miércoles, 25 de noviembre de 2015

El Tigre, domingo 22 de Noviembre de 2015
Ronny Padrón
Democracia Cristiana Hoy

El socialismo en gobierno no negocia
Esa premisa debe iluminar el pensamiento de todos los patriotas venezolanos, electores o no,  en relación al venidero  6 de diciembre. Estamos enfrentados a una dictadura socialista, por ende una fuerza criminal que solo aceptó la celebración de comicios  parlamentarios sumida en la arrogancia de continuar con su fachada democrática en medio de esta catástrofe iniciada a partir del 11 de abril de 2002.

Así entonces, resulta cuando menos inconsistente sostener la posibilidad de un gobierno socialista respetando las decisiones de un parlamento nacional de mayoría demócrata. Tan inconsistente como estimar siquiera la posibilidad de un reconocimiento por parte  de ese régimen ante una victoria demócrata que implique la mayoría de dos tercios para nuestros parlamentarios. Se infiere de lo anterior que la llamada mayoría simple parlamentaria por parte de las fuerzas demócratas en modo alguno reviste importancia política para el régimen socialista, habida cuenta su absoluto control del poder ejecutivo y judicial, suficiente como para neutralizar completamente el accionar político de un parlamento carente de la mayoría calificada con los referidos dos tercios de sus miembros, que en caso contrario lo habilitaría constitucionalmente para concretar cambios trascendentales en el ordenamiento jurídico nacional, comenzando por la propia Carta Magna.

Son  los riesgos  implícitos de participar en comicios diseñados por el socialismo para favorecer  a su régimen a través del voto ilegal, la violencia, y el ventajismo electoral, donde aun siendo los demócratas una mayoría popular inocultable, sometidos como estamos frente al socialismo que nos mata de hambre, enfermedad y a manos del hampa, en su política de esclavitud, el ejercicio real de esa mayoría popular sigue dependiendo de  la voluntad de la dictadura a través de su poder electoral nacional, todo por la errada decisión de una dirigencia demócrata nacional dominada por el colaboracionismo y la traición.

La antedicha camisa de fuerza solo podrá desatarse en la medida que todos los patriotas venezolanos tomemos conciencia de nuestro deber ciudadano consagrado en el artículo 333 de la Carta Magna, y así entonces,  antes, durante o después del 6D cumplamos nuestra obligación constitucional de apoyar la inmediata  restauración del Estado Democrático y Social de Derecho y de Justicia, hoy secuestrado por el socialismo y su dictadura ¡Ni Un Paso Atrás¡ Ora y labora.


                                                 

miércoles, 18 de noviembre de 2015

El Tigre, sábado 14 de Noviembre de 2015
 Ronny  Padrón
Democracia Cristiana Hoy
El socialismo: Azote contra la humanidad
Una vez  que el comunismo perdió todo su atractivo político pasando a ser junto al fascismo los dos más grandes ejemplos de sistemas  políticos tiránicos de la historia, el socialismo ocupó entonces la posición como ideología esclavista con mayor capacidad de seducción política. Prueba de ello es su pervivencia por sobre todas las desgracias implícitas en sus  gestiones gubernativas  a lo largo del siglo XX  e incluso al tiempo presente. Veamos.

El socialismo, versión mejorada del comunismo en cuanto reconoce la pertinencia de  la propiedad privada para la vida en sociedad, pero no así de las grandes empresas  propiedad de particulares por atribuirles a estas una naturaleza de explotadoras de la humanidad; mantiene el argumento  esencial de toda doctrina colectivista: ¨La redención de los pobres¨, ello a sabiendas en primer término,  de su histórica condición de clase social mayoritaria y en segundo lugar pero de la  mayor importancia: La propensión a ser políticamente manipulables de las personas económicamente necesitadas.

Lo anterior, certifica la depravación moral  inherente a esta ideología, capaz de fundar su ascenso al poder político en la utilización malintencionada de la desgracia de buena  parte de la  humanidad, sin objetivos caritativos y aún menos de solidaridad  pero sí con ánimo de perpetuar la pobreza en términos generales, en la  medida de garantizarse la  permanencia en el poder. Así entendemos cómo la tiranía socialista gobernante en Venezuela desde el 11 de abril de 2002 se esforzó en  masificar la educación y la salud pública mediante planes socialistas que bajo el nombre de ¨ misiones¨ brindan tales servicios sin ningún estándar de calidad,  perpetuando así  la dependencia de millones de venezolanos atrapados  en la sempiterna estafa colectivista ¡PROHIBIDO OLVIDAR¡ Ora y labora.





martes, 10 de noviembre de 2015

El Tigre, sábado 07 de noviembre de 2014
Ronny Padrón
Democracia Cristiana Hoy
Ayer el comunismo, hoy el socialismo
Ideologías políticas, ambas hermanadas en su objetivo de esclavizar a la humanidad  bajo el signo de la redención de la pobreza, tienen en la farsa uno de sus principales  instrumentos de lucha, de allí la  imperiosa necesidad de nunca perderlas de vista.

Si bien  es cierto que el comunismo como ideología dejó de ser atractivo por su legado catastrófico imposible de ocultar, no es el caso del socialismo. Este, ayudado en mucho  por la irresponsabilidad de tantos socialdemócratas del mundo  que haciéndose llamar ¨socialistas¨ disfrazan el fracaso implícito de tan malsana doctrina, continua hoy su indetenible misión de acabar con la libertad de los pueblos, que desprevenidos abren sus puertas a  progresistas, humanistas sociales, luchadores sociales y otras denominaciones similares, fachadas típicas del socialismo cuando pretende infiltrarse, a sabiendas que su propia denominación comenzó a ser desde hace mucho, objeto de justo repudio.

En nuestro país, el tirano Hugo Chávez solo se atrevió a confesar su condición de socialista en 2007, pasados ya 8 años de iniciado su régimen, cuando creyó tener controlados todos  los  hilos del poder. Otra prueba irrefutable de la vergüenza implícita del socialismo como ideología, muy a pesar de las falacias históricas que pretenden vincularle con la justicia social, el bienestar general, o la felicidad popular, cuando lo cierto es su naturaleza tiránica siempre que llega al gobierno.

Tengamos cuidado con todos aquellos complacientes ante el socialismo, incluso los que encontremos en el seno del movimiento demócrata nacional, pueden ser infiltrados o bien socialistas fantasiosos, en todo caso inútiles  en esta hora crucial para salir de la dictadura socialista  por cualquier vía de las establecidas en la Carta Magna. Ora y labora.