jueves, 11 de agosto de 2011

Ciudad El Tigre, viernes 06 de agosto de 2011

Democracia Cristiana Hoy.

Ronny Padrón.

La devolución de los medios de producción ¨nacionales¨ a cada venezolano.

Confieso, que la primera vez que tuve noticias sobre éste novedoso planteamiento, no le otorgué mayor relevancia. Fue a inicios de 2.008, gracias a un artículo de opinión, publicado precisamente en este mismo diario, por el insigne economista Hugo Faría, titulado: ¨Capitalismo democrático: una realidad¨.

Desde entonces, y producto de mucha reflexión, tan innovador concepto no ha hecho sino agradarme. Veamos. Es una realidad indiscutible a la fecha, que el régimen democrático de libertades, con base en el trípode: democracia constitucional, economía de libre mercado y respeto a los derechos humanos; constituye el modelo básico necesario al desarrollo de las naciones y al consecuente logro del Bien Común.


La falta de uno cualquiera de estos factores, hace ilusoria la concreción del precitado Bien Común, entendiéndolo como ¨… el conjunto de aquellas condiciones de la vida social, con las cuales los hombres, las familias y las asociaciones pueden lograr con mayor plenitud y facilidad su propia perfección.¨ Definición del Papa Juan XXlll en su Carta Encíclica ¨PACEM IN TERRIS¨ sobre la paz entre todos los pueblos que ha de fundarse en la verdad, la justicia, el amor y la libertad.


El caso de la República Popular China, certificada tiranía, con su modelo de capitalismo autoritario, de indiscutible progreso económico en base a una pujante economía de libre mercado, carente sí de un sistema democrático, igualmente transgresora sistemática de los derechos humanos, ilustra nuestro comentario.


Acá en Venezuela, desde nuestros inicios como República en tiempos del Libertador, se mantiene en vigencia un pernicioso dogma en virtud del cual el Estado nacional, como representante político y jurídico de la nación, debe fungir igualmente como administrador y gestor de las principales fuentes de riqueza económica, existentes en el territorio patrio, por cuanto se estima que sólo aquel está en capacidad de distribuir en justicia y equidad los bienes y riquezas que por naturaleza sean propiedad nacional.


En base a ello, están consagrados en el vigente texto constitucional los siguientes preceptos: Artículo 12. ¨Los yacimientos mineros y de hidrocarburos, cualquiera que sea su naturaleza, existentes en el territorio nacional, bajo el lecho del mar territorial, en la zona económica exclusiva y en la plataforma continental, pertenecen a la República, son bienes del dominio público y, por tanto, inalienables e imprescriptibles…¨. Artículo 302. ¨El Estado se reserva, mediante la ley orgánica respectiva, y por razones de conveniencia nacional, la actividad petrolera y otras industrias, explotaciones, servicios y bienes de interés público y de carácter estratégico. Artículo 303. ¨Por razones de soberanía económica, política y de estrategia nacional, el Estado conservará la totalidad de las acciones de Petróleos de Venezuela, S.A., o del ente creado para el manejo de la industria petrolera…¨.


Dogma político estatista sólo fundamentado en la necesidad de los gobernantes venezolanos, ayer populistas, hoy socialistas, de ejercer un dominio económico sobre los ciudadanos, más allá de la autoridad política que per se le corresponde al Estado.


Los resultados de esa histórica gestión económica del Estado empresario están a la vista: la nación humillada, a manos de un Estado tiraníco y opulento.
Esta situación no tendría porqué continuar, si los venezolanos nos decidiéramos a cambiar. El Estado venezolano debe dedicarse a sus funciones propias de: gobernar, legislar y sentenciar, y a sus competencias administrativas inherentes: seguridad, infraestructura, salud, educación y recaudación tributaria.


Mientras, nosotros, los ciudadanos venezolanos, de conformidad con la ley, nos encargamos de generar la riqueza económica necesaria a la prosperidad de la nación, explotando con eficiencia los medios de producción, hoy dilapidados por el Estado empresario, siempre ineficiente y ladrón. Esta lucha apenas inicia. ORA y LABORA

caballeropercival@hotmail.com

















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