sábado, 28 de noviembre de 2009

El juego mundial de Brasil.

El juego mundial de Brasil


Por Orlando Ochoa Terán
Saturday, 28 de November de 2009

A sólo un año de ser sustituido en el poder, Lula da Silva, con una ansiedad mal disimulada, arriesga su capital político en una agresiva política internacional para que su nombre quede asociado a un Brasil con poder e influencia global. ¿Delirios de grandeza o realpolitk?El resurgimiento económico de Brasil le ha abierto el camino para una política exterior más asertiva con una mayor influencia en escenarios internacionales que se debería coronar con la aspiración de estar representado en el Consejo de Seguridad de la ONU con titularidad permanente y participación en las decisiones cruciales relacionadas con el futuro del planeta.

Su economía, sus dimensiones territoriales, población y la posesión del mayor pulmón vegetal del planeta le auguran una innegable y decidida potencialidad en ese liderazgo mundial. En este marco parecen suscribirse los movimientos emocionales del presidente Lula en Honduras, su irrupción en llanto después que el Comité Olímpico favoreció a Río de Janeiro en Copenhagen como sede de los Juegos Olímpicos de 2016, así como su “mediación” para impedir la supuesta “guerra” entre Venezuela y Colombia. A esto se añade las visitas a Brasil, en menos de dos semanas, del presidente Shimon Peres de Israel, del presidente de la Autoridad Palestina Mahmouh Abbas y la del presidente de Irán, Mahmoud Ahmadinejad.


Corriendo un gran riesgo, Lula da Silva acelera con nerviosismo su política exterior para dejar a Brasil haciendo un “jogo bonito” en las grandes ligas de la política internacional como mediador en la compleja crisis del Medio Oriente, antes de dejar el poder. Después de la visita de Ahmadinejad muchos dudan si Brasil está preparado para esta nueva responsabilidad. Lula es el primer gobernante serio de Occidente que ha respaldado el programa de desarrollo nuclear de Irán con “fines pacíficos”. En el naive escenario de Lula la República Islámica de Irán ganó en legitimidad y Brasil perdió en credibilidad.


El proceso ¿Se ha olvidado de los valores democráticos el pragmático obrero socialista que alguna vez sufriera cárcel por resistir a una dictadura semejante a la de Irán? Mientras 5 disidentes que habían protestado el fraude electoral de junio eran ejecutados en Teherán, Lula abrazaba efusivamente a Mahmoud Ahmadinejad y le daba palmaditas a esas manos manchadas de sangre.


Entre las elecciones fraudulentas de junio y la toma de posesión de Ahmadinejad en agosto, su gobierno ha ejecutado a 115 iraníes para a intimidar a la oposición. Jóvenes estudiantes han sido torturados y violados sexualmente en las cárceles de Ahmadinejad. Después de China, Irán es el país con el mayor número de ejecuciones del planeta. Antes de partir a Brasil el gobierno de Ahmadinejad, preocupado por la sorprendente resistencia estudiantil, distribuyó 6.000 milicianos en centros escolares de primaria para promover los ideales de la revolución islámica, creó una nueva policía para el control de Internet y adquirió la mayoría de las acciones del monopolio de telecomunicaciones que provee las líneas de teléfono fijas, de Internet y de los celulares.


¿Coalición islámica/socialista?El próximo mes de febrero se cumplen 45 años del golpe de Estado contra el izquierdista presidente de Brasil, Joao Goulart, pionero de la idea socialista, muy lejos de la economía de mercado de Lula. La crisis política que surgió condujo a la dictadura militar de Castello Branco que se instaló por 21 años. Dirigentes que solían ser de izquierda, entre ellos Lula, pasaron años detenidos. Ex funcionarios del socialista Goulart fueron asesinados o se pudrieron en las cárceles.


Nada diferente a la Teocracia Islámica de Irán representada por Ahmadinejad. El “político más popular de la tierra” como lo llamó el presidente Obama, ya no se para en “pequeñeces” como la legitimidad de las elecciones de Irán o de Venezuela, si de por medio están $7.000 millones bolivarianos o el prospecto de incrementar el actual intercambio comercial de $2.000 millones a $15.000 millones, como anticipó el viceministro de Relaciones Exteriores de Irán.


¿La única región del mundo que no ha visitado el presidente Obama es América del Sur. La torpeza de la política exterior de EE UU hacia América Latina ha dado cabida a la confusión que hoy confronta el subcontinente. Vista la velocidad con la que nos arrastran y la lentitud de los gringos para caer en cuenta de lo que está pasando, pronto los venezolanos no estaremos seguros si seguimos siendo el patio trasero de EE UU, de Irán, de Cuba, de Brasil o de una coalición islámica-socialista de todos ellos.

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