Año 2.009, o cuando se les terminó la fortuna.

Ciudad El Tigre, Estado Anzoátegui.


Ronny Padrón.


DEMOCRACIA CRISTIANA HOY.

Año 2.009, o cuando se les terminó la fortuna.

Porque de cierto que más allá del olfato político, la suerte acompañó al Teniente Coronel Hugo Chávez. Pero como tantas cosas en la vida, las razones que ayer justificaron su ascenso y permanencia al frente del Estado venezolano, hoy le imponen salida sin fórmula de conciliación.

¨Triunfos¨ electorales recientes, logrados en base a la extorsión, el clientelismo y el abuso de poder, son prueba fehaciente de un apoyo popular inexistente. Si a tal sumamos limitaciones financieras que dificultaran en adelante la comisión de irregularidades como las antedichas, retratamos en claro lo que nos espera al pueblo demócrata en 2.009.

Sobra referir la importancia que para el régimen Chávez-FARC reviste su enmienda constitucional de reelección indefinida. Entendiendo que tal logro no está condicionado a negociación alguna, considerada como fuere la naturaleza hegemónica del régimen, caracterizar como un ¨todo o nada¨ al próximo referendo, resultaria por lo menos prudente.

¿Cuál es la posibilidad demócrata de vencer por encima de los atropellos Chávez-FARC? He allí, el meollo del asunto, lo que trataremos a continuación. En primer lugar, nuestra gran ventaja sigue fundada en la dependencia del socialismo del siglo XXI, por la certificación electoral.

Cuando pasado el fraude de aquel 15-A, Hugo Chávez se vio impelido ha otorgar condiciones que hicieran viables los triunfos demócratas, selló lo que es hoy su constante electoral: la derrota.

Las llamadas ¨auditorias electorales¨, que permiten certificar la correlación entre los votos computados por la máquina comicial y los emitidos por ella, en comprobantes de papel, significaron el salto exponencial que hace hoy posible la participación electoral.

Bloqueado el ¨fraude electrónico¨, el régimen Chávez-FARC cuenta en adelante con todas las trampas que la dinámica electoral ha conocido en su historia. Mencionarlas acá constituiría ocioso ejercicio, más aún considerado el pleno control que del órgano electoral mantiene Hugo Chávez. Llegamos entonces al segundo aspecto para una debida estrategia demócrata ante dicho evento comicial.

Más allá de la eficiencia que logremos en capacitación y ejercicio de los llamados testigos de mesa, capaces sí, de hacer cumplir todos y cada uno de los parámetros señalados por la normativa electoral; aunado a la concientización que opera entre las fuerzas militares desde el 2D-2.007 respecto a la inconveniencia en la permanencia del régimen Chávez-FARC a través del tiempo, será necesario asegurar que el mundo entero tenga conciencia en directo de todo cuanto acontezca en relación al referendo constitucional 2.009.

Tal como ocurrió el 11 de abril de 2.002 y durante el precitado 2D de 2.007, el régimen Chávez-FARC, presenta una debilidad esencial ante todo lo relativo a la opinión pública internacional, la que solo podremos ¨sensibilizar¨ mediante la protesta de calle y la mayor cobertura posible a través de medios de comunicación social, sea cuales fuere su naturaleza.

Solo de tal manera podríamos evitar la consumación no solo de un triunfo fraudulento del régimen Chávez-FARC, sino también de un saldo en bajas superior al resultante del prenombrado 11-A. La oscuridad solo esconde al delito, brindemos entonces luz, al voto popular. ORA Y LABORA.
caballeropercival@cantv.net