domingo, 29 de agosto de 2010

Una visión política para el transporte público en El Tigre.

Ronny Padrón.
Democracia Cristiana Hoy.

Una visión política para el transporte público en El Tigre.

Por estos días vuelve a recrudecer la problemática del transporte público en la ciudad de El Tigre, y en su población hermana San José de Guanipa. Ambas gobernadas por el socialismo. Ello en virtud del cíclico ¨reajuste¨ en el costo de los pasajes. Bastaría con mencionar la gerencia pública socialista, para significar el caos existente en tan importante sector, sin embargo, es también menester la búsqueda de soluciones.

Abordar con sensatez la problemática en cuestión, obliga a discernir primeramente sobre sus causas, que ubicamos sin titubear, tanto en la ideología política gobernante, el socialismo, como en su antecesora, calificable de populismo.

Ambos modelos de gobierno, cediendo a erradas y dañinas prácticas administrativas, se han caracterizado por el manejo exclusivamente electoralista del asunto del transporte, obviando una parte esencial de la problemática, su aspecto económico.

Se han conformado con otorgar por vía de sus concejos municipales, incrementos del pasaje, sea este urbano, sub-urbano o interurbano, con la falacia populista de ayer, y la estafa socialista de hoy, basándose, en que los consabidos ¨reajustes¨ solucionan el problema.

Jamás se ha tenido noticia sobre la implementación de una política integral sobre el transporte público local, capaz de alcanzar a cabalidad la naturaleza del fenómeno. Ello ha sido así, entre otras razones, porque hacerlo implicaria ejecutar reformas político-administrativas, que si en el pasado resultaban políticamente osadas, hoy serian no menos que blasfemias ante el credo socialista gobernante.

Dicho lo anterior, podemos señalar que una política integral sobre el transporte público en la ciudad de El Tigre, debe tomar en consideración aspectos tales como la inestabilidad de la moneda y la garantía jurídica, a modo de lograr una estabilidad en el sector, muy distinto del caos imperante.

Si bien es cierto que el primero de estos factores, la inestabilidad de la moneda, es ajeno a las competencias otorgadas por ley a estas localidades, no lo es menos, la obligación de las Alcaldías, para que en coordinación con los Concejos Municipales, compensen razonablemente a los empresarios del transporte público, ante la perniciosa oscilación monetaria, que hace nugatorios los esfuerzos de estos, por mantener y reemplazar oportunamente las unidades de transporte en servicio.

En lugar de ello, el concejo municipal se concentra únicamente en ejercer su potestad normativa tributaria, conforme al literal 4 del artículo 95 contemplado en la ley orgánica del poder público municipal. Sobre el alcalde, como es lógico al socialismo, incumple su obligación legal de velar por la eficacia y eficiencia en la prestación de este servicio público, limitándose esporádicamente a ratificar la obligatoriedad de las resoluciones dictadas por el ente legislativo antedicho.

Sobre el segundo aspecto de necesaria observancia para una política integral del transporte público, la garantía jurídica, podemos entenderla como la necesidad de que el Estado a nivel local, en específico los prenombrados entes: Alcaldía y consejo municipal, ejerza realmente competencias tales como: La seguridad pública necesaria al servicio del transporte, el mantenimiento adecuado de la vialidad pública, y una reforma tributaria en cuanto atañe a este sector.

Consideradas como fueren las mencionadas premisas, y una vez implementado el estudio técnico-económico sobre las rutas del transporte público local, podríamos entonces allanar el camino hacia una auténtica política integral del transporte público para la ciudad del Tigre. ORA y LABORA.
caballeropercival@cantv.net

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