jueves, 31 de octubre de 2013

El Tigre, sábado 26 de octubre de 2013
Ronny Padrón
Democracia Cristiana Hoy
El socialismo es un enemigo
Enemigo del Estado Democrático y Social de Derecho y de Justicia llamado a regir en Venezuela, consagrado en el artículo 2 de la Carta Magna, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico y de su actuación, la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad social y, en general, la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el pluralismo político.

El socialismo como el sistema de organización social y económico basado en la propiedad y administración colectiva o estatal de los medios de producción y en la regulación por el Estado de las actividades económicas y sociales, y la distribución de los bienes (Según definición de la Real Academia Española) implica una contradicción esencial con el modelo de Estado Nacional planteado por nuestra Constitución, por ende constituye necesidad existencial para Venezuela exponer la cruel verdad de tan pérfida doctrina ante la opinión pública nacional. Lo anterior es de Perogrullo, salvo para la actual directiva nacional de nuestra Mesa de la Unidad Democrática (MUD).

Quizá debido a la variopinta integración de ese gran organismo de coordinación democrática donde se observa la presencia de factores políticos de tendencia claramente socialista, o bien por soslayar el ¨trabajo¨ que implica el educar a la población en contra del socialismo, que la directiva nacional de la MUD prefiere referirse al actual régimen político como un gobierno de corte autoritario, totalitario, fascista y cualquier otro adjetivo que implique denuesto, en lugar de proclamar una realidad: en Venezuela gobierna otra tiranía socialista como las tantas que han asolado a la humanidad a lo largo de su historia, entre las que sigue destacando la vigente en Cuba, isla-cárcel.

Ese grave equívoco nos condena a la permanencia del régimen en el poder, pues mientras no se confronte ideológicamente al origen del actual horror, el ideario que lo justifica sigue incólume, y este ideario no es otro que el igualitarismo, vicio político que amenaza con pervivir aún después del PSUV  de continuar con esta renuencia.

El socialismo como el mal absoluto que es, debe confrontarse y atacarse con todo el arsenal ideológico que posee la democracia, pues aquel se alimenta de la ignorancia de los más débiles y con la malicia de los depravados. Hay que ganar primero la batalla de las ideas, lo fácil vendrá después. ORA y LABORA.




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