domingo, 29 de agosto de 2010

Programa Ferrosidor: otro golpe a la economía del sur.

Ronny Padrón.
Democracia Cristiana Hoy.

Programa Ferrosidor: otro golpe a la economía del sur.

La anunciada implementación del programa Ferrosidor en los distintos Municipios del sur de Anzoátegui, según lo anunció el ministro del Poder Popular para las Industrias Básicas y Minería y presidente de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG), José Khan, constituye grave amenaza para la economía de libre mercado, único modelo capaz de viabilizar la prosperidad de los pueblos, y esta zona sur no tendría porqué ser la excepción.

Cuando los representantes del comandante Hugo Chávez en los Municipios Simón Rodríguez, Guanipa, Miranda y Monagas se aprestan a concretar el precitado programa, ejecutan una directriz socialista, que trazada desde Miraflores persigue destruir lo que resta de libre empresa en esta zona sur y por ende lo que le resta de bienestar.

Ello por cuanto la instalación de galpones para la venta y distribución de materiales de construcción léase: cabillas, cemento y demás productos a traer de empresas básicas como SIDOR, y otras fábricas estatales, para ser vendidos a ¨precios solidarios¨, eso sí, a través de consejos comunales y gobiernos locales; más allá de la retórica populista de servir al colectivo, oculta un objetivo político de suma gravedad: La quiebra de toda empresa privada comercializadora de los productos antes descritos.

Cuando los representantes del socialismo afirman que las empresas estatales de naturaleza mercantil como SIDOR, con tales programas solo se aprestan a servir al pueblo y a llevar el mayor beneficio a las comunidades del sur, dejan de mencionar las consecuencias que la competencia desleal tendrá en relación a las cientos de empresas privadas que en la zona sur desarrollan la actividad comercial por aquellos pretendida.

Son pequeñas y medianas empresas comercializadoras que a diario enfrentan los embates de la delincuencia desbordada, aunado a un declive económico provocado por el socialismo en gobierno que no conforme exige una carga tributaria in crescendo bajo amenaza de draconianas sanciones.

Si fuere el caso que tal situación afectare únicamente al precitado gremio empresarial, la temática no alcanzara la gravedad a destacar. Es el caso, que la pretensión socialista basada en el programa Ferrosidor, conllevará de inicio una mayor distorsión al circuito económico de la zona sur en la medida que esa incipiente incursión estatal en la precitada cadena de comercialización, si bien generaría una temporal alza en la demanda de los productos allí ofertados, en virtud de los precios tentativamente inferiores a los dictados por la libre oferta y demanda, en el mediano plazo redundará en el conocido desabastecimiento, consecuencia lógica de la sempiterna incapacidad del Estado para sostener el rango de comercialización requerido por el mercado. Es la típica historia de la empresa mercantil gestionada por el Estado. No por casualidad en Venezuela todas se sostienen gracias al subsidio que aún puede proveerles PDVSA, otra empresa de ¨todos los venezolanos¨, es decir con dinero de cada uno de nosotros en beneficio de los afortunados burócratas que las dirigen.

Pero acontece, que en tanto durare la reciente fantasía de comercio socialista, será, la de por sí frágil contabilidad del empresariado privado sureño, el que soportará los efectos de tan absurda tratativa. Ello sin contar el lógico efecto negativo que para el patrimonio público implican tales aventuras por parte del Estado socialista, siempre de espaldas a las realidades del necesario libre mercado.

De allí la obligación moral de trabajar con mayor denuedo por la restauración constitucional, para lo cual un triunfo demócrata en las venideras parlamentarias resulta crucial. Alcanzar en el más breve plazo un Estado Democrático y Social de Derecho y de Justicia, que asuma el ejercicio cabal de sus funciones propias de gobierno, administración pública, legislación, jurisdicción, y que permita en tanto, que los particulares se ocupen de generar la riqueza en pro del Bien Común y de conformidad con la ley, tal como ocurre hoy día en toda Nación desarrollada y en aquellas que aspiran serlo como en la vecina República de Colombia, en Chile y México entre otras, es el gran reto de la presente generación, visto el fracaso del populismo pasado y del socialismo presente. ORA y LABORA.
caballeropercival@cantv.net
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