lunes, 1 de noviembre de 2010

Luego del 26S ¿esperaremos a que se canse?

RONNY PADRÓN | EL UNIVERSAL

miércoles 27 de octubre de 2010

Me resisto a la idea por dos razones. Primera: Los tiranos nunca se cansan de gobernar; indudablemente se debilitan, cometen más y mayores fallos, pero no se cansan de su oficio pues de común el poder les resulta el mejor de los alicientes, renovable de continuo. Segunda: Estimo demasiado alto el costo a pagar por el pueblo venezolano en espera del armónico e incierto final de un proceso demoledor que va para 12 años.

Lo anterior es de Perogrullo. Pero entonces la fatídica pregunta: ¿Qué hacer en lugar de lo presente? Una asertiva respuesta es de compleja formulación habida cuenta el tiempo transcurrido sin cambio de rumbo. Salvo limitados escarceos de resistencia democrática activa a inicios de la tiranía, los que derivaron en sustos, persecuciones y exilios para nuestra dirigencia demócrata, ésta a partir de 2006 decide oponerse al régimen socialista en gobierno por la exclusiva vía electoral.

Tal resolución se justificó en razones como la notoria incapacidad del liderazgo demócrata para aguantar activamente los atropellos del régimen, algo evidente a partir del año 2002, grave limitación política que redundó como es lógico en apatía popular. Nadie quiere apoyar en la calle a quienes carecen del temple para ejemplificar sacrificios.

Sin embargo, con un escenario sociológicamente adverso como el descrito, bajo un socialismo en gobierno lógicamente implacable frente a un liderazgo demócrata dispuesto a cualquier concesión política por más inmoral que esta fuere a cambio de mantener una ruta electoral "aceptable" ante el "ojo" internacional, alcanzamos un presente político que no deja de ser prometedor: La mayoría electoral en Venezuela es contraria al socialismo.

Para muchos tal certificación tuvo un costo excesivamente alto: 12 años de caos, propio de un socialismo en gobierno. Pero es lo que tenemos, y en base a ello nos toca trabajar para avanzar.

Es el caso, que más allá del ventajismo tiránico en términos económicos, ha sido igualmente notoria nuestra limitación para dominar al socialismo en la "batalla de las ideas" que ha hecho posible su elevada votación muy a pesar del absurdo implícito en tal ideología.

Si entendemos los graves riesgos que para la continuidad de la República representa el avance socialista al ritmo presente, la contención de tal evolución es asunto perentorio. Si bien resulta de incuestionable importancia el que hoy la opinión pública mundial coloque en entredicho la legitimidad de ejercicio respecto al gobierno del teniente coronel Chávez, es igualmente cierto que un socialismo en gobierno no fundamenta su permanencia en la opinión internacional, ni siquiera en la nativa.

Dicho lo anterior es menester reiterar una prédica de irrebatible vigencia: Las tiranías nunca se van, deben ser reemplazadas. Tal realidad implica fricciones que ninguna dirigencia política está en capacidad de eludir, a menos que esté dispuesta a ceder su rol en otros protagonistas como el sempiterno sector militar, destacado y oportunista colaborador en cualquier clase de tiranías.

Como colofón vale mencionar el ejemplo que brindan hoy los empleados de la empresa Polar en Barquisimeto, estado Lara. Su exitosa tratativa en defensa de sus puestos de trabajo certifica par de realidades: El régimen no está en capacidad de confrontar políticamente las manifestaciones organizadas, pues cualquier resistencia coordinada les hace recular. De lo anterior derivamos la segunda conclusión: El socialismo en gobierno solo avanza ante la falta de una contención política de entidad proporcional. La MUD tiene la palabra. ORA y LABORA.

caballeropercival@hotmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario