El Tigre, domingo 27
de Septiembre de 2015
Ronny Padrón
Democracia
Cristiana Hoy
El
socialismo y su mundo demente.
Indefectiblemente es
la consecuencia de padecer un gobierno socialista. Lo vemos en la Venezuela
actual: el caos sistémico provocado por la dictadura socialista al mando desde
el 11 de abril de 2002 es de imposible comprensión basándonos en las reglas del
juicio lógico. Este horror, con un régimen orientado a matarnos de hambre,
enfermedad o a manos del hampa, como vía para
esclavizarnos, solo es comprensible bajo la óptica de una ideología cuya
razón de ser lo constituye la obtención del poder político y su preservación
por sobre cualquier otra consideración humana, y solo así entenderemos el por
qué los gobiernos socialistas tienen de común una finalización violenta.
Caer en cuenta de
lo anterior resulta fundamental para
quienes pretendemos coadyuvar en la recuperación de la constitucionalidad
democrática, perdida desde aquel 11 de abril, pues no hacerlo implica el grave
riesgo de ceder ante el colaboracionismo, tan usual hoy día entre los negados a
aceptar la naturaleza criminal del régimen y las necesarias medidas para
librarnos de él. Pues siempre resultará más cómodo simular normalidad
democrática si el auto-engaño implica una supervivencia coyuntural acompañada
de privilegios.
Vemos entonces el cómo un modelo de gobierno
contrario a cualquier razonamiento estimable, llega a gozar de aceptación así
fuere por omisión por parte de quienes están llamados a confrontarle. Como ejemplo puntual de ello
tenemos el absurdo de llamar a participar en comicios bajo dictadura socialista,
manteniendo viva la expectativa de triunfo electoral, cuando el sentido común
aconseja para tales circunstancias el
empleo de cualquier eventualidad como fundamento para la rebelión popular
conforme a la Carta Magna. ¡Fuera el socialismo, fuera Nicolás¡ Ora y labora.
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