El Tigre, sábado 19
de octubre de 2013
Ronny Padrón
Democracia
Cristiana Hoy
La
tiranía socialista sin real oposición
No está demás
reiterarlo, hablamos de una realidad que sigue determinando nuestro presente e
incluso nuestro futuro como nación. Porque difícil resultará hallar en la
actualidad un ejemplo que refleje en mejor manera nuestra inédita sintonía
entre gobernantes y gobernados.
En la Venezuela de
hoy, sometidos a un proceso de esclavitud socialista –el socialismo cuando gobierna
lleva tal impronta- que hace de la vida diaria del venezolano promedio una
auténtica carrera por sobrevivir, la directiva nacional del principal
movimiento demócrata, llamado como está a confrontar y vencer políticamente al
régimen en gobierno, inexplicablemente se dedica a garantizar la permanencia
del mismo en el poder, pues en lugar de ¨oponerse¨ a sus tratativas esclavistas, se afana por cohonestarlas.
Entre tales se destaca la legitimación absoluta de un Poder Electoral
notoriamente controlado por el partido de gobierno, con las lógicas
consecuencias políticas que de ello se derivan.
La precitada sintonía
pueblo-gobierno, implica el hecho insólito de que nosotros, los venezolanos de
a pie, gente de trabajo y honrados, entendidos como colectivo, a pesar del
horror que significa nuestro diario trajinar, continuamos siendo incapaces de
generar respuestas válidas ante el despropósito político que amenaza
esclavizarnos.
Porque se entendería
a cabalidad que la actual directiva nacional de la Mesa de la Unidad
Democrática (MUD) por razones siempre contrarias al interés general, hubiere
decidido cohonestar el proceso de esclavitud socialista, en lugar de la
confrontación politica como era de esperar; de hecho, la historia está llena de
colaboracionistas, a nadie sorprendería. Pero que un pueblo diezmado, humillado
y estafado como el nuestro, continúe aceptando un liderazgo de tal catadura,
sin hacer manifiesto su repudio ante tales despropósitos, no tiene parangón.
El proceso
destructivo y esclavista del socialismo en gobierno, en cualquiera de sus
manifestaciones, sean políticas, sociales o económicas, llámese el actual secuestro
del poder público, la delincuencia desbordada o la escasez e inflación al
galope, bastaría para que en cualquier lugar del mundo las protestas políticas
de carácter público constituyeran noticia diaria.
En la Venezuela de
hoy es diferente. Acá continuamos prefiriendo la supervivencia bajo condiciones indignas al ser humano, tal como lo impone el
socialismo en gobierno, cohonestado como está por la actual directiva nacional
de la MUD; siempre en espera de un evento socio-político extraordinario que nos
cambie tan espantosa situación.
Pero es sabido que tales
esperas, carentes de justificación en la Venezuela de hoy, generalmente dan
lugar a desenlaces políticos negativos para la sociedad que los propicia con su
inacción. Tales pueden ser, a saber: Motines: de cuyos resultados nada bueno
cabría esperar, verbigracia: Los acaecidos en Caracas en febrero de 1989; Rebelión
militar: La última de tales en 1992, fue génesis para la vigente tiranía; La perpetuación
del régimen socialista, por agotamiento y resignación de la sociedad ante el
poder esclavista, como es el caso de la isla-cárcel Cuba.
Ante ello quedan alternativas.
Si optamos desde ya por trabajar con denuedo en la promoción de un liderazgo
demócrata honrado y valiente, que asuma la conducción de nuestra Mesa de la
Unidad Democrática por un camino muy distinto al actual; que a la luz del trabajo,
la ley y el orden tenga por norte al
Estado Democrático y Social de Derecho y de Justicia consagrado en la Carta
Magna, en auténtica oposición a la esclavitud socialista, comenzando por una Venezuela
presidida por venezolanos, nacidos en
esta tierra y sin otra nacionalidad. La razón y el derecho están de nuestro
lado ¡Nicolás muéstranos tu partida¡ ORA y LABORA.
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