destacó también que estas comunas "deben contar con medios de producción propios que las hagan sustentables económicamente en el tiempo y no dependan del financiamiento del Estado".

Explicó que para ello se transfieren recursos públicos "en una primera etapa" a las comunas, para proyectos empresariales bajo "la modalidad de propiedad social".

Hasta el momento, precisó que existen 214 comunas "en construcción" en el país, en las que sus miembros han emprendido empresas de carpintería, fábrica de bloques, viveros, radios, periódicos, distribuidora de alimentos y huertos, cuyas "ganancias son distribuidas para el colectivo" de trabajadores.

La economía comunal también está caracterizada por la circulación de monedas comunales para el intercambio de bienes o "trueque" de bienes dentro de su ámbito territorial.

"Son monedas establecidas por la comunidad, con un tiempo de duración o de oxidación para que no sea negocio acumularlas lo que genera escasez de monedas e inflación", afirmó Daad.

Señaló que existen 12 sistemas de moneda comunales actualmente en el país, usadas en su mayoría en mercados campesinos, y otras ocho en proceso de creación en Caracas.

Aunque Daad asegura que las comunas buscan crear un estado socialista donde "el pueblo ejerza el poder directamente", sectores de oposición consideran que las comunas sólo tratan de implantar el "comunismo", calcando el modelo cubano.

"Es la implantación del comunismo como forma de producir y vivir, reproduciendo modelos que han fracasado totalmente en Cuba y otros países", expresó la socióloga Isabel Pereira.

La integrante del organismo empresarial Centro de Divulgación del Conocimiento Económico dijo que en las comunas "desaparece" el mercado, se "acaba" con la empresa privada y se elimina la división del trabajo, elementos que a su juicio, son la clave de la generación de la riqueza.

Añadió que las comunas tratan de "absorber" a los consejos comunales para reducirlos a una participación minoritaria en "una estructura vertical de sometimiento al poder central.

Las leyes que crean las comunas esperan por su segunda y definitiva aprobación en el Parlamento, cuando falta un mes para los comicios legislativos del 26 de septiembre.

Su primera aprobación el pasado mes de junio generó un fuerte enfrentamiento entre el mandatario y la jerarquía católica que acusó al gobierno de imponer el comunismo con normas que fueron rechazadas en un referéndum constitucional en 2006.

"Si la comuna es el comunismo, la comunión también es el comunismo", comentó Chávez al rechazar los señalamientos. (TELAM).

Anhelos de Heroísmo.

ANHELOS DE HEROÍSMO

Aníbal Romero
(El Nacional)
Caracas, 01.09.2010

Las revoluciones importantes se han vinculado a símbolos de heroísmo, a personajes o sucesos que se colocan en el plano del mito. El proceso encabezado por Hugo Chávez ha sido incapaz de acceder a ese ámbito, y la figura de su principal conductor, lejos de acercarse al nivel fulgurante que siempre ha ambicionado, se desdibuja nacional e internacionalmente. En lugar de ser visto como adalid de un porvenir ideal se ha convertido en el representante de una violencia estéril y un comunismo anacrónico.

La ausencia de contenido heroico persigue como un fantasma a la revolución chavista y a su vez genera un anhelo ferviente de conquistar tal simbolismo. De allí la ausencia de autocrítica, la radicalización y el profundo irrespeto de Chávez y sus seguidores hacia sus adversarios políticos. No pudieron triunfar con heroísmo y por ello tratan de imponerse a la fuerza.

Sorprende sin embargo la falta absoluta de respeto hacia el contrincante, pues cuando Chávez ordena demoler a la oposición en realidad se refiere a la mitad de la población del país, lo que convierte su objetivo de aplastarla en una quimera sólo conquistable mediante ríos de sangre.

El irrespeto al adversario pone de manifiesto un patente desconocimiento de la historia, de una historia que enseña la precariedad de las empresas humanas, revela los vaivenes de la vida y sugiere que la moderación en la victoria es tan importante como la dignidad en la derrota. Chávez ha empujado su compromiso a un callejón sin salida que tarde o temprano desatará la inexorable dinámica de los traspiés históricos.

Atemoriza contemplar el despiadado rumbo hacia el abismo por parte de un líder que alguna vez fue percibido por una gran masa de ilusos, y no pocos incautos entre las élites venezolanas, como una esperanza redentora que anunciaba una Patria mejor.

Los anhelos de heroísmo han chocado contra barreras infranqueables. Por un lado la pérdida de vigencia y escaso atractivo de las revoluciones en tiempos post-marxistas, ante la evidencia del desastre soviético y el fracaso castrista. Por otro lado, nuestro pueblo, tan fantasioso como práctico, se ha vinculado de modo utilitario al “proceso”, y aunque los pobres se acribillan a diario por decenas no han estado dispuestos a matar por motivos políticos ni a deslumbrarse con sueños de revoluciones sin techo y pan. En tercer lugar, la oposición se ha centrado en la senda de la lucha democrática a través de un sendero de aprendizaje, y distingue entre los métodos de acción, que son ciertos, y las variables posibles del desenlace, que son inciertas.

No hay forma de convertir en mito el golpe de Estado de febrero de 1992, que culminó en una rendición, ni a un Chávez arrodillado en medio del torbellino de los eventos de 2002, ni los crímenes de Puente Llaguno, que persiguen implacablemente al régimen. El caudillo carismático, de su parte, ha perdido el aura romántica para ser percibido en el mundo como un personaje despótico y disparatado, sin sentido de los límites, aliado con Estados y movimientos forajidos, antisemita y negador del Holocausto, entre otros elementos que destruyen cualquier aspiración al heroísmo.

Por todo ello tales anhelos son tan peligrosos. Las ansias de Hugo Chávez por lograr algo que ya resulta inalcanzable sólo presagian mayor dolor para Venezuela. ¿Se atreverán algunos de sus actuales seguidores a detener el delirio? ¿Entienden hacia dónde van? ¿Les paraliza el miedo? ¿Se ahogarán todos en la nave a la deriva?