Ciudad El Tigre,
domingo 23 de septiembre de 2012
Ronny Padrón.
Democracia
Cristiana Hoy.
Henrique:
y tú ¿dónde estarás?
"Si el Gobierno se atreve a alguna aventura o
a darle un palo a la mesa de tratar de desconocer la voluntad de nuestro
pueblo, ahí
va a haber un pueblo en la calle para exigir respeto a la voluntad que se va a
expresar el 7 de octubre", dijo Capriles durante un
acto de campaña en la ciudad de Valencia, estado Carabobo. FUENTE: El
Periodiquito.com 23/09/2012.
Entendemos
al precitado comentario del candidato de la unidad democrática como una
referencia a la reciente información difundida por el diario español ABC
conforme a la cual el régimen socialista de Hugo Chávez estaría adiestrando
grupos armados para reprimir las manifestaciones públicas de las fuerzas
demócratas victoriosas.
En
primera instancia, el común de los venezolanos a lo anterior no tendría porque
brindarle la mayor atención visto lo que
ha sido la tratativa del socialismo en gobierno a lo largo de estos 13 años y
por ende comprendemos que las pretensiones de violencia política por parte del
régimen saliente forman parte de su menú de atrocidades posibles a ejecutar de
acá al 7 de octubre y más allá.
Pero,
no es menos cierto que a lo largo de estos años la frase ¨pueblo en la calle¨
ha tenido cabal implementación por parte de los ciudadanos, no así por quienes
están llamados a liderar tales acometidas, a saber: los dirigentes nacionales.
Y lo
expreso sin cortapisas porque en nuestros tiempos recientes esa historia es
harto conocida. ¨La Masacre del 11 de abril¨, es sólo el caso más emblemático
en medio de innumerables demostraciones de heroísmo y sacrificio de tantos
venezolanos que confiados en la plena entrega a la causa democrática han
ofrendado incluso sus vidas, mientras nuestro liderazgo demócrata nacional,
salvo honorables excepciones difíciles de precisar, se conforma con pronunciar
los grandilocuentes anuncios para después alegar un lacónico ¨yo no fui¨.
Verbigracia: Carlos Ortega, presidente de la CTV.
Es
el caso, que más allá de la doctrina política debidamente plasmada en la
bibliografía de rigor, indispensable herramienta de orientación, la historia y
la realidad de los hechos señalan que los pueblos únicamente alcanzan sus
reivindicaciones políticas, en específico frente a las tiranías, cuando
acreditan un liderazgo capaz de brindar un ejemplo personal del necesario
accionar.
Lo
vimos en ocasión del memorable RR en fecha 15 de Agosto de 2004, cuando la
ausencia de nuestros líderes nacionales en la hora crucial de ¨cobrar¨ dio
lugar a una derrota aún sabiéndonos vencedores. Más recientemente con el evento
comicial del Referendo por la Reforma Constitucional el 2 de diciembre de 2007,
cuando el teniente coronel Hugo Chávez llegó a establecer personalmente el
margen de su derrota con la anuencia de un CNE que a la fecha no presenta los
resultados totales correspondientes, todo ello con la displicencia de un
liderazgo demócrata que se conformó con ganar, pero sin saber ¨cobrar completo¨.
Ya conocimos la respuesta política del régimen en gobierno ante tan inusual conformismo:
Las Leyes Habilitantes.
Hoy,
la conducta atropellada del socialismo en gobierno señala a las claras que otra
vez el pueblo le da la espalda, ello a favor de la alternativa demócrata. Y
nuevamente contamos con la infraestructura electoral suficiente como para
defender cada voto en las mesas y de conformidad con la ley, y eso también lo
entiende Hugo Chávez, y él como siempre sí sabrá qué hacer.
¿Y nosotros los demócratas? ¿Sabemos qué hará
nuestro candidato para ganar y cobrar el 7-0? Lo digo por cuanto su precitada
afirmación: (…) ahí
va a haber un pueblo en la calle para exigir respeto a la voluntad que se va a
expresar el 7 de octubre¨, es del todo
insuficiente revisados los antecedentes, incluso considerando el mero escenario
de una denuncia pública ante un fraude a la Constitución por parte del régimen,
que ameritaría la presencia de nuestro candidato demócrata ganador, encabezando
pruebas en mano tal tratativa. Lo contrario, pretender una defensa de esa
victoria, vía mediática, con el sólo recurso de órganos jurisdiccionales
nacionales e internacionales, es risible. Henrique: háblanos claro y
entenderemos. ORA y LABORA. caballeropercival@hotmail.com