domingo, 29 de agosto de 2010

La farsa del socialismo ahora en cemento.

Ronny Padrón.
Democracia Cristiana Hoy.

La farsa del socialismo ahora en cemento.

¨Desde la semana pasada, los vendedores de materiales de la construcción en el municipio Simón Rodríguez fueron notificados del ajuste en los costos del cemento por parte de la planta estatal Cementos de Venezuela (antigua Cemex), ubicada en Guanta¨. Para ser precisos, el saco de cemento sufrió un ajuste del 30%. Así lo reseñó un periódico de circulación local, certificando lo que el mundo ya conoce: El socialismo en gobierno es inviable y no tiene corrección.

No puede ser de otra manera por cuanto se ha demostrado sin lugar a dudas, que a la fecha presente, el único modelo económico que posibilita la concreción de un sistema político promotor de la ¨mayor suma de felicidad posible, mayor suma de seguridad social y mayor suma de estabilidad política¨(Bolívar dixit) es la economía de libre mercado. Es el caso curioso que en Venezuela, durante el populismo en gobierno que circunscribimos al periodo 1974 -1.998, con un mal remedo de libre mercado, caracterizado por monopolios estatales y privados, oligopolios, cartelización, controles de precios, de cambio monetario, de tasas bancarias y pare usted de contar, el país se sostuvo durante casi 30 años, aún de manera deplorable. Prueba de ello, la constante inmigración, proporcional a la sempiterna exportación de capitales.

Pero a inicios del nuevo milenio, bajo el socialismo, apenas ahora declarado (así será de bueno), afirmamos sin temor a equívoco, que la economía nacional colapsó, y lo que aún está en pie simplemente subsiste, empresas socialistas incluidas, y con este régimen no hay fórmula de solución. En tal sentido, el incremento en el precio del saco de cemento es solo muestra de una misma realidad.

Porque toda empresa de naturaleza mercantil, indispensables al desarrollo económico en toda Nación, gestionada como fuere por el Estado, tiene por destino cuando menos la ineficiencia cuando no su ruina total, de ejemplos abunda la historia. Quienes pretendan refutarnos con base a la industria petrolera estatal, les invito a comparar el rendimiento horas-hombre de PDVSA, con el de una transnacional del ramo y verán la realidad.

Estamos hablando del proceso destructivo no solo de la economía nacional, que ya es bastante, sino el de un país propiamente dicho, empleando quizá el mejor de los instrumentos creados por la humanidad para ello: El Socialismo.

Para ser honestos, no podríamos atribuir semejante tragedia solo a sus autores materiales, encabezados por el comandante Hugo Chávez, que aparte de su indudable responsabilidad política, resulta difícil atribuirle plena capacidad mental. De cierto que no. Este cataclismo sociológico en proceso tiene también otros culpables, entre los que destaca sin duda la dirigencia política demócrata, gobernante durante la etapa populista previa a este absurdo.

Pero no solo ellos, debemos sumar también la grave responsabilidad política de esa dirigencia demócrata que durante 11 años ha sido incapaz de brindar un proyecto político alternativo a la Nación venezolana. El silencio demócrata ante los controles de cambio, de precios, de intereses bancarios, frente a la existencia misma de PDVSA como empresa gerenciada por Estado, nos da pie a considerar que para tan importantes materias no tienen nada que decir.

Porque resulta muy cuesta arriba afirmar razonablemente, que la permanencia en el poder del régimen de Hugo Chávez se basa únicamente en la fuerza militar. Ello constituye un grave menosprecio al poder seductor de esa utopia llamada socialismo, peor aún: facilitan su permanencia en gobierno.

El socialismo como sistema socio-político, fue sido derrotado a nivel mundial, tanto conceptualmente como en la praxis, la ¨Caida del Muro de Berlín¨ es el más reciente ejemplo. Ahora, esta trágica excepción constituida por Venezuela, no es casual. Todos y cada uno de nuestros gobernantes elegidos por el voto, incluida su capacidad para mentir, develan el nivel cultural de Venezuela como Nación, lo cual no obsta en modo alguno a nuestra capacidad para aprender y mejorar.

Ese mejorar implica necesariamente esforzarnos día a día como colectivo para presentar una dirigencia demócrata superior a la anterior y mejor que la presente, destacable por sus valores republicanos, como corresponde a los países decididos a prosperar en el Bien Común, muy distinto de la muy extendida conseja: ¨Cualquiera es mejor que un socialista¨; también por allí se va para Cuba. ORA y LABORA.
caballeropercival@cantv.net.

Ante el problema de la infraestructura en Anzoátegui.

Ronny Padrón.
Democracia Cristiana Hoy.

Ante el problema de la infraestructura en Anzoátegui.


En términos generales se entiende que todo el conjunto de elementos y servicios necesarios para la creación y funcionamiento de una sociedad organizada, es competencia del Estado garantizarla, y a objeto de la mayor economía y eficiencia en la ejecución de tal competencia, se estima que las entidades federales, personas jurídicas públicas plenas, deben asumir parte de esa labor en materia de infraestructura pública.


En tal sentido, la Carta Magna vigente en su artículo 164, señala como competencia exclusiva de las entidades federales entre otras: ordinal 8. La creación, régimen y organización de los servicios públicos estadales. Ordinal 9. La ejecución, conservación, administración y aprovechamiento de las vías terrestres estadales. Ordinal 10. La conservación, administración y aprovechamiento de carreteras y autopistas nacionales, así como de puertos y aeropuertos de uso comercial, en coordinación con el Ejecutivo Nacional.


Dicho lo anterior, y poniendo en perspectiva la deficiente condición en que se halla la infraestructura pública de esta entidad federal, grave obstáculo para el desarrollo integral de Anzoátegui, es menester plantearse a profundidad los correctivos necesarios teniendo por norte un nuevo modelo político para Anzoátegui.
Frente a este reto, la Democracia Cristiana como ideología política, concibe el diseño de un poder público estadal que en cabal ejecución de la Carta Magna se constituya en instrumento eficiente de servicio público para el anzoatiguense.


En consonancia con tal orientación, la gobernación como órgano del poder ejecutivo estadal deberá concentrarse en la cabal ejecución de aquellas competencias que le corresponden conforme a su naturaleza jurídico-política: El gobierno y la administración del patrimonio público estadal, y cediendo conforme a la ley, la prestación directa de los servicios públicos estadales a empresas particulares.


Salvo aquellos servicios públicos que por razones de seguridad nacional deban ser directamente prestados por el órgano ejecutivo estadal, verbigracia: La seguridad pública; debe ser la empresa privada nacional o extranjera quien prestare a través de contratos de concesión los restantes servicios constitutivos de la infraestructura pública en la entidad.


Como dudar hoy día que la ejecución, conservación, administración y aprovechamiento de las vías terrestres estadales, seria competencia mejor desarrollada por una empresa privada especializada. Otro tanto podríamos referir en materia de salud y educación públicas. El éxito de la Democracia Cristiana y su modelo de economía social de mercado aplicado en Alemania nos da pie para comenzar. ORA y LABORA.
caballeropercival@cantv.net

En tiempo de lluvia: ¿Para qué sirve el socialismo?

Ronny Padrón.
Democracia Cristiana hoy.

En tiempo de lluvia: ¿Para qué sirve el socialismo?

Para el mismo objetivo que en tiempo seco: La degradación en la vida de los ciudadanos, en especial de los tigrenses. Aún peor que en tiempos de la partidocracia, bajo el socialismo el poder público municipal se evidencia incompetente para cumplir con funciones propias, indispensables en la estación lluviosa.

No está demás recordar que de conformidad con la ley orgánica del poder público municipal en su artículo 56, literales b y f, es competencia propia del Municipio la vialidad urbana y el servicio de alcantarillado, respectivamente, por solo mencionar dos tareas indispensables de ejecutar a cabalidad con la llegada de este periodo climático.

Pero es el caso, que luego de 11 años de proceso socialista, sus ejecutores a nivel local no solo repiten el expediente de ineficiencia, característico a la partidocracia, sino además logran profundizarlo.

Bastan pocos minutos de pertinaz aguacero para que tenga lugar la paralización casi automática de las principales arterias viales del Municipio, prueba inequívoca del incumplimiento en las competencias ante dichas, con el agravante de contar el socialismo gobernante con ingentes presupuestos otrora desconocidos, aunado a un dominio político institucional que neutraliza cualquier recurso de naturaleza disidente.

Sin embargo, el saldo de la administración socialista es por todos conocido: Fracaso en todos los órdenes del Estado, acorde a la inviabilidad certificada de esa ideología que los fundamenta.

Obras de calidad ciertamente punible, ejecutadas por contratistas privados ¨amigos¨ del proceso, cuando no ejecutadas por el mismo órgano ejecutivo municipal, o bien a través de empresas socialistas, derivan un resultado constante: La mediocridad típica de quienes no hacen correctamente lo que deben conocer, como el otorgamiento justo y transparente de licitaciones para obras públicas en manos de empresas privadas calificadas, o peor aún cuando hacen incorrectamente aquello que no están llamados a conocer, tal es el caso de la ejecución directa de esas obras, adoleciendo del personal y la experticia debida.

No deberá resultar muy ardua la labor demócrata de constituir a la brevedad una alternativa programática capaz de satisfacer la deuda social causada por la partidocracia, como también la justamente imputable a este socialismo redivivo; no es por casualidad que los regímenes democráticos de libertades constituyen hoy día el único referente político conducente a la prosperidad de los pueblos. El Municipio Simón Rodríguez no tiene porqué ser la excepción. ORA y LABORA.
caballeropercival@cantv.net

Gestión privada para la salud publica en Anzoátegui.

Ronny Padrón.
Democracia Cristiana Hoy.

Gestión privada para la salud pública en Anzoátegui.

¨La salud es un derecho social fundamental, obligación del Estado, que lo garantizará como parte del derecho a la vida¨. De tal manera lo consagra y con toda razón la vigente Carta Magna en su artículo 83.

Pero que lejos se halla el Estado venezolano de garantizar la salud de los ciudadanos en tales términos. Estaría demás referir en estas líneas el nivel de eficiencia en que se encuentra el sistema público nacional de salud. Su deterioro es tal que constituye noticia obligada a diario.

Del sistema público nacional de salud, de carácter intersectorial, descentralizado y participativo, integrado al sistema de seguridad social, pautado en el artículo 84 constitucional, pasamos a uno centralizado, de conformidad con la gaceta oficial N° 5.836 extraordinario del 08-01-2007 decreto N° 5.103, mediante el cual se dictó el «Decreto Sobre Organización y Funcionamiento de la Administración Pública Nacional» que en su artículo 17 estableció las competencias del Ministerio del Poder Popular para la Salud. Hoy, el sistema público nacional de salud puede ser descrito conservadoramente, en emergencia.

Más allá del drama humano derivado de esta situación, ello permite certificar un hecho probado a nivel mundial: La esencial ineficiencia del Estado para la gestión de la salud pública. Esta realidad, que observada y padecida en otras latitudes, halló su cabal respuesta en la gestión privada de los servicios de salud pública.

Gran Bretaña desde los 90´s, España más recientemente, son naciones que han sabido aplicar exitosamente el modelo de gestión antedicho, que les ha permitido brindar un servicio de salud de calidad y a un menor costo, superando en mucho el nivel de prestación bajo la gestión pública.

Resulta de gran importancia el promover la implementación de nuevos paradigmas en las políticas públicas en Venezuela, como vía pertinente al desarrollo sustentable al que tenemos derecho, más aún en el campo de la salud.

El Estado como representante jurídico-político de la Nación, debe concentrarse en la ejecución de aquellas actividades que le son propias a su naturaleza y necesarias a la seguridad nacional, en tanto facilita a los particulares la prestación de servicios en los que resulten más eficientes y por un menor costo.

El anterior, es principio rector del Estado Nacional contemporáneo, que vio la luz en Europa luego de la II Guerra Mundial, y que tiene su mejor exponente en la República Federal de Alemania bajo los sucesivos gobiernos de la Democracia Cristiana. Nunca es tarde para iniciar el progreso. Ora y Labora.

caballeropercival@cantv.net

Oswaldo Ávarez Paz, un líder necesario.

Ronny Padrón.
Democracia Cristiana Hoy.

Oswaldo Álvarez Paz, un líder necesario.

Indudablemente.Oswaldo Álvarez Paz, se perfila como el líder necesario en la actual coyuntura política nacional. Muchos lo callan, todos lo saben, especialmente un teniente coronel socialista.

Lo habíamos afirmado, lo reiteramos hoy:¨Los pueblos siguen a los valientes¨, Oswaldo Álvarez Paz, es uno de ellos. No solo por el gesto inédito para un dirigente político en la Venezuela actual, de haber afrontado con hidalguía un proceso judicial a sabiendas que culminaría en su privación de libertad, sino además, por la postura que asume hoy, hallándose en libertad condicional. He allí el meollo del asunto.

Estamos en presencia de un venezolano dispuesto a los mayores sacrificios en pro de un interés superior: La restauración constitucional. Ante ese reto, el régimen socialista en gobierno ve agotadas sus dos principales armas políticas: El descrédito y la prisión. Ambas fueron superadas y con creces por el dirigente zuliano.

Muy acertado el axioma en virtud del cual, los pueblos brindan las debidas soluciones a los problemas que han tenido a bien engendrar, y precisamente, antivalores del socialismo: La mentira, la pereza, la mediocridad y la violencia, tienen en los valores de Oswaldo Álvarez Paz la mejor respuesta demócrata-cristiana posible: Honradez, verdad, trabajo, mérito, solidaridad y paz.

En lo adelante, los demócrata-cristianos criollos, y los venezolanos demócratas en general, contamos fundadamente con un compatriota que por el camino constitucional nos puede conducir, no solo a ganar sino también a ¨cobrar¨. Ese cobrar, tan esquivo a la Venezuela demócrata, que desde aquel 11 de abril, cruzando un Paro Cívico Nacional, hasta los ya innumerables eventos electorales, nos va demostrando, que al socialismo en gobierno no bastará con ganarle en votos sino también en valor.

Bien lo ejemplifica la Inglaterra de Winston Churchill, la Colombia de Álvaro Uribe o la Alemania de Adenauer, los pueblos, por más ilustres que fueren, ante las encrucijadas de la historia, requieren de sus mejores hijos, para que con mano firme y prudente asuman la cabal conducción.

¿Quién dice que la mentira es más fuerte que la verdad? ¿Cuándo el trabajo ha cedido ante la pereza? ¿Por qué el mérito habría de retroceder ante la mediocridad? Que tiemble la tiranía, que huyan los cobardes, porque lo que es en Venezuela, los demócratas tenemos líder y se llama Oswaldo Álvarez Paz.

Como parte del recorrido que lo llevará en lo adelante por toda Venezuela, agradeciendo a su pueblo las múltiples manifestaciones de apoyo que tuvieron a bien brindarle durante su reciente prisión política, el próximo miércoles 19 de mayo a las 5 PM, Oswaldo Álvarez Paz departirá con los anzoatiguenses en gran acto solidario que tendrá lugar en el Hotel Terramun, Av. principal de Lechería. Las personas que deseen asistir a dicho evento, pueden hacer uso de los siguientes contactos: Tlf. 0414-8467241 o bien la siguiente dirección electrónica: solidaridadconoap@gmail.com. ORA y LABORA.
caballeropercival@cantv.net

Para Anzoátegui, una electricidad de primera.

Ronny Padrón.
Democracia Cristiana Hoy.


Para Anzoátegui, una electricidad de primera.

La llegada de la estación lluviosa, permitió certificar también a los anzoatiguenses que el problema eléctrico no era causado precisamente por el muy cálido verano. Resulta innegable la naturaleza pública del servicio de electricidad, de conformidad con el artículo 113 de la Carta Magna, como no es menos cierto que el Estado podrá otorgar concesiones por tiempo determinado, para la prestación de este servicio, asegurando siempre la existencia de contraprestaciones o contrapartidas adecuadas al interés público, de acuerdo con el texto jurídico precitado.

Certificada la conformidad constitucional, solo restará obtener un marco legal que posibilite la gestión privada de este servicio público ha objeto de alcanzar la eficiencia y reducción de costos que únicamente las empresas particulares pueden proveer, como lo indica la experiencia mundial. Las enormes inversiones dinerarias y una constante evolución tecnológica, indispensables para una adecuada prestación del servicio eléctrico, imponen la adopción de este nuevo paradigma en este servicio público, sobremanera al tiempo presente vista la precariedad del sistema eléctrico nacional, colosal obstáculo al desarrollo integral de Venezuela.

Sin perjuicio de la exclusiva facultad del Estado nacional para dictar medidas de planificación, racionalización y regulación de la economía, con miras a impulsar el desarrollo integral del país, una vez restaurada la constitucionalidad democrática en Venezuela, la gestión privada de del sector eléctrico nacional debe constituir prioridad de las nuevas autoridades, en consonancia con las necesidades colectivas que desde hace tanto claman por satisfacción.

Los ingentes recursos dedicados hoy por el Estado a la generación, transmisión, distribución y comercialización de potencia y energía eléctrica, bien pueden ser destinados a sufragar otras tantas e importantes competencias que solo este puede desarrollar: Legislación, tribunales, policía, fuerza militar; que igualmente requieren profunda optimización vistas las deficiencias características a tales sectores.

Mientras no abordemos estos cambios, continuaremos padeciendo la incongruencia de un Estado que consagra constitucionalmente el derecho ciudadano a disponer de servicios públicos de calidad, y los mecanismos adecuados para garantizar esos derechos, las normas de control de calidad del servicio, procedimientos de defensa del público consumidor, el resarcimiento de los daños ocasionados y las sanciones correspondientes por la violación de estos derechos, todo ello letra muerta por cuanto es el mismo Estado quien gestiona la prestación. Ora y Labora.
caballeropercival@cantv.net

Para el salto adelante requerimos del sentido común.

Ronny Padrón.
Democracia Cristiana Hoy.

Para el salto adelante requerimos del sentido común.

Es lugar común en la Venezuela de hoy, hablar sobre el ¨pozo sin fondo¨ en que vamos cayendo como país, aún más común el decir, que salirnos de dicho pozo nos llevará generaciones sin fin.

Pero nada como realidades para vencer los inciertos. El recientemente finalizado gobierno conservador de Álvaro Uribe Vélez en la hermana República de Colombia es paradigma suficiente para descartar la muy popular tesis ya precitada.

Para el tiempo que Álvaro Uribe Vélez inicio su mandato, en el año 2.002, Colombia, muy a pesar de los incipientes esfuerzos desarrollados por el entonces gobernante saliente Andrés Pastrana, era un país cercado a manos del terrorismo, el tráfico de drogas, la delincuencia común y una consecuente crisis económica. Panorama este que hacía de Colombia una república paria.

No podia ser de otra manera, cuando no había para aquel entonces una región colombiana eximida de padecer con frecuencia atentados y secuestros. ¿Que negocios lícitos podían ser viables en un territorio así?

Una vez asumido el gobierno, Álvaro Uribe Vélez, mediante su tesis de ¨Seguridad Democrática¨ ¨política gubernamental que propone un papel más activo de la sociedad colombiana dentro de la lucha del Estado y de sus órganos de seguridad frente a la amenaza de grupos insurgentes y otros grupos armados ilegales"; se encontró cara a cara con un país donde había casi 29.000 homicidios al año, siete secuestros al día y tanto la guerrilla como los paramilitares se hallaban fortalecidos. Fuente: BBC Mundo América 05-08-2.010.

Hoy día, la seguridad pública mejoró al punto que en 27 ciudades importantes de Colombia "….bajaron de manera significativa los delitos de mayor impacto, como homicidio -a menos de la mitad-, secuestro -en un 90%- y hurto de autos¨. Fuente: Fundación Seguridad y Democracia.


Como resultado de lo anterior, pasados sus 8 años de gestión, Álvaro Uribe Vélez logró presentar los siguientes resultados certificados en materia económica: Inflación 6,4% anual en 2002 2,2% anual en 2010 Desempleo 14% en 2002 11,6% en 2010 Subempleo 24,5% en 2002 32,8% en 2010 Pobreza 53% en 2002 46% en 2010 Exportaciones US$12.000 millones en 2002 US$ 33.000 millones en 2009 Número de visitantes extranjeros a Colombia 1,1 millón en 2002 2,5 millones en 2009. Fuente: Departamento de Estadísticas (DANE).


¿Cual fue su fórmula de éxito? Me atrevo a resumirla en una frase: Sentido común. Si revisamos en detalle las grandes políticas implementadas en la gestión Uribe y las concatenamos con las aplicadas en el común de los países desarrollados, encontraremos rasgos usuales, la base para nuestra afirmación.


¿Cuales políticas públicas? Primero: Gobierno con autoridad legitimada por el voto popular. Segundo: Concienciación nacional respecto a la necesidad de los cambios profundos contemplados en el programa de gobierno. Tercero: Participación de todos los sectores sociales en el debate sobre la implementación de tales cambios. Cuarto: Los cambios ha implementar, siempre deberán ordenarse en torno a tres fundamentos: fortalecimiento de las instituciones democráticas, consolidación de la economía de libre mercado y garantía de los derechos humanos. Quinto: La ejecución de tales medidas tendrá siempre por norte a la próxima generación y no a los próximos comicios.


Conforme a la premisa anterior nos preguntamos: ¿El salto adelante para Venezuela requiere de otra generación? Estimo que no, hoy es el mejor momento para comenzar a demostrarlo. ORA y LABORA.

caballeropercival@cantv.net

Por un nuevo paradigma en la política agropecuaria.

Ronny Padrón.
Democracia Cristiana Hoy.

Por un nuevo paradigma en la política agropecuaria.

En recientes declaraciones ante un medio de comunicación impreso de Anzoátegui, un representante en esta región de la Confederación Nacional de Agricultores y Ganaderos de Venezuela (CONFAGAN) organización gremial socialista vinculada al régimen de Hugo Chávez, pidió prorrogar el plazo para pagar las deudas bancarias contraídas por 1.200 de sus 5.000 afiliados, ante la banca pública y privada.

Este representante del socialismo ganadero afirmó en la precitada entrevista, y cito: ¨De ese grupo, 500 ganaderos (productores de carne) deben Bs.F 3 millones. Habían recibido créditos entre Bs.F 500 mil y 800 mil. Hay 700 productores de leche que están endeudados (no precisó cifra) con la banca pública (BAV) y organismos oficiales como Fondas y Fenaprole¨.

Como justificación para la inicial solicitud, alegó la fuerte sequía que durante 10 meses afectó en 50% las metas de producción de los sectores agrícola y pecuario.

La petición antes descrita, se enmarca perfectamente en lo que ha sido el paradigma de la política agropecuaria en Venezuela desde hace por lo menos 50 años, caracterizado por el Estado proteccionista, propietario de bancos de crédito, que bajo la excusa de promover una producción agropecuaria nacional distribuye recursos de todos los venezolanos, en el campo, sin acatar las mínimas reglas aplicables a ese tipo de otorgamiento, en desmedro del patrimonio público, cuando no en perjuicio de los depositantes en los banca privada, obligada por ley al otorgamiento de créditos a un sector agropecuario inestable porque nunca ha sido beneficiario de una política coherente en pro del desarrollo sustentable nacional.

La ganadería, y aún más la agricultura, son actividades que por su propia naturaleza se hallan sometidas a altos niveles de riesgo en su producción, lo que dificulta en grado sumo su desarrollo sustentable a escala nacional. Si aunado a lo anterior, es aplicado como en Venezuela el universalmente fracasado modelo del Estado promotor y proteccionista, profundizado hoy con el socialismo, no puede resultar extraña la cuasi quiebra del sector, referida por el representante de CONFAGAN-ANZOÁTEGUI.

Ese panorama apocalíptico para la ganadería anzoatiguense, muy acorde a los tiempos que corren en Venezuela, puede cambiar. Para ello es necesario un nuevo paradigma en la política agropecuaria regional y nacional. La economía social de mercado (ESM), tan exitosa en Alemania a partir de la década del 50 hasta nuestros días, promovida por los sucesivos gobiernos de la Democracia Cristiana en aquel país, la han convertido hoy día en el modelo económico de mayor aceptación a nivel mundial, cuando de establecer sistemas organizados para el desarrollo sustentable de los pueblos se trata.

En el caso particular de la actual problemática agropecuaria en Anzoátegui, más allá de las peticiones del representante socialista del gremio ganadero, causadas por la falta de una política ganadera coherente por parte de un Estado igualmente socialista, este gremio puede avocarse más bien a exigirle al Estado mayor transparencia en las políticas económicas, garantías jurídicas, respeto por la propiedad privada, libertad contractual, control de los monopolios, que son solo algunos de los principios constitutivos de una economía social de mercado, que adecuadamente aplicados brindarían un nuevo horizonte al sector agropecuario en la región.
La vigente Carta Magna, aun cuando fue redactada bajo la égida socialista, da perfecta cabida a transformaciones como las acá esbozadas, y así lo consagra en su texto el Capítulo VII De los derechos económicos. Nuestra sociedad debe tomar conciencia sobre una prosperidad al alcance de nuestras manos a partir del momento que asumamos como propios nuevos paradigmas políticos de certificada eficiencia a nivel mundial. ORA y LABORA.
caballeropercival@cantv.net

Programa Ferrosidor: otro golpe a la economía del sur.

Ronny Padrón.
Democracia Cristiana Hoy.

Programa Ferrosidor: otro golpe a la economía del sur.

La anunciada implementación del programa Ferrosidor en los distintos Municipios del sur de Anzoátegui, según lo anunció el ministro del Poder Popular para las Industrias Básicas y Minería y presidente de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG), José Khan, constituye grave amenaza para la economía de libre mercado, único modelo capaz de viabilizar la prosperidad de los pueblos, y esta zona sur no tendría porqué ser la excepción.

Cuando los representantes del comandante Hugo Chávez en los Municipios Simón Rodríguez, Guanipa, Miranda y Monagas se aprestan a concretar el precitado programa, ejecutan una directriz socialista, que trazada desde Miraflores persigue destruir lo que resta de libre empresa en esta zona sur y por ende lo que le resta de bienestar.

Ello por cuanto la instalación de galpones para la venta y distribución de materiales de construcción léase: cabillas, cemento y demás productos a traer de empresas básicas como SIDOR, y otras fábricas estatales, para ser vendidos a ¨precios solidarios¨, eso sí, a través de consejos comunales y gobiernos locales; más allá de la retórica populista de servir al colectivo, oculta un objetivo político de suma gravedad: La quiebra de toda empresa privada comercializadora de los productos antes descritos.

Cuando los representantes del socialismo afirman que las empresas estatales de naturaleza mercantil como SIDOR, con tales programas solo se aprestan a servir al pueblo y a llevar el mayor beneficio a las comunidades del sur, dejan de mencionar las consecuencias que la competencia desleal tendrá en relación a las cientos de empresas privadas que en la zona sur desarrollan la actividad comercial por aquellos pretendida.

Son pequeñas y medianas empresas comercializadoras que a diario enfrentan los embates de la delincuencia desbordada, aunado a un declive económico provocado por el socialismo en gobierno que no conforme exige una carga tributaria in crescendo bajo amenaza de draconianas sanciones.

Si fuere el caso que tal situación afectare únicamente al precitado gremio empresarial, la temática no alcanzara la gravedad a destacar. Es el caso, que la pretensión socialista basada en el programa Ferrosidor, conllevará de inicio una mayor distorsión al circuito económico de la zona sur en la medida que esa incipiente incursión estatal en la precitada cadena de comercialización, si bien generaría una temporal alza en la demanda de los productos allí ofertados, en virtud de los precios tentativamente inferiores a los dictados por la libre oferta y demanda, en el mediano plazo redundará en el conocido desabastecimiento, consecuencia lógica de la sempiterna incapacidad del Estado para sostener el rango de comercialización requerido por el mercado. Es la típica historia de la empresa mercantil gestionada por el Estado. No por casualidad en Venezuela todas se sostienen gracias al subsidio que aún puede proveerles PDVSA, otra empresa de ¨todos los venezolanos¨, es decir con dinero de cada uno de nosotros en beneficio de los afortunados burócratas que las dirigen.

Pero acontece, que en tanto durare la reciente fantasía de comercio socialista, será, la de por sí frágil contabilidad del empresariado privado sureño, el que soportará los efectos de tan absurda tratativa. Ello sin contar el lógico efecto negativo que para el patrimonio público implican tales aventuras por parte del Estado socialista, siempre de espaldas a las realidades del necesario libre mercado.

De allí la obligación moral de trabajar con mayor denuedo por la restauración constitucional, para lo cual un triunfo demócrata en las venideras parlamentarias resulta crucial. Alcanzar en el más breve plazo un Estado Democrático y Social de Derecho y de Justicia, que asuma el ejercicio cabal de sus funciones propias de gobierno, administración pública, legislación, jurisdicción, y que permita en tanto, que los particulares se ocupen de generar la riqueza en pro del Bien Común y de conformidad con la ley, tal como ocurre hoy día en toda Nación desarrollada y en aquellas que aspiran serlo como en la vecina República de Colombia, en Chile y México entre otras, es el gran reto de la presente generación, visto el fracaso del populismo pasado y del socialismo presente. ORA y LABORA.
caballeropercival@cantv.net
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Una visión política para el transporte público en El Tigre.

Ronny Padrón.
Democracia Cristiana Hoy.

Una visión política para el transporte público en El Tigre.

Por estos días vuelve a recrudecer la problemática del transporte público en la ciudad de El Tigre, y en su población hermana San José de Guanipa. Ambas gobernadas por el socialismo. Ello en virtud del cíclico ¨reajuste¨ en el costo de los pasajes. Bastaría con mencionar la gerencia pública socialista, para significar el caos existente en tan importante sector, sin embargo, es también menester la búsqueda de soluciones.

Abordar con sensatez la problemática en cuestión, obliga a discernir primeramente sobre sus causas, que ubicamos sin titubear, tanto en la ideología política gobernante, el socialismo, como en su antecesora, calificable de populismo.

Ambos modelos de gobierno, cediendo a erradas y dañinas prácticas administrativas, se han caracterizado por el manejo exclusivamente electoralista del asunto del transporte, obviando una parte esencial de la problemática, su aspecto económico.

Se han conformado con otorgar por vía de sus concejos municipales, incrementos del pasaje, sea este urbano, sub-urbano o interurbano, con la falacia populista de ayer, y la estafa socialista de hoy, basándose, en que los consabidos ¨reajustes¨ solucionan el problema.

Jamás se ha tenido noticia sobre la implementación de una política integral sobre el transporte público local, capaz de alcanzar a cabalidad la naturaleza del fenómeno. Ello ha sido así, entre otras razones, porque hacerlo implicaria ejecutar reformas político-administrativas, que si en el pasado resultaban políticamente osadas, hoy serian no menos que blasfemias ante el credo socialista gobernante.

Dicho lo anterior, podemos señalar que una política integral sobre el transporte público en la ciudad de El Tigre, debe tomar en consideración aspectos tales como la inestabilidad de la moneda y la garantía jurídica, a modo de lograr una estabilidad en el sector, muy distinto del caos imperante.

Si bien es cierto que el primero de estos factores, la inestabilidad de la moneda, es ajeno a las competencias otorgadas por ley a estas localidades, no lo es menos, la obligación de las Alcaldías, para que en coordinación con los Concejos Municipales, compensen razonablemente a los empresarios del transporte público, ante la perniciosa oscilación monetaria, que hace nugatorios los esfuerzos de estos, por mantener y reemplazar oportunamente las unidades de transporte en servicio.

En lugar de ello, el concejo municipal se concentra únicamente en ejercer su potestad normativa tributaria, conforme al literal 4 del artículo 95 contemplado en la ley orgánica del poder público municipal. Sobre el alcalde, como es lógico al socialismo, incumple su obligación legal de velar por la eficacia y eficiencia en la prestación de este servicio público, limitándose esporádicamente a ratificar la obligatoriedad de las resoluciones dictadas por el ente legislativo antedicho.

Sobre el segundo aspecto de necesaria observancia para una política integral del transporte público, la garantía jurídica, podemos entenderla como la necesidad de que el Estado a nivel local, en específico los prenombrados entes: Alcaldía y consejo municipal, ejerza realmente competencias tales como: La seguridad pública necesaria al servicio del transporte, el mantenimiento adecuado de la vialidad pública, y una reforma tributaria en cuanto atañe a este sector.

Consideradas como fueren las mencionadas premisas, y una vez implementado el estudio técnico-económico sobre las rutas del transporte público local, podríamos entonces allanar el camino hacia una auténtica política integral del transporte público para la ciudad del Tigre. ORA y LABORA.
caballeropercival@cantv.net

lunes, 23 de agosto de 2010

El bolivar, no es conveniente para Venezuela tener una moneda.

El bolívar, no es conveniente para Venezuela tener una moneda

JOSÉ MANUEL NÚÑEZ GORRÍN | EL UNIVERSAL

lunes 23 de agosto de 2010

Nuestra moneda, el bolívar, tienen una mínima participación en cuanto a su uso como medio de pago, que apenas llega al 0,4% del volumen de transacciones a nivel mundial. Lejos quedó de ser un ejemplo de estabilidad, perdiendo en menos de 30 años mil veces su valor.

Para muchos la moneda es un símbolo de soberanía, pero en realidad bajo la ejecución de políticas económicas erradas contar con una moneda propia puede convertirse en una trampa que empobrece a la población, afectando más a aquellos que menos tienen, por efecto de la inflación.

Una moneda propia que solo nosotros utilizamos carece hoy de sentido. Basta mirar alrededor para darnos cuenta que no existe el marco alemán, ni el franco francés, ni la lira italiana, sin que se registrara ningún efecto negativo sobre la soberanía de los correspondientes países. La integración en una moneda común ha permitido a los países que forman parte del euro, no solamente ahorros en los costos de las transacciones entre ellos, sino además y mucho más importante, alcanzar una mayor estabilidad al vincularse a una moneda fuerte, con mayor demanda mundial y liberada de las arbitrariedades y descontroles de los gobiernos.

Compartir una moneda que ofrezca suficiente confianza hace que los ciudadanos ahorren en ella, permitiendo por esto que se acumulen capitales para financiar a las actividades empresariales y a los hogares, con préstamos a largo plazo y a bajas tasas de interés.

¿Qué ventajas nos ofrece contar con una moneda propia? La incertidumbre que ha caracterizado al país en los últimos 30 años y que ha llegado a extremos en los últimos 10 años, conlleva la pérdida de confianza en el país y en su moneda, haciendo imposible la generación de una masa de ahorro que supla las necesidades de financiación, lo cual impide el otorgamiento de préstamos ni siquiera a mediano plazo y encarece el crédito a niveles de interés que superan el 20%, monto que sería absurdo para cualquier país desarrollado. La incertidumbre y la desconfianza en la moneda hacen que ésta pierda su valor y la inflación producida termina por empobrecer a todo el país.

No se puede pensar en una pronta integración latinoamericana en una moneda única, claro que esto sería positivo, pero las condiciones para ello posiblemente tardarán años o décadas en lograrse. La alternativa más inmediata es la adopción del dólar como moneda de curso legal. Ya lo proponía en clases Ricardo Hausmann, todo un lujo de ministro de Cordiplan que ahora dicta cátedra en la Universidad de Harvard.

Panamá adopto el dólar como moneda de curso legal a principios del siglo XX. Por eso este país es capaz de ofrecer a sus empresas y ciudadanos préstamos a largo plazo y a bajas tasas de interés e incluso, le ha permitido lograr tasas de inflación menores a las registradas en Estados Unidos.

Si algún día logramos entender que nuestra moneda en vez de otorgarnos soberanía puede estar contribuyendo a nuestra pobreza, quizás lleguemos al consenso necesario para pensar seriamente adoptar el dólar como moneda. Casi inmediatamente Venezuela eliminaría el grave problema de inflación y progresivamente iría acumulando ahorros y se captarían capitales que permitieran financiar a las empresas y a los hogares. Claro esto no sería gratis. Perderemos la capacidad de que gobiernos irresponsables puedan emitir arbitrariamente moneda para cubrir artificialmente sus déficits. Pero creo que esta pequeña pérdida de autonomía del país estaría más que justificada.

PhD
jmnunezgorrin@gmail.com

sábado, 21 de agosto de 2010

El embajador Palmer y el gobierno bolivariano.

El embajador Palmer y el gobierno bolivariano .

Viernes, 20 de Agosto de 2010 06:57 Orlando Ochoa Terán .

Poco después que el presidente Chávez se reuniera con el presidente Santos en el preciso lugar donde los ancestros oligarcas del mandatario colombiano, según el líder bolivariano, asesinaron a Simón Bolívar, incurre en otro dislate al rechazar públicamente la designación del embajador Larry Palmer como embajador de EE UU.

Como si la zarzuela venezolana en Santa Marta no hubiese sido suficiente, los términos que el presidente Chávez usó para rechazar la designación del nuevo embajador de EE UU, Larry Palmer, fueron tan poco convencionales que no se sabía si le estaba rogando al presidente Obama que retirara al embajador o que lo ayudara a recuperar parte de la dignidad perdida en Santa Marta. “Es imposible que el señor Palmer sea aceptado por un gobierno digno” dijo Chávez.

Eso explicaría, aparentemente, el tono blando que usó el líder bolivariano con el presidente Obama en contraste con los que usó con Uribe y Santos, “lacayos del imperio”. El caso es que cualquiera que hayan sido las razones para la exigencia, no fue complacido. Era previsible. La jugada del veterano senador Richard Lugar no fue entendida por el atribulado mandatario, mucho menos por Maduro. Veamos.

Incómodo predicamento

Richard Lugar, ex presidente del Comité de Política Exterior del Senado es el republicano de más alto rango de este comité. Cuando el presidente Obama designó al embajador Larry Palmer como embajador en Venezuela, el senador Lugar le envió un cuestionario para ser respondido durante la interpelación. Sus respuestas fueron las razones que esgrime el presidente Chávez para solicitar su remplazo. Un requerimiento muy poco usual una vez que se ha concedido el placet de rigor como ha ocurrido en este caso.

Lugar, un persistente crítico del gobierno bolivariano es partidario de medidas más drásticas que Obama ha eludido. Dada su experiencia en política exterior no sería aventurado decir que el cuestionario de marras, poco común en estos casos, fue hecho deliberadamente para colocar al presidente Chávez y al presidente Obama en un incómodo predicamento.

Si las respuestas del embajador Palmer, por tacto o sutileza, no hubieran sido coherentes con la posición oficial del gobierno, validada a través de decenas de reportes y pronunciamientos civiles y militares, su nombramiento habría sido rechazado ipso facto. Bastaba pues que se hicieran públicas, tal como lo hizo el senador Lugar en su website, para que fuera perfectamente predecible la reacción del presidente Chávez quien jugó a favor de los republicanos.

Las consecuencias

El Departamento de Estado sabía que en caso de que el presidente Obama hubiera complacido la graciosa petición del presidente Chávez, se habrían repetido las mismas circunstancias. Como ningún diplomático de carrera cometería la torpeza de responder un cuestionario del Senado sin consultar con el Departamento de Estado, este se vio obligado a solidarizarse con el embajador Palmer.

Es decir, para que el Senado de EE UU apruebe a un embajador en Venezuela, debería acordar, en un acto sin precedentes y en aras de la paz del mundo, evitar herir la sensibilidad del jefe de Estado venezolano, absteniéndose de interrogar al embajador designado.

Sin embargo, si el gobierno bolivariano no sufriera del déficit de atención colectivo, habría advertido que la mayoría de los embajadores sometidos en esa oportunidad a la aprobación del Senado fueron aprobados, con la excepción de Palmer. Una clara señal que indicaba muy poca disposición. Hecho que hacía inoficioso el rechazo del presidente Chávez quien de esta forma dio pié para que el veterano senador republicano alcanzara con la misma piedra al presidente Chávez y al presidente Obama.

¿Consecuencias? Visto el precipitado rechazo y la incomodidad causada, los republicanos podrían optar por aprobar el nombramiento. En este caso Venezuela podría revocar el placet. EE UU quedaría sin embajador y las relaciones diplomáticas descenderían a un nivel semejante al de EE UU con Siria durante estos últimos 3 años, lo cual complacería enormemente a los republicanos. Como el caso de Siria les permitiría escalar en el asedio al gobierno bolivariano como patrocinadores del terrorismo y facilitadores del narcotráfico con la desventaja para Venezuela, comparada con Siria, que no limita con Israel, El Líbano, Irak, Jordania y el Mediterráneo.

Otra posibilidad es que el presidente Chávez recule, como es costumbre, y acepte a Larry Palmer con cualquier excusa patriotera. Su credibilidad entonces descendería a niveles que igualmente complacería a los republicanos, entre muchos otros.

viernes, 20 de agosto de 2010

Segunda carta al afiliado.

por Gabriela Calderón de Burgos

Gabriela Calderón de Burgos es editora de ElCato.org y columnista de El Universo (Ecuador).
Guayaquil, Ecuador— La semana pasada expliqué que usted no es dueño de sus ahorros bajo el sistema actual. No decide cuánto ahorrar o en qué invertir sus ahorros ni cuándo jubilarse. Los problemas de fondo con el actual sistema no se solucionan con cambios ligeros como reducir la pensión, aumentar la edad de jubilación o incrementar el porcentaje de las cotizaciones mensuales. Solo se resolverán haciendo una reforma radical que lo convierta a usted en dueño de sus ahorros.

En 1981 en Chile se estrenó un sistema que por primera vez convirtió a los trabajadores en dueños de sus ahorros. Desde ese entones, millones de trabajadores chilenos se han afiliado a la Administradora de Fondos Pensiones (AFP) de su elección y la ley les exige aportar un mínimo de su salario (10%) a su cuenta individual de ahorro y capitalización para su vejez. Imagínese: Usted podría escoger entre más de una entidad para colocar su ahorro mensualmente y además podría escoger entre varios tipos de fondos. Adicionalmente, usted podría escoger aportar un porcentaje mayor de su salario, ya sea para jubilarse antes o para jubilarse después con una mejor pensión, habiendo en este sistema una clara relación entre el aporte y los beneficios.

En 1981, 1,4 millones de trabajadores chilenos tenían su cuenta individual de ahorro.1 Para mayo de este año, 8,6 millones la tenían. Los fondos de pensiones han tenido una rentabilidad promedio (por encima de la inflación) de 9,29% entre junio de 1981 y abril de 2010 (periodo que incluye la Gran Recesión de 2008-2009).3 Los fondos de pensiones acumulaban un valor equivalente a 65,1% del PIB para fines de 2009.4

Una regulación prudente y eficaz ha logrado que nunca se haya perdido un peso por malversación y fraude. El ex Ministro de Trabajo que diseñó el sistema, José Piñera, señala que “Los pilares del sistema creado por la Revolución Previsional de 1980 se han mantenido intactos durante seis gobiernos y varias crisis económicas y políticas”.

El sistema chileno de pensiones impulsó la creación de un mercado de capitales moderno en Chile, el incremento de la inversión y el crecimiento económico. Millones de trabajadores chilenos han financiado con sus ahorros grandes obras de infraestructura como la carretera de Santiago a Viña del Mar, donde un letrero dice: “Sus ahorros financian esta carretera, y esta carretera financia su jubilación”.5

30 países alrededor del mundo –incluyendo México, Suecia, Rusia, Hong Kong, entre otros— han seguido el modelo chileno de pensiones. 120 millones de trabajadores son propietarios de una cuenta de ahorro para su vejez.6 Solamente en Latinoamérica, para junio de 2009, 68 millones de trabajadores tenían su cuenta individual.7

En Ecuador cuando los políticos tenían el poder de manipular el valor del dinero, estos devaluaban el salario real de los trabajadores. Los políticos perdieron ese poder con la dolarización. ¿Por qué deberían seguir con el monopolio de administrar el ahorro de los trabajadores? Como dijo Piñera cuando anunció la creación del nuevo sistema: “la historia nos demostró hasta la saciedad que la administración estatal no es garantía ni de seguridad, ni de acciones desinteresadas, como el algún momento se supuso”.8

Este artículo fue publicado originalmente en El Universo (Ecuador) el 18 de agosto de 2010.

Carta al afiliado al seguro social.

por Gabriela Calderón de Burgos

Gabriela Calderón de Burgos es editora de ElCato.org y columnista de El Universo (Ecuador).
Guayaquil, Ecuador— Pablo Lucio Paredes, Profesor de Economía de la Universidad San Francisco de Quito, explicó que, de acuerdo a las proyecciones más favorables, el IESS — Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (sistema al que usted se afilió por obligación legal) tiene un déficit a futuro de $5.000 millones, “es decir que los pagos futuros por jubilación superan el dinero para entonces disponible (aportes futuros de los trabajadores más uso del fondo hoy constituido)”.1 Una reforma es necesaria.

Sus representantes y los políticos hablan mucho de “conquistas sociales” pero no han intentado conquistar el derecho suyo a ser dueño de sus ahorros. No han eliminado el monopolio en la prestación de seguridad social, usted es un cliente cautivo. Tampoco han conquistado una jubilación digna para usted, porque nada de digno tiene ir a rogarle frecuentemente a los políticos que le aumenten $40 o $57. Nada de digno tiene depender en la tercera edad de lo que producen y deciden otros.

El sistema actual le hace creer que está aportando solamente 9,35% de su salario mensual y que su jefe está aportando 11,15%. La verdad es que está aportando con 20,5% ya que el empleador simplemente reducirá el salario que estaría dispuesto a pagarle por la cantidad exacta que la ley demanda que contribuya al seguro social en nombre suyo. Esto sin considerar el pago al fondo de reserva, vacaciones pagadas, décimo tercero y décimo cuarto.

El sistema actual debilita considerablemente la relación entre sus aportes y los beneficios, lo cual a su vez desincentiva el ahorro. Los beneficios que los jubilados reciben tienen poca relación con lo que aportaron. En cambio, dependen altamente de la relación trabajadores/jubilados. Todo el sistema depende de que siempre haya más trabajadores que jubilados para estar en una buena situación actuarial y poder pagar pensiones decentes. Cuando eso cambie, el sistema podría entrar en plena crisis y no se le podrá pagar a usted lo que se le prometió (cosa que ya está sucediendo en Europa y próximamente en EE.UU.).

Estimado afiliado, lo que le quitan mensualmente de su salario no es suyo. Usted no decide en qué se invierte, cuánto invertir ni cuándo empezar a cobrar sus pensiones. Tampoco recibe un estado de cuenta mensual o libretita indicándole el valor actual de sus ahorros, porque como le dije anteriormente, usted, en realidad no es dueño de sus ahorros. Lo que es peor, no tiene la libertad de determinar la calidad de vida en su jubilación. Bueno, si su salario es alto, seguramente podrá contratar un seguro privado para su jubilación aparte de aportar al IESS.

Finalmente, usted está en manos de políticos con libertad de usar sus ahorros como caja chica y lo han hecho desde que nació el sistema. Actualmente, 60% de sus ahorros han llegado a ser colocados en bonos del Estado ecuatoriano2, el mismo Estado que no hace mucho decidió, unilateralmente, no pagar la deuda que tenía con otros acreedores. Ojala a usted si le pague.

Las cosas no tienen por qué ser así. Usted debería ser dueño de sus ahorros y tener la libertad de hacerse su plan individual de jubilación. La próxima semana explicaré sobre lugares donde esta reforma se realizó con éxito.

Este artículo fue publicado originalmente en El Universo (Ecuador) el 11 de agosto de 2010.

El sorprendente Sr. Cameron.

El sorprendente Sr. Cameron
18/8/2010
Alvaro Vargas Llosa
Washington Post Writers Group

Washington, DC—Han pasado décadas desde que alguien ha intentado revertir el crecimiento del Estado en los países desarrollados. Cuando algún líder ha profesado un celo reformista, ha sido a escala local: por ejemplo, la loable cruzada de Michelle Rhee, jefa del Sistema de Escuelas Públicas del Distrito de Columbia, contra la burocracia educativa. Dada la sequía reformista en los países ricos, los esfuerzos del Primer Ministro David Cameron en Gran Bretaña merecen atención.

En la oposición, Cameron sonaba a político versado en la jerga del “New Age”, dispuesto a complacer a todos. Su exigua victoria en las elecciones y la consiguiente alianza con el Partido Liberal Demócrata parecían presagiar un empantanamiento político bajo la tiranía del statu quo. Pero Cameron ha iniciado la acometida más audaz contra el gasto público y la burocracia centralizada que se dé hoy en ninguna parte. Ya era hora. Si se la compara con los Estados Unidos y el resto de Europa, tiene aura de revolución.

La Oficina de Responsabilidad Presupuestaria calcula que el déficit causado por la catástrofe financiera y la consiguiente recesión asciende a 6 por ciento del tamaño de la economía: unos 90 mil millones de libras. El anterior gobierno proponía tapar el agujero para 2016. Las medidas del Canciller del Exchequer, George Osborne, reducirán drásticamente el endeudamiento en 40 mil millones libras más de las que el gobierno laborista había planeado. La última vez que los conservadores afrontaron un déficit, a principios de los 90´, repartieron la carga a medias entre el recorte de gastos y el aumento de impuestos. Ahora el 80 por ciento pasa por la reducción de gastos.

Más importante aún, por ir contra la esencia del Estado de Bienestar es que el peso de los recortes recaerá en los servicios públicos. Los presupuestos de las dependencias oficiales sufrirán en teoría una reducción del 15 por ciento. Pero como los presupuestos de la salud y asistencia se mantendrán, el recorte real promedio en los demás departamentos alcanzará el 25 por ciento. Incluso áreas tan sensibles como la defensa y la educación sentirán la furia del hacha.

El objetivo de este plan ha llevado a Rowena Crawford y Gemma Tetlow, del Institute for Fiscal Studies, a hablar del “más largo y más profundo período sostenido de recorte de gastos en los servicios públicos desde por lo menos la Segunda Guerra Mundial”.

Incluso el sagrado Servicio Nacional de Salud, la joya del Estado de Bienestar británico de la posguerra, será puesto de cabeza para ampliar las opciones del público y descentralizar el manejo. El plan del Secretario de Salud, Andrew Lansley, ya ha provocado aullidos de indignación, pero el Primer Ministro no se ha echado para atrás. Pese a que no se hace mención a las finanzas en el largo plazo—y éstas son insostenibles—, el gobierno propone lo que Lord Norman Tebbit, legendario thatcherista que critica a menudo a la coalición gobernante por tímida, llama “la demolición de la estructura administrativa establecida por el laborismo”.

Las cacofónicas “autoridades sanitarias estratégicas” y “coaliciones para la atención primaria” serán eliminadas, y el dinero que actualmente se destina a estos entes irá derecho a los 35.000 médicos de familia, quienes tomarán las decisiones junto a los pacientes. A su vez, los pacientes tendrán mayores opciones para elegir médico. Todos los hospitales se convertirán en fundaciones fideicomisarias. Se regirán a sí mismas y buscarán alternativas innovadoras para complementar sus finanzas estatales, las cuales, dado el contexto austero, disminuirán inevitablemente aun si el gobierno no lo está pregonando.

Últimamente, David Cameron ha hecho noticia internacional por meterse con el bloqueo israelí de Gaza, denunciar la colaboración de Pakistán con al Qaeda durante una visita a India y situar a la relación especial con Estados Unidos en la perspectiva más amplia de un mundo con nuevos actores importantes. Todo esto palidece en importancia comparado con lo que Cameron se ha propuesto hacer en su país. Si tiene éxito, muchos otros podrían emularlo.

Todos sabemos que las estructuras estatistas de la posguerra ya no son financiables o compatibles con las necesidades de la globalización competitiva; que la crisis financiera y económica de 2007/2008 fue hija de la cultura del despilfarro; y que el modelo de prestaciones sociales prevaleciente es una ilusión política. Pero nadie parecía dispuesto a poner en juego su carrera política actuando contra estas verdades.

Es muy pronto para decir sí Cameron cumplirá o no, y resulta imposible hacer demasiadas predicciones acerca de la rara coalición que lo sostiene. Pero los disparos iniciales del Primer Ministro contrastan admirablemente con las perogrulladas y clichés que estamos acostumbrados a escuchar en las reuniones del G-20.

(c) 2010, The Washington Post Writers Group


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Alvaro Vargas Llosa es Académico Asociado Senior del Centro Para la Prosperidad Global en The Independent Institute y editor de Lessons from the Poor.

15-A 2004: El desastre, 26-S 2.010: ?

Ciudad El Tigre, domingo 15 de agosto de 2.010
Ronny Padrón.
Democracia Cristiana Hoy.

15-A 2.004: El desastre, 26-S 2.010: ?

Resulta difícil obviar la analogía, vistas ciertas coincidencias. Como en aquel agosto, para este 26 de septiembre el socialismo Chávez-FARC se haya en situación política especialmente comprometida, racionalmente cuesta arriba sortear airoso el evento electoral.

Para aquel tiempo, la masacre del 11 de abril y el fallido paro cívico nacional, constituían principal fundamento para la defenestración aún pendiente del comandante socialista. Hoy, luego de 11 años de gestión Chávez-FARC, se entiende que su permanencia en el poder nos garantiza esclavitud.

A diferencia de aquel 2.004, no existe hoy día estamento nacional indiferente a la catástrofe socialista y su gobierno: Inseguridad pública, inflación, desabastecimiento, colapso de los servicios públicos, desempleo, devaluación, corrupción administrativa; más o menos en ese orden la sociedad venezolana en general conceptualiza lo que significa el socialismo al frente del Estado.

Tan radical afirmación se basa en una realidad política que era aún inexistente para el año 2.004: Hoy, el socialismo Chávez- FARC, controla todos los órganos del poder público nacional, situación vigente desde los anteriores comicios parlamentarios, tiempo suficiente para certificar que el socialismo en gobierno es inviable y por ende imposible su mejora.

Para este septiembre al igual que en agosto de aquel año, contábamos con un proceso electoral ¨blindado¨, en palabras de la voceria oficial demócrata; afirmación hoy día ratificada en otros términos pero de igual significación, cuando se nos dice: ¨La clave es cuidar los votos, en las mesas¨. Como si en diciembre de 2.007 no se hubieran cuidado y sabemos lo que pasó: El pueblo demócrata ganó, y nuestra dirigencia no cobró.

De los datos anteriores podríamos extraer algunas conclusiones de cierta utilidad. Para el próximo 26 de septiembre el triunfo demócrata dependerá solo de nuestra capacidad como Nación para ¨cobrar¨. Ese ¨cobrar¨ podemos traducirlo en la necesidad de que cada demócrata venezolano, a sabiendas del dilema ¨Esclavitud o Libertad¨, cumpla su particular deber constitucional para la fecha en cuestión.

Uniformados o no, carnetizados o no, si cada uno de nosotros hace lo que debe y rechaza lo indebido, nuestra historia puede cambiar.

En la madrugada del domingo 16 de agosto de 2.004, sin contar con auditorias de máquinas de votación, nos quedamos esperando por una dirigencia demócrata que nos llamara a ¨cobrar¨; el escrutinio oficial fue: SI: 40,6393% NO: 59,0958%. Para este 26 de septiembre, con las cartas sobre la mesa, y a la vista con actas y testigos ¿Por quien vamos a esperar?. ORA y LABORA.
caballeropercival@cantv.net

lunes, 16 de agosto de 2010

Chávez y la dupla Uribe-Santos.

DIARIO DE AMÉRICA.

Por Orlando Ochoa Terán

“Las colombianas son 'verracas', y los colombianos, cuando les conviene, suelen usarlas. Los dirigentes colombianos se han dado cuenta de ello. Una sonrisa, un revoloteo del pelo en la cara, una buena figura es un trapo rojo para el aletargado machismo venezolano (…) María Emma Mejía (canciller), acaba de robarse el show ante un (Miguel Ángel) Burelli alejado, oferente de rosas rojas…” J. V. Rangel – Agosto 1996.

En otras ocasiones hemos sostenido que José Vicente Rangel es uno de los venezolanos que con más agudeza ha interpretado a la clase dirigente colombiana. Viejas vivencias le habrían sembrado sentimientos encontrados de odio y admiración, que no impidieron cuando era dueño de sí mismo, que los expresara sin recato y con perspicacia.

No podemos evitar recordarlos de nuevo por la vigencia que adquieren, especialmente cuando se analizan a la luz del lastimoso papel del presidente Chávez frente a la muy superior diplomacia colombiana. “La clase dirigente colombiana es extremadamente hábil” -decía Rangel- “gracias a un histórico dominio del oficio Colombia ha podido sortear situaciones difíciles y tener protagonismo en la región. A diferencia de Venezuela, los vecinos cultivan el arte de la política, aprecian sus matices, y saben actuar con unidad de criterio cuando las circunstancias lo reclaman”.

“Venezuela” -añadía Rangel- “siempre ha estado a la defensiva en materia diplomática y concibiendo planes de defensa y seguridad que la realidad luego se encarga de dejar sin piso”. “El contraste con la dirigencia política venezolana es enorme”. Ese mismo año Rangel aceptó el MRE y en poco tiempo sería testigo y víctima de sus propias admoniciones.

Duplicidad bogotana
Aunque luzca increíble estos juicios de Rangel los originó l! as gestiones en la Casa Amarilla de internacionalistas de la talla de Miguel Ángel Burelli Rivas, canciller entonces, ex candidato presidencial, quien ya se había distinguido como Director de Política Internacional, Director General del MRE y más tarde como embajador en Bogotá, Londres y Washington. ¿Que diría hoy Rangel si pudiera hablar?

Como suele ocurrir, de súbito, el presidente Chávez cayó en cuenta que el costo político del rompimiento de relaciones con Colombia era tan serio o más serio para Venezuela que para el vecino y decidió aprovechar la transición colombiana para desdecirse y desandar lo hecho. El problema es que aparentemente la diplomacia colombiana parece haber encontrado en la dupla de Uribe atacando y Santos condescendiendo, un excelente modus vivendi para lidiar con la diplomacia esquizofrénica bolivariana.

Resulta obvio pues que Uribe no es realmente el “malo” de la película colombiana. Tampoco Santos es realmente el “bueno”. Pero si el pasado es un buen referente, ambas posiciones son parte de la duplicidad bogotana que siempre le ha servido a intereses colombianos.

La pendejera
¿Quien puede tomar en serio que en Las Líneas de Chávez exprese que en este conflicto él está al lado de la "sensatez y la prudencia política” mientras la Colombia de Uribe estaba al lado de la “irracionalidad y la violencia militarista" al tiempo que le ofrece a Santos, ex minsitro de Defensa paz y amor?

En realidad la primera baja de este conflicto es la credibilidad del líder bolivariano. Abstenerse de asistir a la ceremonia de toma de posesión de Santos para horas más tarde estar dispuesto a entrar con humildad al Palacio de Nariño, cuando no habían terminado de recoger los platos y copas de la celebración, no se reconcilia con los rayos y centellas proferidos hace sólo unos días.

Sin embargo, gracias a que los colombianos, como solía decir Rangel, dominan el arte de la política y! conocen sus matices, le abrieron al presidente Chávez una alternativa con cierta dignidad conduciéndolo a Santa Marta. Al sentarlo con Santos, a sólo metros de distancia del lecho donde exhaló su último aliento el objeto venerado de su manida y alambicada retórica, hicieron propicia la ocasión para que el líder bolivariano asistiera enfundado en tricolor y expresara su batiburrillo de amor por Colombia para luego rendirse protegido con el barniz medio honorable que le suplió el protocolo colombiano.

Como solía decir Rangel cuando no se aculillaba: “En el caso de las difíciles relaciones entre Venezuela y Colombia la historia le ha jugado malas pasadas a los venezolanos, bien por viveza de los vecinos o pendejera nuestra”.

No hay duda Jotavé, estamos frente a uno de los más insignes modelos de pendejera venezolana y viveza colombiana. No será la última de lo que queda de esta era bolivariana.

Dejen que el mercado prospere para que la gente pueda hacerlo también.

10 de agosto de 2010

Dejen que el mercado prospere para que la gente pueda hacerlo también
por James A. Dorn

James A. Dorn es Vice-presidente para Asuntos Académicos de Cato Institute y especialista en China y coautor de China's Future: Constructive Partner or Emerging Threat? (El Futuro de China: ¿Socios Constructivos o Amenaza Emergente?).
Luego de que la Secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Rodham Clinton, anunciara que se impondrían nuevas sanciones económicas a Corea del Norte, un titular decía: “EE.UU. ejerce presión sobre la economía de Corea del Norte”. Sin embargo, Pyongyang ya ha estrangulado su propia economía.

El caos creado por la “reforma” monetaria de divisas del año pasado y por la dura caída de las actividades del mercado es evidente en la escasez de comida, una espiral de precios y el descontento.

Los pequeños comerciantes habían aprovechado las oportunidades rentables de comercio que surgieron después de que los controles económicos fueron relajados tras la hambruna de mediados de los noventa. Los mercados privados se desarrollaron y el comercio a través de la frontera aumentó. La existencia de mercados privados acompañado de las políticas de “sunshine” del sur brindaron nuevas oportunidades, al permitir a los trabajadores separarse del sector público y a los consumidores comprar bienes fuera del sistema de distribución del Estado.

Como era de esperarse, la élite comunista le temía al mercado. Además, el sur, bajo presión doméstica y de EE.UU., se alejó de una política de apertura. Para 2005, Pyongyang había empezado a restringir a los pequeños comerciantes. La reforma monetaria —y la puesta de fin al uso de monedas extranjeras en la economía informal y dual— fueron señales de que una mayor liberalización no era bienvenida.

En lugar de aprender de los experimentos naturales que mostraron la superioridad de los mercados, Kim Jong-il y sus compadres prefirieron mantener su poder. Al hacer al pueblo dependiente del Estado para vivir, los funcionarios gubernamentales recuperaron el poder que habían perdido ante el mercado. Sin embargo, las reformas fallaron, el gobierno se disculpó, y algunas actividades mercantiles fueron reactivadas.

¿Qué sucederá luego? La reportada ejecución del jefe de economía del partido Pak Nam-gi, en marzo, por su papel en la reforma de divisas podría ser señal de una futura liberalización. En ausencia de levantamientos populares, sin embargo, es probable que la vieja guardia siga tratando de proteger su posición privilegiada. La adherencia a la planificación central no evitó el colapso de la Unión Soviética; más bien lo apresuró. Es probable que lo mismo suceda en Corea del Norte.

Luego de más de 50 años de tensión entre el Norte y el Sur, es tiempo de acabar con la fantasía socialista y restaurar los mercados y la libertad en el Norte. La política de sanciones económicas y juegos de guerra empleada por EE.UU. no ha logrado cambiar al Norte. Una política de interacción económica sería más productiva, con el apoyo tanto de China como de Corea del Sur. El “crecimiento pacífico” de China es el resultado de la liberalización económica, no del aislamiento.

La transición del Norte de un modelo de planificación central al mercado debería ser de suma importancia. Enormes juegos de guerra y sanciones económicas solamente le seguirán el juego al departamento de propaganda del Norte, y EE.UU. se convertirá en el chivo expiatorio para el ataque de Kim hacia el liberalismo económico.

El Norte fue una vez más rico que el Sur. La restitución de los mercados y la institución de un estado de derecho le daría a los coreanos del norte la posibilidad de mejorar sus vidas.

Este artículo fue publicado originalmente en The South China Morning Post (China) el 29 de julio de 2010.

viernes, 13 de agosto de 2010

¿Contribuirá Santos en la defenestración del socialismo Chávez-Farc?

Ciudad El Tigre, sábado 07 de agosto de 2010
Ronny Padrón.
Democracia Cristiana hoy.

¿Contribuirá Santos en la defenestración del socialismo Chávez-Farc?

Todo indica que sí. Porque el ascenso al poder de Juan Manuel Santos en la hermana República de Colombia tiene lugar en el peor momento político para el régimen socialista de Hugo Chávez en sus 11 años al mando.

Comenzando por el favor popular que le hizo ganador en 1.998, el que ahora perdió y de una manera que nunca podrá recuperar. Porque haciendo abstracción del resultado electoral que pueda registrarse en las parlamentarias del 26 de septiembre próximo, es conocido por propios y extraños que este régimen socialista es sostenido por tres puntales, uno más débil que el anterior, a saber: en primer término el clientelismo dependiente de los petrodólares, por cierto cada día más escasos. En segundo lugar la fuerza militar, igualmente dependiente de aquellos petrodólares y luego cuenta con una dirigencia demócrata que aún no aprende a ¨cobrar¨ que insiste en llamar presidente a quien no pasa de comandante militar.

Hechos notorios y comunicacionales, conocidos por el nuevo gobierno democrático de Colombia, que sumados al deplorable estado operativo de las fuerzas militares de Venezuela, otro hecho notorio, permiten atisbar desde ya cual será la postura del régimen de Hugo Chávez ante la democracia colombiana.

Porque haciendo abstracción del resultado jurídico que pueda alcanzar la solicitud de investigación interpuesta por Alvaro Uribe Vélez ante la Corte Penal Internacional en razón del presunto apoyo del comandante Chávez en la comisión de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, ejecutados por grupos terroristas asentados en territorio patrio, el objetivo en política internacional buscado con tal demanda ya se alcanzó: El régimen socialista de Hugo Chávez quedó develado como complaciente con grupos terroristas como las FARC.

Visto el actual performance de la política colombiana en relación a tales grupos, (bombardeo a territorio ecuatoriano incluido) resulta fácil colegir la subordinación que en lo adelante observará el socialismo en gobierno ante la diplomacia neogranadina.

Será esta una realidad que más allá del típico discurso interesado resultará imposible de ocultar ante una opinión pública nacional que entonces comprenderá como nunca la inutilidad y el perjuicio de un socialismo en gobierno.
De allí que será menester para todo demócrata venezolano, el contribuir con denuedo a despojar esos restos de fachada democrática que adornan aún al socialismo en gobierno. Porque a decir verdad, uno de los mejores trucos del Mal consiste en hacer creer que no existe. ORA y LABORA.
caballeropercival@cantv.net

viernes, 6 de agosto de 2010

La mano muerta de los controles cambiarios.

19 de julio de 2010

La mano muerta de los controles cambiarios
por Steve Hanke

Steve H. Hanke es profesor de economía aplicada en la Universidad Johns Hopkins y Senior Fellow del Cato Institute.

Los burócratas monetarios de EE.UU., Europa y Japón han fijado tasas de interés extremadamente bajas. Cuando estas se combinan con los regímenes de tipo de cambio presentes en gran parte de los países asiáticos, las políticas de bajas tasas de interés han creado un cóctel de capitales golondrina o especulativos. En mayo, las Comisión Social y Económica de las Naciones Unidas para Asia y el Pacífico recomendó la imposición de controles cambiarios para controlar el flujo entrante de estos capitales a la región. El 13 y 16 de junio, Corea del Sur e Indonesia, respectivamente, picaron el anzuelo de la ONU e introdujeron nuevos controles cambiarios.

Para entender las causas de los flujos de capitales golondrina, debemos examinar los distintos regímenes de tipo de cambio. Observemos este cuadro.

Los regímenes de libre mercado

Aunque los tipos de cambio flotante y fijo parecen ser distintos, ambos son miembros de la familia del libre mercado. Ambos operan sin controles cambiarios y son mecanismos de libre mercado para llevar a cabo ajustes en la balanza de pagos. Con un tipo de cambio flotante, el Banco Central establece una política monetaria pero no cuenta con una política cambiaria—el tipo de cambio se encuentra en piloto automático. Con el tipo de cambio fijo hay dos posibilidades: o una caja de conversión fija el tipo de cambio, pero no tiene política monetaria—la oferta de dinero está en piloto automático—o un país está “dolarizado” y utiliza una moneda extranjera como su moneda.

Bajo un régimen de tipo de cambio fijo, la base monetaria de un país está determinada por la balanza de pagos, moviéndose con una correspondencia de uno a uno con los cambios en sus reservas extranjeras. Con estos dos mecanismos de tipo de cambio de libre mercado, no puede haber conflictos entre la política monetaria y la de tipo de cambio; y las crisis de balanza de pago (y los flujos de capitales golondrina) no tienen la menor cabida. Los regimenes de tipo de cambio fijo y flotante son sistemas inherentemente en equilibrio en los cuales las fuerzas de mercado actúan para recalibrar automáticamente los flujos financieros y evitar crisis de balanza de pago y flujos de capitales golondrina.

Los tipos de cambio anclados son problemáticos

Gran parte de los economistas utilizan “fijo” y “anclado” como términos intercambiables o casi intercambiables en cuanto a tipos de cambio. Mientras que estos dos tipos son superficialmente similares, fundamentalmente son regímenes muy distintos. Los sistemas de tipo de cambio anclado son aquellos en los que la autoridad monetaria pretende alcanzar más de un objetivo al mismo tiempo. De hecho, los tipos de cambio anclados requieren de un banco central que administre tanto el tipo de cambio, como la política monetaria.

Con un tipo de cambio anclado, la base monetaria tiene componentes domésticos y extranjeros. Los sistemas anclados —dentro de los cuales se encuentran el tipo de cambio anclado pero ajustable, el de las mini-devaluaciones y el de tipo de cambio flotante pero administrado— van de la mano con los flujos de capitales golondrina. Estos sistemas muchas veces emplean controles cambiarios y no son mecanismos de libre mercado para realizar ajustes en la balanza de pagos internacional. Los tipos de cambio ajustados son inherentemente sistemas en desequilibrio, careciendo de un mecanismo automático que produzca ajustes en la balanza de pagos.

A diferencia de los tipos de cambio flotante y fijo, los tipos de cambio anclados invariablemente derivan en conflictos entre las políticas monetaria y cambiaria. Por ejemplo, cuando los flujos entrantes de capital se vuelven “excesivos” dentro de un sistema anclado, el banco central muchas veces intenta esterilizar el aumento que se da en el componente extranjero de la base monetaria vendiendo bonos, reduciendo así el componente doméstico de la base. Y cuando los flujos salientes se vuelven “excesivos”, el banco central intenta compensar el descenso en el componente extranjero de la base comprando bonos, aumentando el componente doméstico de la base monetaria.

Las crisis de balanza de pago surgen cuando el banco central empieza a compensar más y más la reducción en el componente extranjero de la base monetaria con dinero creado domésticamente. Cuando esto sucede, solo es cuestión de tiempo para que los especuladores de dinero ubiquen la contradicción entre el tipo de cambio y las políticas monetarias (como lo hicieron en la crisis financiera asiática de 1997-1998) y ejerzan presión para que se de una devaluación, la imposición de controles cambiarios o ambas cosas.

Los capitales golondrina y los controles cambiarios

Los flujos de capitales golondrina están principalmente asociados con los tipos de cambio anclados. Muchos analistas han diagnosticado mal el supuesto problema de estos capitales porque no han llegado a comprender esta importante relación. Como consecuencia, han prescrito controles cambiarios como la panacea para evitar la especulación cambiaria. Dicha receta ataca los síntomas pero no lucha contra la enfermedad: los tipos de cambio anclados. Siempre y cuando los tipos de cambio anclados sigan en pie, habrá flujos volátiles de capitales golondrina y pedidos de enfriar estos capitales con controles cambiarios.

La convertibilidad de la moneda es un concepto simple. Significa que los residentes y no residentes son libres de intercambiar la moneda doméstica con una extranjera. Sin embargo, hay muchos grados de convertibilidad, cada cual indicando el nivel de intervención de los gobiernos para imponer controles sobre el tipo de cambio o el uso del dinero.

El pedigrí de los controles cambiarios puede encontrarse en Platón, el padre del estatismo. Inspirado por Licurgo de Esparta, Platón adoptó la idea de una moneda no convertible como el medio para preservar la autonomía del estado de la interferencia extranjera. No debería sorprender que la clase dirigente en Pekín considere la idea de un yuan no convertible tan atractiva.

La tentación de recurrir a los controles cambiarios frente a las distorsiones causadas por los flujos de capitales golondrina no es nueva. El zar Nicolás II fue el primero en imponer limitaciones a la convertibilidad en tiempos modernos, ordenándole al Banco Estatal de Rusia introducir, en 1905-1906, una forma limitada de control cambiario para desalentar la compra especulativa de divisas. El banco lo hizo al negarse a vender divisas, excepto cuando podía demostrarse que era requerido para comprar bienes importados. De otra manera, el acceso a divisas estaba limitado a 50.000 marcos alemanes por persona. El argumento a favor de los controles cambiarios del zar era limitar los flujos especulativos de dinero, de tal manera que las reservas extranjeras y el tipo de cambio pudieran mantenerse. Mientras más cambian las cosas, más permanecen iguales.

Antes de que más políticos caigan bajo el encanto de los controles cambiarios, deberían reflexionar acerca de lo que dice este extracto de Camino a la servidumbre (1944) del Premio Nóbel Friedrich Hayek:

En ninguna parte se ilustra mejor que en el ámbito del intercambio de divisas la extensión del control sobre la vida entera que confiere el control económico. A primera vista, nada parece afectar menos a la vida privada que la intervención oficial en las operaciones de intercambio de divisas, y la mayoría de la gente consideraría su introducción con completa interferencia. Y, sin embargo, la experiencia de la mayoría de los países continentales ha hecho que la gente culta considere este paso como un avance decisivo en el camino hacia el totalitarismo y la supresión de la libertad individual. Es, en efecto, la entrega completa del individuo a la tiranía del Estado, la supresión final de todos los medios de escape; no sólo para el rico, sino para todos.

El mensaje de Hayek sobre la convertibilidad ha sido desdichadamente ignorado por muchos economistas contemporáneos. Los controles cambiarios no son nada más que una herramienta con la cual los gobiernos pueden expropiar la propiedad de sus súbditos. De hecho, los mercados abiertos de tipo de cambio y de capitales protegen al individuo de estas expropiaciones, porque los gobiernos deben enfrentar la posibilidad de que se de una fuga de capitales.

De esto se deriva que la imposición de controles cambiarios conduce a una reducción instantánea en la riqueza del país porque el valor de todos los activos cae. Para ver por qué, es importante entender cómo se valoran los activos.

El valor de cualquier activo es la suma de los flujos esperados de ingreso a futuro que genera ese activo descontados al valor presente. Por ejemplo, el precio de una acción representa el valor actual para el inversionista de su porción de los flujos a futuro de la empresa, ya sean estos emitidos como dividendos o reinvertidos. El valor presente del ingreso a futuro es calculado utilizando una tasa de interés adecuada que se ajusta a los diversos riesgos de que el ingreso no llegue a materializarse.

Cuando la convertibilidad es restringida, el riesgo aumenta, porque la propiedad es secuestrada y queda sujeta a un potencial robo vía una expropiación. Como resultado, la tasa de interés ajustada para el riesgo que se emplea para valorar los activos es más alta de lo que sería con una convertibilidad completa. Los inversionistas están dispuestos a pagar menos por cada dólar de potencial ingreso y el valor de la propiedad es menor de lo que sería bajo una convertibilidad completa.

Esto es así, a propósito, aún cuando se permite la convertibilidad para remesas con fines de lucro. Con algo menos que una convertibilidad completa, todavía hay un peligro de que el gobierno confisque la propiedad sin compensación.

Esto explica por qué los inversionistas extranjeros están menos dispuestos a invertir en un país con dichos controles, incluso cuando haya garantías sobre las remesas con fines de lucro.

Los inversionistas se ponen razonablemente nerviosos cuando es posible que un gobierno imponga controles cambiarios. El dinero estable de repente se vuelve inestable y la fuga de capitales ocurre. Los dueños de los activos liquidan su propiedad y salen mientras las cosas estén bien. Contrario a la sabiduría popular, las restricciones sobre la convertibilidad no retardan la fuga de capitales, la promueven.

La convertibilidad completa es la única garantía que protege el derecho de la gente a lo que les pertenece. Incluso si los gobiernos no se sienten convencidos por los argumentos basados en la libertad, la idea de ver a cada activo en el país perder valor repentinamente como resultado de los controles cambiarios debería hacer reflexionar a los que deciden estas políticas.

Esto nos recuerda a China, un país con una serie de controles cambiarios y una moneda no convertible. Pekín debería adoptar un régimen de tipo de cambio fijo. Esto obligaría a Pekín a eliminar los controles cambiarios y haría del yuan una moneda completamente convertible. Tal “Big Bang” callaría a los críticos de China y pondría a Pekín en control de la situación. Ya que, después de todo, China tendría un régimen cambiario estable y de libre mercado.

Este artículo fue publicado originalmente en Globe Asia en la edición de julio de 2010.

Capitalismo de Estado versus el mercado libre.

29 de julio de 2010

Capitalismo de Estado versus el mercado libre
por Doug Bandow

Doug Bandow es Académico Titular del Cato Institute.

Qué rápido cambia el mundo. En 1989 el comunismo colapsó en toda Europa Oriental. El Muro de Berlín, el símbolo más visible del comunismo totalitario, cayó sin que se disparara un solo tiro.

La gente hablaba del fin de la historia. El mundo entero sería democrático y capitalista. Incluso China parecía destinada a unirse al bando occidental.

En otoño de 2008, fue el capitalismo el que parecía tambalearse o colapsando. Gran parte del mundo se alejó de los mercados libres y se encaminó hacia el capitalismo de Estado cuando no hacia el socialismo. Hoy, China ofrece ese modelo como alternativa al EE.UU. capitalista.

En The End of the Free Market, Ian Bremmer ofrece una discusión realista pero aún así optimista sobre la competencia contemporánea entre los mercados libres y el capitalismo de Estado. Aunque ahora parece lejana la victoria total del capitalismo democrático una vez imaginada, los mercados libres demostrarán ser más flexibles y fuertes en el largo plazo.

El colapso del comunismo fue un momento de enorme liberación humana. Todas las sociedades otrora socialistas buscaron respuestas en occidente. No obstante, la libertad es buena para los individuos, pero no para los regímenes que gobiernan. Bremmer indica: “Los gobiernos autoritarios alrededor del mundo han aprendido a competir internacionalmente al adoptar un capitalismo liderado por el mercado. Pero si permitieran que solo las fuerzas de mercado eligieran a los ganadores y perdedores del crecimiento económico, se arriesgarían a fortalecer a aquellos que utilizarían su riqueza para competir por el poder político”. Esta es una razón por la que China conscientemente evitó la experiencia rusa al mantener el control político al mismo tiempo que liberalizaba la economía.

La democracia ha avanzado, pero una sociedad liberal está constituida por mucho más que elecciones regulares. Como explica el Bremmer, “hay un gran área gris entre Noruega y Corea del Norte”. Freedom House cuenta 121 democracias pero un cuarto de estas no son libres. La Unidad de Inteligencia de The Economist cita 30 democracias “completas”, 50 “defectuosas” y 87 democracias “híbridas” o estados “autoritarios”.

De igual manera, el capitalismo ha avanzado, aunque no tan victoriosamente como una vez se esperaba. El cuento ya no es que la globalización arrasa con todo lo que se le pone por delante, homogenizando efectivamente el panorama mundial, anteriormente diverso. Bremmer dice: “El poder del Estado ha vuelto. A lo largo de la última década, una nueva clase de empresas se han posicionado en el escenario internacional: empresas que son propiedad de o están estrechamente relacionadas con sus gobiernos de origen”.

Por supuesto, no hay nada nuevo acerca de los gobiernos autoritarios o del intervencionismo estatal en la economía. El mercantilismo dominó la política europea en algún momento. Aunque aquella filosofía ha sido desacreditada, “Los gobiernos están nuevamente interviniendo en sus economías para promover intereses nacionales declarados y han encontrado maneras más sutiles y efectivas de practicar el proteccionismo”, indica Bremmer.

Las herramientas del capitalismo de Estado son muchas. Las empresas nacionales de energía son el ejemplo más común; empresas nominalmente privadas que se presentan como “campeones nacionales” son otro. Los fondos soberanos de inversión se han vuelto el medio común para que los estados inviertan la riqueza recaudada por las ventas de recursos naturales.

China y Rusia son los principales practicantes del capitalismo de Estado. Otros ejemplos incluyen a Emiratos Árabes Unidos, Ucrania, Argelia y Brasil. Incluso India, país que ha transitado hacia el libre mercado al tiempo que mantenía su sistema democrático, “permanece posicionada entre el modelo económico dominado por el Estado de antes y el modelo económico liderado por la empresa privada”, escribe Bremmer.

El reto para las democracias orientadas hacia el mercado es obvio: los estados autocráticos han adquirido recursos y formas sofisticadas de utilizarlos para obtener ventajas políticas. Esto les da una oportunidad de influir en la política de las naciones occidentales y ganar influencia internacional a costa de la estadounidense. De hecho, el capitalismo de Estado parece permitirle a los dictadores tener los beneficios económicos del capitalismo sin tener que pagar los costos políticos de la libertad.

Sin embargo, el capitalismo de Estado no puede evitar las inevitables ineficiencias del control estatal. Hay razones buenas e incluso contundentes para liberalizar los mercados financieros y globalizarse. Mientras que el debate acerca de las causas de la crisis financiera continúa, es obvio que la política gubernamental desempeñó un papel crítico. ¿Qué mejor ejemplo de una herramienta de capitalismo de Estado que empresas patrocinadas por el Estado como Fannie Mae y Freddie Mac?

Además, los políticos que persiguen sus propios intereses son incapaces de limitar sus intervenciones y de llevarlas a cabo de manera correcta. Por lo tanto, el capitalismo de Estado inevitablemente tendrá consecuencias negativas. Como explica Bremmer, “La destrucción creativa asegura que las industrias que producen cosas que nadie quiere eventualmente colapsen. Cuando esto sucede en sistemas de capitalismo de Estado, la ira del público recae sobre las elites gobernantes, no sobre los perversos capitalistas”.

Y todavía hay más. Una de las aseveraciones de Bremmer es que el capitalismo de Estado carece de cualquier atractivo positivo. “Nunca igualará al atractivo que el comunismo una vez tuvo para la imaginación popular, porque en realidad no es una respuesta a la injusticia social o económica”. De hecho, el propósito del capitalismo de Estado es mantener a las elites gobernantes, no liberar a las masas oprimidas.

Más parecido al fascismo, el capitalismo de Estado tiende a ser nacionalista, lo que dificulta la cooperación internacional. Los países usualmente actúan en contra de algo (particularmente EE.UU.) en lugar de actuar a favor de algo. Gran parte de los países que tienen un capitalismo de Estado también tienen que lidiar con retos políticos a nivel nacional —ésta es una de las razones por las cuales han adoptado esta estrategia. Así que las obligaciones domésticas limitarán el alcance de dichos sistemas.

El reto que representa el capitalismo de Estado es claramente real. Pero Bremmer cree que el capitalismo verdadero ganará. Bremmer escribe que: “Los mercados libres probablemente sobrevivirán al capitalismo de Estado tal y como se practica ahora en China, Rusia, los estados del Golfo y en otras partes —de la misma forma que demostraron ser mejores que el comunismo al estilo soviético”.

Pero no es suficiente confiar en que el sistema funcionará. El colapso financiero demostró cómo los supuestos amigos del capitalismo muchas veces se colocan entre sus más grandes enemigos. Por lo que Bremmer tiene razón en llamar a “aquellos que creen en los mercados libres para que aprendan de los fracasos que desataron una crisis, a practicar el tipo de capitalismo que predican y a renovar su compromiso con los principios que los han ayudado a prosperar”. Amén.

Este artículo fue publicado originalmente en el The Washington Times (EE.UU.) el 28 de junio de 2010.

Keynes versus Hayek: El gran debate continúa.

30 de julio de 2010
Keynes versus Hayek: El gran debate continúa
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por Gerald P. O'Driscoll Jr.
Gerald P. O'Driscoll es ex-vicepresidente del Banco de la Reserva Federal en Dallas y académico asociado del Cato Institute.

El debate acerca de qué clase de políticas sacarán a la economía estadounidense de su Gran Recesión repite aquel que se dio durante la Gran Depresión. Gracias a los esfuerzos de Richard Ebeling, profesor de economía en la Universidad de Northwood, tenemos evidencia contundente y concisa. Él ha desempolvado cartas enviadas al Times de Londres desde dos perspectivas que reflejan el debate contemporáneo.

El 17 de octubre de 1932, el Times publicó una larga carta de John Maynard Keynes y cinco otros economistas académicos. Keynes y sus coautores esgrimieron el argumento a favor del gasto —de cualquier tipo, privado o público, ya sea en consumo o inversión.

“La economía privada” era el obstáculo que impedía un retorno a la prosperidad. Si una persona decide ahorrar, no hay garantía de que los fondos “encontraran su camino hacia la inversión en nuevo capital de construcción por parte de emprendimientos públicos o privados”. Ellos citaban a la “falta de confianza” como la razón por la cual los ahorros no se convierten en inversiones. Consecuentemente, “el interés público en las condiciones actuales no conduce hacia una economía privada; gastar menos dinero del que quisiéramos no es patriótico”. Ellos concluían respaldando el gasto público para compensar la miope austeridad privada.

El punto de vista esbozado en esta carta llegó a ser conocido como la economía keynesiana. Las depresiones son causadas por un déficit en el gasto, que puede compensarse mediante gasto público. La economía keynesiana (la cual precede a Keynes) es fácilmente reconocible en los discursos del presidente Obama y su equipo económico.Dos días después, el 19 de octubre de 1932, cuatro profesores de la Universidad de Londres respondieron a la carta de Keynes y uno de los firmantes era Friedrich A. Hayek quien casi 50 años después ganaría el Premio Nóbel de Economía.

Hayek y sus coautores señalaron tres puntos de divergencia. Primero, identificaron correctamente el argumento de Keynes acerca de la futilidad del ahorro como un argumento sobre lo que tradicionalmente ha sido conocido como los peligros del ahorro, es decir, las consecuencias potencialmente perjudiciales de un aumento en la demanda del dinero a lo largo y ancho de la economía que no es correspondido por un aumento en la oferta de dinero. “Se está de acuerdo con que el acumular dinero, ya sea en efectivo o en cuentas inactivas, tiene efectos deflacionarios. Nadie piensa que la deflación en sí es deseable”.

Segundo, los profesores de Londres cuestionaron la premisa de que no importaba en qué se gastaba, ya fuese en consumo o en inversión. Ellos vieron un “renacimiento de la inversión como peculiarmente deseable”, tal y como lo ven los partidarios actuales de la economía del lado de la oferta. Ellos hicieron una distinción entre acumular dinero y los ahorros que fluyen hacia valores, y reafirmaron la importancia de los mercados de valores en transformar los ahorros en inversión.

Su tercer y más importante punto de desacuerdo con Keynes radicaba en los beneficios del gasto público financiado mediante déficit. Ellos expresaron dudas. “La existencia de una deuda pública a gran escala impone fricciones y obstáculos al reajuste mucho mayores que las fricciones y obstáculos impuestos por la existencia de la deuda privada”. Este no era el momento para “nuevas piscinas municipales” (el ejemplo dado por Keynes). En nuestro contexto actual, sería nada de estímulo.

Finalmente, e igual de importante, sugirieron una estrategia. Los gobiernos a nivel mundial, liderados por EE.UU. con el destructivo paquete de aranceles Smoot-Hawley de 1930, se habían volcado hacia el proteccionismo y las restricciones a los flujos de capitales. Hayek argumentó que era hora de “abolir aquellas restricciones sobre el comercio y el libre movimiento del capital”.

En resumen, ellos argumentaban que la cura para la Gran Depresión era un revigorizado sistema global de comercio. La economía mundial no ha se ha volcado hacia el proteccionismo esta vez, pero esfuerzos por expandir el comercio mundial se han debilitado. Como Allan Meltzer, profesor de economía en la Universidad de Carnegie Mellon, recientemente le recordó a los lectores página de opinión del Wall Street Journal (“Why Obamanomics Has Failed”, 30 de Junio de 2010), solamente la expansión del comercio nos puede permitir pagar la deuda pública que pesa sobre la economía.

El redescubrimiento del profesor Ebeling de estas cartas ha desatado un torrente de comentarios en los blogs. Como dijera Mario Rizzo, economista de la Universidad de Nueva York, “El gran debate todavía es Keynes versus Hayek. Todo lo demás es una nota al pie de página”. Los economistas han cubierto al debate con cada vez más complejidad matemática, pero los asuntos de fondo siguen siendo los mismos.

¿Estaba Keynes en lo correcto cuando decía que los ahorros se convierten en dinero inactivo y deprimen la actividad económica? O, ¿acaso la perspectiva de Hayek, primero articulada por Adam Smith en La riqueza de las naciones en 1776, era la correcta? (Smith: “Lo que es ahorrado anualmente es tan regularmente consumido como lo que es gastado anualmente, y casi al mismo tiempo también”.)

¿Todo gasto es igualmente productivo o deberían las políticas estatales buscar estimular el gasto privado? Si esto último es cierto, entonces Obama ha estado siguiendo los pasos de Franklin Delano Roosevelt e impidiendo la recuperación. Lo hace al demonizar los negocios y crear un régimen de incertidumbre con nuevas regulaciones y programas costosos. En esto no sigue ni a Hayek ni a Keynes, ya que generar incertidumbre era considerado como algo destructivo por ambos.

Finalmente, ¿acaso crear más deuda pública en una economía debilitada será el camino a la recuperación? O, ¿es la “economía” (austeridad en el debate de hoy) y el ahorro el camino a la prosperidad ahora, como usualmente se ha creído?
Este artículo fue publicado originalmente en The Wall Street Journal (EE.UU.) el 7 de julio de 2010.
Este artículo ha sido reproducido con el permiso del Wall Street Journal © 2010Dow Jones & Company, Inc.Todos los derechos reservados.










Invasión, embargo petrolero y guerra.

Invasión, embargo petrolero y guerra

Por Orlando Ochoa Terán.

“Para un patriota su pueblo está primero que cualquier otro país del mundo, para un nacionalista el odio a otro país está por encima de su propio pueblo” -Charles de Gaulle No deja de ser una complicación para todos aquellos que nos interesamos en los temas de política internacional tener que abordar seriamente y por enésima vez la supuesta invasión de EE UU a Venezuela.

Por primera vez parecía que la persona identificada con el código “Mauricio” tenía información precisa que indicaba que la invasión se produciría el pasado 26 de Julio. Tenía sentido. Un hecho histórico bolivariano asociado a la hermana revolución cubana.

El suspenso no duró mucho de modo que la sarcástica observación del presidente Alan García sigue vigente. ¿Por qué habría de invadir a Venezuela el imperialismo yanqui si el presidente Chávez se asegura cada día que EE UU reciba religiosamente el petróleo?

Como en otras ocasiones el presidente Chávez se ha cuidado de dejar muy en claro que dicha suspensión “sólo” se produciría en caso que se produjera la invasión. Sin embargo, algo no cuadra con este condicionante. Si EE UU, como asegura el adolescente de Tarek El Aissami, invade porque necesita "meterle mano al petróleo venezolano” ¿cómo es que el presidente Chávez podría suspender el suministro petrolero desde un supuesto refugio en Pinar del Río o donde se encuentre dirigiendo la resistencia? ¿Pudo alguien haber imaginado a Saddam Hussein dando órdenes de suspender embarques de petróleo una semana después de la invasión a Irak? ¿O a Manuel Noriega dando órdenes de cerrar el Canal de Panamá desde la Nunciatura Apostólica donde se había refugiado?

El mensaje Pensar que el presidente Chávez no se ha paseado por estas inconsistencias es subestimarlo. De las tantas veces que ha anunciado la suspensión del petróleo a EE UU es la primera vez que implica que los venezolanos la pasaríamos mal sin los dólares de la factura gringa. “Así tengamos que comer piedras” dijo.

¿Qué se mueve en el laberinto cerebral presidencial? Él debe ser el primer convencido, y el más desilusionado, de que la invasión nunca se producirá. ¿Cuál es entonces la alternativa a una invasión? Si nos atenemos a su fijación por Fidel Castro, podría estar sugiriéndole a EE UU, ante la frustrada invasión, en una modalidad de embargo para que EE UU suspenda las adquisiciones del petróleo venezolano.

Después de todo, con una constancia admirable no cesa en darles suficientes razones para una decisión que a nadie le sorprendería. Aparte ha reducido lo suministros petroleros a tal punto que el daño a la economía gringa ya es prácticamente nulo. No así para nosotros, “comeríamos piedras”.

Un embargo de esta naturaleza tiene sentido en la disparatada estrategia bolivariana y en su obsesión por remedar la ordalía cubana y, por supuesto, justificar con el mismo argumento cubano la anarquía social que ya se desliza por el tejido social.

Un Sistema Eléctrico Nacional encaminado hacia el colapso, una rampante escasez de alimentos, endemia de dengue, inseguridad desbordada y una previsible inflación fuera de control. Huir hacia adelante En los primeros enfrentamientos los vietnamitas descubrieron que la artillería americana era una de sus mayores ventajas.

Para reducir su devastador efecto y poder desplegar las propias ventajas numéricas los vietnamitas ordenaban a sus tropas precipitarse sobre las líneas de defensa americanas donde no llegaba el fuego de artillería por la proximidad con sus tropas. Si bien se eludía el fuego de la artillería pesada exponían a sus propios soldados al fuego directo del enemigo que los esperaban en posición de defensa. Este es un modelo de la táctica de huir hacia adelante.

Se emplea generalmente en condiciones desesperadas bien porque retroceder no es una opción y permanecer en la misma posición es letal. El miedo es también un acicate. Huir hacia adelante es la forma de evitar una confrontación inmediata postergándola por un escenario mediato generalmente más azaroso, con el objeto de ganar tiempo.

Con mucha razón se ha dicho que estos juegos de guerra con Colombia y periódico su desafío a los gringos, constituyen una suerte de huída hacia adelante. El problema es que el costo puede ser muy alto y sólo tiene algunas posibilidades de éxito con una disposición para sacrificar su propia gente sin ningún miramiento. Y aún así no hay ninguna garantía.