El Tigre, sábado 26
de octubre de 2013
Ronny Padrón
Democracia
Cristiana Hoy
El
socialismo es un enemigo
Enemigo del Estado
Democrático y Social de Derecho y de Justicia llamado a regir en Venezuela,
consagrado en el artículo 2 de la Carta Magna, que propugna como valores
superiores de su ordenamiento jurídico y de su actuación, la vida, la libertad,
la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad
social y, en general, la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el pluralismo
político.
El socialismo como el
sistema de organización social y económico basado en la propiedad y
administración colectiva o estatal de los medios de producción y en la
regulación por el Estado de las actividades económicas y sociales, y la distribución
de los bienes (Según definición de la
Real Academia Española) implica una contradicción esencial con el modelo de
Estado Nacional planteado por nuestra Constitución, por ende constituye
necesidad existencial para Venezuela exponer la cruel verdad de tan pérfida
doctrina ante la opinión pública nacional. Lo anterior es de Perogrullo, salvo
para la actual directiva nacional de nuestra Mesa de la Unidad Democrática
(MUD).
Quizá debido a la
variopinta integración de ese gran organismo de coordinación democrática donde
se observa la presencia de factores políticos de tendencia claramente
socialista, o bien por soslayar el ¨trabajo¨ que implica el educar a la
población en contra del socialismo, que la directiva nacional de la MUD
prefiere referirse al actual régimen político como un gobierno de corte
autoritario, totalitario, fascista y cualquier otro adjetivo que implique denuesto,
en lugar de proclamar una realidad: en Venezuela gobierna otra tiranía
socialista como las tantas que han asolado a la humanidad a lo largo de su
historia, entre las que sigue destacando la vigente en Cuba, isla-cárcel.
Ese grave equívoco
nos condena a la permanencia del régimen en el poder, pues mientras no se
confronte ideológicamente al origen del actual horror, el ideario que lo justifica
sigue incólume, y este ideario no es otro que el igualitarismo, vicio político
que amenaza con pervivir aún después del PSUV de continuar con esta renuencia.
El socialismo como el
mal absoluto que es, debe confrontarse y atacarse con todo el arsenal ideológico
que posee la democracia, pues aquel se alimenta de la ignorancia de los más
débiles y con la malicia de los depravados. Hay que ganar primero la batalla de
las ideas, lo fácil vendrá después. ORA y LABORA.
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