domingo, 26 de junio de 2011

Ciudad El Tigre, jueves 23 de junio de 2011
Democracia Cristiana Hoy.

Ronny Padrón.
¿Cuánto socialismo más soportará el Hospital del Tigre?

Analizadas como fueren las experiencias socialistas a nivel mundial - entendemos que en razón de la violencia, algo inherente a tal ideología - no existe plazo determinado. Valga el ejemplo de Cuba, isla-cárcel.

Hecha la salvedad, continua siendo pertinente referir la tragedia del Hospital ¨Luis Felipe Guevara Rojas¨, el Hospital del Tigre, bajo el régimen socialista. Lo que allí acontece, es tragedia para las personas que a diario requieren de atención médica, provenientes de los Municipios Monagas, Independencia, Guanipa, Simón Rodríguez, Aragua de Barcelona y Freites. Es decir, hablamos del centro de salud pública de la zona sur de Anzoátegui.

Con tan grande misión a cuestas, son sin embargo típicas las noticias como ésta de muy reciente data: ¨Suspenden cirugías electivas en hospital por bote de aguas negras¨ así lo tituló un medio impreso de circulación local. Decimos típicas, por cuanto las informaciones provenientes de tal centro asistencial abundan sólo en la problemática allí imperante: falta de insumos médicos, falta de personal médico e incluso problemas graves de infraestructura como el prenombrado. Tan terrible escenario se hace acompañar del afán de propaganda, rasgo común al socialismo: continúan remodelando la fachada del Hospital.


Inaugurado el 16 de agosto de 1968, bajo la presidencia del Dr. Raúl Leoni, el Hospital ¨ Luis Felipe Guevara Rojas¨ tenia capacidad para 210 camas. Pasados 40 años, más allá de la posible conveniencia técnica de construir un nuevo Hospital, es menester que profundicemos en el subsiguiente punto: El Estado Nacional en general, y en particular el Estado socialista, es y será siempre un pésimo gerente, incluso para aquellas funciones históricamente inherentes a su campo de acción, como lo es la salud. A los venezolanos nos consta.

Es por tal motivo que vemos con desespero, las cifras cada vez más ingentes que describen inversiones por diferentes conceptos, realizadas por el Estado socialista con destino a nuestro Hospital, con resultados igualmente magros, más allá del ornato. Dinero público, de todos los venezolanos, indebidamente empleado, vista la pésima calidad del servicio de salud prestado, no sólo en nuestro Hospital, sino en cualquier centro de salud pública venezolano.

¿Hasta cuando aceptaremos esto con los brazos cruzados? ¿no existen alternativas? De cierto que sí las hay, muchas y variadas, pero hay una que destaca por sobre las demás en razón de su eficiencia y economía: la gestión privada de la salud pública.

Dicha modalidad, exitosa hoy en España y el Reino Unido, rompe con el vicioso círculo del Estado dispensador de un servicio de salud de pésima calidad, financiado con dinero de la población, en cantidades siempre inauditables, con la falta de transparencia administrativa, común a toda gestión estatal.


El nuevo modelo de gestión, que proponemos se aplique a todo el sistema nacional de salud pública, una vez alcancemos la restauración constitucional, haría posible qué, un Estado Democrático y Social de Derecho y de Justicia, ejerza con eficiencia sus competencias en materia de salud, como lo pauta el Artículo 83 de la Carta Magna: ¨La salud es un derecho social fundamental, obligación del Estado, que lo garantizará como parte del derecho a la vida. El Estado promoverá y desarrollará políticas orientadas a elevar la calidad de vida, el bienestar colectivo y el acceso a los servicios…¨.


Así lo afirmamos, en el entendido qué la empresa privada como prestadora de servicios de salud, es indubitablemente más eficiente que su par estatal, debido entre otras razones a la ausencia de burocracia, típica de la Administración Pública, algo que encarece la prestación de tal servicio.


Estimamos qué un sistema público nacional de salud, de carácter intersectorial, descentralizado y participativo, integrado al sistema de seguridad social, donde el Estado conforme a la Constitución y a la ley ejerza su rol de financiamiento y fiscalización del servicio de salud, prestado éste por empresas especializadas, que en virtud de contratos de concesión legalmente otorgados gestionen y administren los centros de salud pública, hoy en manos de funcionarios dependientes del gobierno central, redundará en beneficio de los venezolanos y en particular de los tigrenses, hoy testigos impotentes de un despilfarro en dineros públicos, para sólo obtener a cambio un pésimo servicio de salud. ORA y LABORA.

caballeropercival@hotmail.com

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