Ciudad El Tigre,
sábado 30 de marzo de 2013
Ronny Padrón
Democracia Cristiana
Hoy
La
trampa socialista donde nos metimos
Sí, nosotros mismos,
para comenzar. Todo el horror del socialismo nos fue advertido como posible
mucho antes que el tirano Chávez se impusiera en el 98. Pero es así, no por
casualidad toda nación civilizada, previo al evento comicial somete a sus dirigentes políticos al más riguroso examen de
conducta pública e incluso privada por parte de la opinión nacional, para eso
es la campaña electoral, por ser el método más democrático a la fecha conocido
para determinar la aptitud de una persona que pretende acceder al poder
político, instancia reservada sólo a los mejores, si del bien común se trata.
Pero no, primero nos
dejamos engañar por un profesional de la mentira, lo que en modo alguno excusa
nuestro fallo colectivo; iniciamos luego un largo camino que plagado de errores
políticos dio lugar a 14 años de tiranía hoy en vías de perpetuación. En medio
de esa historia de equívocos, destacaremos
a uno en especial: La naturaleza del régimen gobernante.
Muy a pesar de su
inicial simbología claramente marxista, aún hoy, pasada como ha sido una década
de horror, en el seno de lo más granado de nuestra diligencia demócrata se
banaliza la naturaleza socialista del régimen, con las graves consecuencias que
de ello se deriva. Entre tales, el sostenimiento de una postura política de
cohabitación ante quienes se confiesan esclavistas, verbigracia la Cuba
castrista.
Igualmente grave el
concederle virtudes inexistentes al tirano hoy fallecido, en la creencia de que
ello haría posible ganar electores apenas descontentos frente al régimen, para
la causa demócrata. Y el efecto más pernicioso de aquel equívoco: Se le otorga
crédito a las medidas clientelares del socialismo en gobierno (casas, becas y
trabajo con el Estado, para todos) con fines electorales, perpetuando así la
cultura de dependencia frente al gobierno.
Hoy, ese régimen
socialista está consolidado, pero a tono con los nuevos tiempos: Pleno control
del Poder Público Nacional (PDVSA, CNE y FANB incluidos), reconocimiento y aceptación en el orden
internacional, una considerable población electoral cautiva del mito socialista:
¨Hugo Chávez vengador de los pobres¨, y
una oposición que le concede valía a esa falsa leyenda y que procede en
consecuencia.
La historia nos dice
que al socialismo cuando es gobierno sólo se le derrota cuando la misma sociedad acepta el error de
sostenerlo, y está dispuesta a corregir, mientras, es menester trabajar para
acelerar ese proceso de aceptación, que implica la necesaria resistencia
democrática activa, conforme a la Constitución, muy conscientes de que la vida
sin libertad ni dignidad carece de cualquier sentido, y dando siempre la espalda
a un silencioso enemigo: el colaboracionismo. ORA y LABORA.
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