El Tigre, domingo 22 de julio de 2018
Ronny Padrón
Democracia Cristiana Hoy
Otra opinión sobre la
huelga general
Considerando que el llamado Frente Amplio Venezuela
Libre asumió la iniciativa de consultar a nuestra sociedad democrática durante
una semana en torno a la conveniencia de convocar a un Paro Nacional o Huelga
General como reacción ante la continuidad del genocidio socialista, procedo a
aportar mi punto de vista en tal sentido.
De entrada es necesario reconocer el mérito de quienes
impulsan tal iniciativa pública entendiendo que en Venezuela rige un régimen
socialista criminal, sin cortapisas para encarcelar o bien asesinar a quienes
reconozca como disidentes, sin mayores requerimientos, sobremanera ante la
ausencia de una alternativa política relevante.
Sin embargo, en aras de propender a la liberación
nacional, que salvaría la vida y la dignidad de los venezolanos sobrevivientes
al socialismo, son necesarias algunas precisiones. PRIMERO: Es indispensable
que los promotores de este evento manejen con rigor la naturaleza del
adversario. Se trata de un régimen político certificadamente criminal que solo
detendrá su agenda de esclavitud y
exterminio cuando reconozca ante sí una amenaza real e inminente a su capacidad
gubernativa, por ende el solo paro empresarial en modo alguno alteraría ese
poder, pues las pocas empresas privadas aun en pie no resultan indispensables
para la continuidad socialista, la que se nutre precisamente del hambre, la
enfermedad y el miedo en la sociedad sojuzgada.
SEGUNDO: Considerando el punto anterior resulta
igualmente indispensable asegurarse el apoyo del personal encargado de la
prestación de los servicios públicos básicos: agua, luz, gas doméstico,
teléfono, transporte público; quienes se encuentran precisamente entre los más
afectados por la política de ¨tierra arrasada¨ aplicada por el socialismo en gobierno,
y prueba de ello es su reciente cúmulo de protestas reivindicativas.
TERCERO: La coordinación de ese evento debe estar en
capacidad de organizar una fuerza políticamente relevante y activa,
concomitante al Paro o Huelga Nacional. Las lecciones de la historia en esta
materia son irrefutables: La paralización laboral debe dar paso al activismo
político en una dimensión tal que logre la afectación del régimen confrontado.
Esta fuerza política bien pudiera configurarse en torno a una intervención militar
internacional con fines humanitarios conforme a la Constitución de la
República, considerando como fuere que en Venezuela no existe una fuerza
militar institucional que evite la vocación homicida del régimen socialista en
gobierno ante cualquier manifestación pública, pacífica y no armada, adversa.
Las anteriores no son más que simples observaciones
dirigidas solo a evitar nuevos fracasos políticos que harían del vigente genocidio
una tragedia mayor. Ora y labora.
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