jueves, 13 de junio de 2013

Ciudad El Tigre, sábado 08 de junio de 2013
Ronny Padrón
Democracia Cristiana Hoy
¿De la ultraizquierda a la ultraderecha?
Los indicios son cada vez más abundantes y las alarmas demócratas aún no se encienden. Desde el inicio mismo del régimen de facto en cabeza del usurpador socialista Nicolás Maduro Moros se habla en público y en privado sobre la tendencia militar de ultraderecha en el seno del PSUV, de considerable poderío económico, de origen naturalmente ilícito, y enorme vocación de poder político, sea en el modo formal o ¨tras bastidores¨.

El transcurrir de los meses va concediendo verosimilitud al corrillo y notamos como en menos de  30 días el régimen ha brindado 3 demostraciones públicas de claudicación política en materia económica, a saber: Primero: nuevas medidas para regular el flujo de divisas  de CADIVI, a objeto de garantizar importaciones e inversiones por parte de la empresa privada. Segundo: El llamado a negociación con el dueño de Empresas Polar. Tercero: La revocación imprevista del racionamiento en la venta de alimentos básicos para el Estado Zulia.

Considerando que es precisamente en la economía donde la ideología socialista hace descansar su principal postulado: ¨La propiedad de los medios de producción por parte del colectivo¨, los precitados eventos no son producto de la coincidencia, al contrario, reflejan una tendencia, una tendencia política más fuerte que el mismo gobierno formal. Veamos.

Es un hecho cierto e incontrovertible la crisis generalizada que abate a nuestro país hoy día, producto fundamentalmente de la previsible carencia de dólares para importar, por parte del régimen, necesarios para sostener el espejismo de gobernabilidad y derroche que durante 14 años mantuvo el tirano Hugo Chávez. El incipiente pero decidido proceso de protestas públicas por reivindicaciones salariales que el Estado socialista no está en capacidad de satisfacer, es la señal todavía pequeña de un escenario que se antoja convulso en muy corto plazo, proceso aún contenido gracias a una dirigencia demócrata colaboracionista, más pendiente de ganar alcaldías el venidero diciembre -concesión política del régimen de facto- en lugar de trabajar para merecer el poder real, aniquilando de inicio al CNE socialista, responsable directo del asalto al gobierno en cabeza del usurpador.

Así las cosas, no resulta difícil predecir para el corto plazo el ascenso al ¨poder¨ de un nuevo régimen militar, ahora de ultraderecha, que bien pudiera silenciar las más sentidas necesidades del venezolano de a pie, en torno a la inseguridad pública, inflación, escasez y desempleo, que han hecho de este país un verdadero ¨infierno¨ para sus habitantes, aplicando para ello recetas económicas ya conocidas al efecto, al costo de una mayor restricción en las libertades políticas.

Es de temer, que luego del horror que en todo sentido ha significado el socialismo en gobierno los últimos 14 años, un gobierno que llegare a brindar ¨orden¨ puede alcanzar una hegemonía política difícil de controvertir.

Para evitar la tragedia de una continuidad militarista, todos los demócratas venezolanos tenemos el deber patrio de redoblar nuestro esfuerzo diario para alcanzar la restauración de la constitucionalidad democrática, perdida de facto desde el 11 de abril de 2002. Para ello es menester propender al inicio y masificación de un proceso de protesta política, pública, pacífica y no armada, contraria al régimen de facto en gobierno, que aunado a la natural generalización de los reclamos de carácter económico ya en ciernes, debe dar lugar a un nuevo gobierno conforme al Estado Democrático y Social de Derecho y de Justicia contemplado en la Carta Magna ¡NI UN PASO ATRÁS¡ ORA y LABORA.




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