miércoles, 18 de noviembre de 2020

 

El Tigre, viernes 30  de octubre de 2020

Ronny Padrón

Democracia Cristiana Hoy

La institución militar como problema

En medio de la guerra de exterminio declarada por el socialismo en contra de los venezolanos, - un genocidio en todo rigor -  adquiere especial relevancia mantener con severidad la búsqueda de sus causas, junto a cada uno de sus responsables.

 

Porque si bien es cierto  que la génesis de nuestra decadencia social  se halla en la estatización del negocio petrolero a partir del 1º de enero de 1976, bajo la presidencia de Carlos Andrés Pérez Rodríguez, cuando el Estado Nacional, administrador de riquezas certificadamente inepto y corrupto, sin paragón en la historia humana, pasó a regentar la principal fuente de riquezas nacional. Pero igualmente notorio es el protagonismo de la ideología socialista, que a partir del 11 de abril de 2002 tuvo a bien exhibir en territorio patrio todo el arsenal destructivo con el que supo labrar su leyenda.

 

Sin embargo junto a los vicios de la democracia, y la vesania socialista, en Venezuela tiende a solaparse una condición sine qua non para la tragedia nacional: La institución militar. Históricamente, Venezuela  ha hecho de la institución armada una clase injustamente privilegiada con toda la carga negativa inherente al adjetivo, terreno fértil hacia su depravación, procurada con denuedo  por el socialismo desde el ascenso al poder por parte del Teniente Coronel ® Hugo Rafael Chávez Frías.

 

No existen palabras para describir en justicia el nivel de criminalidad desarrollada por la institución militar venezolana cuando menos a partir del 11 de abril de 2002. Bastará con referir que todas y cada una de las funciones, deberes y competencias que le fueron establecidas en el artículo 328 de la Carta Magna han sido sistemáticamente incumplidas, hasta hacer de aquella el principal garante para la continuidad del socialismo en el poder, por constituir la institución armada su más importante beneficiario.

 

De allí que resulte indispensable para el inmediato restablecimiento del orden constitucional, tanto la eliminación de la actual institución militar, como el inicio de procesos de investigación penal para todos sus integrantes desde el 11 de abril de 2002; junto a la inhabilitación de por vida para trabajar bajo las órdenes del Estado en cualquiera de sus niveles político territoriales, u órganos del Poder Público Nacional una vez restaurada la República de Venezuela ¡PROHIBIDO OLVIDAR! Ora y labora.

caballeropercivall@gmail.com

 

 

 

 

 

 

 

 

El Tigre, sábado 14 de noviembre de 2020

Ronny Padrón

Democracia Cristiana Hoy

Acerca de guerras necesarias

Si alguna lo fuere, la presente en Venezuela constituye el  mejor ejemplo. Se trata de un país cuya riqueza material y humana es simplemente inconmensurable, y por tal razón asediado, y ahora secuestrado a manos de la ideología más asesina en la historia de la humanidad: El socialismo.

 

Considerando apenas su clima, posición geográfica y reserva acuífera, es indudable que estamos en presencia de un auténtico paraíso, pero si a ello  agregamos sus restantes riquezas animales, vegetales y minerales, cualquier despistado afirmará que esa tierra no existe. Pero no, se trata de la República de Venezuela.

 

Bajo tales premisas resultará muy fácil colegir sobre la  extrema necesidad de recuperar el orden constitucional en el suelo patrio, empleando para ello todas las herramientas a disposición conforme a la Carta Magna, sin importar costos en tiempo, dinero y esfuerzo, pues se trata de un paraíso,  que nos fue robado en cabeza de la peor banda criminal que se pueda concebir.

 

Todos los venezolanos, hállense en suelo patrio o bien en tierra extranjera, cooperadores sí en el restablecimiento pleno del orden constitucional siempre en la medida de sus particulares posibilidades, siéntanse orgullosos de integrar una generación dorada llamada por la Patria a confrontar un desafío de proporciones ciclópeas, al mismo nivel del asumido en tiempos de la Independencia.

 

Se cuentan ya 18 años desde el 11 de abril de 2002, inicio formal del régimen de facto socialista, junto al genocidio en curso, que le es inherente. Demasiado tiempo, sobremanera para los cientos de miles de venezolanos, víctimas innecesarias de esa ideología del mal, los que ya no podrán mirar la restauración de la democracia; sin embargo el hoy sigue siendo la mejor de las jornadas para esforzarnos con denuedo en pro de la liberación nacional ¡Ni un Paso Atrás! Ora y labora.

caballeropercivall@gmail.com