lunes, 22 de junio de 2009

La prosperidad de Venezuela versus Pdvsa.

Ronny Padrón // La prosperidad de Venezuela versus Pdvsa

Así de simple, no hay término medio, como es propio de ciertas y determinadas circunstancias en la vida de los pueblos. El estatismo, enseñoreado en Venezuela a partir de nuestra Independencia de España, tiene en Petróleos de Venezuela S.A., la joya de la corona.Símbolo de una clase política, partidocrática primero, ahora socialista, empeñada siempre en mostrarla como otro icono de la Patria junto al Himno, el Escudo y la Bandera nacional; resulta por el contrario, que mientras continue siendo el Estado, el dueño del ¨negocio petrolero¨, nosotros, los ciudadanos venezolanos, como propietarios pro indiviso de los yacimientos en tan valioso mineral, no pasaremos de ser los mendigos del regente de turno, asi fuere mediante votos como este hubiere logrado su ascensión.

Es la naturaleza humana y sus flaquezas, esa que inspiró el principio de la división del Poder Público en cabeza de enciclopedistas franceses. La misma que nos sugiere hoy profundizar en tal segmentación y control del poder, si de veras pretendemos ser un pueblo libre y próspero, donde llegare a imperar el trabajo, la ley y el orden.

Se ha dicho hasta la saciedad, que el gran acierto político del teniente coronel Chávez, lo constituye su capacidad para explotar los afectos, las necesidades y los vicios del pueblo venezolano, y entre estos últimos contamos al estatismo y a su colateral clientelar.Tan brillante interpretación, por parte del militar, se evidencia no solo en el palpable apoyo popular que en mucho o poco aún mantiene, pasados como han sido 10 años de permanente violación constitucional y legal de su notoria responsabilidad; sino además, en la palmaria ineptitud de las fuerzas demócratas para consolidar siquiera un discurso que oriente al lógico y mayoritario descontento popular.

Esa tragedia bien podria revertirse, en la medida que la dirigencia demócrata se atreva de una vez a romper con los paradigmas filo-socialistas que ellos comparten, los mismos que dieron pie al régimen, y ahora le sostienen.Estos paradigmas no son otros que el estatismo: con Pdvsa a la cabeza; un clientelismo simbolizado ayer por ¨programas sociales¨ de dudosa eficiencia, hoy reciclados en misiones; y el sectarismo: partidocrático ayer, autocrático hoy. Continúan siendo éstos los más publicitados.

Va siendo hora de contrastar palabras con verdades. La tesis estatista, predominante en nuestra dirigencia demócrata, siempre tan dócil ante la ideologia socialista, constituye garantía de permanencia para el régimen gobernante. Ante ello, una reforma del Estado promotora del parlamentarismo, de la profundización de la economia de mercado y de la eliminación total del monopolio mercantil venezolano, puede constituir el nuevo hito de un liderazgo demócrata capaz de potenciar de una buena vez a nuestra mayoria popular. ORA Y LABORA.

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