viernes, 16 de octubre de 2009

¿Será la próxima generación?

Ronny Padrón
DEMOCRACIA CRISTIANA HOY.

¿Será la próxima generación?

¿Será la próxima generación de dirigentes demócratas la que pueda restaurar la Constitución? Por lo menos va siendo plausible visto el accionar de la actual. Porque no hay justificación, más allá de la mediocridad, frente al socialismo en gobierno.

Desde hace mucho, el régimen encabezado por el teniente coronel socialista rebasó por bastante los parámetros de ineficiencia gubernativa, considerados como fueren los recursos humanos y materiales a su alcance. Y desde hace más, superó los límites establecidos por el derecho nacional e internacional, suficientes para calificarlo como contrario a las libertades democráticas.

Sin embargo, más allá del repudio interno que genera un gobierno de tales características, no se ha logrado siquiera el formalizar su naturaleza anti-democrática en el concierto de las naciones. Por el contrario, se le tiene como uno de sus adalides.

Tal despropósito, comprensible solo para quienes lo padecemos, en modo alguno es producto de la casualidad, menos aún derivado de inexplicables talentos. Sus raíces son más castizas: La dirigencia demócrata venezolana continúa siendo peor que esta mediocridad hecha gobierno.

Una reciente prueba de lo anterior, la tenemos en la acomodaticia postura que frente a los recientes anuncios económicos del socialismo en gobierno observa nuestra dirigencia demócrata. Una reiteración de la receta populista, que ejecutada en tiempos de la partidocracia ha sido constante durante el presente régimen, rica en subsidios, créditos, apoyos y privilegios estatales, pero nula en promover el libre mercado, la libre empresa y la competitividad hacia los mercados externos.

Típico collage económico socialista, dirigido solo a calmar los ánimos revueltos con la presente crisis, con miras a los comicios parlamentarios. Y porqué del silencio cómplice en la dirigencia demócrata ante tales anuncios, solo garantes de la pobreza en Venezuela, con su sempiterno rentismo monoproductor, su empresariado mayoritariamente dependiente del Estado benefactor ahora mutado en socialista.

Por toda respuesta vale decir: No representan una alternativa válida de poder, por lo menos nuestra actual dirigencia. Son los mismos que reclaman una PDVSA más justa, sin embargo incapaces de plantear una industria petrolera eficiente y transparente, solo posible mediante la privatización y cese del monopolio petrolero estatal; algo que no conciben viable, por lo menos en cuanto atañe a sus intereses.

Tampoco se oponen al control de cambio, pues ya el gobierno prometió su flexibilización. Igualmente silentes ante el control de precios, en virtud que la inyección de dinero público es ahora promesa oficial. Es decir, mañana se verá, el próximo arreará.

De tal modo que, quienes aboguemos por cambios profundos y necesarios en materia económica, política y social de la Venezuela presente, comprendemos que no será con esta generación de dirigentes donde encontremos el necesario respaldo, por el contrario, son factor importante en el problema. La respuesta eficiente ante los anti-valores en gobierno, continua latente en el seno de la sociedad. ORA Y LABORA.
caballeropercival@cantv.net

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