El Tigre, viernes 21
de noviembre de 2014
Ronny Padrón
Democracia
Cristiana Hoy
El
poder de la palabra…verdadera
Sobre este asunto del
poder de las palabras fundadas en realidades es mucha la literatura científica
y política disponible, sin embargo la aplicación fáctica de tal certeza en
Venezuela está muy lejos de alcanzar el nivel de eficiencia requerido por la
causa de la democracia. Por el contrario, la sociedad venezolana en especial
nuestra dirigencia demócrata, permite que
el discurso socialista, siempre
fundado en la mentira, se entronice como instrumento de poder.
Así entonces fue
evidente como, bien iniciada la tiranía socialista en gobierno, es decir
a partir del 11 de abril de 2002 la
tolerancia ante la mentira oficial en boca del tirano Hugo Chávez, dio lugar a
su aceptación tácita e incluso a su reiteración generalizada, dando así la
razón al adagio históricamente atribuido al jefe de la propaganda nazi,
relativo a la conversión de una mentira en verdad a través de su
reiteración. Como prueba de ello tenemos la farsa del régimen en relación a su
propia génesis: El precitado 11 de abril.
Evento histórico de conocimiento
público, notorio y comunicacional, un clásico de la violencia política
instigada por el discurso gubernamental, que por el solo mérito de ostentar el
poder político en gobierno, ha devenido en ¨Otro Golpe de Estado de la
Derecha¨, frase públicamente repetida incluso por connotados dirigentes
demócratas venezolanos.
A partir de allí,
resultaba obvio que las pretensiones socialistas en materia de farsa serian de
naturaleza ilimitada, tal y como lo
certifica la vigente ¨Guerra económica¨,
que mantiene a una Venezuela postrada en medio de una región
sudamericana cuya regla es el constante crecimiento y la prosperidad.
Vale entonces la
aplicación inmediata de un instrumento de lucha democrático ampliamente
certificado como eficiente: Decir la verdad política de la Venezuela presente,
sin ofensas ni temores, porque llamando las cosas por su nombre es como inicia el proceso de
liberación nacional. Es tan demoledor el efecto de una verdad dicha frente a la
tiranía, que en la Venezuela del
presente solo aquellos dirigentes que se han atrevido a proclamarla
oportunamente han merecido el honor de la prisión política; recordemos el caso
del año 2011 cuando el ex gobernador Oswaldo Álvarez Paz fue condenado por el
delito de difusión de información falsa y el más actual, del patriota Leopoldo
López imputado por instigación pública entre otros delitos, pero solo
culpables por decir verdades que
incomodan a una dictadura.
Si bien las
consecuencias por decir la verdad en tiempos de tiranía derivan en peligros
para quienes la proclaman, no es menos cierto que el no hacerlo es garantía
de continuidad para estos regímenes. De allí que no podamos menos que invitar a todos los
patriotas venezolanos, los que asumimos a esta tierra como único hogar,
proclamemos en todo momento y lugar, con la pertinencia a que nos obliga la prudencia:
Que en Venezuela gobierna es una dictadura, y no la democracia que está en la Constitución. Por ese camino
estará más cercano el día cuando la
dirigencia demócrata nacional se atreva a emplear un discurso con base a la
verdad, y accionando en consecuencia.
¨Con
la verdad ni ofendo ni temo¨.
José Gervasio Artigas (1764-1850).
Militar y estadista uruguayo, máximo prócer de la independencia de Uruguay. Ora
y Labora.