jueves, 7 de enero de 2010

¿Un banquero venezolano llamando a dolarizar?

Ciudad El Tigre, sabado02 de enero de 2010
Ronny Padrón.
DEMOCRACIA CRISTIANA HOY.

¿Un banquero venezolano llamando a dolarizar?

Un hecho afortunado, la mejor propuesta política de año nuevo. Oscar García Mendoza, presidente del Banco Venezolano de Crédito, desde hace mucho tiempo la entidad bancaria más segura y confiable de Venezuela, plantea la racionalidad implícita de dolarizar la economía venezolana, como mecanismo idóneo para contrarrestar la inflación y estabilizar el signo monetario de uso común en el país.

En ocasión de una entrevista publicada este 1º de enero, en el diario El Universal, el precitado banquero brinda una cátedra de política económica que esperemos sea debidamente analizada por nuestra mesa de la unidad democrática.

Es la clase de planteamientos, que por su certeza y oportunidad, deberían constituir fundamento para un programa alternativo demócrata. Resulta inaudito, que esa realidad horrorosa de la inexorable depauperación del bolívar, adolezca a la fecha de respuesta política cónsona, por parte de la dirigencia demócrata. Grave problema a partir del llamado ¨Viernes Negro´, lógicamente agudizado por el socialismo en gobierno, su resolución debe constituir meta de primer orden una vez restauremos la democrática constitucionalidad.

En tal sentido, no guardamos duda en cuanto a la pertinencia de la antedicha propuesta, que tampoco debería ser calificada como interesada respecto a un signo monetario en particular si revisamos el contexto del planteamiento; tanto el dólar, bien podría ser el euro, la moneda referente para un nuevo esquema económico, superado como fuere el socialismo. A todo evento se trataría de contar con un referente monetario que independientemente de su nombre, tenga como fundamento en reserva de valor, a un signo monetario que goce de credibilidad en el mundo económico ha modo de evitar dos de los grandes males en cualquier economia nacional: La inflación y la inestabilidad monetaria.

Difícil le resultaría a un economista ducho, refutar estas verdades, tan evidentes como el daño que infligió a Venezuela el populismo partidocrático, como hoy lo hace y en mayor entidad el socialismo en gobierno. Es el asunto, que ¨Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y satisfactoria, que le asegure, así como a su familia, una existencia conforme a la dignidad humana y que será completada, en caso necesario, por cualesquiera otros medios de protección social¨; la anterior no es ninguna proclama ¨golpista¨ o ¨contra-rrevolucionaria¨, se trata del numeral 3 del artículo 23 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, acuerdo internacional aprobado por Venezuela, en perfecta coherencia con un Estado democrático y social de Derecho y de Justicia que otorga preeminencia a los derechos humanos y a la ética según reza el artículo 2 de nuestra Carta Magna.

Es el caso que en Venezuela, por lo menos desde aquel viernes tristemente célebre, ese derecho a una remuneración equitativa y satisfactoria ha sido negada por parte de quien está llamado a ser quien la garantice: El Estado. El Estado venezolano populista primero y ahora el socialista, nos obligan por ley, al uso de una moneda cuyo valor real es cada día más vacuo, y sin embargo a consecuencia de la misma incapacidad gubernativa socialista, estamos condenados a pagar precios de valor internacional. Mayor injusticia ¡ Difícil ¡. Regímenes monetarios exitosos con tipo de cambio fijo en base a monedas fuertes, sea por caja de conversión con anclaje en el dólar como el caso de Hong Kong o bien por moneda única como en la Unión Europea, certifican la pertinencia de la propuesta. La Mesa de la Unidad Democrática tiene la palabra. ORA Y LABORA.

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