Ciudad El Tigre,
sábado 17 de noviembre de 2012
Ronny Padrón.
Democracia
Cristiana Hoy.
Cambiar
para vencer… al socialismo.
Harto conocido el
axioma conforme al cual ante iguales procedimientos similares los resultados.
Obviamente en el seno de nuestra Mesa de la Unidad Democrática la aceptación de
esa realidad requiere de mayores esfuerzos o bien de catástrofes superiores al
7-O. Veamos.
La tesis de la
cohabitación llegó a su fin. Es así en razón de su probada inutilidad como
alternativa de poder vista la superioridad del régimen socialista incluso en un
escenario que se le antojaba del todo adverso: candidato físicamente limitado,
obra de gobierno nula, discurso político agotado.
Pretender la
activación del electorado demócrata con la sola amenaza del estado comunal sin
confrontar en simultáneo al origen de la amenaza: el régimen socialista en
gobierno; es cuando menos absurdo. Y es por ello que los cultores de tal
tendencia verán perder en los comicios regionales ese espacio político que aún
les restaba por defender.
Lo anterior obedece a
una lógica, la lógica socialista que hasta no hace mucho necesitaba ¨coexistir¨
con algunos reductos democráticos para sostener la tan mentada fachada ante la
opinión pública internacional, indispensable para el sostenimiento de cualquier
régimen político. Hoy en día eso en algo cambio. Porque luego de la
certificación del Comando Venezuela para con el sistema electoral socialista
con motivo del 7-O, el régimen de Hugo Chávez siente llegado el momento de dar
¨otra vuelta a la tuerca¨.
Ahora no requiere
sostener reductos democráticos, le basta con la ¨formalidad¨ de elecciones, que
aprobadas por la dirigencia de la cohabitación, cumplen con soltura el
requisito ¨democrático¨. Es así como el socialismo en gobierno desplegó en
razón del 7-0 una campaña tan groseramente inconstitucional que a partir de
allí entendimos que todo vendría peor. Salvo los cultores de la cohabitación,
pues para ellos siempre será mejor retroceder en aras de la paz, así fuere la
de los sepulcros.
El problema para tal
tendencia, como antes lo dijimos, estriba en su agotamiento como alternativa de
poder, que ante una perspectiva como la esclavitud socialista, los desnuda no
solo como fracasados sino incluso como colaboracionistas.
Al tiempo, se va
fortaleciendo en el seno de la MUD
nacional, una corriente de pensamiento que cada día propugna con más fuerza la
necesidad existencial de confrontar al régimen gobernante desde el discurso y
la ideología, en consonancia con lo que es un sentimiento nacional: nos
gobierna un régimen inconstitucional e ineficiente que estamos obligados a
defenestrar conforme lo pauta la Carta Magna.
Y en tal sentido debe
orientarse la actual campaña para los comicios regionales. Cada circunscripción
electoral a lo largo y ancho de Venezuela debe convertirse en un bastión de la
democracia ante la esclavitud socialista en ciernes. A ejemplo del paradigma
establecido por la MUD en Táchira y Mérida en razón del 7-O, la victoria
electoral demócrata del 16 de diciembre solo será posible en la medida de
convertir esas elecciones en una cuestión existencial donde cada elector se
constituya en instrumento válido de su propia supervivencia ante la perspectiva
de un futuro similar al de la isla-cárcel: Cuba.
El camino de la
verdad y el coraje suele ser doloroso por naturaleza, más sigue siendo el único
capaz de garantizar libertad y prosperidad a los pueblos que bien lo asumen.
ORA y LABORA.
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