jueves, 4 de octubre de 2012


Ciudad El Tigre, domingo 23 de septiembre de 2012
Ronny Padrón.
Democracia Cristiana Hoy.
Henrique: y tú ¿dónde estarás?
"Si el Gobierno se atreve a alguna aventura o a darle un palo a la mesa de tratar de desconocer la voluntad de nuestro pueblo, ahí va a haber un pueblo en la calle para exigir respeto a la voluntad que se va a expresar el 7 de octubre", dijo Capriles durante un acto de campaña en la ciudad de Valencia, estado Carabobo. FUENTE: El Periodiquito.com  23/09/2012.
Entendemos al precitado comentario del candidato de la unidad democrática como una referencia a la reciente información difundida por el diario español ABC conforme a la cual el régimen socialista de Hugo Chávez estaría adiestrando grupos armados para reprimir las manifestaciones públicas de las fuerzas demócratas victoriosas.
En primera instancia, el común de los venezolanos a lo anterior no tendría porque brindarle la  mayor atención visto lo que ha sido la tratativa del socialismo en gobierno a lo largo de estos 13 años y por ende comprendemos que las pretensiones de violencia política por parte del régimen saliente forman parte de su menú de atrocidades posibles a ejecutar de acá al 7 de octubre y más allá.
Pero, no es menos cierto que a lo largo de estos años la frase ¨pueblo en la calle¨ ha tenido cabal implementación por parte de los ciudadanos, no así por quienes están llamados a liderar tales acometidas, a saber: los dirigentes nacionales.
Y lo expreso sin cortapisas porque en nuestros tiempos recientes esa historia es harto conocida. ¨La Masacre del 11 de abril¨, es sólo el caso más emblemático en medio de innumerables demostraciones de heroísmo y sacrificio de tantos venezolanos que confiados en la plena entrega a la causa democrática han ofrendado incluso sus vidas, mientras nuestro liderazgo demócrata nacional, salvo honorables excepciones difíciles de precisar, se conforma con pronunciar los grandilocuentes anuncios para después alegar un lacónico ¨yo no fui¨. Verbigracia: Carlos Ortega, presidente de la CTV.
Es el caso, que más allá de la doctrina política debidamente plasmada en la bibliografía de rigor, indispensable herramienta de orientación, la historia y la realidad de los hechos señalan que los pueblos únicamente alcanzan sus reivindicaciones políticas, en específico frente a las tiranías, cuando acreditan un liderazgo capaz de brindar un ejemplo personal del necesario accionar.
Lo vimos en ocasión del memorable RR en fecha 15 de Agosto de 2004, cuando la ausencia de nuestros líderes nacionales en la hora crucial de ¨cobrar¨ dio lugar a una derrota aún sabiéndonos vencedores. Más recientemente con el evento comicial del Referendo por la Reforma Constitucional el 2 de diciembre de 2007, cuando el teniente coronel Hugo Chávez llegó a establecer personalmente el margen de su derrota con la anuencia de un CNE que a la fecha no presenta los resultados totales correspondientes, todo ello con la displicencia de un liderazgo demócrata que se conformó con ganar, pero sin saber ¨cobrar completo¨. Ya conocimos la respuesta política del régimen en gobierno ante tan inusual conformismo: Las Leyes Habilitantes.
Hoy, la conducta atropellada del socialismo en gobierno señala a las claras que otra vez el pueblo le da la espalda, ello a favor de la alternativa demócrata. Y nuevamente contamos con la infraestructura electoral suficiente como para defender cada voto en las mesas y de conformidad con la ley, y eso también lo entiende Hugo Chávez, y él como siempre sí sabrá qué hacer.
 ¿Y nosotros los demócratas? ¿Sabemos qué hará nuestro candidato para ganar y cobrar el 7-0? Lo digo por cuanto su precitada afirmación: (…) ahí va a haber un pueblo en la calle para exigir respeto a la voluntad que se va a expresar el 7 de octubre¨, es del todo insuficiente revisados los antecedentes, incluso considerando el mero escenario de una denuncia pública ante un fraude a la Constitución por parte del régimen, que ameritaría la presencia de nuestro candidato demócrata ganador, encabezando pruebas en mano tal tratativa. Lo contrario, pretender una defensa de esa victoria, vía mediática, con el sólo recurso de órganos jurisdiccionales nacionales e internacionales, es risible. Henrique: háblanos claro y entenderemos. ORA y LABORA. caballeropercival@hotmail.com


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