jueves, 2 de febrero de 2012

Ciudad El Tigre, domingo 22 de enero de 2012
Ronny Padrón.

Democracia Cristiana Hoy.

Constituyente sí, continuismo no.

El sentido común tendrá siempre su lugar en la vida, nos dicen algunos, incluso en la política, agregarán muchos otros. Pasado el 15 de agosto de 2.004 con ocasión del referendo revocatorio presidencial, no había tenido lugar en Venezuela una propuesta política capaz de interpretar a cabalidad, la necesidad de restaurar la constitucionalidad democrática con la urgencia debida, considerando como fuere, que la permanencia del socialismo al mando constituye garantía de esclavitud nacional.


Es así como desde finales de 2.011 emerge con excepcional fortaleza la particular propuesta de Asamblea Nacional Constituyente en la persona de Diego Arria. A partir de entonces, nada continuó igual en la política criolla. Son ahora dos los modelos de gobierno democrático en pública liza, abriéndose paso en medio del debate nacional ante el régimen de Hugo Chávez, a saber: 1. La alternabilidad presidencial en virtud de la cual bastaría con triunfar en los comicios del venidero 7 de octubre para alcanzar la restauración de la constitucionalidad democrática, perdida el 11 de abril de 2.002, tesis ésta apoyada por la gran mayoría de la dirigencia demócrata organizada en torno a la MUD. 2. La transición, planteada por Diego Arria.


Mencionamos ab initio la perenne pertinencia del sentido común, habida cuenta la naturaleza del socialismo y del performance mostrado en Venezuela por parte de sus ejecutores al tiempo presente, ello por cuanto desconozco evidencia, motivo o razón debidamente fundado, que permita siquiera atisbar la claudicación del socialismo en gobierno en cuanto a sus fines totalitarios, menos respecto a la total ausencia de la ética cristiana debida cuando se trata de seleccionar los medios conducentes al efecto. Muy por el contrario, son cada día mayores los argumentos que permiten concluir sobre un nuevo e inminente irrespeto a la voluntad popular llamada a manifestarse mediante el voto nacional en razón del precitado 07 de octubre, y para muestra un botón: la designación al frente del ministerio del poder popular para la defensa, de militares reconocidamente serviciales a la persona de Hugo Chávez y no a la Constitución.


Siendo éste el escenario, de muy fácil comprensión hasta para el más distraído observador, ¿cómo explicar entonces la prevalencia reinante en torno a la tesis de una normalidad constitucional vigente? Nos atrevemos a adelantarles entonces la hipótesis subsiguiente como una razonable respuesta: Para el grueso de la MUD continúa resultando mayor el costo político de … ¨hablarle claramente al país sobre cuán grave es su situación actual, de cuán difícil son las perspectivas políticas, económicas y sociales de Venezuela, de los altos riesgos de convertirnos en un Estado fallido de seguir como vamos, y aún más grave, de cuán alto es el riesgo de caer en la disolución de la vida civil…¨ (Extracto de la comunicación enviada el 21 de septiembre de 2011 por Diego Arria a la directiva de la MUD) y prefiere convivir en su lugar con el ordenamiento jurídico vigente, notoriamente inconstitucional.


Sólo el pueblo de Venezuela depositario del poder constituyente originario puede, mediante la Asamblea Nacional Constituyente consagrada en el artículo 347 de la Carta Magna, hacer posible la relegitimación de los órganos del Poder Público hoy secuestrados por el socialismo en gobierno, restaurando en consecuencia la plena vigencia del Estado Democrático y Social de Derecho y de Justicia, en aquella consagrado. ORA y LABORA.

caballeropercival@hotmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario