El
Tigre, viernes 16 de octubre de 2020
Ronny
Padrón
Democracia Cristiana Hoy
La
ingenuidad y la honradez en socialismo
Si pretendiéramos
extraer alguna ganancia sociológica de
entre el genocidio vigente acá en Venezuela me atrevo a proponer solo un par, a
saber: En primer lugar, la extinción de la ingenuidad política como referente
digno de consideración a la hora de sopesar tendencias en la materia.
Porque el socialismo criollo, siguiendo sus
directrices inhumanas una vez que
alcanza el poder, volvió trizas hasta el más ligero atisbo del candor que pudo
haber subsistido desde la Venezuela
democrática. Desde aquella imborrable estafa en 1998, autoría del aspirante
presidencial de entonces, ese que osó
negar públicamente cualquier simpatía personal para con la ideología
socialista, hasta llegar al presente, luego de 20 años, ahora bajo el dominio de un régimen político bastión del socialismo mundial, acusado
internacionalmente por su jefatura en el tráfico de drogas continental, que
además simboliza una política de violación sistemática de los derechos humanos,
ningún venezolano en su sano juicio se deja engañar en política.
En ese
intermedio la población venezolana ha sido testigo, y víctima obligada del más
grotesco desfile falsario por parte de la clase política nacional, llámese esta
socialismo dominante o bien se trate de la dirigencia demócrata nacional
llamada sí a confrontarlo, salvaguardando las honorables excepciones de
aquellos demócratas criollos que está demás identificar habida cuenta su
notable deslinde frente a un entorno irrecuperable.
En
segundo término destacamos a la honradez. Virtud humana que en la política
venezolana adquiere ribetes heroicos, y es precisamente en razón de la pérdida
violenta de aquella ingenuidad cuando el venezolano de a pie comienza a
comprender, que es solo a través de un liderazgo demócrata, destacado por la
honradez, como será posible alcanzar el necesario restablecimiento del orden
constitucional, eso sí, haciendo abstracción del tiempo, esfuerzo y capital que
se llegare a requerir para tal emprendimiento, habida cuenta la profundidad del
abismo. Porque de cierto es que el crimen no paga. Ora y labora.