sábado, 30 de octubre de 2010

¡Menos mal que el GP fue derrotado!

AGUSTÍN BLANCO MUÑOZ | EL UNIVERSAL

viernes 29 de octubre de 2010

Cuando el golpista-presidente (GP) anuncia una nueva expropiación y señala además que en los próximos días hará nuevas revelaciones sobre el tema, surge la expresión que sirve para reconocer que una cosa es la palabra y otra la realidad: ¡Menos mal que el GP fue derrotado!

Porque si no se produce lo del 26S, que muchos consideran el mayor descalabro de la "revolución", quién sabe por dónde iría este proceso. Al lado del festejo titulado "SOMOS MAYORÍA" está la arremetida de un GP decidido a acelerar la marcha de su obra.

Por ello no tiene mayor sentido la declaración que lleva a las oposiciones a asumirse como las verdaderas mayorías, dispuestas a cumplir con el papel de detener, impedir el desafuero del llamado "proceso".

Las oposiciones están vendiendo una imagen de fuerza que no tienen y con la cual supuestamente van a proceder a revertir leyes vigentes y que se consideran contrarias a la Constitución.

En términos jurídicos eso no procede por aquello de que una ley solo puede ser derogada por una mayoría calificada y las oposiciones no la tienen. Tampoco podrá aprobar nuevas leyes.

Lo que sí es verdad es que a partir del 05 de enero del 11 se abrirá las puertas a lo que las propias oposiciones han calificado como una Asamblea Nacional plural propia de una verdadera democracia.

Esto significa que el supuesto perdedor, además de estar legalmente autorizado para seguir haciendo lo que le dé la gana, ahora contará, nada menos, que con un foro legislativo donde están representadas todas las fuerzas políticas organizadas.

¿Quién podrá decir a nivel internacional que aquí hay un régimen autoritario y totalitario que controla todos los poderes, si existe un poder legislativo plural donde tiene asiento la representación de unas oposiciones que han aceptado las reglas de la "democracia socialista"?

A partir de esta realidad el avance de la chola socialista puede ir más a fondo, dado que cualquiera de las acciones del Ejecutivo tendrá el apoyo de la mayoría parlamentaria y el rechazo de la minoría de "escuálidos y disociados".

En este sentido, por ejemplo, las expropiaciones recibirán el apoyo de la AN plural y de todos los organismos también plurales nombrados por ella. Esto quiere decir que el gran y supuesto perdedor del 26S obtendrá la cobertura democrática que perdió con la abstención del 04D-05.

Entonces el colectivo venezolano le dijo al régimen que no estaba dispuesto a avalar y legitimar sus andanzas totalitarias y convertirse en víctima permanente de la trampa-fraude electoral al estilo de la montada en el referendo revocatorio del 15Ag.-04.

Pero nuestros partidos, incapaces de elaborar políticas propias, entendieron que debían enfrentar el gran triunfo del colectivo. Y al día siguiente, con el apoyo de Súmate, a cuyo frente estaba María Corina Machado, quien trabajó mucho por la abstención del 04D, se lanzaron a organizar unas primarias para seleccionar el candidato que se mediría con el GP en las elecciones del 03D-06.

Ese día el régimen dijo que comenzaba en firme el socialismo en este ex país porque quien votó por el GP lo hizo indudablemente por el socialismo. Por ello los últimos 05 años son de abierto curso socialista del siglo XXI.

Y ahora, cuando el régimen es visto con el prisma del totalitarismo, se produce esta especie de rectificación de rumbo que le permitirá presentarse como una revolución que cuenta con el apoyo de las mayorías, traducido en el control de la mayor parte de los escaños de la AN.

La legal y legítima revolución avanzará ahora a paso de vencedores hacia la revalidación de su poder mayor en diciembre del 12. Este se presentará como un evento sin manchas en su contenido democrático. El GP, al menos para esta fecha, se le ve reelegido sin ningún tipo de tropiezo.

Para esta hora los únicos enemigos con los que cuenta el GP no están en las oposiciones sino a lo interno de su propio partido de patriotas, revolucionarios, socialistas y hombres nuevos. La implosión es lo dominante.

Por todas partes se ve y se siente la lucha de intereses grupales, que se manejan con todo tipo de acuerdo y negociaciones en las cuales la compra-venta juega un papel descollante.

Hasta hoy el GP y su cúpula no han podido hacer otra cosa que manejar el asunto con prudencia y negociaciones. Allí, como ayer AD o Copei, se está para desarrollar los negocios que beneficien a los dueños de la "revolución". La gran pelea entonces es la misma: por la fuente de riqueza que tiene su oficina central en Miraflores.

Y es tal la desjerarquización a que hemos llegado que ya estamos materialmente obligados a ver nuestra realidad en los límites de ex país, ex nación, ex república y ex Estado.

Solo contamos hoy con el predominio de los destructores que menos mal que perdieron el 26S-10.



abm333@gmail.com
¿Patente de corso hasta el 2012?
30 OCTUBRE 2010



Por: Alejandro Peña Esclusa

El régimen de Hugo Chávez está convencido de que la estrategia opositora consiste básicamente en prepararse para las elecciones presidenciales de 2012.

Basado en esta certeza, Chávez pretende aprovechar los próximos 25 meses para destruir los pocos espacios democráticos que quedan y para acabar con la economía privada; con lo cual asfixiará las capacidades de la oposición. Es decir, cree tener una "patente de corso" para hacer lo que le venga en gana durante dos largos años.

En apenas un mes, Chávez dio dos golpes a la Constitución, al no liberar a los diputados Pilieri y Mazuco, y al querer nombrar magistrados de forma extemporánea; confiscó dos grandes empresas, Agroisleña y Owen Illinos; firmó acuerdos nucleares con Rusia e incorporó Siria al ALBA; regaló más recursos del erario público a los países que visitó; estallaron los escándalos de la ETA, Makled y Rafael Ramos; por mencionar unos cuantos hechos.

De aquí al 2012, Chávez ocasionará daños tan graves al país, que esperar hasta las elecciones presidenciales no es una estrategia razonable, ni suficiente. Hace falta tomar medidas adicionales para proteger la Constitución y defender los derechos de todos los venezolanos.

Por eso, urge construir un movimiento que organice y coordine protestas en todo el territorio nacional. Sólo la protesta pacífica, generalizada y simultánea, tendrá la capacidad para hacer retroceder al Régimen, a fin de obligarlo a respetar la Constitución.

Este movimiento debe aglutinar a todos los sectores democráticos de Venezuela, subordinar sus actuaciones a la Constitución, y basarse en un decálogo de principios sencillos y fáciles de comunicar.

El oficialismo ha querido criminalizar la protesta, calificándola de "golpista"; pero protestar pacíficamente es un derecho constitucional, consagrado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Ciertamente, protestar en Venezuela es peligroso, porque el Régimen reprime ferozmente; pero la creatividad humana supera los límites de la represión totalitaria, recurriendo a expresiones inteligentes de protesta. Sólo hay que sentarse a diseñar nuevos métodos para reclamar nuestros derechos, de manera efectiva, segura y hasta jocosa.

Esta iniciativa no se contrapone a la estrategia electoral, al contrario, la fortalece y la complementa.

Desde los calabozos del SEBIN, observo con dolor cómo nuestro país se destruye a pasos agigantados. Esperar hasta el 2012 no es una opción.

viernes, 29 de octubre de 2010

28 de octubre de 2010

Perú: 20 años del sistema privado de pensiones
por Pedro Cateriano

Pedro Cateriano es ex-diputado del Movimiento Libertad de Perú.

Cuando Alan García acabó su primera administración quebró al Estado. Una de las instituciones que colapsó, debido al populismo gobiernista y a la hiperinflación, fue el Instituto Peruano de Seguro Social, entidad encargada del pago de pensiones a los jublilados. Este organismo fue inflado —sin criterio técnico por supuesto— con miles de partidarios y amigos de García; también fue utilizado como “caja chica” del gobierno. Estos hechos y otros más terminaron ahogándolo económicamente.

Hasta ese entonces el Seguro Social vivía de los aportes de los trabajadores que iban a un fondo común, que a su vez servía para pagar las pensiones a los jubilados. Los expertos lo denominan sistema de reparto.

Durante la campaña presidencial de 1990, teniendo en cuenta la crisis pensionaria, Mario Vargas Llosa propulsó una reforma del sistema previsional, proponiendo la creación de un sistema privado de pensiones similar al que había creado, con gran éxito, José Piñera en Chile. Inclusive, el mismo Piñera visitó el Perú en plena contienda electoral, para exponer, con generosidad y brillo intelectual, su novedosa experiencia.

Culminadas las elecciones que ungieron a Alberto Fujimori como Presidente de la República, el Movimiento Libertad que lideró Vargas Llosa, a través del diputado Mario Roggero, trabajó con gran ahínco en lograr la implantación del sistema privado de pensiones. Este tenía como objetivo crear una libreta personal en favor de cada afiliado, a fin de registrar sus aportes, cuyos fondos iban a ser manejados —técnicamente— por una Administradora Privada de Fondo de Pensiones (AFP) que el trabajador elegiría libremente, y cuya labor iba a ser supervisada además por el organismo estatal competente. Se trataba de un cambio radical que dejaba de lado el supuesto sistema solidario que el Estado había mantenido durante décadas. Para lograr este objetivo el Parlamento —que luego disolvió Fujimori— delegó facultades legislativas al gobierno y, finalmente, este aprobó el sistema privado de pensiones, bajo el liderazgo del ministro de Economía y Finanzas Carlos Boloña, quien lamentablemente luego apoyó el rompimiento del orden constitucional. José Piñera también participó en el debate, persuadiendo personalmente al mismo Fujimori acerca de las bondades de la reforma.

Veinte años después del establecimiento del sistema, el Perú cuenta hoy con cerca de $28.000 millones manejados por las administradoras privadas de fondos de pensiones y tiene 4.600.000 afiliados aproximadamente. Es un gran avance sin duda. Pero estamos lejos de los $124.700 millones que tienen los aportantes chilenos.

Ciertamente la actual situación previsional de los trabajadores peruanos es mejor que la del pasado estatista. Pero se requieren efectuar cambios, para que el sistema sea más transparente y democrático. Por ejemplo, deberían incorporarse a los directorios o consejos de administración a representantes de los aportantes, mediante elecciones libres y secretas. También designarse una mayor cuota de directores independientes, de probada eficiencia profesional, ajenos al gobierno y a los propietarios de las administradoras de los fondos privados de pensiones. Estas modificaciones lo acercarían a un auténtico capitalismo popular y servirían para defender el modelo frente a tentaciones totalitarias, como recientemente ocurrió en la Argentina, cuando el gobierno de la señora Kirchner confiscó los fondos de los jubilados, casi sin la protesta de los afectados. ¿Qué estamos esperando?

Este artículo fue publicado originalmente en El Imparcial (España) el 26 de octubre de 2010.
POPULISMO

El corruptor absoluto

Por Héctor Ñaupari

Replanteemos a Acton: el poder corrompe, pero sólo el populismo corrompe absolutamente. Degrada al ciudadano al punto de convertirle en un adicto al asistencialismo; se transforma en el siervo agradecido que entrega sin chistar sus libertades, derechos y responsabilidades a cambio de recibir lo que el gobernante populista se digne darle. Y, como todos los adictos, siempre pide más, hace cualquier cosa por obtener su dosis. Su trastorno es muy difícil de curar.

La corrupción absoluta del populismo alcanza a todos los estratos sociales: los empresarios se vuelven dependientes del favor del Estado, expresado en aranceles preferenciales, mercados cautivos, monopolios por decreto, todas las excepciones imaginables a la regla de la competencia libre y el laissez faire. Así las cosas, la estrategia de los capitanes de la industria y el comercio no es competir, sino adular al mandatario. Por su parte, las masas se organizan o son clasificadas en función de la asistencia que reciben: comida, ropa, sanidad, educación, dinero..., y brindan sus votos –lo mismo que los empresarios su dinero– a quien mantenga el statu quo. En tal escenario, la democracia se pervierte, pues no se decide quién nos gobernará mejor, sino quién nos dará más.

Y el mismo Estado es corrompido, pues ha de expandir su poder y su aparato burocrático para poder consolidar su influjo. Cuando media el populismo, lo que el Estado otorga, permite o concede acaba por servir al asistencialismo clientelista, piedra angular del sistema. Cuanto más, mejor, lo que conduce al crecimiento infinito del Estado. Por consiguiente, para facilitar su respuesta y sortear engorrosos trámites, el soborno, el cohecho y demás modalidades delictivas vinculadas a la función pública no son crímenes, sino soluciones.

Para el populismo, la ideología es un traje que se luce o arroja en función de su utilidad en términos de popularidad; la gente procede de manera similar: vota a uno u otro en función de lo que ofrezcan. Atentos a las tendencias están los intelectuales baratos que condena el Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, siempre atentos a justificar con nebulosos conceptos la meridiana realidad del envilecimiento inherente al populismo, donde la regla no escrita para prosperar no habla de esfuerzo, disciplina, talento, mérito, sino de cercanía al poder.

¿Cómo cambiar este mundo al revés? ¿Cómo curar de su adicción populista a miles de personas, de toda condición? Creo que la única respuesta posible pasa por la denuncia constante y sin desmayo del fenómeno, y por que los gobiernos recorten el nocivo asistencialismo clientelista. Ésa es la tarea del liberalismo. Vale la pena luchar por ello.



© El Cato

miércoles, 27 de octubre de 2010

El precio de no decir ni pío .

Martes, 26 de Octubre de 2010 07:27 Martha Colmenares

El 4F de 1999 se juramenta Hugo Chávez Frías sobre aquella “moribunda Constitución”, fecha que se acepta para complacer al golpista, no al presidente constitucional. Nadie dice ni pío ante la irreverencia que servía de antesala a la arbitrariedad….y a cuantas le siguieron. El 8N del año anterior había sido electo un Congreso por 5 años que sólo duraría 8 meses, pues el 30 de julio de 1999 quedó electa una Constituyente bajo el artificio de unos “quinos” que ganaron fama de pillería a la criolla.

El 15D aprobarían una nueva Constitución en plena tragedia nacional (el deslave de Vargas) que derogaría la vigente. El siguiente paso fue un supra congresillo -que operaba como aquellos tristemente célebres Comités de Salud Pública franceses-, el cual, con Miquilena al frente y actuando paralelamente al poder recién electo, aumentaron a 6 años el período presidencial con reelección inmediata, designaron los poderes a dedo y elevaron a tal condición organismos como la Fiscalía y la Defensoría, tras la desparpajada mampara de “Poder Moral”. Ya habíamos cometido la ingenuidad de aceptar las máquinas como mecanismo para contar votos. Pero Dios no premia esas inocencias.

Entre el 28N y el 10D del 2003 se cumple el proceso de la recolección de firmas para el Referendo Revocatorio. La Sala Electoral, con Alberto Martini Urdaneta a la cabeza, declaran válidas las 3.600.000 mil firmas presentadas. Era la mitad de los votantes y eso era un riesgo muy grande para el gobierno, para sus pompas y sus obras. La Sala Constitucional echa para atrás la decisión de la Sala Electoral, un exabrupto sin precedentes, pues sólo la Sala Plena podía revocar decisiones de una de ellas.

A pesar de las protestas, fueron mayoría quienes no dijeron ni pío, dejando sólo al valiente magistrado, el único que se ha hecho sentir frontal y consecuentemente para reivindicar la legalidad de decisiones que han dado la razón al reclamo opositor. El gobierno logró aumentar los electores para manipular los resultados. Fue la primera vez que el fraude se hizo convincente, pues el 15Ag, al cerrar las mesas las máquinas transmitieron antes de imprimir las actas, delito electoral que culminó en un fraude masivo. También se dejó pasar.

En el 2006 se había proclamado que sólo se reconocería la derrota si se poseía la copia de las actas, cuadernos y auditorias y si se tenía en las manos el protocolo de transmisión entre las máquinas y el servidor del CNE. Sin que eso ocurriera, a las 9:00pm se reconoció la derrota. El salto al comunismo no se hizo esperar pues a cada debilidad sigue una arremetida. El referendo del 2D no fue un escenario propicio para acumular resultados y el gobierno reconoció la derrota, según entendidos, bajo la presión del Cufan. Aún se espera por los resultados oficiales y también por la protesta de los afectados.

En las regionales del 2008 igualmente aceptaron la pérdida, pero, en ese contexto, el robo de Barinas fue un bochorno, si cabe, mayor. El 15F -2009 el presidente pregunta si puede reelegirse y la gente, contenta con su parcela de gobernaciones y alcaldías, acepta ir, a sabiendas de que la Constitución permite una reelección y que la mera pregunta ya había sido negada el 2D.

Llegamos al 2010 cabalgamos sobre una sorprendente reingeniería electoral donde mientras más votos saques menos diputados obtienes. A pesar de todo ese humo en los ojos, se ha hecho sentir la convicción moral de quienes saben contar: al menos 20% logró la democracia por encima del comunismo. El precio de no decir ni pío nos impone la aniquilación del componente aritmético por parte del componente geométrico. Las dudas y reclamos sobre el proceso proliferan. ¿Qué otras sorpresas nos depara el silencio? ¿Cuántos votos se han ido por el ojo de agua y cuántos más deben perderse para que aprendamos a piar a tiempo?
27 OCTUBRE 2010

Mi Sacrificio beneficia a Venezuela.

Alejandro Peña Esclusa es un prisionero político venezolano, detenido desde el pasado 12 de julio de 2010, acusado de tener vínculos con un "supuesto" terrorista internacional en un supuesto complot contra el Estado, es Presidente de UnoAmérica y de Fuerza Solidaria.

-¿Que lo convirtió en un preso político?

-"Una operación sucia, llevada a cabo por el Director de Inteligencia del SEBIN, David Colmenares, para acusarme falsamente de "terrorista", vinculándome al salvadoreño Francisco Chávez Abarca, y sembrando explosivos en el escritorio de mi hija de ocho años. Previo a la operación, los medios del Estado llevaron a cabo una campaña de calumnias para darle credibilidad a las acusaciones."

-¿Por qué el gobierno pudo estar interesado en que usted este preso?

-"Por la labor internacional que vengo realizando, en mi condición de Presidente de UnoAmérica (www.unoamerica.org), para denunciar los aspectos totalitarios y expansionistas del modelo chavista."

-¿Cuál es la irregularidad más resaltante de su caso?

-"Que a un hombre de 56 años, a un intelectual que lleva toda su vida adulta luchando contra el terrorismo, sin antecedentes penales, ni de violencia alguna, lo acusen de "terrorista". Llama la atención que quienes lo hacen, son aliados del grupo narcoterrorista más poderoso de América, las FARC."

-Describa, por favor, en qué condiciones fue detenido.

-"Un grupo comando de 20 funcionarios armados irrumpió en mi casa el pasado 12 de julio. Me apuntaron con pistolas, me esposaron, y ocuparon de inmediato todos los ambientes, sin permitir el ingreso de mi abogado, ni que mi esposa supervisara lo que hacían. Esto les permitió sembrar explosivos para inculparme y, además, robar dinero en efectivo, prendas y aparatos electrónicos. Luego me llevaron preso hasta el día de hoy."

- ¿Por qué tanto ensañamiento contra Ud.?

-"Llevo 15 años denunciando los vínculos de Chávez con las FARC, no solo verbalmente y por escrito, sino en tribunales nacionales e internacionales. Además, he logrado conformar -a través de UnoAmérica- una alianza continental para evitar la expansión del modelo chavista. Era evidente que en algún momento Chávez iba a ordenar mi encarcelamiento. Desde hace dos años vengo diciéndole a mis familiares y amigos que iría preso."

-¿Se siente olvidado en su suerte por los venezolanos?

-"Me preocupa que la liberación de los prisioneros políticos no esté en la agenda de la oposición. Hace dos años, mucho antes de caer preso, publiqué una propuesta para hacer de la liberación de los prisioneros políticos la principal prioridad de los venezolanos. Creo que esa propuesta sigue vigente hoy."

-¿Cómo sobrelleva el cautiverio?

-"Estoy preparado psicológicamente para sobrellevar la prisión, porque, como mencioné antes, estaba esperando que me encarcelaran. Sé que este sacrificio beneficia a Venezuela y que ayuda a la causa de la democracia y las libertades."

-Cuéntenos cómo es su vida en prisión.

-"La principal violación a mis derechos es mantenerme preso, pese a que el gobierno sabe muy bien que soy inocente. Tengo una vida interior muy intensa. Leo, escribo, rezo, medito, comparto con mis compañeros. Mi cuerpo está preso, pero no mi mente, ni mi espíritu. Me siento orgulloso de poder servir a mi patria. Desde mi calabozo, doy todos los días testimonio de amor por Venezuela."

-¿Cómo sobrevive su familia a esa situación?

-"Para ellos es más difícil que para mí, sobre todo para mis hijas, que no comprenden cómo el gobierno, en lugar de luchar contra la delincuencia, mete preso a su papá, quien no hace daño a nadie. "

-¿Qué lo mantiene con ánimo, aún tras tantas evidencias de inmoralidad judicial?

-"Soy una persona alegre por naturaleza. Ya sea que esté libre o esté preso. Pero me anima saber que, con este sacrificio, contribuyo con la futura liberación de nuestro país, y enseño a los más jóvenes a amar a nuestra patria, como la amo yo. También me anima la certeza de saber que los días de este gobierno están contados. "

-¿Qué mensaje le mandaría a las instituciones de otros países?

-"Les diría que la liberación de Venezuela no es sólo un asunto interno, sino que también les compete a ellos. El modelo chavista, y su alianza con las FARC y con el fundamentalismo islámico, constituye un peligro para todo el hemisferio occidental."

-¿Dónde encuentra paz?

-"En la oración, en la lectura, y en las expresiones de amor de mis familiares y amigos."
Registro electoral, Mina de irregularidades

Ganarle al Gobierno unas elecciones no sólo es una labor muy cuesta arriba sino que resulta una tarea titánica y gigantesca que va más allá de hacer campaña, llevar la gente a votar, cuidar los votos y vigilar las actas de escrutinio hasta el último momento. También hay que luchar contra todas las infinitas marrullerías, trácalas y vicios que los actuales dueños del poder han inventado para no sólo permanecer en el Gobierno sino para sobarle el ego al comandante y hacerle sentir popular y respaldado por una holgada mayoría de venezolanos.

Pero no hay tal, porque cuando se revisa el entramado electoral montado por los bolivarianos en los últimos años se nota a leguas una voluntad de trampear los resultados finales de los comicios en los cuales confía el venezolano para cambiar su destino. De manera que cuando la oposición gana, lo logra porque le da una verdadera paliza al Gobierno y este último no puede modificar las cifras chimbas del oficialismo sino hasta un cierto punto.

Por fortuna, existen en la sociedad venezolana organizaciones no gubernamentales que, año tras año, han venido estudiando con seriedad y detenimiento los procesos electorales organizados por el CNE y ya, a estas alturas, tienen muy bien definidos no sólo los problemas puntuales sino la manera más eficaz de solucionarlos. Ahora lo importante radica en generar un movimiento decisivo y constante que permita que los cambios requeridos se lleven a cabo en términos reales y en lapsos apropiados que se puedan alcanzar sin generar pesimismo.

Hoy presentamos en Siete Días un profundo estudio sobre la realidad electoral y la manera cómo, desde ciertas instancias del Gobierno, se han construido procedimientos que pueden ser caracterizados como mafiosos para no sólo torcer la voluntad popular, sino también para favorecer al oficialismo en el recuento final de los votos. Estado tras estado, distrito tras distrito, va surgiendo en el reportaje de investigación la magnitud de un delito civil y militar reiterado y de consecuencias incalculables para la democracia venezolana.

Quienes en un momento llegaron al poder, como los bolivarianos, enarbolando la pasión por la probidad en los comicios y cantando el himno del rescate del voto popular, han resultado ser un verdaderos hampones a la hora no sólo de robar votos sino de inventarlos de la mil y una maneras. Los lectores del trabajo de investigación de Siete Días que hoy publicamos verán con asombro como en el estado Delta Amacuro “están inscritos para votar 120% de la población. Es decir, hay 20% más electores que habitantes. El oficialismo ganó en esta entidad las 4 curules que estaban en juego el 26-S.” Ahora bien ¿qué se puede hacer? La opción, aupada por las ONG, “es rehacer el Registro Electoral, como ocurrió en México.

(…) La entrada en vigencia en marzo de este año de la nueva Ley Orgánica de Registro Civil, allana el camino en ese sentido”. Sin duda alguna.


Por: Redacción
Política | Opinión
EL NACIONAL
25/10/2010


El negocio de los ‘aliados estratégicos’


Por Orlando Ochoa Terán

Como se hiciera con Cuba al comienzo de su mandato, el presidente Chávez decidió adoptar económicamente a Bielorrusia para protegerla del bloqueo de Rusia en el ejercicio de una diplomacia que se balancea entre plátanos, chocolates y energía nuclear.

En la historia de las relaciones internacionales la alianza estratégica de mayor trascendencia que ha conocido la humanidad fue la de Estados Unidos, Gran Bretaña y la Unión Soviética durante 4 años de la Segunda Guerra Mundial. En este tiempo Churchill, visitó a EE UU en 4 ocasiones. Franklin Roosevelt visitó sólo una vez la Unión Soviética y nunca a la Gran Bretaña. Stalin por su parte no visitó a ninguno de los dos países de la Alianza. Sólo hubo cuatro encuentros entre los Tres Grandes: Casablanca, Teherán, Yalta y Potsdam. En esta última participó Harry Truman como consecuencia de la muerte de FDR en 12 de abril de 1945.

Pero por una extraña razón mística en la política exterior bolivariana, la esencia de una “alianza estratégica” reside en el número de visitas que el jefe del Estado cumple con el país que arbitrariamente es seleccionado como “aliado estratégico”.

A los centenares de viajes combinados a Cuba, Bolivia, Brasil, Argentina, Ecuador y Nicaragua se agregan ahora la novena visita a Moscú, la octava a Irán, la quinta a Bielorrusia y la tercera a Siria.

Los beneficios
Según esta curiosa concepción estratégica los “aliados”, unilateralmente, terminan siendo los verdaderos beneficiarios de acuerdos y tratados. La participación de Pdvsa en la Ruhr Oel alemana, por ejemplo, era mala para Venezuela pero es excelente para Rusia. Con frecuencia, cada vez que el presidente Chávez prodiga a sus aliados millones de dólares extraídos del tesoro venezolano u otras ventajas, ratifica su intención de no beneficiarse. Y en esto no hay sutilezas diplomáticas, es en serio.

A menos que sea otra la intención, se adquiere sistemas antiaéreos S-300 y no es coincidencia que con ello libra de un revés económico a la industria de armamentos de Rusia que los había comprometido con Irán.

El programa de energía nuclear sólo lo explica la intención de competir con Irán por cobertura internacional. Los aviones Antonov que se proponen adquirir son urnas voladoras. Aviation-safety.net indica que en 2005, por referir un año, el 30% de todos los accidentes aéreos del mundo eran Antonov. Los Skytruck, que han causado decenas de muertes a militares venezolanos, son una versión polaca del Antonov fabricado en Ucrania.

La adopción
Como antes con Cuba, se ha decidido suplir de petróleo barato a Bielorrusia para que lo revenda y compense el bloqueo de Rusia. La oferta es válida por “200 años”. Algo así como que si Francisco de Miranda en 1812, poco antes de ser llevado a la Carraca, le hubiese garantizado a Inglaterra la producción venezolana de cacao por dos siglos.

Bajo esta disparatada concepción, Bielorrusia desarrollará en Venezuela un programa de viviendas en virtud de una supuesta experticia de este país en la industria de la construcción. Durante la Segunda Guerra Mundial el 75% de las viviendas de Bielorrusia fueron destruidas. En 1986, cuando todavía no se habían recuperado, y como consecuencia del desastre de Chernobyl, centenares de miles de bielorrusos fueron desplazados agudizando la crisis de viviendas que se extendió hasta este milenio.

En contraste, el desarrollo de la construcción en Venezuela no tuvo parangón en América Latina en ese mismo período. Acudir a Bielorrusia para que nos asista en este sector sólo demuestra que el gobierno bolivariano de Venezuela es más atrasado y más incompetente que los gobiernos de los países más atrasados e incompetente de Europa Oriental.

Los recientes y modestos logros de Bielorrusia en viviendas se deben a la ayuda de Alemania y a la asistencia conjunta de expertos de UNECE/UNDP/UN-HABITAT de las Naciones Unidas, coordinados por la reputada arquitecta Christina Von Schweinichen. Así lo reconoció recientemente la economista Elena Rekova en nombre del ministerio de Arquitectura y Construcción de Bielorrusia.

Asistirse de Bielorrusia cuando se pudiera recurrir a venezolanos o a los mismos organismos de las Naciones Unidas que colaboraron con este país es una idiocia de tal magnitud que resulta extraño incluso en el reino de la incompetencia del gobierno bolivariano.

No obstante, con la experiencia de la intermediación cubana en todo lo que se mueve en la dimensión bolivariana y sus pingües beneficios, no debería sorprendernos que estos nuevos intrusos y vividores de la última dictadura de Europa, se aprovechen de su “alianza estratégica”.
26/10/2010


La tentación del presidente panameño


Por Mary Anastasia O'Grady

¿Se encamina el presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, a convertir a su país en la primera economía de mercado de un sólo impuesto, abierta y competitiva tal y como lo prometió? ¿O sólo se trata de otro caudillo en busca de aumentar el tamaño del Estado y su propio poder?

Estas preguntas se debaten acaloradamente por estos días en la Ciudad de Panamá y las respuestas son importantes no sólo para los panameños. Como un autoproclamado creyente en los mercados en una región donde dominan los políticos de la izquierda, Martinelli levanta el estandarte del anti-chavismo. Cuando era candidato, prometió transformar a su país en un imán para la inversión y un lugar con oportunidades para su gente. Si no logra cumplir esa promesa podría dañar la causa que defiende mucho más allá de sus propias fronteras.

Cuando el magnate de los supermercados, educado en Estados Unidos, asumió el poder en julio de 2009, los defensores del libre mercado no cabían de alegría y la izquierda gruñía. Ahora la derecha aprieta los dientes. Martinelli me contó su versión de la historia cuando estuvo en Nueva York el mes pasado para la Asamblea General de Naciones Unidas.

El presidente comenzó nuestra conversación jactándose de la variedad de nuevos acuerdos de libre comercio que su gobierno firmó o está en el proceso de negociar. Panamá también redujo todos los impuestos a las importaciones ("con la excepción de seis o siete productos negociados en la Organización Mundial del Comercio") a 10%. Luego, indicó, durante la asamblea general el presidente Obama le hizo una promesa sobre el acuerdo de libre comercio entre EE.UU. y Panamá: "Lo primero que hice cuando le daba la mano fue decir: 'Presidente Obama, cuando EE.UU. esté listo, Panamá está lista'. Y él me respondió: 'Tendremos que hacerlo después de las elecciones'. Luego nos sacamos una foto y dijo: 'Puede quedarse tranquilo de que vamos a hacerlo luego de las elecciones'".

Martinelli también estaba ansioso por hablar sobre sus planes para hacer más eficiente y abaratar los costos del proceso de titularizar tierras. "Queremos que (los campesinos) sean dueños de su propiedad", indicó.

En cuanto a los impuestos, sostuvo que se han realizado avances importantes hacia su meta de una tasa única. Ya comenzó al aumentar el impuesto al valor agregado (IVA) de 5% a 7% y "a reducir los impuestos corporativos de 30% a 25% y los impuestos a la renta para individuos de 27,5% a 15%".

Agrega que ha mantenido un déficit fiscal de 1,5%, en parte debido a que ha estado cerrando resquicios corporativos. Como consecuencia, si el IVA se aumenta a 8%, la tasa corporativa puede subir al 20%. La meta es llegar a una tasa del 10% en todo el espectro, algo que sostiene podría ocurrir para 2014.

¿Entonces que tiene de malo Martinelli? Empecemos con la decisión de aumentar el salario mínimo en un 30% en sectores clave, una medida realmente extraña en un país donde el 40% de la economía es informal. Cuando el gobierno eleva el precio del trabajo exacerba el problema de la informalidad. También crea una carga sobre la inversión extranjera. Ninguna de las dos cosas puede ser buena para el 30% de los panameños que viven en la pobreza y el 14,4% que lo hace en extrema pobreza, según estadísticas del Banco Mundial de 2008.

Peor es su justificación de la medida. "¿No cree que (las tiendas que venden mercadería a altos precios) podrían pagar un poquito más para que esa persona pueda comprar un auto o una casa? Eso estimularía el crecimiento", razona. Cuando le señalo que es su opinión que los sueldos eran demasiado bajos, responde: "Esas son patrañas. Lo lamento".

El intercambio revela lo que parece molestarle más a los liberales del mercado sobre Martinelli: tiene un estilo autocrático y una tendencia pronunciada hacia la grandeza estatista. Otros ejemplos abundan. El gobierno construirá un rascacielos en la capital para albergar oficinas públicas y crear, en sus palabras, "un ícono para la ciudad". También se planea una "ciudad gubernamental", donde líneas de metro y autobús transportarán una multitud de empleados estatales.

Martinelli afirma que los proyectos le ahorrarán el costo de alquilar y niega que se trate de una expansión del Estado. Pero casi 5.000 empleados se han sumado a la nómina del gobierno durante su primer año de gestión y los salarios aumentaron 7,9% en los siete primeros meses de este año según la oficina nacional de contabilidad.

De seguir así, ¿quién puede dejar de imaginarse que la promesa de un impuesto plano del 10% se evaporará pronto frente a un ruidoso pedido de alzas tributarias para financiar el gasto gubernamental? Para ese momento habrá reproches por no haber eliminado el impuesto a la renta antes de aumentar el IVA.

Martinelli comprende las necesidades de las empresas. Pero también está acostumbrado a ser el hombre a cargo y las dificultades de permitir que el gobierno crezca parecen eludirlo. Esto es preocupante. No sería el primer planificador bienintencionado que es doblegado por su engreimiento fatal.

© The Wall Street Journal

jueves, 21 de octubre de 2010

¿Tiene la OPEP futuro?
Diego J. González


Martes, 19 de octubre de 2010


¿Por qué los países OPEP no han elevado su producción al ritmo de las exigencias de la demanda?


Para Venezuela la OPEP tiene significado hasta 1993. A partir de esa fecha comenzó a desdibujarse, hasta llegar a 1998, y luego a hoy, cuando ha agotado el interés que alguna vez tuvo para el país. El 14 de septiembre de 1960, se creó la organización. El acento se colocó en los precios. Así se definió su fin: "El principal objetivo de la Organización será la unificación de las políticas petroleras por los países miembros y la determinación de los mejores medios de salvaguardar los intereses de los países miembros individual y colectivamente".

Esto no iba a durar mucho porque el 9 de enero de 1968 se funda la Organización de Países Árabes Exportadores de Petróleo (OPAEP), y no todos se deben a la OPEP. La OPAEP fija como misión: La importancia de construir una industria petrolera integrada como una piedra angular para la futura integración económica entre los países árabes.

Se dice que se formó un "cartel", pero en el plano económico no lo ha sido. Sus miembros no controlan la producción y mucho menos su comercialización, ni actúan para reducir la competencia. Los países no OPEP producen más (58,8%) que los OPEP (41,2%). Si el petróleo no se refina no tiene valor, lo que se vende al final son sus derivados. Las refinerías mundialmente nunca las ha controlado la OPEP.

Ya en 1979 la OPEP perdió el control sobre los precios y en 1985 se retira de esa política; así fallaba en su afán de imponer cuotas de producción entre sus miembros. De allí la expresión "Club de Pinochos".

Las ansias de la OPEP de influir en los precios y volúmenes de petróleo lo que logró fue promover el hallazgo de vastas reservas de hidrocarburos, así como mejorar las tecnologías para el uso del carbón y la energía nuclear, promover las energías renovables y elevar la eficiencia energética. El petróleo se convirtió en un commodity (transable a precios de mercado), complicándose la situación al usarse como refugio de inversiones debido a la caída de las monedas "fuertes" y otros valores

¿Tiene futuro la Organización? Esto dependerá en gran parte de cómo se comporten estos factores: 1) si los mal llamados petróleos "no convencionales" llegan a ser comerciales; 2) si los derivados del petróleo, como la gasolina y el diesel, sufren una merma en la demanda futura; 3) si se encuentran sustitutos económicos a los derivados usados en el transporte; 4) si los países OPEP no están en capacidad de satisfacer la creciente demanda; y 5) si los petroestados se reducen.

No se trata de que la OPEP controle 77% de las reservas de petróleo, lo importante es estar en capacidad de producirlas, porque a los precios de hoy cada vez surgen en los no OPEP nuevas reservas de petróleo y gas natural "no convencionales". Las reservas de lutitas petrolíferas se han estimado entre 2,8 y 3,3 billones de barriles, más del doble de las "convencionales". La Shell puede producirlas a costos tan bajos como 30 dólares el barril. En los derivados del crudo, su uso está concentrado en el transporte en un promedio mundial de 50%, porque para los otros usos vitales (generación de electricidad y calefacción) ya han sido sustituidos por el gas natural, la energía nuclear y el carbón; en el transporte, por el uso creciente de la electricidad, se irá reduciendo la necesidad de petróleo.

En cuanto a la facultad de la OPEP de elevar su producción para atender la creciente demanda, vale recordar que en 1960 los países OPEP tenían 40,6% de la producción mundial, y 50 años después, el 41% del mercado. Pasa el tiempo sin cambio serio alguno. En los últimos 10 años Venezuela redujo su producción en 700 mil barriles diarios: también han reducido Argelia, Irak y Nigeria. Mientras los otros han aumentado su producción tímidamente. La pregunta ¿por qué los países OPEP no han elevado su producción al ritmo de las exigencias de la demanda? Venezuela, en 1960 tenía 13,6% de la producción mundial; 50 años después tiene apenas 3,1%. Así, en 1970 (máxima producción) teníamos 16,4% de la producción de la OPEP, en 2009 el 7,4% (con la cifra real la participación es menor).

Por último, los Estados petroleros tenderán a modernizarse, y esa industria será una más. Esos Estados, al dejar de ser patrones petroleros, su estadía en la OPEP no tendrá razón, querrán que las fuerzas del mercado muevan ese recurso, mientras posea influencia mundial, porque después no tendrá uso masivo alguno y menos fuerza geopolítica. La nueva Asamblea tendrá que pronunciarse sobre este asunto.





cedice@cedice.org.ve
¿Qué es una sanción "inteligente"?
Moisés Naim


Lunes, 18 de octubre de 2010


Son criticadas porque ofrecen a los tiranos una estupenda excusa para justificar las carestías y abusos a los que someten a sus pueblos. Y son muy útiles para azuzar las pasiones nacionalistas


Las sanciones internacionales tienen mala reputación. La idea de que un país o grupo de países impongan represalias diplomáticas o embargos económicos a otro país para hacerle cambiar de conducta es muy impopular. Algunos critican las sanciones porque penalizan a las poblaciones, y no a sus Gobiernos.

Sadam Husein y su familia no sufrieron por la falta de medicinas; los niños de Irak, sí. Otros las critican porque no funcionan. Corea del Norte, por ejemplo, no ha cambiado sus políticas a pesar de que lleva décadas castigada. Las sanciones son vistas por muchos como una cruda expresión del poder del más fuerte. Son las grandes potencias quienes suelen imponerlas a países más pequeños y débiles.

También son criticadas porque ofrecen a los tiranos una estupenda excusa para justificar las carestías y abusos a los que someten a sus pueblos. Y son muy útiles para azuzar las pasiones nacionalistas que unifican a la nación contra el agresor extranjero, o para disfrazar la represión: frente a una agresión internacional es más fácil tratar a disidentes y opositores como traidores a la patria y meterlos en la cárcel.

A pesar de su impopularidad, y de sus obvios defectos, las sanciones son un instrumento cada vez más utilizado en la política internacional. Y esto es una buena noticia. ¿Cómo puede serlo? Pues porque la alternativa a las sanciones es la guerra.


Los conflictos internacionales no van a desaparecer. Y cuando las negociaciones diplomáticas se agotan, es bueno que los Gobiernos tengan algo más que bombas en su arsenal, y que puedan echar mano de abogados especializados en sanciones en lugar de recurrir, como única salida, a generales que saben de guerras e invasiones.

Así, en los últimos años ha habido un gran esfuerzo por impulsar las llamadas sanciones "inteligentes". Son más personalizadas, ya que afectan directamente a altos funcionarios gubernamentales y a sus familias, a quienes se confiscan propiedades y cuentas bancarias en el extranjero y se les restringen los viajes. También son mucho más sofisticadas. Actualmente, incluso los países más aislados y atrasados dependen del acceso al sistema financiero internacional, por lo cual las sanciones que dificultan esos movimientos tienen un enorme impacto. Estas nuevas modalidades también utilizan las complejas redes logísticas en las que se basa el comercio moderno para controlar y restringir las importaciones y exportaciones de los países sancionados.

Claro que por más "inteligentes" que sean, las sanciones siempre tendrán defectos. Además, su efectividad depende del consenso y de la voluntad política de muchos países. Como demuestra el caso de Cuba, de nada ha servido que Estados Unidos le imponga un embargo comercial si el régimen de La Habana consigue todo lo que desea de (o a través de) países amigos.

Por eso uno de los mayores éxitos que se adjudica el Gobierno de Barack Obama es el de haber logrado que China y Rusia se le hayan unido, junto a Europa y Asia, en las sanciones contra Irán. Estas sanciones impiden que bancos y empresas aseguradoras interactúen con empresas iraníes, autorizan la inspección de barcos cargueros en alta mar o en puertos, congelan los activos que tienen fuera de Irán personas y organizaciones como la Guardia Revolucionaria y limitan los viajes de sus dirigentes a otros países. También penalizan a países y empresas extranjeras que vendan gasolina o productos derivados del petróleo a Irán o le ayuden a aumentar su capacidad de refino del crudo.

A pesar de que estas nuevas sanciones son muy recientes (fueron aprobadas por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas hace solo tres meses) su impacto ya se siente. Petroleras como la italiana ENI o la francesa Total han anunciado la suspensión de sus operaciones en Irán, uno de cuyos ministros informó de que las importaciones de gasolina han caído a su nivel más bajo en 10 años. La inflación y el paro han subido, y la actividad económica se está frenando.

Alí Akbar Hachemí Rafsanyaní es un ex presidente que actualmente encabeza la Asamblea de Expertos, una Cámara de 86 clérigos que tiene la autoridad para destituir al líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei. Rafsanyaní exhortó a la Asamblea a no desestimar esta nueva ofensiva internacional: "Nunca habíamos sufrido sanciones tan severas, y se están intensificando cada vez más. Cada vez que encontramos una manera de evadirlas, los poderes occidentales nos la bloquean".

Ojalá que estas sanciones funcionen y lleven a los países involucrados a la mesa de negociaciones y a la búsqueda de compromisos. Se habría evitado así otra posible guerra. Y eso es lo más inteligente.





mnaim@elpais.es
19 de octubre de 2010

Ahora hay que liberar a los emprendedores chilenos
por Mary Anastasia O'Grady

Mary Anastasia O’Grady es editora de la columna de las Américas del Wall Street Journal.

Las cosas no podrían haber salido mejor que en el milagro en el desierto de Atacama en Chile. El rescate de los mineros, sin embargo, también pone de relieve una realidad frustrante: Chile es la economía más moderna de América Latina pero carece de un nivel de influencia regional equivalente a su estatus económico. La razón, tal vez, sea la tendencia de su clase política a disculparse por las políticas que transformaron al país en un modelo de desarrollo.

Sin dudas, el presidente Sebastián Piñera es un héroe por los riesgos que asumió y por su compromiso personal con rescatar a los mineros. Tampoco hay que olvidar que la empresa estatal de cobre Codelco lideró la operación. Eso debe haber presentado una cuota de enredos burocráticos y es un tributo más a las destrezas ejecutivas de Piñera.


Esta dulce victoria, no obstante, será fugaz a menos que Piñera, quien encabeza una coalición de centro-derecha, utilice su creciente capital político, en su país y en el extranjero, para promover las ideas que hicieron que su país fuera capaz de llevar adelante el rescate. Defender la democracia regional y reafirmar los valores chilenos deberían ser tareas fundamentales de su gobierno. También debería serlo promover los derechos económicos en su país, que marcarán la diferencia entre un renovado dinamismo chileno o un retroceso parecido al de Argentina.

El problema es que Chile sigue dependiendo de las liberalizaciones que se realizaron hace más de dos décadas. Desde entonces, los sucesivos gobiernos de izquierda erosionaron tales reformas. No es de extrañar que el crecimiento de la productividad se haya reducido. De hecho, durante la gestión de la socialista Michelle Bachelet, la predecesora de Piñera, la productividad cayó un 1,6% anual. Asimismo, los regímenes represivos del continente han estado pisoteando a sus propios ciudadanos e incluso a sus vecinos sin objeciones de Santiago.

Durante sus primeros ocho meses en el cargo, Piñera no ha hecho mucho para retomar las políticas que provocaron el excepcionalismo chileno. Es como si le tuviera miedo a la izquierda. Eso no va a funcionar. Sin un esfuerzo audaz para reducir el tamaño del Estado y volver a dar rienda suelta al espíritu emprendedor, Piñera no podrá cumplir sus promesas electorales de crecer a un 6% anual y crear 200.000 empleos nuevos al año. Fue elegido para hacer esto y su presidencia será evaluada con estas metas.

Una desilusión temprana para los partidarios de la libertad en la región fue la decisión de Piñera de respaldar al socialista chileno José Miguel Insulza para un segundo mandato al frente de la Organización de Estados Americanos (OEA). Durante su primer período a la cabeza del organismo, Insulza permitió que la institución fuera secuestrada por líderes como el venezolano Hugo Chávez y el boliviano Evo Morales, y no hizo nada para combatir su abuso de poder. Nunca ha quedado claro si es débil o tiene una simpatía intelectual por la izquierda tiranizante. Pero el apoyo de Piñera le garantizó un segundo mandato y aseguró que la OEA no haga nada para molestar a los peores tiranos de la región durante los próximos cinco años.

El propio Chile no es inmune a las violentas tácticas regionales. La presidenta argentina Cristina Kirchner se niega a extraditar a Galvarino Apablaza, quien está acusado de participar en el asesinado del senador chileno Jaime Guzmán en 1991. Este es un claro ejemplo de lo que consigue Piñera al estar demasiado interesado en llevarse bien con los matones del vecindario.

En el frente doméstico, las cosas no están mucho mejor. En respuesta a un devastador terremoto que sacudió al país poco antes de que Piñera asumiera la presidencia, el mandatario subió los impuestos. Lo justificó al decir que el gobierno necesitaba dinero para la reconstrucción. Pero cuando un shock a la oferta hace desaparecer el stock de capital, el gobierno debería trabajar para reducir el sufrimiento del sector privado, no aumentarlo.

Sin embargo, si de asaltos a la inversión se trata, los aumentos de impuestos de Piñera no son nada comparados con su veto unilateral a una planta a carbón planeada por la empresa energética europea GDF Suez en el norte del país. La empresa pasó cinco años trabajando para cumplir con las regulaciones medioambientales de Chile y el 24 de agosto obtuvo los permisos correspondientes. Pero cuando los "medioambientalistas" de izquierda organizaron protestas en todo el país, Piñera llamó a la empresa para decirle que iba a cancelar el proyecto. El 26 de agosto anunció que se había salido con la suya.

Ni que hablar del cumplimiento de la ley, ni mucho menos del crecimiento económico. Chile sin dudas tiene escasez de energía producida en el país y su decisión ha planteado incertidumbre sobre cómo hará frente a sus necesidades para el siglo XXI.

Piñera llamó a este "un evento único", y durante una entrevista con The Wall Street Journal en septiembre también hizo hincapié en que los aumentos fiscales son temporales. Sin embargo ahora aumenta las regalías que le pagan las empresas mineras al Estado, lo cual es un impuesto con otro nombre. Su gobierno afirma que quiere mejorar el entorno de negocios, pero la confianza se desvanece.

El espectacular rescate de los 33 mineros atrapados la semana pasada fue una señal de lo mucho que Chile se ha distanciado del socialismo del Tercer Mundo. Pero si el presidente Piñera no tiene cuidado, Chile podría volver a terminar allí.

Este artículo fue publicado originalmente en The Wall Street Journal (EE.UU.) el 18 de octubre de 2010.
El capitalismo salvó a los mineros chilenos
15 de Octubre de 2010

Por Daniel Henninger

THE WALL STREET JOURNAL


Hay que decirlo. El rescate de los mineros chilenos es una enorme victoria para el capitalismo de libre mercado.


Entre la ilimitada alegría humana por el rescate de los mineros, puede parecer maleducado decir algo así. Es maleducado. Son tiempos maleducados, y lo que está en juego es mucho.


En Estados Unidos, con una tasa de desempleo del 9,6%, un electorado notablemente molesto acudirá a las urnas dentro de poco y rechazará a un partido político a favor de otro. El presidente de Estados Unidos hace campaña por todo el país haciendo el mismo comentario en casi todas partes:


"La idea básica es que si tenemos una fe ciega en el mercado y dejamos que las corporaciones hagan lo que quieran y dejamosque los demás se las apañen por su cuenta, entonces América de alguna manera va a crecer y prosperar automáticamente".


Sí claro. Ésta es una caricatura de la idea básica, pero básicamente es correcta. Pregúntenselo a los mineros.

Si estos mineros hubieran estado atrapados a 700 metros de profundidad hace 25 años en cualquier sitio del planeta, estarían muertos. ¿Qué pasó en los últimos 25 años que significó la diferencia entre la vida y la muerte para esos hombres?


La respuesta corta: el cabezal del taladro de Center Rock.


Ese es el taladro milagroso que llegó hasta los mineros atrapados. Center Rock Inc. es una compañía privada de Berlin, Pensilvania, con 74 empleados. La perforadora que usó el taladro fue construida por Schramm Inc. en West Chester, Pensilvania. Al tener conocimiento del desastre, el presidente de Center Rock, Brandon Fisher, llamó a los chilenos paraofrecer su taladro. Chile aceptó. Los mineros están vivos.


La respuesta larga: El taladro de Center Rock, hasta este momento no mostrado aún en sitios web como Engadget o Gizmodo, es de hecho una resistente pieza de tecnología desarrollada por una pequeña compañía que está en el negocio para hacer dinero, para obtener ganancias. Por eso innnovaron en la perforación con martillos. Si hacen dinero, pueden hacer más innovaciones.


Esta dinámica entre innovación y ganancias está por todas partes en la mina chilena. El cable de alta resistencia que giraba alrededor de la rueda colocada sobre esa simple plataforma es alemán. Japón proveyó el cable de fibra óptica superflexible que unía a los mineros con el mundo exterior.


Un destacable artículo del periodista del Journal Matt Moffett era un compendio de las sorprendentes cosas que aparecieron en el desierto de Atacama desde las distantes esquinas del capitalismo.


Samsung, de Corea del Sur, proveyó un teléfono celular que tiene su propio proyector. Jeffrey Gabbay, el fundador de Cupron Inc. en Richmond, Virginia, entregó medias hechas con fibra de cobre que consumían las bacterias de la comida y minimizaban los olores y las infecciones.


El ministro de Salud de Chile, Jaime Manalich, dijo "Nunca me había dado cuenta que esas cosas realmente existían".


Así es. En una economía abierta, usted nunca sabrá que hay por ahí en la vanguardia del desarrollo de esta u otra industria. Pero la realidad detrás de los milagros es la misma: alguien innova con algo que es útil, gana dinero con ello y vuelve a innovar o alguien diferente supera ese invento. La mayor parte del tiempo, nadie lo nota. Todo lo que esto hace es crear empleos, riqueza y bienestar. Pero sin este sistema funcionando en el trasfondo, sin el progreso que año tras año se asienta en esas innovaciones capitalistas, esos mineros atrapados estarían muertos.


Algunos pueden disgustarse por estos triunfalistascomentarios sobre el capitalismo de libre mercado. ¿Porqué hacerlos ahora?


Aquí está el porqué. Cuando una catástrofe como ésta ocurre -otras que vienen a la mente son la explosión del pozo marino de BP, el huracán Katrina, varios desastres en China- los gobiernos ponen todas sus fichas en el medio de la mesa. Chile tiene éxito (se reconstruyó tras el terremoto de febrero a una velocidad fenomenal). China tropieza. Dos administraciones estadounidenses dejan al público ansioso a medida que se tambalean tratando de salir del lío.


Aún así, lo que la clase política entiende es que todos estosdesastres se diluyen finalmente y que la vida en un país desarrollado vuelve a una normalidad tolerable. Si la administración Obama se niega a completar los acuerdos de libre comercio con Colombia, Corea del Sur y Panamá, no pasa nada. Essolamente política.

Pero eso no es verdad. Enderezar la economía de un país es más importante ahora que en ningún otro momento desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Chile, Colombia, Perú y Brasil seestán adelantando al resto de sus desventurados vecinos sudamericanos. China, India y otros están simplemente copiando o comprando los logros de Occidente.


Estados Unidos tiene un gobierno guiado por una mentalidad obsesionada por los millonarios y dado a burlarse de "nuestra ciega fe en el mercado". En un mundo que se mueve a gran velocidad, lleno de países que quieren alcanzarnos o superarnos, este tipo de política es una perdida de tiempo.


El rescate de los mineros es un momento emocionante paraChile, una demostración de su creciente estatus. Pero estoypensando en ese equipo de 74 personas, en Berlín, Pensilvania, cuyo taladro abrió la tierra para liberar a los mineros. Usted sabe que hay decenas de miles de historias como ésta en Estados Unidos tan grandes como Google y pequeñas como Center Rock. Me alegro que una de ellas ayudó a salvar a los chilenos. Lo que se necesita ahora es un nuevo modelo económico estadounidense

que permita a nuestros innovadores rescatarnos al resto de nosotros.


Copyright (c) 2010 Dow Jones & Company, Inc.


Fuente: Infosel Financiero
21 de octubre de 2010

La maldición del fracaso del Estado
por Steve Hanke

Steve H. Hanke es profesor de economía aplicada en la Universidad Johns Hopkins y Senior Fellow del Cato Institute.

El presidente Barack Obama ha quedado marcado por la maldición del fracaso del Estado. Sin embargo, uno no se daría cuenta de eso si escucha a la clase política o charla en Washington, D.C. y en otras capitales del mundo.

Como respuesta típica, los disimuladores están haciendo lo que mejor saben hacer cuando surgen problemas, es decir, disimular. De hecho, tras el pánico financiero del 2008 han estado ocupados escondiendo sus errores y cubriéndolos con el fin de reescribir la historia. Por desgracia, sus afirmaciones no suelen someterse a lo que consideran “la indignidad de la verificación de los hechos”. Pero no importa.

Cuando se trata de señalar a los presuntos culpables de nuestros actuales problemas económicos, la administración Obama ha recurrido a la retórica de la lucha de clases. ¿A quién sería mejor culpar que a los sospechosos de siempre: los banqueros, los empresarios, los especuladores y, por supuesto, los “ricos”?

Los extranjeros también son un blanco favorito. China ha desplazado a Japón como objeto de las sospechas. Desde principios de la década de 1970 hasta 1995, Japón era el enemigo. Los mercantilistas en Washington, D.C. afirmaban que las prácticas comerciales desleales japonesas estaban detrás del creciente déficit comercial bilateral entre EE.UU. y Japón y que estos déficit eran la fuente de muchos problemas en la economía estadounidense.

Para corregir el supuesto problema, EE.UU. exigió que Japón adoptara una política de un yen en continua apreciación. Los japoneses obedecieron y el yen se apreció frente al dólar, de ¥360 en 1971 a ¥80 en 1995. Sin embargo, esto no eliminó el déficit comercial de EE.UU. con Japón. De hecho, la contribución de Japón al déficit comercial estadounidense alcanzó casi el 60% en 1991. Y, como si eso no fuera suficiente, la apreciación del yen contribuyó a sumir a la economía japonesa en un atolladero deflacionario.

Hoy, EE.UU. le echa la culpa a China. ¿Por qué no? Después de todo, la contribución de China al déficit comercial estadounidense ha aumentado a casi el 45%, alcanzando magnitudes registradas por Japón a principios de la década de los noventa (Ver gráfico adjunto).


Esperemos que China no siga el ejemplo de Japón e ignore el pedido de EE.UU. de una continua apreciación del yuan. Un accionar tan equivocado por parte de China no haría más que atraer enormes flujos de dinero caliente y crear inestabilidad en ese país. Esto sería una mala noticia para la principal locomotora del crecimiento económico mundial (Ver cuadro adjunto).


Cuando se trata de señalar culpables y de reescribir la historia, los funcionarios de la Reserva Federal se llevan el premio. Por ejemplo, a principios de septiembre, el presidente de la Fed, Ben Bernanke, le dijo a la Comisión de Investigación de la Crisis Financiera que el pánico del 2008 fue provocado por múltiples errores de las empresas privadas y por la falta de regulaciones estatales adecuadas. Según Bernanke, la Fed no tuvo ninguna responsabilidad por las causas monetarias de la manía crediticia que precedió al pánico del 2008.


La realidad es muy diferente. Está llena de errores en las políticas públicas y fallas del Estado antes y después de la crisis. El gran facilitador de la crisis fue nada más y nada menos que la Reserva Federal. Sin la política monetaria de “acelerar a fondo” del banco central –una política diseñada para combatir los supuestos peligros de la deflación- no podría haberse materializado el clásico ciclo de altibajos de la escuela austriaca de economía.

Si la Fed no hubiese llevado las tasas de interés a niveles artificialmente bajos, jamás habrían aparecido los especuladores, que utilizaron carry trades y un apalancamiento fantástico. Sí, hubo otros errores del gobierno que contribuyeron a las burbujas de varios activos y a inestabilidades asociadas en los mercados inmobiliarios, por ejemplo. Sin embargo, el principal facilitador fue la Reserva Federal y su política monetaria ultra expansiva. Entre otras cosas, fue la laxitud monetaria de la Reserva Federal la que derivó en la caída del dólar frente al euro y en el aumento espectacular de los precios de las materias primas que llegó a su clímax en julio del 2008.

Después de la explosión de las burbujas de activos, el gobierno de EE.UU. ha continuado dando pasos equivocados, implementando un error de política tras otro y generando una serie de fracasos del Estado. En primer lugar, ha habido demasiado estímulo estatal. Como indica el cuadro adjunto, el pánico financiero del 2008 representó una invitación —como sucede con todas las crisis— para ampliar la envergadura y el tamaño del Estado. No hay duda de que EE.UU. ha sido testigo de un cambio de régimen en términos del tamaño relativo del gobierno federal. La "Ley del Trinquete" está viva y coleando. La crisis sí provocó un aumento del gasto público, aún de acuerdo a las suposiciones excesivamente optimistas que se encuentran en los cálculos de la Oficina de Administración y Presupuesto.

Debe descartarse la repetida justificación keynesiana para el gasto de estímulo —que este supuestamente estimula. Cuando se aumenta el gasto público a nuevos niveles, sin precedentes desde 1969, esto le genera ansiedad a los ciudadanos-contribuyentes, sobre todo si se da cuando la posición fiscal del país es débil.

No debería sorprendernos que el exceso de gasto público de la administración Obama no esté funcionando. En realidad está disminuyendo el crecimiento económico. Como ha demostrado el profesor Harald Uhlig de la Universidad de Chicago en un estudio publicado en American Economic Review (mayo 2010), $3,40 de pérdida en la producción está asociado con cada dólar de gasto público. Así que el tan mentado multiplicador fiscal es negativo, no positivo. Este es un caso —como muchos otros en la esfera del Estado— en el que no hacer nada hubiera sido mejor que hacer algo.

En segundo lugar, y en relación con el primer punto, ha habido demasiado activismo por parte del gobierno en respuesta al pánico del 2008. Por ejemplo, de acuerdo a los resultados de la investigación contenida en el libro más reciente del profesor Laurence Kotlikoff, Jimmy Stewart is Dead, había más de 115 agencias estatales de regulación de servicios financieros antes de la crisis. ¿Dónde estaban cuando estaba llegando a su clímax la manía crediticia inducida por la Fed?

El verano pasado fue aprobado y firmado por el presidente Obama un proyecto de ley de reforma financiera de 2.319 páginas propuesto por el senador Christopher Dodd y el representante Barney Frank. Esta ley va a agregar muchas nuevas regulaciones y reguladores. ¿Cuántos? Nadie sabe porque apenas ha empezado el proceso complejo de elaboración de reglamentos que acompaña a la complicada ley. Si algo genera una incertidumbre innecesaria, es esto.


En tercer lugar, ha sido desmesurada la retórica anti-mercado, anti-empresa proveniente de Washington. Para entender porqué la retórica es tan fuerte, no hay mejor lugar para empezar que leer el moderado compendio de 54 páginas de la organización Business Rundtable sobre la agenda de la administración Obama en contra de las empresas. Este compendio es suficiente para que cualquier inversionista interesado en fomentar la recuperación (y obtener una ganancia) lo piense dos veces.

Estos tres errores del gobierno posteriores a la crisis, así como el papel de la Fed al exacerbar el clásico ciclo austriaco, han dado lugar a una gran nube de incertidumbre. La gente no sabe qué esperar, sobre todo después de que el presidente Obama ha intentado, en un acto de desesperación, proponer todavía otro plan de estímulo.

Los errores de política pública y el fracaso del Estado han caracterizado al pánico del 2008. Estos son ilustrados en el gráfico adjunto que muestra la explosión de la base monetaria —controlada por la Fed— después del pánico del 2008 y el colapso del multiplicador monetario de la medida más amplia de dinero, MZM. A pesar de que la Fed ha inflado la base monetaria, los canales de crédito están bloqueados. Los bancos se encuentran reacios a prestar y los prestamistas no quieren pedir prestado. Con un estancamiento del crédito de esta índole, el crecimiento del dinero amplio es anémico, en el mejor de los casos. Con estas condiciones monetarias, podemos esperar una recesión del crecimiento —una en la que la economía crece, pero crece por debajo de lo que ha sido su tendencia de crecimiento.

Mientras que el presidente Obama canta las glorias de un Estado de gran envergadura, es irónico que este gobierno haya estado marcado por la maldición del fracaso del Estado. Una medida que nos indica cómo esta maldición afectará el desempeño del presidente es el Índice de Miseria (Ver cuadro adjunto).


El índice se calcula sumando la diferencia entre la tasa promedio de inflación durante el periodo de un presidente y la tasa promedio de inflación durante el último año del mandato del presidente anterior; la diferencia entre la tasa promedio de desempleo durante el periodo de un presidente y la tasa de desempleo durante el último mes del mandato del presidente anterior; el cambio en el rendimiento de los bonos a 30 años durante el mandato de un presidente; y la diferencia en la tendencia a largo plazo del crecimiento real del PIB (3,25%) y la tasa real de crecimiento durante el periodo presidencial.

He pronosticado cuál será, probablemente, la puntuación del presidente Obama en el Índice de Miseria para fines de su mandato actual. Esta puntuación miserable ya está cocinada y gran parte de la culpa de esta puntuación se debe a errores de políticas públicas propios del presidente Obama y del fracaso del Estado. Para un presidente cuyo programa está diseñado para derrocar la Revolución de Reagan, el Índice de Miseria debería ser un recordatorio aleccionador de que el libre mercado, no un Estado interventor, genera prosperidad.

Este artículo fue publicado originalmente en la revista Globe Asia en la edición de Octubre de 2010.
Un mal argumento del Nobel contra las pensiones privadas
Juan Ramón Rallo


Por mucho que lo diga el Nobel, si quiere pensiones sostenibles y crecientes en el tiempo ante cualquier contexto demográfico, la única alternativa son los sistemas de capitalización.

Un economista no pasa a tener más o menos razón después de haber ganado el Nobel, simplemente se vuelve más conocido. Por eso, el uso y abuso que se haga de estos galardones puede ser peligroso: la tentación de utilizarlos para hacer avanzar la agenda política, finiquitando la discusión económica, es en ocasiones irresistible. Ya se vio en 2008 con Krugman y su nefasta influencia sobre esos planes de des-estímulo que tan onerosos nos han salido.

¿Se repetirá la historia en 2010? Espero que no. En la actualidad nos encontramos a las puertas del colapso de los sistemas de reparto de pensiones. El debate sobre su reforma es inevitable, pues la única manera que tienen de cumplir con sus compromisos es no cumpliéndolos, esto es, suspendiendo parcialmente pagos. Tales son las inexorables leyes de la demografía: cuando esperas que el ahorro de los jóvenes sirva de sustento para una explosiva población jubilada, al final el esquema Ponzi termina colapsando. La alternativa ya la conocen: los sistemas de capitalización en los que cada individuo, en lugar de rapiñar el exiguo capital de los trabajadores, se sufraga su propia jubilación ahorrando, invirtiendo y creando nueva riqueza.

La simplicidad –y autenticidad– de este argumento puede chocar, sin embargo, con ciertos sofismas de uno de los tres galardonados de este año, Peter Diamond. Hace unos años, el susodicho escribió un artículo junto a Nicholas Barr donde trataba de demostrar, entre muchas otras cosas, que los sistemas de capitalización son igual de insostenibles que los sistemas de reparto. El argumento merece cierta atención porque en un análisis superficial parece verosímil (de ahí que sea un sofisma).

Dice Diamond que si la población de un país decrece, la cantidad de bienes futuros se reducirá, de modo que los pensionistas futuros –tanto en un sistema de capitalización como en uno de reparto– verán reducidas sus posibilidades de consumo aun cuando posean patrimonios financieros muy cuantiosos (ya sea porque los precios de los bienes de consumo aumentarán o porque la rentabilidad de sus activos se reducirá): "Lo relevante no es la acumulación financiera, sino la producción. Si la producción aumenta, será más fácil que aumente la renta de trabajadores y pensionistas. La solución a una población que envejece no se encuentra de por sí en la capitalización, sino en el crecimiento económico".

Voy a abstraerme del hecho de que los pensionistas de un país con una población decreciente –España– puedan invertir en el mercado de valores de un país con una población expansiva –India– y voy a centrarme en el escenario –por otro lado factible– de que la población mundial decrezca. ¿Es en este caso inexorable que conforme la pirámide poblacional se invierta los pensionistas se vayan empobreciendo en términos relativos?

No, en absoluto. ¿Qué sucedería en un sistema de capitalización donde la población envejeciera y la mano de obra fuera cada vez más escasa? Pues que los salarios reales de los trabajadores irían aumentando y el capital privado que ahora se pierde por los sumideros de la Seguridad Social se invertiría en sustituir métodos de producción basados en una mano de obra relativamente barata por otros métodos de producción mucho más intensivos en capital que requieran a menos obreros (esto es lo que otro premio Nobel, Friedrich Hayek, llamó el Efecto Ricardo). El menor número de trabajadores se vería compensado por un mayor número de bienes de capital, sin que por tanto la producción futura se viera afectada. Proceso que, obviamente, no puede acaecer en un sistema de reparto, por cuanto el ahorro de los trabajadores actuales se destina, no a la inversión en bienes de capital, sino a financiar el consumo de nuestros pensionistas.

¿Pero sería este recambio de máquinas por trabajadores posible en todos los casos? No, de momento no lo sería y aquí el argumento de Diamond sí podría tener algún peso. El economista Thomas Stewart distingue entre cuatro tipos de trabajadores: los fáciles de sustituir y que generan escaso valor; los difíciles de sustituir que generan un elevado valor; los difíciles de sustituir que producen poco valor; y los difíciles de sustituir que crean un enorme valor. Estos últimos son por ahora imprescindibles e irremplazables debido a nuestra incapacidad para producir máquinas que se comporten como agentes; son nuestro auténtico capital humano. Si su número disminuyera debido a una población menguante, nuestro crecimiento económico futuro –y por tanto el bienestar de nuestros jubilados– sí podría verse afectado (a diferencia de lo que sucede con los otros tres tipos de trabajadores, que pueden suplirse con una mayor dotación de capital).

Sin embargo, lo cierto es que estamos muy lejos de la situación en que una reducción de la mano de obra necesariamente deba minorar la cantidad de esos trabajadores altamente cualificados y difícilmente sustituibles. Al fin y al cabo, el ahorro de los futuros pensionistas puede destinarse a formar y capitalizar al resto de trabajadores. O dicho de otro modo, el argumento de Diamond sólo sería relevante para un mundo donde la gran mayoría de obreros estuvieran ya muy especializados y generaran un altísimo valor añadido; un mundo que tiene muy poco que ver con el actual y que es dudoso que algún día llegue a parecerse en algo (gracias a que un porcentaje creciente de los ahorros de todo el planeta se dedica a la I+D, muy probablemente en dos o tres décadas seamos capaces de crear máquinas que actúen como agentes).

Por mucho que lo diga el Nobel, si quiere pensiones sostenibles y crecientes en el tiempo ante cualquier contexto demográfico, la única alternativa son los sistemas de capitalización.

Juan Ramón Rallo es jefe de opinión de Libertad Digital, director del Observatorio de Coyuntura Económica del Instituto Juan de Mariana, profesor de economía en la Universidad Rey Juan Carlos y autor de la bitácora Todo un Hombre de Estado. Ha escrito, junto con Carlos Rodríguez Braun, el libro Una crisis y cinco errores, galardonado con el Premio Libre Empresa 2010.
Ronny Padrón.
Democracia Cristiana Hoy.

¿La MUD sirve solo para elecciones?

La pregunta viene al caso por cuanto desde el pasado 26 de septiembre, el precitado conglomerado demócrata ha destacado solo por su presencia mediática. Desde aquella fecha hasta el presente, el régimen en gobierno profundizó como nunca en 11 años la receta socialista, en violación de la Constitución.

En tal sentido, recientemente leemos en el diario El Universal que: ¨ 85% de las expropiaciones se registraron entre 2009 y 2010. En sólo dos años el Gobierno tomó 315 empresas de un total de 371 desde 2002¨. Ello por mencionar solo un rasgo del profundo daño económico generado por el socialismo en gobierno durante este lapso. Si considerásemos las variables seguridad pública, desempleo e inflación, tendríamos una descripción más completa de lo que acá está pasando.

Sin embargo, observamos con angustia, que la única alternativa demócrata organizada hoy día en Venezuela, es decir la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), a contracorriente de los postulados que le dieron cabida pública el 8 de junio de 2.009, consagrados estos en el documento ¨Compromiso y Convocatoria a La Unidad Democrática, Venezuela reclama unidad¨, solo se ha dedicado a constituir y consolidar la de índole electoral.

Electoralmente exitosa, lo acredita el resultado del precitado 26-S, certificación de una verdad conocida: El sector demócrata es mayoría electoral en Venezuela; bien sabemos que lo anterior no implica por si solo el camino expedito al fin último de la MUD: Restaurar la constitucionalidad democrática.

Ello es así, por cuanto el socialismo en gobierno, y el nuestro no es la excepción, jamás respeta resultados electorales cuando le son adversos; el referendo para la reforma constitucional de 2.007 y los comicios regionales y locales en 2.008 son la mejor prueba de ello. Muy por el contrario, tales eventos han devenido en oportunidades para que el régimen profundice en su tesis totalitaria como sucede hoy día, ello debido a la sempiterna inacción que ante tales circunstancias es característica en nuestra dirigencia demócrata, ahora representada por la antedicha MUD.

Pero es el caso, y de allí la razón del presente escrito, que incluso entre los referidos postulados, la Mesa de la Unidad Democrática acepta que, y paso a citarlos: ¨La unidad es la alternativa para defender y hacer cumplir la Constitución que el gobierno ha abandonado, como ha abandonado los intereses del pueblo que le dio su confianza¨. ¨Defender y hacer cumplir la Constitución como programa para la vigencia efectiva de nuestros deberes y derechos como venezolanos…¨. ¨Defender y hacer cumplir la Constitución como base del Estado de Derecho y la seguridad jurídica para todos¨.

Pero además, establecen un principio de particular importancia por los días que corren: ¨La unidad es la alternativa para la protesta cívica y valiente, pacífica y enérgica. Protesta para que se escuche la voz de un pueblo que no nació para ser coro de un hombre, ni acepta ser condenado al silencio. Protesta que no se agota en sí misma, porque tiene el sentido de ir construyendo una esperanza¨.

De tal manera que la MUD posee la fundamentación filosófica para accionar como el epicentro de la unidad nacional en defensa de la Constitución, hoy sometida a un nuevo atropello socialista, que continuará en la medida que no se consolide una contención política suficiente ante tal avanzada. Tan grave como lo anterior, tenemos en paralelo el hecho cierto de que esa inacción demócrata le va otorgando a los recientes comicios del 26-S un status como el evento certificador del régimen en su pretensión de mantener por lo menos formalmente la fachada democrática, vaciando así de contenido a la llamada legitimidad de ejercicio en la función gubernativa, necesaria a todo régimen de naturaleza demócrata.

Lo anterior tiene consecuencias especialmente graves en la medida que esta persistente displicencia de la MUD, dificulta en grado sumo la activación formal de cualquier otra vía constitucional para la defenestración de un régimen probadamente totalitario, que al presente paso exterminará sin dudas a la República. Vaya un mensaje a nuestra actual dirigencia: No por el hecho de 11 años confiando en la vía electoral como único instrumento de restauración constitucional, significa que los demócratas venezolanos hemos derogado de facto los restantes mecanismos de reemplazo político plasmados en la Constitución. ORA y LABORA.

caballeropercival@hotmail.com

martes, 19 de octubre de 2010

El origen del atraso latinoamericano
por Carlos Alberto Montaner.


Andrés Oppenheimer acertó de nuevo. Hace unos años publicó Cuentos chinos y el libro se transformó en un best-seller casi instantáneamente. Su descripción del crecimiento económico de China, cuya economía en 1985 era del tamaño de la brasilera y hoy es la segunda del planeta, solo superada por Estados Unidos, fue (o debió ser) una especie de aldabonazo en la conciencia latinoamericana.

Ahora Oppenheimer ha regresado con una obra aún más importante: ¡Basta de historias! La obsesión latinoamericana con el pasado y las doce claves del futuro. La ha publicado Debate en México y es muy probable que se convierta en un componente esencial de la más antigua y viva de todas nuestras polémicas: por qué América Latina es pobre y subdesarrollada. Desde que el uruguayo José Enrique Rodó publicó Ariel en 1900 estamos explorando el tema sin encontrar una respuesta universalmente satisfactoria.

Por esa discusión han pasado absolutamente todas las figuras relevantes latinoamericanas, desde Octavio Paz hasta Hugo Chávez, desde Carlos Rangel hasta Juan Domingo Perón, unos armados con palabras y otros con fusiles, pero todos convencidos de conocer las razones profundas que explican por qué los habitantes de Suiza, un país multiétnico, sin salida al mar y escasamente poblado, como los de Bolivia, tienen quince veces el per cápita de este país latinoamericano.

La tesis de Oppenheimer, como el dios Jano, tiene dos caras. Por una parte, están las raíces culturales, generadoras de una actitud poco práctica ante la vida. Es una sociedad pródiga en abogados y humanistas, que gradúa muchos más sicólogos que ingenieros o especialistas en informática. En ese sentido, paradójicamente, es un libro dentro de la tradición de Ariel, pero mientras Rodó reivindicaba el componente espiritual del hombre latinoamericano, contraponiéndolo al materialismo desdeñable del Calibán anglosajón (arquetipos que Rodó extrajo de La Tempestad de Shakespeare), a Oppenheimer le resulta lamentable ese rasgo predominante en Hispanoamérica.

¿Hay remedio para el atraso relativo latinoamericano? Sí, postula Oppenheimer, pero solo si se produce una profunda y duradera reforma educativa. Ese es el otro caballo de batalla que recorre su libro capítulo tras capítulo. En lugar de continuar discutiendo sobre los males de la colonia o sobre los viejos y continuados errores de la república, hay que observar cuidadosamente cómo enseñan y aprenden los finlandeses, dueños del mejor sistema educativo del planeta; qué han hecho los israelíes en medio del desierto para construir una sociedad próspera, libre y altamente desarrollada; cuáles son los secretos del pequeño Singapur, una excrecencia geológica situada en el Pacífico, atiborrada de personas, cuya riqueza per cápita es mayor que la norteamericana.

Como Oppenheimer es un hombre práctico, solo toma en serio los resultados. No pierde el tiempo examinando teorías. Sabe que en un mundo globalizado, regido por la competencia, en plena civilización del conocimiento, ganarán los más sabios, los más productivos y organizados, los más innovadores y creativos, siempre que cuenten con las instituciones adecuadas, y esas personas, lamentablemente, no abundan en nuestros pagos.

En todas las pruebas escolares internacionales en las que los estudiantes miden su dominio de las matemáticas, los latinoamericanos invariablemente quedan en los últimos puestos, casi siempre junto a los africanos. ¿Cómo vamos a competir adecuadamente contra europeos, norteamericanos, chinos o hindúes, si nuestras masas están notablemente peor educadas y nuestras élites no acaban de entender la importancia de la ciencia, la tecnología y la investigación original?

¿Hay algún país latinoamericano que se aparte del pelotón y muestre algunos elementos de excelencia educativa? No, de acuerdo con los datos objetivos. Ni siquiera Chile, que hoy está a la cabeza del continente. Ninguno. No hay una sola universidad latinoamericana entre las 200 mejores del planeta, y apenas comparecen tres o cuatro entre las primeras 500. Un pequeño Estado, como Israel, registra anualmente más patentes científicas que toda América Latina con sus 550 millones de habitantes. Es verdad que los brasileños fabrican aviones, pero ese logro no lo convierte en una pujante potencia del primer mundo.

¿Por dónde se comienza a reparar este secular fracaso? Un amigo banquero, entusiasta incorregible, ha comprado 20 ejemplares de ¡Basta de historias! para regalarlos a los mandatarios latinoamericanos. Ojalá que lo lean. Pero, sobre todo, ojalá que lo entiendan.

[©FIRMAS PRESS]*www.firmaspress.com

sábado, 16 de octubre de 2010

Maquiavelo ríe. Carlos Raúl Hernández
La revolución incrementará los atropellos, robos, desmanes, ruindad, y crearán desempleo...


Maquiavelo ríe
CARLOS RAÚL HERNÁNDEZ | EL UNIVERSAL

jueves 14 de octubre de 2010 12:00 AM

Decía Marx en 1848 que "radical" era "tomar las cosas desde la raíz". La ley era la transcripción de la voluntad de la clase dominante, la democracia era "burguesa" y la propiedad, cristalización de la plusvalía arrancada al proletariado. Esa es la ideología de cualquier Estado rufián de ayer, hoy y mañana.

Los revolucionarios de los siglos XVIII y XIX fueron constituyentes (bendita palabra, que pronunciada por lenguas sin cerebro, nos quitó todo en Venezuela) de la sociedad democrática, al fundar el Estado de Derecho, la propiedad, las normas de la vida civilizada que se anunciaban desde siglos antes.

Impulsados por la Declaración de Derechos de Virginia, los norteamericanos hicieron el gran cambio histórico que contagió a Europa e Hispanoamérica. La era de la libertad y la civilización política. Pero los descendientes del viejo radical dedicaron sus esfuerzos en el siglo XX (y ahora) a deshacer esos extraordinarios logros. Había que regresar -decían, dicen- a las estructuras autoritarias para hacer el bien al prójimo y mientras las revoluciones tempranas liquidaron el absolutismo, las del siglo XX se hicieron para lo contrario: resucitarlo de su maloliente sarcófago, aunque ningún monarca absoluto llegó a tener el poder de Stalin, Hitler, Mao, Pol-Pot o Castro. La Humanidad pocas veces conoció sistemas así, sin ley, salvo los llamados "despotismos asiáticos" y algunos duques italianos. Los revolucionarios del siglo XX fueron contrarrevolucionarios.

En las revoluciones el poder pasa a manos de sujetos que han hecho profesión de estar fuera de la ley, con una ideología y programa explícitos de destruir el Estado de Derecho y la propiedad. Para eso cuentan con la "expropiación", el asalto a mano armada a ciudadanos indefensos con funcionarios policiales y militares, para arrebatarles sus pertenencias. Asesinan a través de los ajusticiamientos.

Las revoluciones del siglo XX huyeron a sus ratoneras, pero en Venezuela, tierra ahora de la necrofilia y la magia negra, se intenta implantar el comunismo por vía pacífica, retrocede por voluntad popular... ¡pero se radicaliza! La obra de los titanes del pensamiento y la acción democráticos no se deja derrotar fácilmente. Cuarenta años de cultura democrática tienen raíces, también fueron "radicales". La revolución incrementará los atropellos, los robos, los desmanes, la ruindad, con lo que crearán desempleo, inflación, angustia, escasez, malestar social, lo que los ha traído a este lado del río para que se los lleve la corriente. Es terrible que el Gobierno destruya la riqueza creada por el trabajo de tanta gente honorable. Vendrán tiempos mejores.

Pero Maquiavelo ríe.

@carlosraulher
Califican rescate de chilenos como reflejo del éxito económico
"Washington Post" exaltó el crecimiento económico de Chile en los últimos años



Ministro chileno de Minería, Laurence Golborne posa junto al equipo de rescate tras una rueda de prensa en el yacimiento San José (Efe)
EL UNIVERSAL
sábado 16 de octubre de 2010 12:00 AM
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Reformas de seguridad Washington.- El rescate de los treinta y tres mineros atrapados bajo tierra viene a coronar una sucesión de buenos resultados que ponen de manifiesto "el éxito emergente que es Chile en América Latina", afirmó un editorial del diario estadounidense The Washington Post.

Lo ocurrido en la mina de Copiapó "fue una historia fascinante en sus muchos aspectos, desde el drama de los hombres atrapados bajo tierra a la ansiedad de las familias que los esperaban y la operación de salvamento, precaria pero finalmente exitosa", añadió el artículo, refirió Efe.

"Pero nosotros también la encontramos alentadora por lo que dijo acerca de Chile, y las recompensas que ha cosechado por sus dos décadas como el país más libre de América Latina", continuó.

Según el Post, Brasil y Venezuela "atraen gran parte de la atención dirigida hacia América del Sur en años recientes, el primero por su supuesta emergencia como gigante económico mundial, y el segundo por su presunto compromiso con el socialismo del siglo XXI".

"Pero a menudo no se da el reconocimiento suficiente al hecho de que Chile, que ha aceptado los mercados libres y el comercio libre en un grado mucho mayor que Brasil, ha crecido a un ritmo dos veces más rápido en las últimas dos décadas y se ha tornado mucho más rico y más competitivo en los mercados mundiales", según el editorial.

Chile también ha combatido la pobreza mucho mejor que Venezuela "y otros países que proclaman que ésa es su prioridad principal", añadió el Post.

De acuerdo con el diario el éxito del rescate se debió a la apertura de Chile hacia el resto del mundo y su actitud empresarial.

"Hubo teléfonos celulares espaciales de Corea del Sur, cable flexible de fibra óptica de Alemania, y asesoramiento de la Agencia Espacial Estadounidense (NASA) para la construcción de la cápsula de evacuación", señaló el editorial.

El artículo también apuntó que "quizá lo más significativo" fue que una compañía minera privada con inversionistas japoneses y británicos pagó por los trépanos y la torre de perforación".

"La mayoría de las personas seguramente se centraron en los mineros que emergían de la tierra... esperemos que hayan aprendido un poco, también, acerca de una historia emergente de éxito".
14-Octubre-2010 -- ACI Prensa Servicios de Noticias


Recuerdan impacto de fertilización in vitro en mortalidad de embriones
SAN JOSÉ, 14 Oct. 10 (ACI).-Un experto genetista señaló a los costarricenses las consecuencias de permitir la práctica de la fertilización in vitro (FIV) y recordó que estas técnicas implican la muerte de miles de embriones en todo el mundo.

Alejandro Leal, especialista en Genética Humana Molecular, escribió el artículo "Fertilización in vitro y presiones", difundido por el diario local La Nación.

Leal explicó que la FIV "vulnera el derecho a la vida de los embriones" y "es una técnica riesgosa para la salud de la mujer y del feto", ante los intentos de la

Comisión Interamericana de Derechos Humanos de abrir de nuevo las puertas a esta práctica en Costa Rica.

El genetista señaló que "científicamente está demostrada la inmensa mortalidad de embriones en ese procedimiento, lo que vulnera el derecho a la vida resguardado en los artículos 21 de la Constitución Política y 4 de la Convención Americana".

Leal recordó que solo entre los años 2004 y 2005 el Centro de Fertilidad de Yale produjo 2.252 embriones y solo nacieron 326.

En ese año, en Europa se transfirieron al menos 486.981 embriones y nacieron 49.634 niños. "Así, el 90% de los embriones murieron; esto, sin contemplar los embriones congelados y descartados", agregó.

Asimismo, recordó que la prevalencia de malformaciones congénitas aumenta con la FIV. En Finlandia, un estudio ha revelado que los niños concebidos en FIV tienen un riesgo 5,6 veces mayor de parto prematuro, 6,2 veces mayor de muy bajo peso al nacer, 9,8 veces mayor de bajo peso al nacer, 2,4 veces mayor de enfermedad neonatal, 3,2 veces mayor de hospitalización y 4 veces mayor de malformaciones cardíacas.

El experto admitió que "la incapacidad de tener un hijo propio reta los instintos más básicos del ser humano. Muchos de los afectados están dispuestos a probar cualquier tecnología, sin importar cuán especulativa o riesgosa sea. Algunos médicos, por simpatía, tienden a dar falsas esperanzas; también se dan presiones comerciales para proponer ciertos tratamientos".

Para Leal, "la Comisión Interamericana de Derechos Humanos le dio más valor al deseo del adulto con problemas de infertilidad, que a la vida y dignidad de los embriones, y los altos riesgos en la salud de los personas nacidas por FIV. La Comisión se olvidó del Principio del Interés Superior del Menor y del Principio In Dubio Pro Vita, ampliamente desarrollados por la Corte Interamericana de Derechos Humanos".

"En aras de la protección a la vida humana, el Estado costarricense, antes que allanarse a una mera recomendación, debe reemprender con nuevos bríos la lucha contra la FIV -es decir, a favor de la vida humana en sus inicios- ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos", agregó.
Ronny Padrón.
Democracia Cristiana Hoy.

En octubre van Agroisleña y Fertinitro. Tiranía: 2 MUD: 0

La planta de Fertilizantes Nitrogenados de Venezuela (Fertinitro) en el Criogénico José Antonio Anzoátegui, fue tomada. En esos términos va esta guerra por la libertad en Venezuela, y en específico para nuestra zona sur. Luego de 11 años de eufemismos, simulaciones, cesiones inmorales y demás, es lo que vamos mereciendo.

En palabras del propio ministro socialista de energía y petróleo, mientras el Estado socialista produce 380 mil toneladas de fertilizantes al año, esa planta de la empresa privada, recién ocupada, tiene capacidad para el millón y medio. He allí la explicación.

Está demás la retórica del precitado funcionario cuando refiere las presuntas conversaciones con las empresas trasnacionales (Koch y Snamprogetti) propietarias de Fertinitro, pretendiendo que se adaptaran a los requerimientos socialistas en el marco del plan de desarrollo nacional; obviamente sin resultados. Como no lo ha tenido ni lo tendrá ninguna conversación fundamentada en razones distintas a la fuerza popular de quienes conformando la mayoría electoral certificada el 26-S, apoyamos la libre empresa al tiempo que repudiamos al redivivo capitalismo de Estado.

Vendría luego el clásico discurso de cierre por boca del mismo ministro: ¨… con Fertinitro y Agropatria (antes Agroisleña), "ahora contamos con la cadena completa" para abastecer el sector campesino. "A medida que tengamos todos los insumos controlados, evitaremos la especulación y habrá alimentos seguros y a bajo precio para los venezolanos". Aderezado cuándo no, por declaraciones del secretario general del Sindicato Unitario de Obreros y Empleados Químicos de Fertinitro, quien por supuesto aplaudió la precitada medida. El mismo guión de PDVSA, SIDOR, CANTV, etc., etc., etc.; resultaría ocioso profundizar sobre la libre manifestación de voluntad presente en el ejercicio de esa clase de sindicalismo.

Lo referiamos en nuestro anterior artículo: En la Venezuela socialista, basta con el éxito económico de una empresa privada para hallarnos en presencia de una firme candidata a la confiscación. Porque la seguridad alimentaria, la especulación, el monopolio, el oligopolio, la posición de dominio y demás conceptos oportunos a la ocasión, carecen del fundamento jurídico necesario para legitimar una expropiación. En tal sentido, y para contribuir en la descripción de la realidad jurídica actual, solo agregaremos que la Carta Magna de 1.999 y la ley de expropiación por causa de utilidad pública o social, siguen vigentes.

Luego de tales precisiones, pasemos entonces a nuestro más grave problema: ¿Dónde están nuestros representes políticos? ¿Puede aceptarse, que luego de 11 años de socialismo, nuestra dirigencia demócrata se dedique a celebrar un triunfo electoral en tanto el régimen continúa su ejercicio del poder en violación de la Constitución?

¿No bastaron las lecciones del 11 de abril, del Paro Cívico Nacional, del RR, las presidenciales del 2.006, el referendo de reforma de 2.007 y el ejemplo más emblemático: Las regionales de 2.008 con el expediente ¨Alcaldía Metropolitana¨, para comprender de una buena vez, que a esta tiranía con disfraz de democracia, para vencerla con votos no bastará con ganar sino hay también que ¨cobrar¨.

Cobrar. La explicación de ese ¨cobrar¨ en Venezuela es muy sencilla, más difícil resulta su concreción. Acá, los demócratas podríamos ganar toda elección, con la diferencia de votos que se nos antoje, pero nada lograríamos mientras seamos incapaces de imponer en la praxis el cumplimiento de la voluntad popular.

Tal cumplimiento, como inicialmente esbozamos, pasa por demostrar de facto que se posee el mandato popular expresado en votos, es decir capacidad de organizar y coordinar manifestaciones populares de naturaleza voluntaria, en proporciones cónsonas con aquel sufragio y en el sentido de darle un cabal cumplimiento. Bajo un régimen democrático de libertades, tales demostraciones fácticas sobran, en el entendido que en esos sistemas políticos, el resultado electoral oficial equivale a un título ¨ejecutivo¨ con la plena aceptación.

En la Venezuela socialista no. Al efecto, la experiencia de Antonio Ledezma a partir de su elección en 2.008 nos puede servir de mucho. Sin embargo, al parecer nuestra dirigencia demócrata no entiende la cuestión. El mandato popular mayoritario a nivel nacional, y en específico el de la zona sur de Anzoátegui, no fue precisamente para que los diputados recién electos cumplieran con la formalidad democrática tan necesaria al socialismo para su permanencia en el tiempo. No. Ese mandato trata sobre la restauración de la constitucionalidad democrática, conculcada desde aquel 11 de abril de 2.002, y les fue otorgado en ejercicio de procedimientos democráticos que el régimen debió cumplir por cuanto aspira conservar la fachada antedicha.

Pero de allí a que nuestros dirigentes demócratas pretendan un correcto accionar constitucional por parte del socialismo en gobierno, no es precisamente por torpeza. Seria de provecho para todos, que ese liderazgo, en especial nuestros representantes sureños recién electos, entiendan muy bien lo que esperamos de ellos quienes como nosotros depositamos un voto de confianza por el solo acatamiento al principio de la unidad.

Porque la historia del parlamento electo el 30 de julio de 2000, aún está muy fresca. En aquel entonces el Bloque por la Autonomía Parlamentaria integrado por 79 diputados demócratas nada pudo hacer más allá de las mediáticas palabras (aún con el apoyo de Venevisión, RCTV, Televen y Globovisión) frente a un Bloque Parlamentario del Cambio con sus 86 delegados socialistas.

La inutilidad política de aquella bancada demócrata, dio lugar en 2.005 a la ya histórica megabstención. Para aquel entonces la postura de nuestra dirigencia, que era la de ¨no votar¨ también ganó, pero tampoco ¨cobró¨. ¿Vamos a permitir que se repita la historia y con el mismo vencedor? Son muchos los compatriotas hoy día prisioneros políticos, quienes certifican con su entereza y dignidad el alto costo ha pagar por la libertad nacional. ¿Serán nuestros dirigentes demócratas ajenos a esa verdad? ORA y LABORA.

caballeropercival@hotmail.com