jueves, 2 de diciembre de 2010

Ciudad El Tigre, sábado 27 de noviembre de 2010
Ronny Padrón.
Democracia Cristiana Hoy.

¿Cuándo aprenderemos la lección?

Me refiero a la lección sobre la conveniencia de un régimen democrático de libertades y su contrario, el socialismo. Mientras al primero se le identifica perfectamente con la evolución sociopolítica de los pueblos, el otro representa la involución de los mismos hasta lograr su ruina total, verbigracia: La República de Cuba y La República Popular Democrática de Corea (Corea del Norte).

Porque esta lección implica no solo el disfrutar de los beneficios derivados de las libertades democráticas, sino también y de la mayor importancia, significa el asumir los esfuerzos y sacrificios insitos a cabal su logro y consolidación. Es allí donde parece ser que la lección se encuentra aún lejos de ser aprobada.

Basta con revisar las propuestas programáticas de la Mesa de la Unidad Democrática presentadas el 22 de abril de 2.010, para comprender el meollo de la cuestión. Entre las 100 propuestas que integran tan denso documento solo es destacable el estilo retórico, el mismo que dio lugar al presente horror socialista: La superposición de las formas sobre el fondo.

El perfecto reflejo de una dirigencia demócrata que a sabiendas de los nuevos paradigmas necesarios al país, se resiste aún a los cambios anhelados por quienes confiaron en el hoy tirano Hugo Chávez, y que continúan esperando por una alternativa válida ante el presente caos.

La anterior afirmación podemos precisarla de la siguiente manera: ¿Dónde está el cambio de paradigma en materia económica propuesto por la MUD? ¿Dónde el nuevo paradigma en materia de servicios públicos? ¿Cuál es el nuevo paradigma en Seguridad Social o bien en cuanto a la Administración de Justicia? y así continuar en todos y cada uno de los aspectos cruciales que conforman el abanico de inquietudes del venezolano de hoy.

Tales silencios no son casuales. Son típicos de una dirigencia negada a aprender una lección. La lección de interpretar que el pueblo venezolano merece algo mejor que el populismo ramplón, ese del estatismo petrolero; que no se conformará con la simple promesa de una PDVSA eficiente una vez restauremos la Constitución. No. Es tiempo de hablar claro.

¿Porqué insistir en el estatismo petrolero cuando se sabe que la empresa privada es más eficiente y produce a menor costo? ¿Quién se beneficia realmente del estatismo petrolero? Son preguntas aún sin respuesta por parte de nuestros dirigentes demócratas, no solo paralizados ante el avance de la tiranía por el muy humano temor a perder la libertad, algo lógico ante regímenes de esta naturaleza; es que también va ganando terreno una primera conclusión: Nuestra dirigencia demócrata deja ver su desconfianza ante los cambios políticos desde hace tanto esperados.

Sino porqué habrían de mantener el silencio sobre: La necesidad de eliminar desde ya y para siempre el control de cambio monetario, la imperativa privatización de todas las empresas mercantiles gerenciadas por el Estado, comenzando por PDVSA y siguiendo con la CVG; el otorgamiento en concesión a empresas privadas especializadas de la prestación de los servicios públicos básicos de: Electricidad, agua potable, gas doméstico si de veras prentendemos contar algún día con servicios públicos de primera. Aunado a lo anterior porqué la reticencia a debatir públicamente sobre el deber moral de juzgar en territorio patrio y de conformidad con la Constitución a todos los responsables de la actual catástrofe gubernativa encabezada por el teniente coronel Hugo Chávez, ello a contracorriente de quienes pretenden brindarle ¨puente de plata¨ para un escape como en aquel 12 de abril.

El pasado 26 de septiembre la mayoría electoral en Venezuela brindó una nueva demostración sobre su anhelo de cambiar, va siendo hora que nuestra dirigencia demócrata haga otro tanto y demuestre su voluntad de avanzar. No creo sea mucho pedir que quienes pretendan dirigirnos en esta lucha brinden también ejemplo de valentía y autoridad moral en medio de una tiranía a la debemos reiterar: Doblegarán nuestros huesos pero nuestro espíritu jamás. ORA y LABORA.

caballeropercival@hotmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario