martes, 23 de junio de 2015

Ronny Padrón
Democracia Cristiana Hoy
Ventajas de una transición democrática.

Ello en referencia al intenso debate hoy vigente en la opinión pública democrática en torno al modo adecuado para concretar ¨La Salida¨. Es indudable que las condiciones infrahumanas  que caracterizan el  día a día del venezolano de a pie, llevan a muchos a decantarse por una salida extra-constitucional que nos libre de esa desgracia llamada socialismo, hoy en gobierno. Y tal preferencia no es casual, más bien consecuencia de una muy justificada desconfianza en los factores políticos llamados a liderar la mencionada salida del socialismo, por vía constitucional.

Veamos. La dirigencia demócrata nacional, más allá de su evidente esfuerzo por constituirse en oposición organizada, algo loable pero inútil frente a  dictaduras socialistas cuando lo que bien corresponde es la consolidación de una resistencia democrática activa; con ese su empeño de cumplir la ruta electoral  solo acatando a pie juntillas los designios de la tiranía, garantiza sin dudas la cómoda permanencia del régimen en el poder, muy a pesar del caos gubernativo  siempre inherente al socialismo cuando tiene el poder. Así entonces, el repudio popular vigente contra la dictadura socialista en gobierno aún no se configura en sólido apoyo electoral para el movimiento demócrata organizado, sino más bien constituye una fuerza popular in crescendo  en espera de la oportunidad más propicia de hacer manifiesto su poderío político.

 Este fenómeno de desconfianza política tuvo su cenit ante la falta de concreción demócrata en los comicios presidenciales del 14 de abril de 2013, reconcomio este que no pudo superarse  con el proceso político denominado ¨La Salida¨ en el año 2014, ni tan siquiera con el actual escenario de  protesta política mediante la ¨huelga de hambre¨ en cabeza de importantes líderes demócratas nacionales, que exigen solo  algunas condiciones elementales de un Estado de Derecho (Fecha para los comicios parlamentarios, libertad de todos los presos políticos, cese de la persecución política) indispensables para brindar validez a los comicios  parlamentarios nacionales pautados para este año.

La protesta política, mediante manifestaciones públicas, pacíficas y no armadas conforme al   artículo 68 de la Carta Magna, adolece del necesario liderazgo, uno capaz de canalizar la indignación popular ante el hambre, la enfermedad y el crimen reinante, que resultare suficiente como para activar los artículos 333 y 350 de la Ley Fundamental, tal como cabría esperar en una sociedad en proceso de exterminio a manos del socialismo en gobierno. Ello denota un control socio-político eficiente por parte de la tiranía, que mediante un esquema de violencia física y psicológica, continua neutralizando a la protesta popular como vía expedita para ¨La Salida¨,   a remedo del 11 de abril de 2002, inicio formal de esta dictadura.

En cuanto a ¨La Salida¨ por vía de la fuerza  militar, conforme al artículo 328 de la Constitución, debemos resignarnos ante el hecho cierto de un socialismo gobernante cuya fuerza armada se mantendrá al servicio del partido oficial hasta el momento cierto en que la salvaguarda de la soberanía nacional,  hoy arrasada,  vuelva a resultar conveniente  para su interés grupal.

Sin embargo cabe destacar la pertinencia de insistir en la  llamada ¨Vía Democrática¨ para concretar ¨La Salida¨  en el entendido  que  sólo esta garantiza  el inmediato y pleno restablecimiento del Estado Democrático y Social de Derecho y de Justicia en los  términos de la Constitución, que haría posible un proceso político de Justicia y Reconciliación sin impunidad, indispensable al éxito de la República, y de ello todos los venezolanos podemos ser los más eficientes guardianes. Porque el nuevo gobierno democrático de la República de Venezuela, ante los desafueros de esta dictadura debe garantizar con rigor la prisión para quien delinquió, el cumplimiento del pago para el deudor del Estado, y el repudio popular para el que ofendió, humilló y abusó, prevalido de privilegios con el socialismo en el poder. Un nuevo liderazgo demócrata nacional, guiado por el patriotismo y lejos del colaboracionismo vigente, lo puede concretar ¡Fuera el socialismo, fuera Nicolás¡ Ora y labora.

                                                                                                                                                                                                                             
                                                                                   
                                                                                                                                                                                      

                     

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