domingo, 9 de septiembre de 2012


Ciudad El Tigre, sábado 02 de septiembre de 2012
Ronny Padrón
Democracia Cristiana Hoy.
Recuerden: el socialismo no paga.
Ese título va dirigido a los ¨vivos¨ que a sabiendas de la desgracia que para Venezuela representa el régimen en gobierno, siguen apoyándole en público a cambio de un temporario lucro personal, pensando sí en la ¨puñalada trapera¨ del 7-O. Cuidado, el costo de esa viveza les puede salir muy caro.

Un alto costo, pues la más mínima expresión proselitista a favor del socialismo en gobierno puede influir negativamente a la causa demócrata de acá al 7 de octubre, con las consecuencias nefastas en ello implícitas para la República. Para ser más explícitos, es menester referir que aún resta tiempo suficiente al régimen para que en su ignorancia, negligencia, imprudencia e impericia, típicas del socialismo cuando gobierna, ¨ocurran¨ tragedias aún peores que la reciente de Amuay, sobremanera si cuenta con ¨apoyos públicos¨ así fueren asalariados, y absolutamente ninguno debiera considerarse a salvo.

No exageramos, van 13 años y algo más, durante los cuales Venezuela ha sido testigo de los más espantosos eventos ¨accidentales¨ y otros no tan ¨accidentales¨ siempre vinculados a la gestión del Estado socialista en sus distintos niveles político-administrativos, pero siempre, salvo excepciones de conveniencia política, el Poder Público resulta eximido de responsabilidad, aún cuando la Carta Magna en su artículo 140 indique lo contrario.

Trátese de las masacres semanales que ¨ocurren¨ en los recintos penales, los accidentes automovilísticos diarios  producto del mal estado en la vialidad terrestre, o bien la guerra declarada por la delincuencia en contra de la ciudadanía, ante la notoria incapacidad de los órganos de seguridad, las  confiscaciones, que disfrazadas de expropiaciones mantienen postrada a la empresa privada nacional, el control de cambio monetario verdadera violación a los derechos humanos de los trabajadores y por supuesto desastres como el recientemente ¨ocurrido¨ en el Centro Refinador Paraguaná. En todos y cada uno de estos escenarios la sentencia es, fue y será siempre la misma: El Estado socialista, jurídicamente responsable por el daño causado en razón del incumplimiento en sus competencias ¨no paga¨.

Pero no sólo deja de pagar en el aspecto económico, el Estado socialista ni siquiera es capaz de reconocer sus faltas, salvo cuando le resulta políticamente en ventaja. Recordemos el ¨mea culpa¨ del teniente coronel Hugo Chávez recién rescatado por ese otro militar: Baduel, luego de la ¨Masacre del Silencio¨ aquel 11 de abril.

En fin nadie debe esperar gesto alguno de justicia por parte del régimen socialista mientras se mantenga en gobierno, sobremanera los ¨vivos¨ ya referidos, pues aquellos que hoy les compran su público apoyo, mañana en cambio les pueden hacer pagar hasta con su don más preciado. No permitamos otra tragedia como la reciente de Amuay. ORA y LABORA.


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