Ciudad El Tigre,
sábado 08 de junio de 2013
Ronny Padrón
Democracia
Cristiana Hoy
¿De
la ultraizquierda a la ultraderecha?
Los indicios son cada
vez más abundantes y las alarmas demócratas aún no se encienden. Desde el
inicio mismo del régimen de facto en cabeza del usurpador socialista Nicolás
Maduro Moros se habla en público y en privado sobre la tendencia militar de
ultraderecha en el seno del PSUV, de considerable poderío económico, de origen
naturalmente ilícito, y enorme vocación de poder político, sea en el modo
formal o ¨tras bastidores¨.
El transcurrir de los
meses va concediendo verosimilitud al corrillo y notamos como en menos de 30 días el régimen ha brindado 3
demostraciones públicas de claudicación política en materia económica, a saber: Primero: nuevas medidas para
regular el flujo de divisas de CADIVI, a objeto de garantizar
importaciones e inversiones por parte de la empresa privada. Segundo: El
llamado a negociación con el dueño de Empresas Polar. Tercero: La revocación imprevista
del racionamiento en la venta de alimentos básicos para el Estado Zulia.
Considerando que es
precisamente en la economía donde la ideología socialista hace descansar su principal
postulado: ¨La propiedad de los medios de producción por parte del colectivo¨,
los precitados eventos no son producto de la coincidencia, al contrario,
reflejan una tendencia, una tendencia política más fuerte que el mismo gobierno
formal. Veamos.
Es un hecho cierto e
incontrovertible la crisis generalizada que abate a nuestro país hoy día,
producto fundamentalmente de la previsible carencia de dólares para importar,
por parte del régimen, necesarios para sostener el espejismo de gobernabilidad
y derroche que durante 14 años mantuvo el tirano Hugo Chávez. El incipiente
pero decidido proceso de protestas públicas por reivindicaciones salariales que
el Estado socialista no está en capacidad de satisfacer, es la señal todavía
pequeña de un escenario que se antoja convulso en muy corto plazo, proceso aún
contenido gracias a una dirigencia demócrata colaboracionista, más pendiente de
ganar alcaldías el venidero diciembre -concesión política del régimen de facto-
en lugar de trabajar para merecer el poder real, aniquilando de inicio al CNE socialista,
responsable directo del asalto al gobierno en cabeza del usurpador.
Así las cosas, no
resulta difícil predecir para el corto plazo el ascenso al ¨poder¨ de un nuevo
régimen militar, ahora de ultraderecha, que bien pudiera silenciar las más
sentidas necesidades del venezolano de a pie, en torno a la inseguridad
pública, inflación, escasez y desempleo, que han hecho de este país un
verdadero ¨infierno¨ para sus habitantes, aplicando para ello recetas
económicas ya conocidas al efecto, al costo de una mayor restricción en las
libertades políticas.
Es de temer, que
luego del horror que en todo sentido ha significado el socialismo en gobierno
los últimos 14 años, un gobierno que llegare a brindar ¨orden¨ puede alcanzar
una hegemonía política difícil de controvertir.
Para evitar la
tragedia de una continuidad militarista, todos los demócratas venezolanos
tenemos el deber patrio de redoblar nuestro esfuerzo diario para alcanzar la
restauración de la constitucionalidad democrática, perdida de facto desde el 11
de abril de 2002. Para ello es menester propender al inicio y masificación de
un proceso de protesta política, pública, pacífica y no armada, contraria al
régimen de facto en gobierno, que aunado a la natural generalización de los reclamos
de carácter económico ya en ciernes, debe dar lugar a un nuevo gobierno
conforme al Estado Democrático y Social de Derecho y de Justicia contemplado en
la Carta Magna ¡NI UN PASO ATRÁS¡ ORA y LABORA.
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