El Tigre, viernes 17 de octubre de
2014
Ronny Padrón
Democracia Cristiana Hoy
Los
pueblos siguen a los valientes
Frase repetida hasta
la saciedad, que no por ello pierde vigencia en la Venezuela de hoy. A pasos
agigantados la tiranía en gobierno exhibe sus miserias políticas, esas que
siempre inhabilitan al socialismo para gobernar con legitimidad. A ese mismo ritmo, su ¨fiel escudero¨ es
decir el colaboracionismo criollo, sigue afanado en hacernos creer la posibilidad de un cambio político por vía
institucional, como si los 12 años de tiranía socialista en gobierno fueran en
vano.
Así entonces nos ¨venden¨ la idea de elecciones
parlamentarias, pero siempre aceptando ¨sin chistar¨ las reglas de juego que establece la dictadura, como si esta
pudiera concebir su derrota comicial en algún evento electoral de su interés.
De tal manera que, socialismo y
colaboracionismo siguen la ¨ruta electoral¨ como si aquí no pasara nada,
desdeñando incluso cualquier atisbo de crítica contra una Poder Electoral propiedad
del PSUV, algo que anula de plano a esa dirigencia colaboracionista para
cualquier acción de rebelión electoral como las tantas que en la historia
contemporánea han hecho posible una restauración democrática.
Pero en la acera de
enfrente sí tenemos a un liderazgo patriota, que encabezado por valientes como
Leopoldo López y María Corina Machado, ratifica que Venezuela es tierra de
libertadores y no de esclavos. Enfrentados como están a un régimen
socialista que es vergüenza no solo para
la Venezuela decente, sino además para todo el género humano, no podían menos
que declarar irrelevantes a todas y cada
una de las instituciones políticas de un
sistema que siempre se ha valido de tales para perpetuarse en el poder, así
entonces comprendemos el gran esfuerzo de ese liderazgo por canalizar el cambio
político sea vía constituyente, renuncia del tirano o protesta popular, todas
dentro del marco constitucional, para brindar así legitimidad a la inminente
liberación nacional. ¨No hay paz sin
justicia. No hay justicia sin perdón¨. San Juan Pablo II. ORA y LABORA