jueves, 19 de abril de 2012

Ciudad El Tigre, domingo 15 de abril de 2012
Ronny Padrón.
Democracia Cristiana Hoy.

Índice de maldad socialista.

De entrada me atrevo a afirmar que de ése terrible catálogo el socialismo se halla en cabeza. Porque es el caso que a diferencia de otras grandes tragedias políticas de la humanidad tales como el fascismo y el nacionalismo, el socialismo posee una capacidad para el mimetismo y la mentira, que le resulta ajena a los primeros.

Vemos entonces como a pesar de todo el legado destructivo del socialismo a través de la historia, que lo hace acreedor entre otros títulos, ser la doctrina política que mayor cantidad de asesinatos ha promovido en el planeta, al efecto, bastaría sólo con recordar las ejecuciones masivas en la extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), sin embargo en la Venezuela del siglo XXI ésa capacidad para el engaño alcanza un nivel de excelencia tal que no sólo le ha permitido sostenerse en el poder, sino además es el caso que la ideología socialista en gobierno no resulta confrontada ni siquiera por el discurso de quienes están llamados a hacerlo. Veamos.

Tan paradójica situación tiene su explicación, a la que trataremos de aproximarnos en estas escuetas líneas. La estatización de la industria petrolera a partir del 1º de enero de 1976, dio lugar a la típica corrupción, despilfarro e ineficiencia inherente a todo Estado Nacional cuando gerencia y administra empresas mercantiles, y producto de ello tenemos la enorme tasa de pobreza nacional. Ésta observó un incremento exponencial, que tuvo en el populismo partidocrático y su clientelismo inherente, a los sellos del Estado paternalista, ello en lugar de políticas públicas de apoyo social con base en el trabajo, la educación y servicios públicos de primera.

Comprender lo anterior como caldo de cultivo ideal para el socialismo y su famosa receta de ¨lucha de clases¨, ¨dictadura del proletariado¨ y la ¨necesaria¨ propiedad y administración colectiva de los medios de producción como única vía para alcanzar la justicia social, constituye el más simple ejercicio de observación y análisis para quien haya vivido y padecido en la Venezuela de los 20 años pasados.

Es el caso que el socialismo en gobierno puede alcanzar tales niveles en su ejercicio de maldad, ello en relación a nuestro referente cultural: la ética cristiana, que es capaz de hacerle creer a sus seguidores, que la personal existencia de cada uno de ellos, individual y colectivamente considerada, resultaría de imposible continuación sin la pervivencia del socialismo en gobierno.

Así tenemos que nuestro candidato presidencial por la Unidad Democrática omite su obligación política de develar la inviabilidad fáctica del socialismo en gobierno, por cuanto un amplio sector de la sociedad, ayer víctimas del populismo, hoy del socialismo, presentan una plena y absoluta dependencia ante el Estado Nacional vigente. Es decir ¨hay que correr la arruga¨.

Lo anterior tendrá graves consecuencias, quizá no tan terribles como lo sería la permanencia del socialismo en gobierno y de allí ésa dolorosa concesión , sin embargo no está demás puntualizar sobre la necesidad de instaurar a la brevedad posible el Estado Democrático y Social de Derecho y de Justicia, conforme a la Carta Magna, por cuanto el sostenimiento del actual aparato socialista más allá de lo estrictamente necesario a la sobrevivencia de la República, implicaría en primer término una excesiva carga para el patrimonio de todos y cada uno de los venezolanos, ya muy comprometido en virtud de las irregularidades administrativas conocidas en cabeza del actual régimen, y luego, una razón tanto más grave que la anterior: La pervivencia ad infinitum del mito socialista dificultaría en grado sumo la indispensable reconciliación del gentilicio venezolano.

Desmontar esa estafa llamada socialismo es labor de Patria, algo que concierne a todo venezolano de bien. Cada uno de nosotros, puede y debe aportar su grano de arena para vencer en la más importante batalla de la política: ¨La batalla de las ideas¨ empleando para ello la mejor de todas las armas: la verdad. El más grande de los maestros lo llegó a decir: ¨Yo los envío como a ovejas en medio de lobos: sean entonces astutos como serpientes y sencillos como palomas¨. Mateo 16:10. ORA y LABORA.
caballeropercival@hotmail.com

jueves, 5 de abril de 2012

Ciudad El Tigre, sábado 31 de marzo de 2012
Ronny Padrón.

Democracia Cristiana Hoy.

Cuando absolutamente todo depende del voto.

Es la situación que en justicia padecemos hoy los venezolanos. Nuestra existencia, literalmente considerada, como individuos en lo particular y como sociedad en general, pende exclusivamente de ¨ganar y cobrar¨ el venidero 7 de octubre. Lo afirmo por cuanto nunca estará demás una dosis de realismo más allá del horror del día a día, ello en contraste con la ¨imagen¨ irreal que pretende vender el régimen de Hugo Chávez, o la displicente puesta en escena de nuestra dirigencia demócrata. Es lo que hay.

El comentario viene a cuento en razón de que si bien es cierto constituye un total absurdo la pervivencia de un tirano, ¿¿mental y físicamente competente?? dueño del Poder Público y de las principales fuentes de riqueza nacional, todo ello a comienzos del siglo XXI, esto ha sido el producto de nuestra vergonzante incapacidad como sociedad para merecer algo mejor (alcanzó el poder mediante votos no con balas) no lo es menos nuestra responsabilidad y consecuente facultad para que ello cambie.

Para ser precisos, hoy día en Venezuela, para bien o para mal, el único vínculo real entre el régimen de Hugo Chávez y la mayoría demócrata nacional descansa en el artículo 228 constitucional, a saber: ¨La elección del Presidente o Presidenta de la República se hará por votación universal, directa y secreta, de conformidad con la ley. Se proclamará electo o electa el candidato o la candidata que hubiere obtenido la mayoría de votos válidos¨.

En él confluye toda la tratativa política del presente, en consonancia con la necesidad del régimen socialista por mantener ante el mundo su fachada democrática, junto a la esperanza de nuestra MUD por jugar su única ¨carta¨.

Como lo observamos a diario, no existe política pública por absurda que ésta fuere, que no llegue a ser impunemente ejecutada por el socialismo en gobierno, ante el gesto pícaro e impotente de una MUD que estimo nos quiere dar a entender: ¨Los esperaremos en la bajadita… del 7-O¨.

Los servicios públicos básicos de agua potable y electricidad se mantienen en situación de permanente crisis sólo en espera de un colapso total, con el riesgo epidémico y de parálisis económica nacional; la violencia homicida en Venezuela alcanzó un nivel tal que nos convierte en uno de los territorios más peligrosos del planeta superando incluso a naciones en guerra formal; José Gregorio ¨El Gato¨ Briceño, delegado socialista en el Estado Monagas, ha sido objeto de un auténtico ¨Golpe de Estado¨ ordenado vía Twitter, por el simple hecho de disentir sobre un mandato oficial. Ante ello nada pasa, sólo esperando el 7-O. Ojalá que mientras tanto el teniente coronel no se a resuelva estatizar a la banca nacional o las industrias que restan, como amenazó recién.

Justo o no, es lo que tenemos, reflejo de lo que somos, lo que somos como país, y en lo adelante nadie que decida permanecer en territorio patrio podrá decir en honor a la verdad: ¨me engañaron¨. Por ende sigue siendo cuestión de moral intelectual el no callar tantas miserias.

Porque no puede sino llamarse miseria, nuestra miseria nacional, el que frente a un sinsentido histórico como el socialismo, enemigo convicto y confeso de la humanidad, hecho público, notorio y comunicacional, nosotros, los venezolanos, luego de 13 años sometidos a la conocida prédica de socialización de los medios de producción, lucha de clases y odio a la propiedad privada, no seamos siquiera capaces de confrontarlo ideológicamente, conformándonos en cambio con ofrecer a los ¨descontentos¨ un abstracto camino de progreso.

Cuando no resulta ¨política o electoralmente correcto¨ ofrecerle a una sociedad trabajo y estudio en el marco de un régimen democrático de libertades, en lugar de las becas y prebendas repartidas en socialismo, es mucho el camino por trasegar. Ignoro en qué medida resultará pertinente para el futuro nacional el dejar indemne al mito del socialismo, a cambio de restaurar nuestra democrática constitución, pero sí tengo muy claro que de no lograrse su pronta restitución, no nos quedará ni el voto como esperanza de salvación. ORA y LABORA.

caballeropercival@hotmail.com