jueves, 16 de enero de 2014

El Tigre, sábado 11 de enero de 2014
Ronny Padrón
Democracia Cristiana Hoy
¿Cuánto durará la cohabitación MUD-PSUV?
Haciendo un pequeño recuento,  diremos que esa cohabitación es la consolidación de un proceso político iniciado a partir de la aceptación del fraude electoral en el Referendo Revocatorio Presidencial de 2004 por parte de la otrora Coordinadora Democrática, hoy consumado a través del reconocimiento otorgado por el ex candidato presidencial demócrata, máximo líder de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), a un usurpador como Nicolás Maduro Moros. 

¨Rendición incondicional¨ de la Mesa de la Unidad Democrática, como bien lo han definido connotados estudiosos de la politica nacional, situación precaria que no implica en modo alguno la rendición de la Venezuela democrática a manos de la tiranía socialista en gobierno.

Obviamente, el oportuno reemplazo de la actual directiva nacional de la MUD, hubiera posibilitado su deslinde institucional ante la debacle política  implícita al ¨acto de rendición¨. Sin embargo la decisión fue otra.

En lo adelante, los demócratas venezolanos tenemos frente a nosotros una clara bifurcación: renovar a la Mesa de la Unidad Democrática, como instrumento de cohesión y lucha  política contra la tiranía socialista, o iniciar la constitución de un nuevo organismo que la reemplace, siempre en el entendido que la concertación política de los demócratas es valor esencial para la restauración constitucional, derogada de facto el 11 de abril de 2002.

Resulta evidente que el accionar político de la actual directiva nacional de la MUD va de espaldas al anhelo de libertad con responsabilidad, que dio origen a la Mesa de la Unidad Democrática el 08 de junio de 2009. Pero es igualmente cierto que tal accionar obedece a una expresa voluntad colaboracionista de una gran mayoría entre los partidos políticos que la integran.

De tal manera que, una renovación de la directiva nacional de la MUD a objeto de retomar el camino de su fundación  se nos antoja  difícil cuando menos al tiempo presente, vista la escasa o nula reacción de la militancia partidista demócrata ante la cohabitación política propiciada por su dirigencia.

Así entonces, nos aproximamos a una nueva etapa en nuestra lucha por la restauración constitucional, marcada esta por la ruptura entre un liderazgo político colaboracionista con el socialismo en gobierno, y amplios sectores democráticos que a diario  reivindican la necesidad de contar con una alternativa política en disposición de oponerse, resistir, protestar y desconocer a un régimen socialista contrario a los valores, principios y garantías democráticos, transgresor impenitente  de los derechos humanos ¡PROHIBIDO OLVIDAR¡ Ora y Labora.



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