domingo, 10 de agosto de 2014

El Tigre, viernes 08 de agosto de 2014
Ronny Padrón
Democracia Cristiana Hoy

El socialismo es bueno, para esclavistas
De ello no caben dudas, pasados ya 12 años de tiranía socialista, a contar del 11 de abril de 2002. Ciertamente hasta esa fecha el tirano Hugo Chávez simuló como buen socialista  su intención de esclavizar a Venezuela a remedo del logro cubano a manos de Fidel Castro su público mentor. Pero a partir de entonces ya son claras las señales respecto al destino que depara a la República de Venezuela mientras el PSUV y su Junta Cívico-Militar se mantengan en el poder.

Ello se infiere no del colapso generalizado del país muy a pesar de los ingentes  recursos financieros en manos del Estado socialista a lo largo de estos años, no, la evidencia deriva de la pública, notoria y comunicacional  actitud del régimen socialista en gobierno ante el caos vigente: Total parsimonia, reacción política solo comprensible entre quienes ya conocen las previsibles consecuencias de un accionar por ellos ejecutado.

 Ayer, en cabeza del tirano militar difunto, hoy por parte de la Junta Cívico Militar; con las variantes y adecuaciones lógicas del quehacer humano, el socialismo en gobierno se adapta en lo táctico sin perder el norte de lo estratégico, y así entonces van resultando comprensibles las constantes y públicas alianzas contranatura con sectores criollos de la empresa privada, en grado variable según el devenir del proceso esclavista, todo con el objetivo de garantizar su concreción de una manera gradual y conforme al plan establecido, contubernio que incluye los ya famosos vínculos con el tráfico de drogas internacional. De allí la razón para su éxito en mantener un disfraz democrático, siempre sostenido por un colaboracionismo opositor.

Porque se trata es de sojuzgar a toda una sociedad bajo el pie de una clase gobernante: la socialista, donde solo se beneficien quienes convenga a dicha clase, nadie más, como está demostrado en Cuba, la isla cárcel.

 Así entonces no cabe la hipótesis de una caída ¨natural¨ del socialismo en Venezuela por motivos económicos, por cuanto es precisamente en la miseria, la enfermedad y el miedo generalizado, cuando esta doctrina política en gobierno se hace fuerte, ello con fundamento en la carencia absoluta de compasión que rige en sus postulados, donde el  único objetivo válido es mantenerse en el poder,  una vez que este ha sido alcanzado. ¨El fin justifica los medios¨ sigue siendo su mejor lema. De lo anterior constituye perfecta evidencia el devenir de todo gobierno socialista a lo largo de la historia, crónica ineluctable de la maldad humana sin límites. ORA y LABORA.


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