jueves, 13 de septiembre de 2012



Ciudad El Tigre, sábado 08 de septiembre de 2012
Ronny Padrón.
Democracia Cristiana Hoy.
William Ojeda: ¿Cuánto vale un abogado?
Se entiende que nuestra profesión como tantas otras en Venezuela se ha visto gravemente amenazada por la mediocridad inherente al socialismo en gobierno, el que siguiendo su mala costumbre en lugar de potenciar la formación de profesionales de primer nivel, desde hace mucho a la saga del primer mundo, optó por atacar con furor a  las universidades autónomas, que por su propia naturaleza no se pliegan ante las barbaries, promoviendo en su lugar ¨aldeas universitarias¨ de rigor académico por demás dudoso. Ciertamente una crisis, historia ya conocida.
Pero de allí, a que tú, William Orlando Ojeda Orozco, venezolano, mayor de edad, civilmente hábil, hoy diputado de la República por el Estado Miranda, electo por la tarjeta de un partido demócrata como Un Nuevo Tiempo; tú, que en el año 1995 escribiste  un libro ahora famoso dedicado y te cito: a "todos aquellos miembros de la Función Judicial que no venden sus resoluciones y sentencias", no hayas sido capaz de buscar la asistencia de un buen abogado antes de otorgarle pública certeza a un documento frente a la TV, es demasiado. Ignorancia, negligencia, impericia, podían ser buenos alegatos para cualquiera, pero no para ti.
Licenciado en Comunicación Social de la Universidad Central de Venezuela (1994) Tesis Mención Publicación. Magíster en Planificación del Desarrollo Global del Centro de Estudios de Desarrollo del la UCV (1996) y egresado del Doctorado en Políticas Públicas Tesis Mención Especial del referido centro (2004), según tu reseña en Wikipedia, eso sin contar el libro aquel, te obligaban a un proceder con mesura, digo, si la idea era mantener tu credibilidad, pero otorgarle valor político a un documento sin verificar cuando menos la autenticidad de las firmas en él estampadas, mediante los procedimientos conducentes, uno de los más expeditos sería por ejemplo una experticia grafo técnica extra-judicial, cuyo resultado lo hicieras público. El no actuar en consecuencia, pone en tela de juicio tu buena fe.
William Ojeda, eres un representante del pueblo y de los Estados en su conjunto, no sujeto a mandato ni instrucción, sino sólo a tu conciencia, así lo establece el artículo 201 de la Carta Magna que tú mismo ayudastes a redactar desde la Asamblea Nacional Constituyente. ¿Entonces? en lo adelante qué podemos creer sobre ti y esa tu reciente tratativa, nosotros los demócratas que igual que tú llevamos más de una década confrontando sin máscaras a un régimen ubicado en las antípodas de todo aquello por lo cual luchastes hasta hoy.
¿Cuál es el verdadero William Ojeda? aquel periodista que pagó con su libertad el derecho a contar con los mejores jueces o este diputado que solo atina a apoyar a Hugo Chávez valiéndose del primer papel impreso que le ponen enfrente. Esa asistencia jurídica yo te la hubiera brindado gratis. ORA y LABORA.


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