El Tigre, sábado 11
de enero de 2014
Ronny Padrón
Democracia
Cristiana Hoy
¿Cuánto
durará la cohabitación MUD-PSUV?
Haciendo un pequeño
recuento, diremos que esa cohabitación
es la consolidación de un proceso político iniciado a partir de la aceptación
del fraude electoral en el Referendo Revocatorio Presidencial de 2004 por parte
de la otrora Coordinadora Democrática, hoy consumado a través del
reconocimiento otorgado por el ex candidato presidencial demócrata, máximo
líder de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), a un usurpador como Nicolás
Maduro Moros.
¨Rendición
incondicional¨ de la Mesa de la Unidad Democrática, como bien lo han definido
connotados estudiosos de la politica nacional, situación precaria que no
implica en modo alguno la rendición de la Venezuela democrática a manos de la
tiranía socialista en gobierno.
Obviamente, el
oportuno reemplazo de la actual directiva nacional de la MUD, hubiera
posibilitado su deslinde institucional ante la debacle política implícita al ¨acto de rendición¨. Sin embargo
la decisión fue otra.
En lo adelante, los
demócratas venezolanos tenemos frente a nosotros una clara bifurcación: renovar
a la Mesa de la Unidad Democrática, como instrumento de cohesión y lucha política contra la tiranía socialista, o
iniciar la constitución de un nuevo organismo que la reemplace, siempre en el
entendido que la concertación política de los demócratas es valor esencial para
la restauración constitucional, derogada de facto el 11 de abril de 2002.
Resulta evidente que
el accionar político de la actual directiva nacional de la MUD va de espaldas
al anhelo de libertad con responsabilidad, que dio origen a la Mesa de la
Unidad Democrática el 08 de junio de 2009. Pero es igualmente cierto que tal
accionar obedece a una expresa voluntad colaboracionista de una gran mayoría
entre los partidos políticos que la integran.
De tal manera que,
una renovación de la directiva nacional de la MUD a objeto de retomar el camino
de su fundación se nos antoja difícil cuando menos al tiempo presente, vista
la escasa o nula reacción de la militancia partidista demócrata ante la
cohabitación política propiciada por su dirigencia.
Así entonces, nos
aproximamos a una nueva etapa en nuestra lucha por la restauración
constitucional, marcada esta por la ruptura entre un liderazgo político
colaboracionista con el socialismo en gobierno, y amplios sectores democráticos
que a diario reivindican la necesidad de
contar con una alternativa política en disposición de oponerse, resistir,
protestar y desconocer a un régimen socialista contrario a los valores, principios
y garantías democráticos, transgresor impenitente de los derechos humanos ¡PROHIBIDO OLVIDAR¡
Ora y Labora.
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