lunes, 25 de junio de 2018


El Tigre, viernes 22 de junio de 2018
Ronny Padrón
Democracia Cristiana Hoy
Quedarse en la Venezuela socialista
Esta como tantas otras decisiones humanas tiene el número de interpretaciones como protagonistas conocidos. De allí que la siguiente es solo otra de esas tantas que bien pudiera resultar de utilidad para quien todavía reflexiona acerca de: Emigrar o quedarse.

Así entonces me inclino por fundamentar mi particular resolución de permanecer en este país sometido a una matanza socialista, en la convicción de que sobrevivir en medio de este horror adquiere relevancia ética solo en la medida de nuestra disposición particular a coadyuvar en el proceso de liberación nacional. Por argumento en contrario, aquellos venezolanos residentes en suelo patrio, autoexcluidos de la lucha anti socialista, difícilmente podrán considerarse parte de la solución.

Se entiende perfectamente  que en condiciones normales de convivencia humana, el libre albedrio de lugar a conductas individuales dirigidas al exclusivo provecho particular, en modo alguno criticable, por el contrario evidencia  apreciable del grado de libertad en sociedad. Distinto el caso en situaciones catastróficas como la vigente en Venezuela. En este país esclavizado por el socialismo, donde todos los ciudadanos ¨comunes¨ estamos condenados a muerte, solo que aún desconocemos nuestra fecha de ejecución, cada patriota está obligado de conformidad con la vigente Constitución a cooperar en el restablecimiento del orden jurídico, es decir constituirse en factor anti socialista de resistencia y confrontación al régimen gobernante, en todo momento y lugar, siempre conforme a sus reales posibilidades y oportunidades; de no hacerlo, su sola presencia en medio del genocidio le hace un ente pasivo, por ende parte importante del problema. De cierto que esta generación libertadora tiene razones de sobra para pretender un lugar decoroso en la  República de Venezuela ¡NI UN PASO ATRÁS! Ora y labora.


martes, 5 de junio de 2018


El Tigre, viernes 01 de junio de 2018
Ronny Padrón
Democracia Cristiana Hoy
Intervención militar internacional
Lamentable pero necesaria. Lamentable por cuanto la idiosincrasia del venezolano se nutre de una épica libertadora muy alejada, cómo negarlo, de una irrupción armada extranjera, más allá de la muy importante participación de tropa y oficialidad que ajena a estas tierras hizo posible nuestra Independencia ante el Imperio Español.

Necesaria. Habida cuenta la matanza en curso, sin visos de culminación mientras el socialismo gobierne, considerando como fuere que no contamos hoy día con fuerza política o militar alguna en capacidad real para detenerla. Realidad solo comprensible si la comparamos con eventos históricos tan particulares como el Holocausto Judío a manos del nacionalsocialismo alemán durante la Segunda Guerra Mundial, con su saldo mortal de al menos 6 millones de personas, o bien el Holodomor, también llamado Genocidio ucraniano u Holocausto ucranianohambruna que asoló el territorio de la República Socialista Soviética de Ucrania, en la lucha por la colectivización de la tierra emprendida por la URSS, entre los años de 1932-1933, en la cual habrían muerto de hambre entre 1,5 y 4 millones de personas.

Así las cosas, nuevamente la Carta Magna señala el rumbo a seguir en cumplimiento de sus artículos 333 y 350, con pleno acatamiento al mandato popular expresado el 16 de julio de 2017 en la oportunidad del plebiscito; será entonces menester que el pueblo democrático de Venezuela se haga sujeto de la solidaridad internacional por razones humanitarias en grado suficiente para restablecer el orden constitucional, hoy derogado de hecho por el socialismo en gobierno, lo cual implica la intervención de una fuerza militar internacional en capacidad de imponer el restablecimiento de la plena vigencia constitucional ¡Viva la República de Venezuela! Ora y labora.