martes, 29 de septiembre de 2015

El Tigre, domingo 27 de Septiembre de 2015
Ronny Padrón
Democracia Cristiana Hoy
El socialismo y su mundo demente.
Indefectiblemente es la consecuencia de padecer un gobierno socialista. Lo vemos en la Venezuela actual: el caos sistémico provocado por la dictadura socialista al mando desde el 11 de abril de 2002 es de imposible comprensión basándonos en las reglas del juicio lógico. Este horror, con un régimen orientado a matarnos de hambre, enfermedad o a manos del hampa, como vía para  esclavizarnos, solo es comprensible bajo la óptica de una ideología cuya razón de ser lo constituye la obtención del poder político y su preservación por sobre cualquier otra consideración humana, y solo así entenderemos el por qué los gobiernos socialistas tienen de común una finalización violenta.

Caer en cuenta de lo  anterior resulta fundamental para quienes pretendemos coadyuvar en la recuperación de la constitucionalidad democrática, perdida desde aquel 11 de abril, pues no hacerlo implica el grave riesgo de ceder ante el colaboracionismo, tan usual hoy día entre los negados a aceptar la naturaleza criminal del régimen y las necesarias medidas para librarnos de él. Pues siempre resultará más cómodo simular normalidad democrática si el auto-engaño implica una supervivencia coyuntural acompañada de privilegios.

 Vemos entonces el cómo un modelo de gobierno contrario a cualquier razonamiento estimable, llega a gozar de aceptación así fuere por omisión por parte de quienes están llamados  a confrontarle. Como ejemplo puntual de ello tenemos el absurdo de llamar a participar en comicios bajo dictadura socialista, manteniendo viva la expectativa de triunfo electoral, cuando el sentido común aconseja para tales circunstancias  el empleo de cualquier eventualidad como fundamento para la rebelión popular conforme a la Carta Magna. ¡Fuera el socialismo, fuera Nicolás¡ Ora y labora.


                                               

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