Ciudad El Tigre,
lunes 25 de febrero de 2013
Ronny Padrón.
Democracia
Cristiana Hoy.
Candidato
preventivo, hay un accidente.
Cuando el pasado
martes 19 de enero, Roberto Henríquez, presidente nacional de COPEI, -organización
política donde milito – propuso a la Mesa de la Unidad Democrática y de manera
formal, la elección ¨preventiva¨ del candidato presidencial demócrata, no
estaba más que reconociendo un hecho público, notorio y comunicacional:
Venezuela está en emergencia, nos encontramos en medio de un verdadero
accidente llamado socialismo, el socialismo en gobierno.
Porque el socialismo
ha representado para Venezuela un suceso eventual que altera el orden regular
de las cosas. Ese orden no era otro que la natural evolución de nuestro proceso
democrático reiniciado en 1958 hasta el 2 de febrero de 1999 con la toma de
posesión del teniente coronel Hugo Chávez. Tal es su naturaleza accidental
cuando es solo a partir de diciembre de 2006 que el régimen gobernante se atrevió a mostrar
su naturaleza socialista, no antes. No por casualidad, el socialismo en
gobierno siempre ha devenido en tragedia para los pueblos que a él se someten,
de allí la necesidad imperiosa de sus líderes por mentir y violentar a modo de
acceder el poder, y solo entonces exponen su verdad. Así fue en la Cuba de los
Castro, igual hoy en la Venezuela de Hugo Chávez.
Sin embargo la patria
de Simón Bolívar tiene esperanzas: La unidad nacional contra la esclavitud
socialista. Es el caso, que la negativa a designar la Junta Médica constitucional
que certifique la capacidad del teniente coronel socialista para gobernar, por
parte del régimen de facto hoy en el poder, indica a las claras que no tenemos
presidente de la República. Ante la inminencia de tal comprobación vista la
creciente presión política en tal sentido, sobremanera la ejercida por el
movimiento estudiantil, resultará perentoria la celebración de nuevos comicios
presidenciales.
Es allí cuando cobra
gran importancia la antedicha propuesta de la Democracia Cristiana en Venezuela,
para (...) ¨escoger
un líder que construya una nueva mayoría, que se comprometa con la no
reelección presidencial y con la tarjeta única¨ FUENTE: Prensa Copei
19/02/2013 y además tengan lugar unas
elecciones "libres, universales, directas y secretas" como bien lo
exigieron el pasado 20 de febrero al menos 15 diputados de la Mesa de la Unidad
Democrática cuando acudieron al Consejo Nacional Electoral para consignar una
serie de peticiones ante el organismo electoral que garantice unas
"condiciones igualitarias" en tan importante materia.
Lo anterior amerita
ciertamente el contar con una candidatura presidencial demócrata de signo muy
distinto a lo que hemos visto durante los pasados 14 años. Nuestro próximo
abanderado de la unidad nacional contra el socialismo esclavista debe contar de
inicio con la suficiente autoridad moral que aunado a su valentía le permita
¨llamar las cosas por su nombre¨, paso ineluctable si pretende vencer a una
tiranía que no sabe ¨jugar limpio¨.
Venezuela es hoy en
día un pueblo atemorizado, que acostumbrado a la ¨vida fácil¨ del populismo
basado en la renta petrolera, frente a un caos como el reinante continua negado
a aceptar una realidad: trabajo, sudor y lágrimas, como única fórmula válida
para recuperar la libertad.
Es allí donde nuestro
candidato demócrata nacional tendrá su más compleja labor: enseñar al pueblo
venezolano ese camino hacia la restauración constitucional, muy distinto al
presente de fantasía que ofrece la tesis de la cohabitación. Necesitamos un
liderazgo en la alternativa democrática que haga respetar la soberanía nacional
comenzando por su natural vía de expresión: elecciones auténticas, conforme a
la Constitución. ¡Abajo el Socialismo¡ ORA y LABORA.