domingo, 3 de octubre de 2010

La dolarización brinda estabilidad a Ecuador en tiempos de crisis.

Por Juan Carlos Hidalgo.

El caos político e institucional es algo común en la historia reciente de Ecuador. Una persona cínica podría incluso interpretar la violenta sublevación policial de ayer, que puso en jaque la continuidad del gobierno de Rafael Correa, como “el regreso a la normalidad” de una nación que ha tenido 10 presidentes en los últimos 15 años. Aún así, a pesar de la naturaleza caótica de su política, Ecuador ha gozado de una relativa estabilidad económica desde que adoptó el dólar estadounidense como su moneda oficial el 9 de enero del 2000.

En un país donde los presidentes son regularmente derrocados por turbas o sublevaciones populares, se puede esperar que la economía –y particularmente el valor de su moneda– colapse con cada crisis. Esto era precisamente lo que sucedía en Ecuador en la década anterior al 2000, cuando la inflación promedio fue del 37,5% al año. Sin embargo, en los 10 años posteriores a la dolarización, la tasa promedio de inflación ha sido del 6,8% anual. E incluso esta cifra se encuentra un poco abultada por el hecho de que la inflación llegó a un pico del 91% durante el primer año de la dolarización y permaneció alta el año siguiente (Esa alza inicial se debe a que en el momento de adoptar el dólar, el gobierno fijó un tipo de cambio particularmente alto para el sucre, la antigua moneda ecuatoriana, lo que produjo una enorme devaluación que generó una alta inercia inflacionaria ese año). No obstante, la tasa de inflación de Ecuador rápidamente disminuyó y en gran medida ha convergido con la de EE.UU. en los últimos años:


Por supuesto, no hay panaceas en el desarrollo económico. La sólida política monetaria de Ecuador no ha sido complementada con reformas igualmente coherentes en los ámbitos tributario y fiscal, o en las áreas de políticas comercial, laboral y de regulación de negocios, por ejemplo. Ecuador se ubica en la posición 109 (de 141 economías) en cuanto a libertad económica de acuerdo al último reporte de Libertad Económica en el Mundo: Informe Anual 2010. Aún así, incluso cuando colapsan las instituciones políticas y democráticas del país, gracias a la dolarización los ecuatorianos pueden estar seguros de que el valor de su moneda no se verá amenazado.

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