Ronny Padrón
Democracia Cristiana Hoy
Democracia Cristiana Hoy
La
cohabitación salva al socialismo
Hasta cuándo seguirá
el tormento, que mantiene por víctima a Venezuela a manos del socialismo en
gobierno, cómplice del colaboracionismo dominante en la dirigencia demócrata
nacional a partir de la masacre del 11 de abril.
Desde aquel tiempo
padecemos la terrible alianza de tan pérfidos enemigos de la Patria. Es así
como desde aquella ominosa tarde, secuestrados como han sido por el socialismo
todos los órganos del Poder Público Nacional (especial mención del Poder
Electoral) un hecho público, notorio y comunicacional, todavía quienes se hacen
llamar dirigencia nacional otorgan aval democrático a cualquier entidad del
régimen de facto.
Es precisamente eso
lo que acontece. Nuestro candidato de la unidad democrática en los recientes
comicios presidenciales, ante un resultado electoral ajustado, emitido por un órgano
comicial reconocidamente obediente al régimen de facto, la misma noche del 14
de abril solicita públicamente el re-conteo de la ¨totalidad de los votos¨ -
algo lógico incluso si se tratare de un régimen democrático de libertades
considerado el estrecho margen de votos - pero a los pocos días, ese mismo candidato
producto del chantaje público en cabeza de la tiranía gobernante, acepta el
ofrecimiento del Consejo Nacional Electoral socialista para recontar, ya no la totalidad de los votos, sino el de
una porción muy inferior a la mitad, y bajo las condiciones que fije a
posteriori ese mismo CNE y lo que es aún más grave: desmovilizando una gran
herramienta de presión política: el pueblo en la calle, bien armado de la razón
y la Constitución.
Lo siguiente era de
esperarse: el órgano electoral oficial dejó transcurrir toda una semana antes
de presentar condiciones conforme a las cuales se habría de realizar una auditoría que incluiría
el reconteo de algunos votos. En tanto, frente a lo evidente, nuestro candidato
de la unidad democrática no tuvo mejor idea que anunciar acciones jurídicas en
contra de los resultados comiciales en cuestión, a ser interpuestas en el TSJ y
el CNE, hechos en socialismo.
Lo anterior, es solo
la más reciente muestra de lo que ha sido el accionar de la dirigencia
demócrata nacional los últimos 11 años, donde a pesar de contar con la fuerza
popular, evidente en cualquiera de sus expresiones políticas: elecciones,
protestas o abstenciones, se confiesa inepta para cumplir siquiera con el
primer mandamiento de todo buen dirigente: Denunciar formalmente urbi et orbi la naturaleza tiránica de
un régimen político cuando actúa como tal, asumiendo las consecuencias del
deber cumplido.
Pero no, ni a eso se
atreven. A partir del 11 de abril de 2002, producto del retorno al poder del tirano
Hugo Chávez mediante la fuerza militar luego de la masacre por él motivada,
nuestra dirigencia demócrata nacional sólo se atreve a confrontar al régimen
gobernante cumpliendo fielmente las ¨reglas de juego político¨ que este tenga a
bien fijarle, sea por la vía legal o de facto.
Frente a ello, muchos
interesados se excusan en la naturaleza criminal del socialismo, como si no
fuera precisamente en razón de tal condición la necesidad de confrontarlo y
derrotarlo conforme a la Constitución, pues su permanencia en el poder equivale
a una esclavitud segura o a un malvivir bajo condición.
De allí podemos concluir:
La cohabitación, tesis propugnada por la dirigencia demócrata nacional a partir
del 11 de abril de 2002, garantiza la permanencia del régimen de facto en
gobierno, y nuestra voluntaria aceptación va haciéndonos cómplices de nuestra
propia tragedia. ORA y LABORA.
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