26 de julio de 2011
Verdaderos y falsos derechos humanos
por Luis Pazos
Luis Pazos es Profesor de Economía Política y autor de varios libros de temas económicos.
El respeto a los derechos humanos es fundamental para el progreso y la convivencia; sin embargo, hay quienes han abusado del término e incorporado como derechos humanos los que en realidad son posiciones de un legislador o partido para ganar votos. Es importante distinguir cuáles leyes protegen los derechos humanos y cuáles falsamente hablan de derechos humanos, cuando en realidad se refieren a políticas económicas que, aunque se antojan positivas y deseables, no pueden interpretarse o considerarse derechos humanos.
La palabra derechos humanos rectamente entendida es una forma de llamar a los anteriormente denominados derechos naturales, los que tiene la persona humana desde que nace por el hecho de ser humano.
Esos son: el derecho a la vida, el derecho a la propiedad y el derecho a la libertad. Es por ello que las sociedades modernas condenan el asesinato, violación al derecho a la vida; el robo, violación al derecho de propiedad y el obligar a profesar una religión o realizar un trabajo en contra de su voluntad a cualquier ciudadano, pues violan el derecho a la libertad de elegir.
De esos derechos naturales o humanos se derivan otros, como la libertad de prensa y de creencias, sin embargo, en varias constituciones se consignan como derechos humanos, el derecho a la alimentación, al empleo, a la vivienda, a las vacaciones, como también podría decirse el derecho a usar sombrero, a chiflar y a mascar chicle.
Todos esos derechos caben dentro del derecho a la libertad rectamente entendidos. En un país democrático y que respeta con verdaderos derechos humanos, tenemos la libertad de decidir qué comer, cómo vestir, qué estudiar y dónde trabajar o vivir. Pero es demagógico interpretar esa libertad como el derecho a que el gobierno nos garantice y financie la educación, la casa, consiga empleo, nos dé un sombrero o chicles para que masquemos.
De dónde sacarían o a quién le quitaría el gobierno recursos para darnos a todos esos mal interpretados derechos, que demagógicamente han plasmado en leyes y en la constitución algunos legisladores o partidos con criterios populistas.
Este artículo fue publicado originalmente en Asuntos Capitales (México) el 22 de julio de 2011.
viernes, 29 de julio de 2011
Publicado por
Aquiles Márquez, Héctor Ruíz Aguilar, Milagros Alcántara, Pablo Carrión, Ronny Padrón.
en
16:47
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