jueves, 14 de octubre de 2010

Ronny Padrón.
Democracia Cristiana Hoy.

Cuando el Nobel dijo ¨No más socialismo¨.

Ocurrió la semana pasada, con motivo de la entrega del premio del mismo nombre en las categorías de literatura en la persona del peruano Mario Vargas Llosa y el de la paz, para el chino Liu Xiaobo.

Ni casualidad, ni coincidencia, ambos, en sus particulares posiciones de vida plantan firme postura a favor de la libertad, la justicia y la dignidad humanas, en contra de los abusos del poder político, tan perfectamente representado por el socialismo, pérfida ideología que tiene en ambos galardonados testigos históricos de excepción.

El uno, Mario Vargas Llosa, apenas en mayo de 2009 con motivo del Encuentro Internacional Libertad y Democracia, organizado por el Centro de Divulgación del Conocimiento Económico para la Libertad (CEDICE) vino a Venezuela, cuna del Libertador, hoy devenida en laboratorio político del más reciente y esperamos que último experimento socialista latinoamericano: La tiranía de Hugo Chávez.

En tal ocasión, brindó a los venezolanos lección magistral de como desnudar la mediocridad conceptual socialista en toda su extensión, como solo podía hacerlo quien como él ha llegado a ser calificado el más importante intelectual latinoamericano del tiempo presente. Demócrata liberal, logró en pocos días lo que no había sido capaz nuestra dirigencia demócrata en 10 años: neutralizar el sofisma discursivo socialista en tal manera que el régimen prefirió callar antes que continuar su vergonzosa retórica.

Si alguna lección pudo ser aprendida de tal visita, bien sería la fragilidad conceptual de una ideología solo sostenible por la fuerza militar en cooperación necesaria con una dirigencia demócrata negada a defender con sapiencia y valentía la superioridad filosófica del régimen democrático de libertades.

En cuanto al heroico Liu Xiaobo, no bastarán las palabras para describir el valor de su gesta frente a un gigante económico como lo es la República Popular China, otra tiranía socialista, tan poderosa que resulta apoyada incluso por aquellas naciones llamadas a confrontarla ideológicamente. En tales circunstancias, el precitado intelectual, activista por los derechos humanos, merecedor por ello del Nobel de la Paz, se constituye en el disidente político por excelencia, condenado desde diciembre pasado a 11 años de prisión, luego de haber sido detenido por impulsar la llamada ¨Carta 08¨, petición que abogaba por reformas políticas en el régimen comunista chino. Condenado luego por tentativa de “subversión del poder del estado”. Otro ejemplo de la dictadura socialista ¨perfecta¨.

Es ese el mismo régimen chino que se vanagloria por su inigualable crecimiento económico, a costa de una sistemática violación de los derechos humanos, de naturaleza política, económica y social; única manera que halló el socialismo chino para desarrollar la productividad capitalista al tiempo que mantienen el control político sobre la población, experimento inédito en el mundo para desgracia del gentilicio chino.

Porque ¨Todos los caminos conducen a Roma¨, el Nobel no seria la excepción. Esta lucha por la libertad del ser humano recibe de tal manera un motivo para nuevos bríos, en tanto el socialismo va quedando limitado a sus dos reductos: La ignorancia y la violencia, como su razón de ser. ORA y LABORA.

caballeropercival@hotmail.com

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