miércoles, 1 de junio de 2011

Ciudad El Tigre, jueves 26 de mayo de 2011
Democracia Cristiana Hoy.
Ronny Padrón.

El problema de conciliar con el socialismo tigrense.

Porque de tal manera facilitamos su perpetuación. En la actividad política hay que tener claridad en ciertos asuntos; esforzarnos por discernir sobre cuando ceder, conciliar o bien, confrontar, y precisamente ante el socialismo no se debe ceder ni conciliar.

Algo tan cierto en nuestra localidad, que en el pasado reciente (año 2008) ante la eventualidad de comicios locales, resultamos incapaces como gentilicio de promover una alternativa demócrata superior al socialismo. Se prefirió entonces a un dirigente igualmente socialista, a un desertor de la tiranía una vez ésta lo hubo ascendido al poder, para encabezar la fórmula opositora en contra del PSUV. El resultado es conocido.

Porque la ética y la política no son conceptos contradictorios, por el contrario deben armonizar. De no ser así, los pueblos sufren ocasos, como éste que define al Tigre desde hace ya demasiado. Veamos.

Ese afán de conciliación pragmática, característico a la dirigencia demócrata local, reflejo de una ¨línea¨ nacional, que data de 12 años, derivó más que en el debilitamiento del socialismo gobernante, en su mutación, ahora como necesaria continuidad por lo menos en su aspecto populista, así sea ésta con nuevos protagonistas. Lo evidenciamos cuando, ante la problemática socio-política, tormento diario de los tigrenses, es total la ausencia de propuestas, superiores a la gobernante mediocridad socialista.

Verbigracia. Cómo puede tolerarse en silencio, que ante el desastre del socialismo en materia eléctrica, incluso por ellos reconocido, en virtud de la falta de mantenimiento, adecuación, reposición e inversión en equipos (montos colosales, por cierto) la dirigencia demócrata local no se atreva a reconocer ni a proponer públicamente la necesidad de un nuevo paradigma en materia de electricidad. Nos referimos a la privatización de tal servicio de conformidad con la Carta Magna y la Ley Orgánica del Poder Público Municipal, instrumentos jurídicos aprobados por el régimen en gobierno.

Pero no, resulta más sencillo persistir con el paradigma socialista de una empresa estatal prestadora del servicio eléctrico, que en manos demócratas sí seria eficiente ¡como si antes de 1.999 la electricidad en Simón Rodríguez era un servicio de primera ¡
Igual ocurre con todos y cada uno de los restantes servicios públicos básicos prestados directamente por el Estado, sea en su nivel político-administrativo nacional, estadal o local, a saber: agua potable, mantenimiento de drenajes, gas doméstico, vialidad, servicio postal. Gestiones públicas siempre caracterizadas por la ineficiencia y la corrupción administrativa, pagadas con el dinero público, dinero de todos los tigrenses.

Sin embargo, el mutismo demócrata antedicho obedece a la precitada ¨cartilla¨ de una impertinente conciliación, por parte de una dirigencia que a pesar de estos 12 años bajo la desgracia y el horror ¨hecho en socialismo¨, continúan sin atreverse a romper con el populismo de otrora, que tan buenos frutos electorales rindió en tiempos de democracia, populismo éste, que también posibilitó el ascenso del socialismo y su permanencia en el poder.

Estamos frente a una especie de círculo vicioso que los seduce a ofertar promesas falsas o mediocres, que sin embargo estiman suficientes como para arrebatar al socialismo un supuesto apoyo popular, en favor sí, de un ¨socialismo-eficiente¨ que ellos sabrían aplicar. Así condenan a los tigrenses al retroceso perenne.

Pero eso puede cambiar. Cambiar en la medida que hagamos comprender a nuestra dirigencia demócrata, organizada en la MUD, sobre la necesidad del cambio. Un cambio de paradigma, un respetar a la población, un respetar a cada tigrense. Porque merecemos la verdad, la verdad del trabajo, de la ley y del orden. Porque la MUD de Simón Rodríguez tendrá que comprender que no es suficiente con cambiar al socialismo reinante por el populismo de otrora; porque merecemos algo distinto, algo mejor que servicios públicos del Tercer Mundo, con gobernantes locales cuyos patrimonios personales son del Primer Mundo.

Una fórmula de unidad demócrata en torno a valores republicanos merece oportunidad, aquella de 2.008, convergiendo en antivalores, ya tuvo la suya y perdió. ORA y LABORA.
caballeropercival@hotmail.com

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