jueves, 21 de mayo de 2009

Mucho por aprender.

Ronny Padrón.

Mucho por aprender.

No es para menos cuando leemos: ¨Directivos de los sindicatos petroleros regionales manifestaron su apoyo a la recién aprobada Ley Orgánica que Reserva al Estado Bienes y Servicios Conexos a las Actividades Primarias de Hidrocarburos¨. Ello en referencia a la expropiación de empresas contratistas que en nuestro Estado Anzoátegui se encuentran instaladas en Pariaguán, Anaco y San Tomé.

¿Tan dificil de entender que el socialismo en gobierno tiende a suprimir la sindicalización libre, o no ha bastado esta década para caer en cuenta de ello? Una prueba más, de la ineficacia de los órganos encargados de la formación sindical en Venezuela, tanto desde las organizaciones políticas demócratas, como desde la propia institución laboral.

Muy por encima de la ambición desmedida que pueda haber despertado el socialismo del siglo XXI con su derroche sinigual, resulta incomprensible esta claudicación sindical ante el atropello socialista por sobre la libre empresa, la que históricamente garantiza la posibilidad real de bienestar social por via de legítima reivindicación, muy por encima del chantaje socialista conocido de estos 10 años, en especial cuando se trata de justas exigencias laborales.

Pasados 7 años del noble Paro Cívico Nacional, abanderado por la Gente del Petróleo, parece insuficiente la dósis de remedio socialista para aprender que este es peor que la propia enfermedad. El socialismo, doctrinariamente entendido, aboga por el control del Estado por sobre la sociedad en todos sus aspectos: social, económico, político y cultural; ¿En menor dósis que el comunismo? ciertamente, pero siempre contrario a un verdadero régimen de libertades democráticas.

De cierto entonces que el socialismo del siglo XXI, como es su naturaleza, no admitirá el que ninguna otra entidad logre mediar frente a ese control, menos aún los sindicatos. Bastará con revisar el estado de la libertad sindical en los otros regímenes socialistas en gobierno a nivel mundial: La República Socialista de Vietnam, La República Popular Democrática de Corea y la trístemente célebre República de Cuba. No son muchas las reinvindicaciones salariales que se puedan allí plantear y menos aún las huelgas que se puedan promover y concretar.

Resulta evidente que mucho será el dolor ha padecer por la fuerza laboral petrolera hasta que les resulte posible internalizar sobre la conveniencia de la libre empresa como escenario adecuado para el ejercicio de la libertad sindical, a contracorriente de los monopolios caso de una industria petrolera estatizada, hoy bajo égida socialista, garantia en lo delante de una muy socialista explotación.

Será menester de la sociedad, el promover dicho aprendizaje, en el entendido que de este dependerá una muy cercana o lejana restauración de nuestra Constitución. ORA Y LABORA.

caballeropercival@cantv.net

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