jueves, 12 de enero de 2012

Ciudad El Tigre, sábado 07 de enero de 2012
Ronny Padrón
Democracia Cristiana Hoy.

Asamblea Nacional en socialismo ¿para qué?

Artículo 201 de la Carta Magna: ¨ Los diputados o diputadas son representantes del pueblo y de los Estados en su conjunto, no sujetos o sujetas a mandatos ni instrucciones, sino sólo a su conciencia. Su voto en la Asamblea Nacional es personal¨.

Inicio con la referencia constitucional precisamente para no perder el norte del asunto, tal como parece costumbre en nuestra dirigencia demócrata nacional desde hace ya mucho tiempo. Es el caso, que desde la primera legislatura bajo la vigencia de la actual Constitución allá por el 2.000, resultó evidente lo dicho en libros de historia: con el socialismo en gobierno no se puede conciliar. Ante él, sólo procede la confrontación ideológica, vencer o ser derrotados.


Distinto resulta analizar el proceder de sus seguidores, que humanos al fin, pueden o no constituirse en fieles militantes de una doctrina cuyo objeto se limita a obtener y conservar el poder por cualquier medio existente, con un fin último: la sociedad comunista.

Es el caso que en nuestro país, el régimen socialista in crescendo a partir del 11 de abril de 2.002 (masacre del Silencio) no oculta su típico designio hegemónico. Sólo nuestra dirigencia demócrata organizada persiste en la negación de tal realidad, con las consecuencias conocidas pasados ya 13 años.


En modo alguno es casualidad que todas las legislaturas nacionales habidas bajo socialismo, han devenido en la consolidación de un ministerio de asuntos legislativos en el entendido qué toda tratativa de naturaleza legal públicamente manifestada por el teniente coronel Hugo Chávez logra en el parlamento nacional su cabal aprobación con mayor o menor tardanza según la conveniencia política del militar.

Esta realidad, irrefutable más allá de uno que otro discurso de mediático impacto por parte de nuestros tribunos de ocasión, retrata perfectamente a una tiranía con pleno dominio sobre todos y cada uno de los órganos del poder público nacional, lo que también nos da pie para otra importante disquisición: ¿Se mantendrá la intransigencia socialista si llegaren a perder la presidencia por la vía electoral?
Buscando razonable respuesta debemos echar mano de lo que ha sido el devenir de éste régimen desde 1.999, concatenado a la experiencia histórica de sus similares a nivel mundial.

Debo confesar entonces, que salvo el caso del sandinismo nicaraguense, famoso por entregar el gobierno luego de elecciones sólo a cambio de la impunidad para sus jerarcas, desconozco alguna otra experiencia política donde un régimen socialista sea reemplazado en el poder por la vía pacífica.


De ello podemos inferir, la peligrosa tentativa de permitir el dominio socialista sobre los órganos del poder público una vez recuperada la presidencia por parte de los demócratas. Porque una cosa es el poder ejecutivo, en liza para el venidero 8 de octubre, y otra muy distinta la restauración de la constitucionalidad democrática, perdida desde el precitado 11 de abril.


Ya bastante cuesta arriba resulta el pretender ¨ganar y cobrar¨ electoralmente ante un régimen socialista, cuando se carece del discurso y la disposición suficientes para hacer justicia restaurando el Estado de Derecho. Si además se intentaren respetar los espacios de poder ¨conquistados¨ por el socialismo durante estos 13 años, en lugar de neutralizarlo políticamente por vía constitucional, más que de negligencia estariamos en presencia de inexcusable candidez por parte de nuestra dirigencia. ORA y LABORA.

caballeropercival@hotmail.com

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