jueves, 28 de diciembre de 2017

El Tigre, domingo 24 de diciembre de 2017
Ronny Padrón
Democracia Cristiana Hoy
La perenne inquietud del socialista
Es parte del alto costo a pagar por quienes con mayor o menor grado de responsabilidad, son culpables del ascenso y permanencia del socialismo en el poder acá en Venezuela. Y no es poca cosa a decir verdad, considerando que son cuando menos cuatro millones de venezolanos adultos, los asalariados de este gobierno asesino, quienes día tras día laboran con denuedo para hacer posible la continuidad de este régimen en su labor de esclavitud y exterminio.

Desde humildes barrenderos hasta sofisticados ¨empresarios de maletín¨, pasando por los publicitados mercenarios militares, hasta llegar al mismísimo tirano socialista de turno, todos y cada uno de ellos soportan sobre sus hombros el peso de quien carga con la fuerza criminal de mayor entidad política conocida en la historia contemporánea universal, capaz de arruinar a una sociedad próspera, esclavizar a su población e incluso asesinar de hambre, enfermedad o hampa a quienes se le resistan, eso en apenas 15 años contados desde el 11 de abril de 2002.

Se comprende entonces la desazón que embarga a todo ese conglomerado, nómina del socialismo, que más allá de las penurias que atormentan a muchos de ellos (el socialismo también es policlasista) sufren y padecen la llamada inquietud del criminal, ese que se sabe culpable de graves faltas, y que por ende teme la aplicación de castigo en cualquier momento y lugar.

Por todo ello vale reiterar la pertinencia de la resistencia democrática en pro de la liberación nacional conforme al 333 y 350 constitucional. Porque todos los patriotas venezolanos, sin distingo alguno, tenemos la obligación de colaborar en el restablecimiento del orden constitucional en la medida de nuestras capacidades y posibilidades; civiles o militares, empleados y/o profesionales liberales, incluso ex policías encapuchados, estamos llamados a certificar una vez más que: ¨Es criminal quien sonríe al crimen; quien lo ve y no lo ataca; quien se sienta a la mesa de los que se codean con él o le sacan el sombrero interesado; quienes reciben de él el permiso de vivir¨. José Martí. Patriota cubano (La Habana, 28 de enero de 1853 - Dos Ríos, 19 de mayo de 1895). Ora y labora.


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